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martes, 21 de julio de 2020

Piensa mal y no acertarás

Este es un hilo sobre encontrar patrones donde no los hay, desde los números aleatorios al posmodernismo en Economía. El hilo original puede verse aquí.

1
Vía @gilbellosta veo esta página en la que probar a encontrar números aleatorios entre 1 y 100.
macartan.shinyapps.io/fish/
Juega un poco antes de seguir con este hilo /16 en el que al final hablaré de posmodernismo y economía. Sorpresa!

2
Verás que eres incapaz de generar una secuencia aleatoria según las exigencias de la página. A veces porque escribes demasiados sietes, a veces porque pones números muy altos o por lo que sea.

3
Lo sigues intentando y no hay manera. Pones números generados por Excel o por cualquier otro programa y tampoco. Siempre hay una razón por la cual no son aleatorios. ¿Qué está pasando?

4
Veamos esta respuesta a una secuencia introducida por mí.


Como veis, en este caso hay demasiados doses. Algo que solo ocurriría con un 14 % de probabilidad en caso de que los números fueran aleatorios. ¿Está claro, no?

5
Pues no. Habiendo 10 dígitos, la probabilidad de que precisamente uno preseleccionado se repita 4 veces es del 14 %, pero la probabilidad de que alguno cualquiera se repita 4 veces es altísima.

6
Si añadimos las probabilidades de que sean altos, bajos, extremos, medios, ascendentes, descendentes, demasiado seguidos, demasiado espaciados o mil cosas más, la probabilidad de que algo de eso pase es el 100 %.
 
7
Esto quiere decir que el test para ver si los números son aleatorios no es tal. Un test así debe incluir: (i) una especificación ex-ante de lo que va a buscar y (ii) un cálculo de probabilidades teniendo en cuenta todo lo que busca, no solo una cosa.

8
No hacer lo anterior implica encontrar patrones donde no los hay. Y eso, my friends, nos lleva a graves problemas, mucho más allá de este juego.

9
Por ejemplo, hipótesis mal definidas nos llevan a encontrar muchísimos ejemplos que nos la confirman. Cualquier cosa se puede adaptar a ella.

10
Por ser más específico, piénsese en cosas como
-la lucha de clases es el motor de la historia,
-los traumas de la infancia provocan trastornos en la personalidad, o
-el lenguaje no es neutral.

11
Son hipótesis que pueden abrir líneas de investigación, pero solo si se acotan y definen bien. Si no, se cometerán los errores del marxismo, psicoanálisis o posmodernismo que tanto confunden a personas por lo demás inteligentes.

12
Sobre esta parte del marxismo y del psicoanálisis ya habló Popper de manera lúcida. No diré más que lo que he dejado dicho aquí:

https://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2015/04/la-debilidad-del-marxismo-y-del.html

13
Sobre el lenguaje no neutral, dejad que me explaye:
Aún admitiendo que no lo sea, para que se pueda trabajar con esa afirmación como hipótesis habrá que especificar muchas cosas para saber qué buscar y qué concluir.

14
¿Cómo tener una idea de si un lenguaje es más o menos neutral?
¿qué mecanismo de causa-efecto hay entre una medida de falta de neutralidad del lenguaje y el mantenimiento del sesgo social en el que no es neutral?
¿cómo de potente es el mecanismo?
¿importa mucho o casi nada?

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Lamentablemente, cuando se lee sobre la falta de neutralidad del lenguaje nunca se ven contestadas estas preguntas. Eso nos lleva a escaladas increíbles en los argumentos.

16
Ejemplo leído recientemente:
-El lenguaje de los economistas no es neutral, tampoco sus modelos.
-No son todo lo pesimistas que deberían, por lo que mantienen el statu quo.
-Así, sirven al poder, que los usa para perpetuar el neoliberalismo y no combatir el cambio climático.

miércoles, 15 de julio de 2020

Normalizar una lengua

Hace unos días publiqué este hilo en twitter (aquí, aquí y aquí). Lo paso al blog para que no se pierda.


Quien tiene como lengua materna un idioma plenamente normalizado no suele ser consciente de lo que significa eso. Voy a explicarlo un poco.

1. Una lengua no normalizada es aquella cuyo uso es básicamente oral, de transmisión familiar, ajena a la educación y otras instituciones sociales y, frecuentemente, fragmentada en dialectos y con poca literatura.

2. Una lengua normalizada está presente en todos esos ámbitos y presenta una unificación gramatical, de léxico y de pronunciación. A pesar de que puedan pervivir sus variantes locales, la lengua normalizada será la más usada en la literatura, educación y medios de comunicación.

3. Todas las lenguas normalizadas han sido lenguas no normalizadas en algún momento. El paso no es fácil. Veamos algunos problemas a los que se enfrenta.

4. Para empezar, hay que desarrollar la versión normalizada. Cuando no ha habido un dialecto que domina a los demás, la normalización suele hacerse a partir de varios dialectos. El castellano y el toscano son el español y el italiano. El alemán y el euskera siguieron la segunda ruta.

5. La unificación a partir de dialectos suele hacerse por iniciativa de escritores que necesitan comunicarse con todos los hablantes. Van eligiendo las expresiones más comunes y más inteligibles por la mayoría de hablantes. P.e., en euskera, “tienes” se dice “dozu”, “duzu”, “dezu”,… . De todas ellas, la variante “duzu” se reconoce como más central y más regular teniendo en cuenta el resto de formas verbales.

6. A veces, los propios hablantes, reconocen como “más correctas” algunas expresiones que no son las que usan. P.e., quienes dicen “me se ha caído” pueden ser conscientes de que en realidad debería decirse “se me ha caído”. Otros saben que en su pueblo se dice “gura” (querer), pero que en todos los demás se dice “nahi”.

7. El siguiente paso es decidir cómo expresar en la lengua términos para usar en los ámbitos en que hasta ahora no se ha usado, como la educación, la política, la ciencia, los negocios,… Por ejemplo, ¿cómo ha de decirse en euskera “cambio de sentido”? (Esa expresión que se usa en autopistas).

8. Un hispanohablante puede pensar que en español siempre se ha dicho así, pero eso no es cierto. Alguien decidió que en los carteles se pondría “cambio de sentido” y no “camino de vuelta”, “cambio de dirección”, o cualquier otra posibilidad. Ese alguien pudo ser quien diseñó los primeros carteles de las autopistas o el conjunto de hablantes decantándose por una de las formas.

9. En una lengua minoritaria y que convive con otra mayoritaria y normalizada se presenta un problema mayor. Si hay varias maneras de expresar una idea en la lengua minoritaria y hay una manera normalizada de hacerlo en la mayoritaria, fácilmente esta se extenderá a la minoritaria.

10. Cualquier hispanohablante que haya vivido un tiempo en un país con diferente lengua se habrá dado cuenta cómo adopta muchas palabras de esa otra lengua, incluso para hablar con otros hispanohablantes y habiendo fácilmente una expresión española. Cuando uno vuelve de pasar varios años en USA le salen esas palabras que algunos atribuyen a la pedantería, pero que son el reflejo de este hecho.


11. Para normalizarse, la lengua necesita de lingüistas, académicos, escritores, comunicadores, escuelas,… Una lengua muy extendida y sin competidoras podrá hacerlo sin problemas a lo largo del tiempo y con bastante naturalidad. El español tiene una Real Academia. El inglés, no, pero tiene universidades cuyos diccionarios y gramáticas son referencia obligada. Una lengua minoritaria tiene más problemas.

12. Las opciones de una sociedad en las que conviven una lengua minoritaria y una mayoritaria (o dos lenguas extendidas, pero solo una de ellas normalizada) van desde dejar ir muriendo a la minoritaria hasta intentar su plena normalización y garantizar que el paso a la siguiente generación suceda sin esfuerzo. Lo que haga la siguiente generación ya será su opción.

13 Una vez decidida la normalización, habrá que pagar un coste. Económicamente, es pagar por la provisión de un bien público sujeto a economías de red. Si el bien es deseado, el coste puede ser perfectamente defendible. Quienes dicen que cualquier lengua que deba ser defendida merece dejarse morir no saben de lo que hablan.

14. Es cierto que la normalización de una lengua puede suponer la pérdida de variedades dialectales. Eso también es un coste. Claro que la falta de normalización implicaría también la pérdida, no solo de la variedad dialectal, sino de la propia lengua.

15. Los hablantes de las variedades dialectales a menudo recelan la lengua normalizada, sobre todo cuando esta se construye en un lapso breve de tiempo, relativamente hablando. “No suena igual”, “le falta gracia”, “nunca se ha dicho eso de esa manera” … son quejas recurrentes e inevitables.

16. Piénsese qué sensación le daría la lengua del telediario a un andaluz que del español no hubiera escuchado más que su habla en familia, sin escuela, sin apenas libros y sin cine. Piénsese todavía qué sensación tendría si la escuela, los libros y la televisión que conociera fueran en inglés.

17. En su momento, el gobierno vaso sacó una campaña para que los vascohablantes mayores no alfabetizados no tuvieran complejos por usar su variedad del euskera. No es ninguna tontería. He visto a vascohablantes de toda la vida no querer hablarlo fuera de su ámbito familiar por temor a no hablar bien.

18. Hay quien critica que se normalice la lengua minoritaria apelando a la pérdida de variedades dialectales o al recelo de algunos hablantes. Normalmente son gente que prefieren dejar morir la lengua. Es una preferencia respetable, pero es el acuerdo político del territorio en que se habla el que definirá cómo minimizar el coste y si este merece la pena.

19. Nada de lo anterior asume que las lenguas tengan derecho. Lo tienen los hablantes a usar su lengua y a poder pasarla en igualdad de condiciones que las demás lenguas con las que conviva.

20. La convivencia de varias lenguas y el respeto a su normalización implica que ningún hablante puede pretender que, en una sociedad bilingüe, se haga una burbuja a su alrededor con solo su lengua de preferencia. De vez en cuando se topará con la otra. Lo importante es que estos encuentros no sean costosos.

domingo, 10 de marzo de 2019

Qué hacer con las lenguas


Si nos preguntáramos cómo diseñaríamos un mundo, en lo que toca a los idiomas seguramente la mayoría diríamos que mejor uno solo. Eso no quitaría que tuviera sus variedades locales, sus modismos y estilos literarios particulares en distintos lugares del planeta. La apreciación por la diversidad frente a la homogeneidad estaría bien suplida con estas variaciones. Aquí unos improvisan versos a capela, allá otros gustan de metáforas exageradas.

Pero este no es el caso. En el planeta que vivimos se hablan unas 6000 lenguas. ¿Qué hacemos con ellas? Cada cual tendrá su óptimo de variedad, pero lo que importará será sobre todo qué quieren hacer sus hablantes, qué pueden hacer y qué ayuda pueden recibir de los demás, según lo que los demás quieran. 

En los casos extremos la cosa está clara. Si una lengua es hablada, y no escrita, por 100 personas que además hablan también otra lengua más extendida, poco le queda más que morir. ¿Qué se puede hacer? Documentarla, facilitar que los hablantes puedan pasar tal vez algunas palabras o canciones a sus descendientes y que así perviva en el grupo humano que alguna vez la tuvo. No creo que sea necesario hacer más. ¿Alfabetizar en su lengua a estas 100 personas? ¿Hacerla vehicular en la educación de sus hijos? Es tarde para eso. 

En el otro extremo, las lenguas muy extendidas, habladas por decenas de millones de personas, con carácter oficial, tradición literaria, hablantes alfabetizados en ella y la gran mayoría no bilingües en otra lengua, no tendrán problemas. En el largo plazo no sabemos qué pasará. Habrá cambios históricos, variaciones en la lengua, contactos con otras, aprendizaje de una lengua común que acabe incluso con estas lenguas grandes,…, pero todo es incierto y lo que se haga con esa lengua hoy no tiene que ver con lo que preveamos para dentro de 1000 años. Ahora se seguirá enseñando y pasando sin problemas a la siguiente generación. 

¿Qué hacemos con las lenguas que no están en los extremos? Como al comienzo de estos párrafos, podemos jugar a ser el diseñador óptimo. No pudimos hacer que en el mundo hubiera una sola lengua y la historia nos ha traído unos pocos miles al presente. Algo interesante sería conseguir que todo el mundo conozca una lengua común (p.e., el inglés) de manera que cada comunidad pueda seguir hablando su lengua y pueda comunicarse con cualquier otra persona del planeta en inglés. En comunidades donde se mezclan dos o más lenguas, la cosa se complica, pero podríamos tirar con tres lenguas para la mayoría de estos casos (quechua, español e inglés en Perú). 

Pero lo anterior no contesta bien a la pregunta de qué hacer. Por ejemplo, en Catalunya la mitad de habitantes tienen el catalán como lengua materna y de preferencia, mientras que la otra mitad tiene al castellano y, excepto en pueblos pequeños, están bastante mezclados. Políticamente se ha decidido que todos los hablantes deben conocer ambas lenguas y se ha hecho el esfuerzo en ese sentido. El fin parece razonable y parece estar bien aceptado por la gran mayoría de la comunidad. ¿Hay algo más? Por ejemplo: ¿sería un buen fin el conseguir que aumente la proporción de catalanes con el catalán como lengua materna y de preferencia? Por supuesto, dependerá de cómo quieran trasmitir cada grupo su lengua. A mi entender creo que esa finalidad no debe existir o, por lo menos, no como deseo que requiera de esfuerzos políticos encaminados a ello. Si las reglas simplemente se ocupan de que ambas lenguas se aprendan igual de bien y se puedan usar igual de fácilmente (poca gente no bilingüe parece entender el esfuerzo de normalización que significa esto), la evolución natural dirá lo que haya de pasar. Si, con el paso de las décadas y los siglos, una de las dos lenguas se acaba imponiendo sobe la otra (o una tercera lo hace) o siguen conviviendo, es algo que no debe importar demasiado a los hablantes de ahora. Lo que importa es que los hablantes de ambas comunidades no se hayan visto discriminados por su lengua. Lo anterior podrá ser extrapolable a las lenguas con gran presencia en sus territorios. Sin duda en la mayoría de los casos el tiempo irá en contra de la lengua minoritaria (como pasó con el irlandés), pero eso será el futuro y no tiene por qué ser una tragedia para nadie. El euskera, que es la lengua materna del 25% de los vascos ¿podrá mantener esta proporción durante muchas generaciones? 

Para otras lenguas no será tan fácil. El aragonés solo se habla por unos pocos miles de personas en el norte de la provincia de Huesca. ¿Es un objetivo deseable que lo conozcan todos los aragoneses? No parece ser el caso. ¿Todos los oscenses? Tampoco. ¿Todos los habitantes de los pueblos donde se habla? No lo sé, ellos decidirán. En cualquier caso, va a ser difícil que esté presente en la cosa pública con tanta naturalidad como el castellano (prensa, TV, radio, Internet, comunicaciones oficiales, mundo de la empresa,…), incluso en esos pueblos. Podrá preparase material escolar en aragonés y facilitar la transmisión generacional, pero seguramente el número de hablantes que lo tengan como lengua materna disminuya hasta que no quede nadie en unas pocas generaciones. No tiene por qué ser el fin completo del aragonés. Los pueblos donde se hablaba podrán mantener expresiones peculiares provenientes de esa lengua, mostrar libros y documentos en ella y cantar de vez en cuando canciones en aragonés. La muerte no tiene por qué ser abrupta ni frustrante para los hablantes presentes. Cuando llegue el momento, dentro de pocas o muchas generaciones, ocurrirá con dignidad, sin reproches por no haberla mimado un poco. 

El latín es una lengua muerta, pero sobrevive y está presente de muchas maneras en nuestro tiempo. En Barakaldo, pueblo castellanohablante de Bizkaia, pervivían canciones vascas (Agate Deuna, Ikusi Mendizaleak, etc.) y muchas palabras vascas estaban presentes en su habla (aita, sagutxu, karramarro,…) mucho antes de que se introdujera en la enseñanza. En la isla de Man, el antiguo idioma céltico no tiene hablantes como lengua materna, pero hay quien lo aprende y se considera parte de la cultura. El Sanscrito se conserva en la liturgia religiosa. 

Esto es lo que podemos hacer con las lenguas. Cuidarlas mientras tengan hablantes y recordarlas cuando ya no los tengan. Cada una en su medida, sin envidias, pero sin desidias.

Entrada relacionada: Las cuatro lenguas de España.
Otra entrada relacionada: Sobre la inmersión lingüística en Catalunya.

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Hace tres años en el blog: Por un mundo sin racistas.
Hace cinco años en el blog: Causas de la desigualdad salarial: ¿el comercio o las nuevas tecnologías?(1).
Y también: Causas de la desigualdad salarial: ¿el comercio o las nuevas tecnologías?(2).
Y también: Los mitos de la razón. Los Prisioneros del Dilema.
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martes, 20 de febrero de 2018

Sobre la inmersión lingüística en Catalunya

El pasado domingo tuití unas reflexiones personales sobre el modelo de inmersión lingüística en Catalunya. Fueron bien acogidas por gente muy diversa, lo que me alegra sobremanera. Las recojo en esta entrada.

Preferencias sobre porcentaje de horas de enseñanza en cada idioma por partidos
Fuente: Politikon

1/12
En los años 80, Catalunya partía de una buena base para normalizar el uso del catalán. La lengua era hablada por la mitad de la población y entendida por casi toda ella. La cercanía de las lenguas castellana y catalana ayudaba mucho.

2/12
Esto implicaba que, contrariamente a otros casos (País Vasco, por ejemplo), se podía pensar en diseñar un único sistema escolar para todos los alumnos y que permitiera a todos el dominio de ambas lenguas.

3/12
Un sistema así permite que ningún escolar esté en desventaja por no ser competente en alguna de las lenguas. En el uso de sus competencias constitucionales, en Catalunya se decidió el modelo de inmersión lingüística en catalán con alto consenso entre las fuerzas políticas.

4/12
Desde entonces, han sucedido varias cosas: (i) la implementación de la inmersión lingüística con un número muy reducido de horas en castellano, (ii) solicitudes no aceptadas o dificultadas de familias que pedían más horas de castellano para sus hijos,

5/12
(iii) sentencias del Tribunal Constitucional en relación a la situación del castellano como lengua vehicular en la enseñanza y (iv) el aumento de la representación política partidaria de una mayor presencia del castellano.

6/12
¿Qué hacer con esto?
Legalmente, lo único necesario e imprescindible es cumplir las sentencias del Tribunal Constitucional.
Políticamente, serán los representantes políticos quienes decidan si cambiar el modelo más allá de lo que se requiera para cumplir la ley.

7/12
Ética y democráticamente, el respeto a las minorías y mayorías, debe implicar que la presencia del castellano en la escuela esté más en consonancia con su uso como lengua materna por más de la mitad de la población.

8/12
Con un poco de voluntad, lo anterior tiene fácil arreglo. Un acuerdo para seguir con la inmersión lingüística, pero con más presencia del castellano, sería asumible por todas.

9/12
A eso se le puede añadir la posibilidad de estudiar en castellano a hijas e hijos de gente que está en Catalunya por poco tiempo y de centros que oferten materias en catalán en las grandes ciudades del resto de España para catalanes desplazados a ellas.

10/12
Cuando digo que sería asumible, me refiero en el sentido de cumplir con los objetivos de conocimiento y respeto de ambas lenguas. Si nos colocamos en posiciones maximalistas como (i) más horas de castellano es un paso atrás y más opresión española o...

11/12
... (ii) hay que crear dos modelos educativos, uno en cada lengua, para que se elija, lo que se conseguirá es una mayor polarización de la sociedad catalana y una ruptura del consenso sobre la necesidad de dominar ambas lenguas y del respeto a ambas.

12/12
Claro que habrá políticos que saquen rédito del enfrentamiento, pero debería ser trabajo de todos evitar que sea así.


Hubo tras esto varios diálogos, siempre en buenos tonos. Pongo tres:

Sobre el punto 9/12 me decía (((Alex Estruch)))‏ @AleJanito65:

"Este es el único punto de posible discrepancia para mí. Existía un colegio así, básicamente para hijos de militares, y prácticamente era un guetto. Justifica el que se les considere como a los funcionarios franceses en Argelia."

Respondí así:

"Hay maneras de articular eso. Puedes poner que al segundo año de matrícula ya pase al sistema normal, por ejemplo. En cualquier caso, es solo una manera de mostrar que hay espacio para hablar."

Este es un análisis de mis comentarios más amplio, hecho por Albert Carta9Nyà‏ @ACartanyaA:

Mi humilde opinión sobre tu hilo. LO MEJOR: hablar de este tema sin maximalismos y haciendo propuestas constructivas. LO BUENO: reconocer que corresponde a la sociedad catalana decidir cómo organiza este tema. LO MALO: seguir con que el conflicto es si hay más o menos...

...horas de castellano, cuando lo que debería evaluarse siempre, y actuar si no se cumple, es el objetivo: que alumnos de muy distinta procedencia y lengua materna acaben la enseñanza obligatoria con un buen uso de cat y cast por lo menos.

LO PEOR: obviar que el conflicto principal aparece por la existencia de un reducido número de personas que exigen un supuesto derecho a no aprender el catalán y a poder vivir tranquilamente en cat sin saberlo, ellos y todos sus descendientes

Respondí así:

Gracias por tomarte mi hilo como base de diálogo. Matizo dos cosas:
1. No digo que el conflicto sea más o menos horas de castellano, sino que eso será una parte importante en cualquier renegociación (si se hace) del sistema actual.

2. No obvio otras cosas. De hecho he puesto alguna de ellas entre las posturas maximalistas, que creo hay que aislar consiguiendo consensos entre las que no lo son.

Finalmente, La Santa Hermandad.‏ @BonCriteriMás me señala:

Me parece que usted no ha entendido el fondo del problema. No se trata de si se enseña más de una lengua u de otra, sino de que se ha usado y usa la enseñanza del catalán para difundir el suprematismo y el odio desprecio a los españoles y a España.

El problema es la profunda deslealtad con que se han usado las competencias sobre educación, y el uso vehicular del catalán, para despreciar y atropellar los derechos de los que aman la lengua española en una operación de  macro ingeniería social separatista. (aquí)

Respondí así:

Ese es otro problema, aunque relacionado con el anterior. Mi hilo era acerca de la política lingüística en la enseñanza. El problema de la manipulación y adoctrinamiento, allá donde se dé, es otro. Para el de la presencia del castellano hay cosas fáciles de hacer.

Para el de la manipulación y adoctrinamiento, todo será más difícil. Primero, habrá que documentarlo y el gobierno central deberá usar sus competencias en educación, que algunas tiene: por ejemplo, vigilar la calidad de los contenidos que son comunes a todas las comunidades.

A partir de ahí, el problema es social. Si hay manipulaciones en alguna escuela, padres y profesores no manipuladores deberían tener voz y libertad para denunciar. Puede no ser fácil, todo pasará por que cada vez esta parte de la sociedad tenga más voz y espacio.

Las leyes poco pueden hacer ahí, pero los políticos y otros actores sociales, sí podrán ayudar.

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Hace cinco años en el blog: La curva de Laffer y el ministro Montoro.
Hace tres años en el blog: El programa económico de Ciudadanos.
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miércoles, 20 de noviembre de 2013

Cómo escribir bueno


Hace unos días tuití (del verbo tuitir, sugerido por Jesús Zamora, de la tercera conjugación -el verbo, no Jesús-, que a ver si somos originales y no creamos solo verbos de la primera) unas reglas para escribir bueno. Aquí están esos tuits más otros de regalo. Algunas reglas están traducidas del inglés, otras son cosecha propia. Se admiten más en los comentarios.

1. No des alas a las aliteraciones.
2. Huye de las frases hechas como de la peste.
3. Las comparaciones son tan malas como las frases hechas.
4. Las exageraciones son un millón de veces peores que las comparaciones.
5. Las anotaciones parentéticas (no importa cuán relevantes sean) deben evitarse.
6. La forma pasiva también debe ser evitada.
Siete. Sé consistente.
8. Un buen escritor no debe generalizar.
9. No seas redundante, no te repitas, no expreses la misma idea una y otra vez.
10. No uses palabras extranjeras, es menos stylish de lo que crees.
11. Como dijo alguien: “no pongas citas innecesarias”.
12 ¿Para qué quieres usar preguntas retóricas?
13. El sujeto, no debe separarse del verbo con una coma.
14. Las frases siempre con verbo.
15. Añadir que una frase con verbo en infinitivo no está bien construida.
16. Las frases elegantes no les gusta los anacolutos.
14. No pierdas el orden del discurso.
17. A ver, aspirante a escritor, no seas displicente con el lector.
18. ¡No abuses de las exclamaciones!
19. Debes saber que la mejor manera de escribir es aquella que usa las expresiones más breves y concisas posibles y sin añadir nada superfluo.
20. Haz como los escritores Ortega y Gasset y habla solo de lo que conoces bien.
21. La mayoría de los adjetivos, cortos, largos, calificativos o epítetos, son menos necesarios, expresivos o adecuados de lo que uno cree.
22. Recuerda el refrán “el que explica, complica”; significa que a veces se ha entendido la idea a la primera, pero que luego nos enrollamos.
23. No participes de ese moderno envicionizarse con el alargalizacionamiento absurdicional de las palabras.
24. No uses palabras que no sepas lo que significan, te arriesgas a que crean que eres un apodíctico.
25. No mezcles ideas en la misma frase y siéntate cómodo para escribir.
26. Si tienes las ideas claras, la frase saldrá bien, o a veces por casualidad también, pero nunca se sabe.
27. Ideas paralelas requieren expresiones que sigan la misma línea que la usada en la idea anterior.
28. Expresa las ideas sin coletillas. No hagas como esos que no pueden evitar señalar después a alguien.
29. Sé más o menos preciso.
30. Acaba todo lo que.

Actualización del 23-11-13:

Había escrito "tuiteí (del verbo tuiteír...", pero luego me he dado cuenta de que Jesús había sugerido "tuitir", así que he cambiado el texto al actual. 

domingo, 25 de agosto de 2013

2: Médicos sin fronteras.

Entradas más vistas del blog. La número 2 es esta publicada originalmente el 20/04/10.
Leo en El País que los médicos extracomunitarios deberán acreditar el conocimiento de la lengua castellana. Parece que los comunitarios no necesitan tal cosa. ¿Puede un médico finlandés ejercer en España sin saber castellano o sabiendo solo finlandés?

No me parece mal que no se exija el conocimiento del castellano. Sospecho que un médico que no sepa castellano podrá hacer muchos trabajos valiosos, desde dar clases o investigar en inglés, operar sin tener que hablar con el paciente o, incluso, atender pacientes ayudado de alguien que le traduzca, o sin ayuda, si el paciente es del 30% que se puede expresar en inglés. Creo que, a pesar del bajo nivel de conocimiento de inglés de este país, tendrá en su entorno gente que le permita desempeñarse con el inglés. Siendo finlandés seguro que hablar perfectamente inglés, por otra parte. No sé si pasaría lo mismo con un médico español en Finlandia.

Así que estupendo, que vengas médicos comunitarios a España, como vienen futbolistas. Ya aprenderán la lengua.

¿Y los extracomunitarios? ¿Por qué estos tienen que saber castellano? Hay que decir que una persona fácilmente podría estudiar medicina en alemán o sueco, pero no en Tagalo o en Hindi. En Filipinas, en India, en Nigeria,... todos los textos están en inglés. El problema de encontrar por el mundo médicos que no hablen inglés no es grande. Si saben catalán y no castellano, ¿tampoco podrían ejercer aunque fuera solo en Cataluña?

¿No se parece esto a la exageración de dar muchos puntos por saber euskera para una plaza de médico en el País Vasco? (Creo que esto ya se ha cambiado.) ¿Pedir euskera en Donostia es muy distinto que pedir castellano en Madrid, aunque en Donostia haya dos lenguas y en Madrid solo una? ¿No era la habilidad como médico lo que importaba?

Inglés, y solo inglés, oficial en toda Europa. Los demás, cooficiales en sus ámbitos geográficos.

14 comentarios aquí.

sábado, 10 de agosto de 2013

17: El chantaje que no era.

Entradas más vistas del blog. La número 17 es esta publicada originalmente el 15/07/10.


Se habla a menudo del chantaje emocional (en la pareja, entre padres e hijos) y del chantaje de una de las partes en un proceso de negociación (así, se habla muchas veces del chantaje nacionalista). Chantaje, que, según el RAE, significa extorsión, en sus dos acepciones:

  1. Amenaza pública de difamación o daño semejante que se hace contra alguien, a fin de obtener de él dinero u otro provecho.
  2. Presión que, mediante amenazas, se ejerce sobre alguien para obligarle a obrar en determinado sentido.
Así que sólo apurando mucho la segunda acepción podrá entenderse como chantaje, por muy emocionales que nos pongamos, si un niño se empeña en un berrinche si no recibe lo que desea. Tampoco lo será buscar un quid pro quo en una negociación.

No me importa que viejas palabras cobren nuevos significados, pero sí que la carga  emocional de los viejos significados se una a los nuevos. En una negociación política legítima no hay amenazas serias, violentas. En una llorera no hay difamaciones.

5 comentarios aquí.

jueves, 10 de enero de 2013

Tildes excéntricas


Ya he hablado en otra ocasión de las cosas de las revisiones ortográficas. Ayer tuvimos más noticias sobre esto. Resulta que poca gente obedece la recomendación de la RAE de no usar ciertas tildes diacríticas como la de ésta (pronombre) y sólo (adverbio que equivale a solamente) para distinguirlas de esta (adjetivo) y solo (también adjetivo).

Según algunos defensores de esas tildes hay dos argumentos para mantenerlas. El primero es el mismo que defendía la RAE cuando eran norma: sirven para distinguir algunos casos de ambigüedad: "Compré solo el regalo" puede significar que estaba yo solo al comprarlo o que compré el regalo y nada más. Esta razón no puede ser suficiente para defender su necesidad. Expondré cuatro razones:

1. En la lengua hablada tampoco hay manera de distinguir esos casos y nos apañamos bien. El contexto es el que deshace las ambigüedades, así que basta hablar y escribir con un poco de cuidado para evitarlas.

2. "Te espero en el banco" puede significar tanto que te espero en un sitio de sentarse como que lo hago en donde pagamos la hipoteca. No he visto todavía a nadie reivindicando la necesidad de una tilde diacrítica para escribir "bánco" refiriéndose a uno de ellos. Hay la misma necesidad de esa tilde que de la de "sólo": ninguna.

3. Desde que salió la revisión ortográfica desaconsejando su uso, servidor maniático que es uno (y que, según dicen quienes de mí exageran, me escandaliza más una tilde mal puesta que el hambre en el mundo) cuando leía un texto y me acordaba de mi manía miraba si encontraba algún caso de "esta" como pronombre que, al no llevar tilde, diera lugar a ambigüedad. Ni un solo caso, oiga. Me da que los únicos que existen son los ejemplos rebuscados para vendernos marcas diacríticas.

4. Pero pongamos que no he estado atento y que la ambigüedad ocurre una vez de cada 1000 veces. Esto querría decir que deshacer esa ambigüedad nos cuesta mil tildes. Muy caro. Voto por no pagar.

El otro argumento es el de la costumbre y lo costoso que es salirnos de ella porque nos da inercia y nos condiciona la estética. Este argumento es cierto y lo doy por bueno, pero de nuevo habrá que ponderarlo. Recordemos que no hace tanto se acentuaban cosas como "fué", que ahora nos irritarían al verlas. No cuesta tanto desembarazarse de complicaciones inútiles. A no ser, claro, que lo tengamos como seña de identidad, cual británico que se apega a conducir por la izquierda o usamericano que sigue midiendo la temperatura en grados Fahrenheit. Cada uno con sus excentricidades. Si es eso, yo lo respeto, pero como lo que es, como una excentricidad.

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sábado, 17 de marzo de 2012

Twiteando en el blog


Un par de gracias:

-La palabra más larga en inglés: smiles, con una milla entre s y s.
-La más larga en español: semillas. Ganamos por una "e".

-"Ya dice el refrán: A buen entendedor...."
-"A buen entendedor, ¿qué? ¿Qué le pasa al buen entendedor? Acaba la frase, por Tutatis"

sábado, 3 de marzo de 2012

Por culpa de dios

En la lengua castellana tenemos unas cuantas expresiones cuyo significado original ha quedado totalmente desplazado, mientras que otras son simples muletillas a las que ni siquiera prestamos atención. A mí me gusta, de vez en cuando, fastidiar un poco con algunas de ellas, sobre todo las religiosas. Tenemos a dios en el "adiós", en "pordiosero" y seguramente en unas cuantas más.

Yo mismo digo "gracias a dios" o "si dios quiere" como una manera de hablar, pero a veces me entretengo en tomar al pie de la letra esta expresión si la usa la persona con la que hablo. Me dice alguien que en su casa él y su mujer han cogido la gripe, pero que gracias a dios, el niño está bien y enseguida me sale decir "pues en la mía, por culpa de dios, también la hemos cogido", o algo así.

Y es lo que planteo en la entrada de hoy. Ya que está difícil eliminar la expresión "gracias a dios", propongo contrarrestarla un poco añadiendo esta otra al vocabulario: "por culpa de dios". Cuidado cómo se dice, porque si tu interlocutor dice "gracias a dios" para referirse a lo bueno que le pasa a él y tú respondes con "por culpa de dios" para lo malo que te pasa a ti, uno podría ver algo de justicia divina en el diálogo. Mejor usar el "por culpa de dios" para hablar en segunda o tercera persona. Recuerdo que lo mío era por fastidiar un poco.

sábado, 18 de junio de 2011

Mi palabra más bonita


Cañaveral

Polisilábica, como buena palabra de su idioma, consonante-vocal en casi todas las sílabas, excepto en la última, que le confiere su sonoridad. Incluye la eñe y sus vocales son abiertas. Evoca libertad y progreso.

martes, 7 de junio de 2011

Batallas perdidas

 
Y eso que es muy sencillo: 

Si se puede decir "a mi lado" se puede decir "al lado mío" (no al lado mía, que lado es masculino). Si no se puede decir "mi delante" no se puede decir "delante mío" ni "delante mía" y hay que decir "delante de mí". De ahí se sigue "detrás de mí", "enfrente de él" y "a la izquierda nuestra".

Si la palabra acaba en "i" o en "u" tónica, el plural se hace añadiendo "es". Así se dice jabalíes, carmesíes y menúes.

Si es objeto directo se emplea "la" o "lo", si es indirecto, "le".

Si la palabra empieza por "a" tónica, lleva el artículo "el" y puede llevar "un", pero solo esos, los demás artículos, demostrativos, etc. irán en femenino si la palabra es femenina. No digas de esa agua no beberé, está en la otra arca, es un águila pequeña, es una ánfora blanca.

En todos los países latinoamericanos dicen "lo conozco". En España, la academia hace tiempo que es indulgente y acepta "le conozco" (pero no si es a una mujer). En distintas partes prevalece el leísmo (le tengo, en lugar de lo tengo, por ejemplo, cuando se tiene un libro) o el laísmo (la regalé un costurero, dice Lorca en lugar de le regalé).

También en latinoamérica aciertan más con "esa área", cosa que ya les suena mal a muchos españoles, que dicen "ese área".

Los escritores tienden a hacer las cosas bien, con excepción, claro del "le conozco" para los españoles. Seguramente tampoco haya muchos menúes en sus obras y sí en cambio menús. Con el "delante de mí" tienen más cuidado, pero en la lengua hablada gana por abrumadora mayoría el "delante mío" o, peor, el "delante mía". Conocí una vez a un asturiano que llegaba a decir "¿no te fías mía?"

¿Cuándo hay que rendirse?

viernes, 29 de abril de 2011

El alemán inefable


El pasado martes acudí a una tertulia en la que fui testigo de unas manifestaciones curiosas por parte de uno de los asistentes, no ya porque no tenían nada que ver con el tema, sino por lo que decía.

En esencia, esta persona estaba empeñada en que no podía entenderse la filosofía de Husserl a no ser que se le leyera en alemán. Cualquier intento de escepticismo ante esta afirmación venía contestada con la pregunta: ¿acaso has leído a Husserl en alemán?

¿Cómo reaccionar ante una afirmación de este estilo? Indudablemente, siempre es mejor leer a cada autor en su propia lengua, si es que uno puede. En la traducción se pierden matices, rimas, ritmos, tonos, juegos de palabras, ironías y otras sutilezas. ¿Pero será posible que haya ideas, grandiosas ideas, que sean exclusivas de un idioma?

No me imagino que una teoría científica no pueda ser expresada más que en un idioma y que sea misión imposible hacerlo en los demás. No me lo imagino porque todo lo que sé acerca de la comunicación humana y de la traducción entre idiomas es contrario a esa posibilidad y todo lo que sé la contradice. Modestamente, he leído libros en varios idiomas tan distintos entre sí como el gallego y el euskera y no me he topado con ninguna idea intraducible entre ellos y modestamente he hablado de ciencia, economía, política, filosofía,... en lenguas como el inglés y el castellano sin encontrarme ejemplos de tal incomunicación.

¿Es la filosofía de Husserl una rima que se pierda en la traducción? Mala, muy mala filosofía sería si su entendimiento dependiera de eso. Pero eso es justamente lo que se nos estaría diciendo. (Donde he puesto rima póngase ritmo, ironía, juegos de palabras,...)

Claro que hay otra posibilidad, que el alemán tenga palabras para expresar ideas complejas donde otros idiomas no tienen palabras semejantes. Eso no es un argumento a favor de la inefabilidad de esas ideas en los demás idiomas, que siempre podrán expresarse mediante varias palabras que la expliquen. ¿No es suficiente? Que me diga entonces ese contertulio cómo aprendió él alemán suficiente para leer a Husserl sino a fuerza de que se le explicaran las cosas complejas. ¿Acaso hay sensaciones, emociones, intuiciones que solo se sienten en alemán?

miércoles, 19 de enero de 2011

La ortografía que viene


Hace poco, las academias de la lengua española sacaron la nueva ortografía. No voy comentarla con ningún detalle, solo constataré el hecho de que la ortografía española tiene demasiado enraizado un principio loable pero imposible, la correspondencia fonética.

El tener una lengua cuya escritura es fonética representa unas indudables ventajas, sobre todo para los escolares cuando la aprenden. Los chinos tardan muchos años en dominar su escritura y si los anglohablantes tienen concursos de deletrear (casi impensables en la lengua española) es porque reconocen su dificultad en este tema.

Me parecen bien todas las simplificaciones hechas (a ver cuándo suprimimos los acentos), pero hay una parte de la nueva ortografía que me parece una batalla perdida, y para bien.

Hasta hace poco, era posible transcribir palabras extranjeras a la fonética española y deletrearlas según ella (como fútbol) o al revés, traer la palabra escrita como se escribía en la lengua extranjera y pronunciarla como se leería si fuera española (como garage).

Esto empieza a ser difícil de mantener. Las nuevas palabras vienen en gran cantidad, de distintas lenguas y de manera demasiado conspicua, tanto en su escritura como en su pronunciación según la lengua de la que llega, todo debido a la profusión de los medios de comunicación modernos. ¿Alguien dejará de escribir software para escribir softgüer? ¿Alguien dejará de pronunciar softgüer para pronunciar softguare?

Ningún académico piensa que Qatar se escribirá Catar, parece que solo lo recomiendan como quien dijera: “haced lo que queráis, pero habíamos dicho que queríamos una escritura fonética según nuestras reglas y nos pagáis para que os lo recordemos”. Por lo menos, en lo tocante a topónimos soy partidario de dejarlos como están en la lengua original, si es de alfabeto latino, y usar la transliteración internacional si usa otro sistema. Esto es lo que está ocurriendo ya. Solo propongo hacerlo oficial.

Hace mucho que Aquisgrán dejó de ser Aquisgrán para ser Aachen. A Amberes le queda poco para ser definitivamente Antwerpen y lo mismo a Pekín para ser Beijing, pronunciado sin jota alguna. Me parece de perlas tener un solo nombre para Girona (otra vez sin pronunciar la “g” como jota) y también uno solo para Zaragoza (nada de Saragossa en los letreros de las autopistas catalanas). Seville dejará su lugar a Sevilla en los mapas ingleses. Nueva York y Londres resistirán unos cuantos años más, pero acabarán cayendo para ser New York y London. Lo primero ya lo dicen muchos hispanohablantes, y no por pedantes.

Por lo menos en los topónimos podemos toda la humanidad funcionar como una sola lengua.

sábado, 11 de diciembre de 2010

El español, ¿oficial en Europa?


Leo en El País que España e Italia pierden la batalla lingüística en la patente europea. Parece poca cosa, pero el comentarista ya nos advierte que este puede ser uno de los precedentes para que, en el futuro, solo inglés, francés y alemán sean las lenguas oficiales, frente a las 23 actuales.

Vamos por partes. Lo primero que se observa es que otros países, como Holanda o Portugal, no han puesto pegas a que sus lenguas no tengan reconocimiento jurídico en la oficina de patentes europea. No creo que tengan en menos estima a sus respectivas lenguas. En el caso de España, a mí siempre me chocará la manera un poco borrega en que defiende la lengua. Dentro de Europa es la quinta más hablada, lo que difícilmente la coloca en buena posición. Claro que, fuera de Europa, es de las más vitales en el mundo.

¿De qué manera se potencia mejor la lengua española? Esto es lo que sostengo: haciendo que la veintena de países que hablan esta lengua tengan algo que ofrecer al mundo y no imponiendo al mundo su oficialidad en toda institución. En los organismos americanos y en muchos mundiales sobran las razones para esta imposición, en los europeos, no tanto.

En mi universidad tuvimos unos debates acerca de la posibilidad de permitir que las tesis doctorales pudieran ser escritas en inglés. Una defensa borrega del castellano impidió durante mucho tiempo que esto pudiera ser así (al parecer, soltar la frase "estamos en España" era un argumento). El efecto de esa medida era que hacíamos más costosa la captación de estudiantes de doctorado extranjeros. La medida contraria, afortunadamente ya permitida, hace más fácil esta captación. Más de la mitad de nuestros estudiantes de doctorado son extranjeros y acaban hablando español. Es decir, la medida no borrega ha permitido que la lengua española sea conocida por más personas porque una universidad española es más atractiva para hacer un doctorado en economía.

Lo segundo que querría destacar es que me sobran el francés y el alemán de la norma. Tendrán a su favor en número de hablantes en Europa (73 millones el francés y 100 el alemán, frente a 45 millones el español) y un mayor volumen de patentes, pero si los europeos habremos de entendernos en un idioma común, ese es ya el inglés. Tampoco es cierto que en esto tengan mucha ventaja los ingleses. La lengua franca es el inglés de los que no tienen inglés como lengua materna. En esta lengua suele ser más fácil de hablar con un sueco o un griego que con un inglés de Birmingham.

jueves, 2 de septiembre de 2010

¿Inglés? No en mi ventanilla


Tras mi vuelta de Los Ángeles toca hacer un innumerable papeleo. Darse de alta de todos los servicios, pagar algún impuesto nuevo de la ciudad que estaba pendiente, lidiar con los seguros, matricular a las niñas,...

De entre todos los papeleos hay dos en los que he tenido que aportar traducciones de documentos en inglés: Las notas del cole y los informes médicos. Lo primero, para convalidar estudios y lo segundo para reclamar algunos pagos a MUFACE.

Cada vez que paso por esta experiencia tengo la misma sensación de absurdez. Un evaluador que deba decidir sobre convalidaciones de estudios y que no sepa inglés es un claro incompetente en su trabajo. Lo mismo diría de quien evalúe los informes médicos.

¿Por qué tengo que traducir unos documentos escritos en un idioma que es de estudio obligatorio por cualquiera que acceda a un puesto para el que hace falta un título elemental? ¿No es un abuso de lo que debe significar que el castellano es la lengua oficial? ¿Debe implicar la oficialidad una protección de los funcionarios indocumentados?

jueves, 15 de julio de 2010

El chantaje que no era


Se habla a menudo del chantaje emocional (en la pareja, entre padres e hijos) y del chantaje de una de las partes en un proceso de negociación (así, se habla muchas veces del chantaje nacionalista). Chantaje, que, según el RAE, significa extorsión, en sus dos acepciones:

  1. Amenaza pública de difamación o daño semejante que se hace contra alguien, a fin de obtener de él dinero u otro provecho.
  2. Presión que, mediante amenazas, se ejerce sobre alguien para obligarle a obrar en determinado sentido.
Así que sólo apurando mucho la segunda acepción podrá entenderse como chantaje, por muy emocionales que nos pongamos, si un niño se empeña en un berrinche si no recibe lo que desea. Tampoco lo será buscar un quid pro quo en una negociación.

No me importa que viejas palabras cobren nuevos significados, pero sí que la carga  emocional de los viejos significados se una a los nuevos. En una negociación política legítima no hay amenazas serias, violentas. En una llorera no hay difamaciones.

viernes, 25 de junio de 2010

To tweet or not to tweet

El New York Times no usará la palabra tweet en sus artículos, según cuentan por aquí. No encuentra que pertenezca todavía al inglés estándar.

Suena rara una decisión de este estilo en una lengua que nunca ha tenido una academia y que ha mostrado un capacidad de absorber y crear nuevas palabras según se necesitaban y demandaban.

Por una vez les podemos llevar la delantera con nuestro tuitear. Si logramos hacer un verbo con tuenti, miel sobre hojuelas.

martes, 20 de abril de 2010

Médicos sin fronteras

Leo en El País que los médicos extracomunitarios deberán acreditar el conocimiento de la lengua castellana. Parece que los comunitarios no necesitan tal cosa. ¿Puede un médico finlandés ejercer en España sin saber castellano o sabiendo solo finlandés?

No me parece mal que no se exija el conocimiento del castellano. Sospecho que un médico que no sepa castellano podrá hacer muchos trabajos valiosos, desde dar clases o investigar en inglés, operar sin tener que hablar con el paciente o, incluso, atender pacientes ayudado de alguien que le traduzca, o sin ayuda, si el paciente es del 30% que se puede expresar en inglés. Creo que, a pesar del bajo nivel de conocimiento de inglés de este país, tendrá en su entorno gente que le permita desempeñarse con el inglés. Siendo finlandés seguro que hablar perfectamente inglés, por otra parte. No sé si pasaría lo mismo con un médico español en Finlandia.

Así que estupendo, que vengan médicos comunitarios a España, como vienen futbolistas. Ya aprenderán la lengua.

¿Y los extracomunitarios? ¿Por qué estos tienen que saber castellano? Hay que decir que una persona fácilmente podría estudiar medicina en alemán o sueco, pero no en Tagalo o en Hindi. En Filipinas, en India, en Nigeria,... todos los textos están en inglés. El problema de encontrar por el mundo médicos que no hablen inglés no es grande. Si saben catalán y no castellano, ¿tampoco podrían ejercer aunque fuera solo en Cataluña?

¿No se parece esto a la exageración de dar muchos puntos por saber euskera para una plaza de médico en el País Vasco? (Creo que esto ya se ha cambiado.) ¿Pedir euskera en Donostia es muy distinto que pedir castellano en Madrid, aunque en Donostia haya dos lenguas y en Madrid solo una? ¿No era la habilidad como médico lo que importaba?

Inglés, y solo inglés, oficial en toda Europa. Los demás, cooficiales en sus ámbitos geográficos.

domingo, 31 de enero de 2010

Las cuatro lenguas de España


Cierra los ojos despacio,
Pestaña contra pestaña,
Solo es español quien sabe
Las cuatro lenguas de España.
(Gabriel Aresti)

Un poco exagerado el poeta vasco (de Bilbao tenía que ser), pero no deja de haber un poco de verdad en su afirmación. No me refiero a saber las cuatro lenguas, sino a tener alguna aproximación a ellas y a sentirlas realmente como parte del patrimonio.

Nadie en España ve nada raro en recibir a un mandatario extranjero en castellano y con un alarde de música y bailes flamencos. Si, en cambio, en las olimpiadas de Barcelona se saluda en catalán o si recibimos a un jefe de estado con un aurresku, seguro que hay quien opina que estamos haciendo algo impropio. No debería ser así.

Por supuesto que podemos poner ejemplos en sentido contrario. Decir que Unamuno es parte de la cultura vasca o que Valle-Inclán lo es de la gallega tampoco debe ser susceptible de ninguna crítica, aunque ambos escritores usaran el castellano.

Si vamos más lejos y hablamos de la regulación que debe haber sobre el uso de las lenguas (y alguna debe haber, puesto que hay que decidir en qué lengua o lenguas educamos y en cuáles se conducen los negocios y las actividades públicas), lo primero en una sociedad abierta es cumplir en la mayor medida posible con los deseos de los ciudadanos y dirimir democráticamente las diferencias de criterio.

Conflictos habrá siempre. Buscar la manera de minimizarlos será una de las reglas de oro de la regulación. En España se ha dado estatus de lengua oficial en sus territorios a las lenguas minoritarias. No era la única opción. En Suiza, tres de las cuatro lenguas son oficiales en todo el país y un suizo puede pedir ser atendido en italiano en su embajada en el extranjero.

Cuál es el alcance de ese estatus de oficialidad es algo que no está definido en la Constitución ni está escondido en algún significado intrínseco de la palabra oficial. La elección de las lenguas gallega, vasca o catalano-valenciana como lenguas vehiculares de la educación es algo perfectamente legítimo en nuestro sistema Constitución-Comunidades Autónomas-Leyes de Educación. Lo mismo es la pretensión de que se rotule en la lengua particular o que se requiera el dominio de esta lengua para según qué trabajos. También lo es la obligación de conocer la lengua.

Es legal, pero ¿es conveniente? Hay quien piensa que para atender al público en una ventanilla en Cataluña no debería ser necesario que el funcionario sepa catalán. ¿Para qué, si todos los catalanes saben -la Constitución lo manda- castellano? Exigir el conocimiento del catalán sería discriminar a trabajadores que no conozcan la lengua. Un catalán podría trabajar de funcionario en Murcia, pero un riojano no podría hacerlo en Galicia.

El uso de una lengua no es una acción privada, sino social y, por tanto, con muchas componentes de bien público. En particular, una lengua está sujeta a lo que se denomina “externalidades de red”, donde las acciones individuales independientes y privadas no garantizan la eficiencia económica, y donde es necesaria una cierta coordinación sobre el uso de las redes para hacerlo. Las propiedades del uso del euskera o del valenciano-catalán dependen de la facilidad o preferencia por la expresión en esa lengua y también dependen de su uso posible en las esferas públicas o privadas. En los negocios privados la gente vota con dinero (entre otras cosas), en la cosa pública, se decide políticamente con los votos.

Para usar una lengua u otra no hay más razón que la preferencia personal. Un gallego no tiene por qué explicar su preferencia por hablar gallego más que un español su preferencia por no hablar, por ejemplo, inglés cuando por fin nos decidamos a poner esa lengua como oficial en toda Europa. Para decidir qué uso público dar a las lenguas no hay más que el delicado equilibrio político.

Hasta ahora los casos de abuso o discriminación en la exigencia de una lengua (y tenemos a muchas personas y medios de comunicación que buscan muy activamente y señalan tales abusos) han supuesto un problema de convivencia mucho menor que lo que creo hubiéramos tenido con un modelo alternativo.

En particular, decir que un catalán no debe quejarse por tener que hablar castellano cuando trata con la administración catalana porque, total, sabe castellano, supone tratar peor a los españoles que ya han hecho el mayor esfuerzo por la convivencia al aprender el idioma común.

No estoy diciendo que me parezcan bien todas las normas sobre las lenguas, lo que digo es que el sistema de competencias actuales permite un desarrollo normativo más acorde con las preferencias de los ciudadanos que ningún otro y que, en particular, evitará los abusos más que otros. Si los vascos encuentran abusivo que se pida el conocimiento del euskera para ejercer de cirujano, los partidarios de no hacerlo tendrán un motivo más para ser votados.