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domingo, 27 de agosto de 2017

La apuesta de Pascal


Esta es la apuesta de Pascal, que nos recuerda Siesp en su blog Misterios al Descubierto:
  1. Si no crees que dios exista y en realidad no existe, no pasa nada.
  2. Si no crees que dios exista y en realidad sí existe, vas al infierno.
  3. Si crees que dios existe y en realidad no existe, no pasa nada.
  4. Si crees que dios existe y en realidad sí existe, vas al cielo.
Es decir, en caso de que dios no exista, da igual lo que creas. En caso de que exista, es mejor creer que existe. Por lo tanto, es mejor creer en dios.

Ante este dilema (creer o no) como argumento para la creencia en dios se han opuesto muchas posturas:
  • No hay razón para pensar que las consecuencias de creer o no creer sean las referidas en las proposiciones anteriores.
  • La creencia por utilitarismo no sería aceptable.
  • El razonamiento se basa en que la cuestión de la existencia de dios es debida al azar.
Estas tres posturas, y algunas otras, van en la dirección de no reconocer las premisas del dilema (he de confesar que no entiendo bien la tercera -debida a Bunge-, aunque eso ahora no importa). Yo creo que la crítica fundamental al dilema va mucho más allá. Incluso si aceptamos las cuatro proposiciones del planteamiento no podemos dar sentido a lo que significa el dilema, puesto que las creencias no se eligen. Lo podemos ver más claro si nos planteamos lo siguiente:
  1. Si no crees que el ratoncito Pérez exista y en realidad no existe, no pasa nada.
  2. Si no crees que el ratoncito Pérez exista y en realidad existe, te quitará dinero.
  3. Si crees que el ratoncito Pérez existe y en realidad no existe, no pasa nada.
  4. Si crees que el ratoncito Pérez existe y en realidad existe, te dará dinero.
No me imagino a los filósofos, que desde Voltaire a Bunge se molestaron en buscar inconsistencias al dilema de Pascal, tomándose el dilema del ratoncito Pérez lo suficientemente en serio como para hablar de si el premio es suficiente tentación como para tener una creencia sólida (Voltaire) o de si el tomar la existencia del ratoncito como algo azaroso tiene sentido científico, o es moral o filosóficamente confuso (Bunge). Más bien creo que la postura mayoritaria sería decir que la creencia en el ratoncito Pérez no se puede basar en la posibilidad de enunciar este tipo de dilemas, sino únicamente en las pruebas que tengamos de su existencia. El argumento con dios en lugar del ratoncito es exactamente igual, a pesar de que emocionalmente nos embargue más o menos uno u otro.

Esa es la postura racional, y se puede argüir que alguien irracional puede elegir creer o no creer en cosas por las razones que le dé la gana, no necesariamente las racionales. Esto es muy cierto. Lo que estaría queriendo en ese caso es lo siguiente: si alguien es irracional a la manera de elegir creencias según dice Pascal que se deben elegir, entonces elegirá creer según el argumento de Pascal. Todo muy redundante y de muy poco interés.

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P.D.: Esto de rechazar la racionalidad para decir que la gente es irracional de la manera que me interesa para que mi teoría sea correcta es algo que vemos a menudo en los que critican el uso de la racionalidad en algunos modelos económicos. Pascal, por lo menos, no rechazaba la racionalidad, simplemente creía erróneamente que el argumento racional era el suyo.

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Hace cinco años en el blog: Ni la reforma del gobierno ni la del PP.
Hace tres años en el blog: Los efectos de la inmigración en el mercado de trabajo (1).
Y también: Los efectos de la inmigración en el mercado de trabajo (2).
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jueves, 10 de agosto de 2017

Paternalismo y adoctrinamiento (2)



En la entrada anterior planteaba el siguiente problema:

¿Es posible rechazar racionalmente el adoctrinamiento?

Si, como proponía en la entrada, deben respetarse las preferencias del mayor de edad, y este, adoctrinado, prefiere que lo hayan adoctrinado, con este criterio no puede decirse nada en contra. ¿Cómo se podría convencer a una sociedad de personas adoctrinadas para que dejen de adoctrinar a sus menores?

Tal como está planteado el problema, no le veo solución. La sociedad adoctrinada creerá que es un error no adoctrinar, mientras que la no adoctrinada verá el error en la otra.

La clave está en que las sociedades no son como en ese planteamiento. Ocurrirá, como nos advertía Hugo, que el adoctrinamiento nunca es 100% efectivo. Elaborando sobre esta circunstancia, podemos fácilmente pensar que, aunque la mayoría de adoctrinados quiera el adoctrinamiento y la mayoría de no adoctrinados prefiera el no adoctrinamiento, seguramente suceda que haya un porcentaje mayor adoctrinados que se rebelan que de no adoctrinados que abrazan voluntariamente el adoctrinamiento.

Si eso es así, existirá una dinámica social que, a medio o largo plazo erosionará la aceptación del adoctrinamiento. Muchas circunstancias pueden afectar a la rebelión frente al adoctrinamiento. La comparación entre modos de vida puede favorecer a las sociedades con menos adoctrinamiento. En ese caso el acceso a esta información favorecerá la rebelión. Si el adoctrinamiento va en contra de aspectos importantes de la naturaleza humana (p.e., que separe a los hijos de sus padres), se empeña en afirmaciones que la ciencia contradice o produce un estancamiento de la sociedad será más fácil que la sociedad adoctrinada esté peor que la no adoctrinada.

Así, pues, la solución al problema no es un razonamiento apriorístico que permita establecer el error lógico del adoctrinamiento, sino una evidencia empírica de que los seres humanos vivimos mejor sin él.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Paternalismo y adoctrinamiento


Podemos definir el paternalismo como la toma de decisiones del padre o la madre por el menor de edad. En términos más amplios puede extenderse a las decisiones del Estado por el individuo, pero no hablaré de estas ahora. No compete al padre cualquier decisión. Hay problemas de variada índole en las que se deja al menor la potestad o en las que, por lo menos, se pide su opinión. Así, el consentimiento para tener relaciones sexuales, para casarse, para ser sometido a una operación de riesgo, para abortar, para ser custodiado por el padre o la madre, etc. puede otorgarse a edades más tempranas.

El criterio para dilucidar qué decisiones se deja al menor y a qué edad debe ser siempre el interés del menor, pero ¿cómo decidir esto? Si le preguntamos al menor si quiere decidir sobre tal o cual tema, normalmente dirá que sí a casi todos. La clave puede estar en quién tendrá unas preferencias más parecidas al menor de edad, si él mismo cuando llegue a la mayoría de edad o el progenitor en este momento.

Seguramente la persona a los dieciocho años querrá haber tenido una educación adecuada y haber recibido las vacunas y otros cuidados médicos a los que, de haberle preguntado en su momento, se habría negado. En estos casos es mejor dejar las decisiones a los padres, incluso desde la perspectiva de la persona de dieciocho años, que se alegrará de que no le hayan permitido decidir de pequeño.

En casos como los arriba expuestos, es más normal que el individuo de dieciocho años tenga preferencias más parecidas al de, por ejemplo, dieciséis. Eso justificaría permitir la decisión al menor de esa edad, que será lo que habrá querido cuando tenga los dieciocho.

La experiencia en trabajos con adolescentes en esas edades, las encuestas que puedan realizarse, la opinión de los expertos,... pueden ayudad a decidir si, efectivamente un tipo de problema se resuelve mejor permitiendo tomar la decisión al menor o a los padres.

Hay, sin embargo, una circunstancia en la que es imposible dilucidar de esta manera las cosas. Se trata del adoctrinamiento. Si las decisiones de los padres incluyen la posibilidad de adoctrinar o no al menor podemos fácilmente tener la situación siguiente:

-Por una parte, las preferencias del menor sin adoctrinar son más cercanas a las de esa misma persona al llegar a la mayoría de edad que a las de los padres que desean el adoctrinamiento.

-Por otra parte, las preferencias de la persona de dieciocho años adoctrinada son más cercanas a las de los padres adoctrinadores que a las del menor sin adoctrinar.

En la situación así descrita no es posible definir qué es lo mejor desde el punto de vista de la persona de dieciocho años. La adoctrinada prefiere haber sido adoctrinada y la no adoctrinada prefiere no haberlo sido.

¿Es posible resolver esta cuestión? Aquí una posible respuesta.

sábado, 21 de mayo de 2016

Bautizos civiles y otras ceremonias


La realización de fiestas y celebraciones con cualquier excusa es algo muy humano. No creo que haga falta apelar a que existan estos ritos de paso en otras sociedades presentes o a que existieran en épocas anteriores al cristianismo en la nuestra (¿era nuestra la sociedad de hace casi 2000 años?). Basta con que hoy en día, en nuestra sociedad, a la gente le gusta mucho celebrar bautizos, comuniones, matrimonios, cumpleaños, etc. Aunque algunas de estas cosas estén organizadas en torno a un evento religioso, muchos (¿la mayoría?) disfrutan y se apuntan a ellos igualmente aunque no participen de la idea religiosa. Mantener la celebración sin esa parte religiosa solo abunda en eliminar la religión de las actividades sociales en la que solo se mantiene por inercia y en ofrecer una alternativa a mucha gente que quiere la celebración, pero no la parte religiosa.

El que el bautizo laico (incluso si se llama así, bautizo) tenga el precedente del bautizo religioso me parece irrelevante, y con el tiempo se lo parecerá a todo el mundo (si es que cuaja la idea). Intentar que el sentido actual de una celebración tenga que ver con el sentido que tenía anteriormente, o basar las opiniones sobre esa celebración en aquella de donde viene, me parece tan poco útil como buscar el significado de las palabras en la etimología. Es un ejercicio de gran interés histórico y de curiosidad malsana (a mí me encanta la etimología), pero no sirve para saber qué queremos decir cuando hablamos el lenguaje de hoy.

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Hace cinco años en el blog: A quién votar.
Hace tres años en el blog: Marxismo vs. Economía moderna (1).
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viernes, 10 de julio de 2015

La banca islámica y la alternativa al pago de intereses (2)

Esta es la segunda parte de la versión en español de mi artículo de junio en Mapping Ignorance. Debe leerse la primera parte para entender esta.


Durante la era dorada de la civilización islámica, su sistema financiero parecía funcionar bien. El crecimiento económico occidental cambié el centro de gravedad y las instituciones financieras europeas pasaron a ser dominantes. El advenimiento del colonialismo y la Revolución Industrial casi terminan con las tradiciones financieras islámicas. En los últimos 50 años, sin embargo, ha habido un nuevo interés en recuperarlas. El primer banco moderno en ofrecer productos financieros sin intereses fue el Nasser Social BNK, una institución pública en Egipto, en 1971. A continuación se creó el primer banco privado, aunque con la ayuda de los gobiernos de UAE y Kuwait, el Dubai Islamic Bank, en 1975. Tras estas experiencias, la Organización de la Conferencia Islámica (OIC) estableció el Islamic Development Bank como una institución financiera internacional. Desde entonces tanto el FMI como el Banco Mundial han reconocido los productos financieros islámicos como un medio alternativo para la intermediación financiera. Pakistán, Irán y Sudán han expresado su deseo de eliminar gradualmente los intereses de sus economías, objetivo alcanzado virtualmente en Irán y Sudán a comienzos de los 80. En otros países como Arabia Saudí, UAE, Qatar y Malaysia más del 20% de sus activos bancarios cumplen los preceptos de la Sharia. En total constituyen una industria de alrededor de dos billones de dólares en activos.

La importancia económica de la banca islámica a atraído la atención de los economistas. En particular, y de manera más pertinente a los teoremas de equivalencia mencionados en al primera parte, Abedifar et al. (2015) [1] revisan la literatura empírica más reciente que examina si los bancos islámicos obtienen unos resultados similares a los bancos convencionales. Estrictamente esto no es un test sobre la equivalencia de los mecanismos económicos subyacentes, pero puede ofrecer algunas pistas sobre ello. Entre otras cosas, si se encuentran diferencias en los resultados que no puedan atribuirse a otras idiosincrasias, la equivalencia no se mantendría.

Los estudios revisados incluyen algunos que se centran en un solo país y que tienen la ventaja de que proveen un escenario en que los bancos convencionales e islámicos operan en un escenario similar. A pesar de ello, los estudios más recientes tienden a usar datos de varios países y usan modelos de frontera, tanto paramétricos como no paramétricos. De ellos, los más amplios son Mohamad et al. (2008) [2], que analiza una muestra de bancos en 21 OIC países entre 1990 y 2005, Johnes et al. (2009) [3], que examina los bancos de seis países del Consejo de Cooperación del Golfo entre 2004 y 2007, y Beck et al. (2013) [4], quienes usan una muestra de bancos de 141 países entre 1995 y 2007. Los estudios usan una variedad amplia de herramientas económicas y de tests de robustez.

La imagen que emerge de estos trabajos permite a Abedifar et al. llegar a la siguiente conclusión:
“Los bancos islámicos son al menos tan eficientes como sus equivalentes convencionales y tienen menos riesgo de insolvencia o impago, particularmente los de menor tamaño). Los bancos islámicos típicamente se centran más en préstamos a pequeños negocios con alto margen, quienes son menos proclives al impago. La evidencia sobre poder de mercado no es clara, aunque hay alguna que indica que los bancos islámicos son más competitivos. Otras evidencias, aunque limitadas, sugieren que la diseminación de la banca islámica puede ayudar a la inclusión financiera y al desarrollo económico. Los resultados de la literatura financiera empírica, dominada por estudios centrados en características como el riesgo/retorno de los fondos de inversión, indican que los fondos islámicos obtienen resultados similares o mejores que los convencionales, mientras que no hay apenas evidencias de que tengan resultados peores.”
Referencias:

1. Abedifar, P., Ebrahim, S., Molyneux, P., and Tarazi, A. 2015. Islamic banking and finance: recent empirical literature and directions for future research. Journal of Economic Surveys 29, in press.

2. Mohamad, S., Hassan, T., and Bader, M.K.I. 2008. Efficiency of conventional versus Islamic banks: International evidence using the stochastic frontier approach (SFA). Journal of Islamic Economics, Banking and Finance 4(2), 107–130.

3. Johnes, J., Izzeldin, M. and Pappas, V. 2009. The efficiency of Islamic and conventional banks in the Gulf Cooperation Council (GCC) countries: An analysis using financial ratios and Data Envelopment Analysis. Lancaster University Management School Working Paper 2009/023, Lancaster, UK.

4. Beck, T., Demirg¨uc-Kunt, A. and Merrouche, O. 2013. Islamic vs. conventional banking: business model, efficiency and stability. Journal of Banking and Finance 37(2), 433–447.

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Hace tres años en el blog: ¿A la tercera va la vencida?
Hace cinco años en el blog: Pulpo ficción.
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martes, 7 de julio de 2015

La banca islámica y la alternativa al pago de intereses (1)

Esta es la primera parte de la versión en español de mi artículo de junio en Mapping Ignorance.


En Economía, existe lo que se puede llamar “teoremas de equivalencia”. Indican cómo dos mecanismos económicos aparentemente distintos son equivalentes en la mayoría de sus consecuencias, si no en todas. Típicamente la equivalencia se puede establecer en ciertas condiciones que se consideran lo suficientemente generales como para que el teorema sea relevante. Tal vez el más antiguo y uno de los más conocidos es la equivalencia ricardiana, que indica que la manera en que el gobierno financia sus gastos no afecta a la demanda agregada. De modo similar, el teorema de Modigliani-Miller dice que el valor de una empresa no depende de la manera en que se financia, si con emisión de acciones o con bonos. Otro teorema, que es todavía más general, establece que quien paga el coste de un impuesto sobre un intercambio depende de las elasticidades relativas de oferentes y la demandantes (es decir, de cómo reaccionan a los cambios en precios), pero no en el agente en que, por ley, se impone el impuesto (el comprador o el vendedor). El famoso teorema de Coase dice que la eficiencia de una negociación sobre una externalidad no depende de la asignación inicial de derechos de propiedad. En este artículo examinaremos alguna evidencia empírica de otra equivalencia.

La interpretación estricta de los textos islámicos prohíbe el cobro de intereses en los préstamos monetarios. Sin embargo, diferentes contratos financieros permiten simular las consecuencias económicas de tener tipos de interés sin llamarlos de esa manera. Por ejemplo, pongamos que quieres comprar un bien como un coche o una casa. En un banco típico podrás pedir un préstamo por la cantidad que necesitas a cambio de pagarlo con intereses. Tú ganas porque de esta manera tendrás acceso al bien antes de lo que podrías hacerlo sin el préstamo, y el banco gana por los intereses que cobra. Si no se permite el cargo de intereses, el banco puede comprar el bien y alquilártelo. El contrato de alquiler es tal que tú pagas una cantidad cada mes, y que eso constituye el pago del alquiler y también de un porcentaje sobre la adquisición de la propiedad. Al final del periodo establecido el bien es 100% tuyo. De manera alternativa, el banco puede comprar el bien a su precio de mercado y vendértelo a ti a un precio más alto, que se pagará en plazos mensuales. En cualquiera de los casos, los pagos serán los mismos que los de un préstamo normal.

El ejemplo anterior muestra un caso en que los pagos de intereses se pueden enmascarar mediante un mecanismo que produce exactamente los mismos resultados. En ejemplos más realistas, sin embargo, hay complicaciones añadidas. Cuando pides prestado para comprar un bien, el bien es tuyo y puedes usar de él y venderlo libremente mientras cumplas con las cláusulas del contrato si el bien se usa como colateral para el pago del préstamo. Refinanciar el préstamo (p.e., pagar mayores cuotas mensuales a cambio de un acortamiento del contrato, o cancelar total o parcialmente el principal) es algo que se puede hacer fácilmente con el contrato estándar, puesto que solo implica recalcular los intereses correspondientes. La banca islámica puede reproducir también estas operaciones, pero el reparto de derechos, el statu quo, y la complejidad del contrato pueden ser diferentes y dar como resultado un mecanismo poco flexible y menos atractivo para el consumidor o el banco. El préstamo de dinero para una iniciativa empresarial también puede ser emulado en buena medida mediante el llamado contrato Mudaraba (que incorpora el compartir beneficios y pérdidas).

(Continúa aquí).

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Hace tres años en el blog: Qué fácil es saber.
Hace cinco años en el blog: Independence Day.
Y también: Las afinidades electivas.
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jueves, 4 de junio de 2015

Corpus Christi o el canibalismo católico

Estos son unos tuits que he publicado un perezoso día de fiesta.

2/n
2. Bueno, en realidad no era su hijo, sino que era él mismo.
3. El sacrificio tampoco era tanto, que luego resucitaba.

3/n
4. En cuanto al pecado, lo causó el mismo dios prohibiendo que accedieran a la sabiduría.

4/n
5. Anyway. El caso es que el hijo, que era el padre, instauró antes de morir un ritual caníbal, según el cuál había que comerse al hijo.

5/n
6. El ritual se hace comiendo un cacho de pan, pero asegurándose que se convierte en la carne del hijo tras unos pases mágicos.

6/6
7. Y este ritual caníbal, hija mía, es lo que celebran hoy los católicos.
8. Nuestro estado aconfesional accede a q sea fiesta de todos.

Algunos comentarios:

Jesús Zamora Bonilla ‏@jzamorabonilla
@JL_Ferr
Si un guionista va a Hollywood con esa historia, se ríen de el en su puta cara

David Ryver ‏@DavidRyver
@JL_Ferr hasta el 3 bien, pero ya se te ha ido de las manos.

José Luis Ferreira ‏@JL_Ferr
@DavidRyver A mí no me digas, díselo a los católicos.

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Hace tres años en el blog: El nuevo problema de la inducción.
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domingo, 18 de enero de 2015

No, señor Bergoglio, no es normal esperar un puñetazo tras un insulto


Eso ha dicho el Jefe de Estado del Vaticano, Papa para los católicos.
"Si el doctor Gasbarri dice una mala palabra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal!"
¿Es eso cierto? ¿Qué consecuencias se extraen si lo es?

1. No es cierto en general. La gran mayoría de las veces, tras la burla no hay violencia. Lo normal es que no se responda con un puñetazo. Solamente en circunstancias muy particulares ocurrirá: por ejemplo, si la burla es cara a cara y hay animadversión personal, aunque la respuesta violenta ocurriera en una minoría de casos, podría entenderse que entra dentro de lo normal.

2. Por normal ha de entenderse, únicamente, que sea una regularidad observable.

3. Cuando ocurre, lo que corresponde es señalar la culpa del agresor, por antipático que sea el que insulta, y no señalar la normalidad de la agresión. Lo primero ayudará a hacer que esa respuesta sea cada vez menos normal. Lo segundo, no, y tiene el efecto secundario de confundirse fácilmente con una justificación.

4. Señalar y castigar la agresión es lo que históricamente se ha ido haciendo en las sociedades cada vez más avanzadas y libres. Dejamos de reconocer el derecho a tomarse la justicia por la mano, dejamos de tolerar los crímenes pasionales, desarrollamos la libertad de expresión y dejamos de castigar palabras como si fueran crímenes. Las excepciones son la difamación y la incitación al odio. Eso es lo normal en los países con Estado de Derecho y sociedades abiertas.

5. Señalar la normalidad supone estar fuera de lo anterior. No sé si lo estará el Vaticano. Desde luego, lo están los fanáticos. ¿A qué estado de cosas le atribuye el Papa la normalidad de la reacción?

6. Tal vez el Papa quiera señalar que es normal entre fanáticos y quiera prevenirnos de ello. Pero lo que dice el Papa es que hay que limitar la libertad de expresión para no aceptar burlas a las religiones:
"Hay mucha gente que habla mal, que se burla de la religión de los demás ... Yo no puedo burlarme de ella. Y este es límite. Puse este ejemplo del límite para decir que en la libertad de expresión hay límites como en el ejemplo de mi mamá."
Esta solución implica que las sociedades democráticas acepten la normalidad de la reacción fanática y nos llevará en la dirección contraria. Lo que hay que hacer es reducir espacio de normalidad a los fanáticos.

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Hace tres años en el blog: La economía de la discriminación (10).
Hace cinco años en el blog: Lo confieso: soy vegetariano.
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viernes, 9 de enero de 2015

Las ideas y el fanatismo


Tras el cruel atentado islamista a la revista Charlie Hebdo estas son unas pocas reflexiones mías sobre las ideas y el fanatismo.

Cualquier idea es susceptible de ser usada por un fanático, pero algunas ideas se dejan usar mejor que otras. Las ideas que tienden a enfatizar la división entre "nosotros" y "ellos" son de las que se dejan usar fácilmente, pero no son las únicas. Las ideas de la razón se dejan manipular menos, pero tampoco son libre de serlo y sus sueños pueden producir monstruos.

Si defiendes una idea que se deja usar fácilmente por los fanáticos, o bien no es una buena idea o, si lo es, es tu responsabilidad moral rodear esa idea de otras que eviten su mal uso, denunciar sus abusos y renunciar a cualquier beneficio que pudieras tener por las acciones de los fanáticos.

Por ejemplo, la idea de la selección natural de Darwin ha sido fácilmente usada (manipulada, pero usada) para justificar el statu quo social, en el que los que mejor viven son los que han sabido o podido adaptarse mejor. Nada de eso está en la Teoría de la Evolución de Darwin, pero el abuso de las analogías hace necesario desmarcarse de esas interpretaciones. Ya lo hizo el propio Darwin.

Sí, se puede considerar injusto que uno tenga que perder tiempo en explicar que no dice lo que no dice, pero es un coste que debemos pagar por vivir en una sociedad imperfecta, donde la comunicación y las entendederas de la gente son imperfectas. Tampoco es que tengamos que defendernos todos los días y con todas las energías, pero sí lo suficientemente como para poder documentar nuestra postura y dar con ella en las narices a quien quiera insinuar lo contrario.

Nacionalistas, izquierdistas, derechistas, ecologistas, religiosos, futboleros y demás, todos tienen sus versiones fanáticas. Todos ellos deben denunciar la ideología fanática de sus extremistas. La medida que efectivamente lo puedan hacer y lo hagan será también la medida con la que valorar si su ideología es respetable para convivir con ella en la sociedad.


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Hace tres años en el blog: Reivindicación de Malthus.
Hace cinco años en el blog: Al monte se va con botas. El explorador y el nativo.
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miércoles, 16 de abril de 2014

Puritanismos varios


El domingo pasado tuití varios mensajes sobre puritanismos varios. El primero es el conocido aforismo de Henry-Louis Mencken, aunque el añadido "religioso" es mío (podía haber sido "social" y añadir otro tuit para el religioso, pero bueno). Aquí los recopilo. ¿Alguien se anima para añadir más en los comentarios?

Puritanismo religioso: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, sea feliz.

Puritanismo sexual: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, goce de su cuerpo y del de su pareja.

Puritanismo económico: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, firme libremente un contrato.

Puritanismo nacional: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, viva mejor que en tu país.

Puritanismo ideológico: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, encuentre la verdad en los datos.

Puritanismo ecológico: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, disfrute de la civilización.

Puritanismo filosófico: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, encuentre que con ciencia se piensa mejor.

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Hace tres años en el blog: La economía de la discriminación (3).
Hace cinco años en el blog: Póntelo, pónselo.
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sábado, 8 de marzo de 2014

Escépticos en el pub. El Evangelio y el Corán: entre el mito y el documento histórico

El sábado 8 de marzo tendremos en Escépticos en el Pub Madrid a Jesús Zamora Bonilla para hablarnos de “El Evangelio y el Corán: entre el mito y el documento histórico”. El propio Jesús nos explica cómo va a enfocar esta charla:
Frente a la tendencia, por parte de los creyentes más ortodoxos, a considerar las escrituras sagradas del Cristianismo y del Islam como la inerrable Palabra de Dios, y a la tendencia de muchos críticos de la religión a ver en dichas escrituras nada más que mitos carentes de cualquier validez, la investigación científica (histórica y filológica) ha arrojado abundante luz sobre ambos documentos, más en el caso de la Biblia (analizada en este sentido con profusión desde mediados del siglo XIX), aunque recientemente, también en el caso del Corán.
En la charla se hará un somero repaso de algunos de los descubrimientos histórico-filológicos más importantes sobre los Evangelios cristianos y sobre el Corán, centrándonos particularmente en las diferencias entre ambos documentos. También se discutirá sobre la fascinación que especialmente los Evangelios han despertado en el terreno literario, una fascinación que ha fomentado incluso la aparición de un micro-género narrativo que podemos llamar el de los Pseudo-Evangelios. La novela del autor de la charla, Regalo de Reyes, y sus particulares hipótesis sobre la infancia de Jesús de Nazaret, se presentará como ejemplo de dicho micro-género.
Jesús Zamora Bonilla es catedrático de Filosofía de la Ciencia en la UNED, autor de numerosos artículos académicos y varios libros sobre el tema, y aficionado a la divulgación científico-filosófica, sobre todo a través de su blog A bordo del Otto Neurath, de cuyo contenido ha salido de momento una trilogía de pequeñas obras en Amazon Kindle (Filosofía flotante, Más allá de la indignación y Otro puto libro de filosofía). Entre sus publicaciones más recientes destacan el ensayo La Caverna de Platón y los cuarenta ladrones (2011) y la novela Regalo de Reyes (2013).
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Hace tres años en el blog: Lo confieso: soy feminista.
Hace cinco años en el blog: Gibraltar independiente.
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sábado, 6 de abril de 2013

Las muchas vidas y muertes de Jesucristo en Escépticos en el Pub



Hoy toca Escépticos en el Pub. El Irish Corner, en Madrid. El tema: "Las muchas vidas y muertes de Jesús de Nazaret". Nos lo explica Miguel Ángel, el ponente:
En 1985 Robert W. Funk creaba el Jesus Seminar, un grupo formado por un centenar de académicos neotestamentarios con el objetivo de elucidar, utilizando la antropología, la historia y el análisis textual, qué pudo y qué no pudo decir Jesús. Y la polémica, que se había encontrado latente a lo largo de todo el siglo XX, estalló. La razón es obvia: además de sesudos artículos y libros, los miembros del seminario se dedicaron de manera consistente a sacar su postura en los medios de comunicación una visión de Jesús muy diferente a la por todos conocida. El tranquilo mundo de la investigación neotestamentaria, en manos de católicos y protestantes, se vio sacudido por el terremoto mediático de la década de los 90. Nuevas imágenes de Jesús aparecieron por autores no vinculados a ninguna iglesia y las viejas posturas recibieron un fuerte impacto bajo la acusación de haber entorpecido y enmascarado al verdadero Jesús.

Una idea debemos tener presente: la investigación histórica del Nazareno, el que realmente vivió y murió en Galilea, está y estará siempre en la cuerda floja. “No existe una Suiza neutral en el investigación sobre Jesús”, afirma el sacerdote católico John P. Meier, profesor de Nuevo Testamento en la Universidad de Notre-Dame en Indiana, EE UU. No es lo mismo que estudiar a Sócrates o a Alejandro Magno. En rarísimas ocasiones se ha dado el caso que un historiador confesional haya llegado a conclusiones distintas a las que soporta su fe. Y si no es así, se puede prever qué sucederá: como le ocurrió a la teóloga Uta Ranke-Heinemann, autora del polémico libro No y amén, compañera de estudios del anterior Papa y la primera mujer en ser profesora de teología en una universidad católica, de donde fue separada de su cargo al interpretar la virginidad de María en un sentido únicamente teológico y no biológico.

La vida de Jesús, tal y como nos ha llegado, es totalmente sobrenatural: nacido de una virgen, autor de portentosos milagros y, sobre todo, resucitado de la muerte. Ya lo dijo Pablo de Tarso: “si no resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe”. En este sentido, la historicidad de la resurrección, que el Catecismo de la Iglesia Católica sostiene en base al testimonio recogido en los evangelios, es clave para entender las peleas y debates que en la última mitad del siglo XX se han producido en el ámbito universitario y que se conocen como The Jesus Wars, las Guerras de Jesús.

Por eso “el estudio histórico de Jesús es un cómodo lugar para hacer teología y llamarlo historia”, comenta uno de los más polémicos estudiosos neotestamentarios, John Dominique Crossan.

El Jesús histórico no se resolverá jamás. Cada cual arrima el ascua a su sardina e intenta ajustarlo a su propia ideología. Cualquier investigación histórica adolece de suficientes lagunas para poder bailar con los hechos hasta acomodarlos a nuestras concepciones previas. Si existen personas capaces de negar el holocausto nazi, ¿qué no puede hacerse con una figura de hace 2.000 años del cual la única información que se tiene es la que proporcionan sus propios seguidores? La investigación sobre el Jesús histórico presenta una clara falla: la escasa investigación antropológica y psicológica de cómo se construyen las historias míticas y religiosas. Entender porqué aparecieron y triunfaron movimientos más modernos, con un origen netamente sobrenatural, como el espiritismo –a los dos años de su nacimiento en 1848 aglutinaba a más de 8 millones de seguidores– o el más reciente de los contactos con extraterrestres, quizá proporcionen alguna luz sobre el nacimiento de las religiones y sobre la fiabilidad de las fuentes. De todas formas, en Jesús se hace cierto lo que el físico teórico Werner Heisenberg dijo en broma de su propia especialidad: “cuando los hechos no concuerdan con la teoría, es un problema exclusivo de los hechos”.
Allí nos vemos.
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Hace tres años en el blog: La razón moral y el paternalismo.
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sábado, 15 de diciembre de 2012

Escépticos en el pub: Sanal Edamaruku


Dentro de la gira que está haciendo Sanal Edamaruku por España, mañana estará en Madrid. Para él hemos reservado la charla de Escépticos en el pub de este mes.

¿Quién es Sanal Edamaruku? Aquí tenéis una glosa. Recientemente ha salido en los medios por haber sido denunciado por blasfemia en la India tras haber expuesto que el supuesto milagro de una imagen llorona de Jesucristo. Al parecer mostrar que la causa de las lágrimas son humedades hiere ciertos sentimientos religiosos que son objeto de especial protección por la legislación india.

Nos vemos.

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Hace tres años en el blog: Una religión no se define por su moral.
Y también: El altruismo.
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martes, 23 de octubre de 2012

Buenos argumentos sobre la circuncisión


Después de repasar los malos argumentos sobre la circuncisión encontrados en este artículo y discutidos aquí, toca ahora hacer una buena aproximación al problema.

La tentación de acogerse a un principio para deducir si está bien permitirla no lleva a ninguna parte. Uno dice "debe ser prohibida atendiendo al principio de la integridad corporal", sin embargo, como nos recordaba también Sacha en la anterior entrada sobre el tema, no tenemos problema en permitir los agujeros para los pendientes. Otro dice "debe ser permitida atendiendo al principio del respeto a la práctica religiosa", lo que también es falaz porque no permitimos cualquier cosa atendiendo a este respeto, como la discriminación o la ablación.

¿Cómo dirimir si la situación se parece más al caso de los pendientes o al de la ablación? He aquí unas cuantas consideraciones que hacerse antes de poder dar una respuesta:

-¿Hay un daño sustancial e irreparable? Como los daños no existen en abstracto sino en personas concretas, la medida del daño debe ser establecida por cada individuo. Los niños no están en posición de ponderarlo, pero los adultos sí. Los adultos que han sufrido el daño nos pueden ayudar. ¿Cuántos lo consideran importante? ¿Cuántos judíos o musulmanes quisieran no haber sido circuncidados?

-Lo anterior es solo el principio. Por seguir comparando: ¿Cuántas mujeres quisieran no haber sufrido la ablación? Si la respuesta fuera "ninguna". ¿Con qué criterio se podría prohibir en las sociedades donde se practica? (Sí habría un criterio para prohibirla en sociedades donde no se practica y donde ya hay leyes en contra de ese tipo de prácticas a las que deben atenerse sus habitantes.)

-En el caso de la ablación sí que encontramos muchas mujeres que quisieran no haberla sufrido o que quisieran que no hubiera la presión social para hacerla (es un requisito para el matrimonio, por ejemplo) para no tener que hacérsela a sus hijas. Cuando desaparece esa presión el daño ya no compensa ninguna otra consideración. También encontramos, creo, que las niñas que no han sufrido la ablación, cuando llegan a la mayoría de edad, no eligen operarse.

-¿Ocurre algo parecido en el caso de la circuncisión? ¿Hay muchos casos de hombres que quisieran no haber sido circuncidados o que quisieran que no hubiera esa presión social en forma de norma religiosa o de costumbre para así no tener que circuncidar a sus hijos? ¿Es posible, con educación o con el ejemplo, eliminar esa presión? (Hablo de la educación tal como la entendemos normalmente, no del adoctrinamiento específico en contra de esa práctica. Si la educación sirve de algo será para conocer la ciencia, la literatura,... y para desterrar la superstición.)

-Puede ayudar a entender mejor la ponderación del daño y la presión el saber qué hacen los niños que no han sido circuncidados y que se les permite la opción cuando son mayores de edad. ¿Quieren hacerlo? ¿Cuántos casos tenemos?

-A mi entender, de la contestación a estas preguntas depende en gran medida la actitud correcta que tomar en una sociedad democrática. Yo no me sé los datos. Con el "a mí me funciona" en la mano diré que he conocido a muchos judíos perfectamente arreligiosos que consideran nimio el daño, al nivel de los agujeros para los pendientes. No tengo ni idea de cuántos casos hay de padres que esperan a que decida el niño a los 18 años. Estoy dispuesto, claro está, a hacer más caso a datos que haya sobre el tema.

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Hace tres años en el blog: El fin y los medios.
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miércoles, 17 de octubre de 2012

Malos argumentos sobre la circuncisión



Recientemente aparecía este artículo en El País sobre la circuncisión y los últimos eventos en Alemania en torno al tema. El artículo mezcla muchas afirmaciones en un ejemplo de lo que es un mal argumentar. Sacha, compañero de ARP, nos muestra unas cuantas de las falacias en las que cae:

"En el 1º párrafo llama "indecentes" a unas caricaturas de Charlie Hebdo, y dice que "no hacen sino provocar", como si fuera ilícito hacerlo por el hecho de que ya sepamos lo incapaces que son los fanáticos de aceptar críticas. ¿Es que acaso debemos tolerar ese ataque a la libertad de expresión en lugar de resaltarlo las veces que haga falta? Luego otros achacan que no se critique al Islam, cuando reciben críticas al Cristianismo. 
"En el siguiente párrafo alude a que el tribunal condena "en nombre de la ley" (como si esto fuera un demérito, cuando es lo único lógico a que atenerse para condenar) un rito multimilenario. ¿A santo de qué se menciona su antigüedad, si no es para usarla como atributo de legitimación? 
"Otro hecho curioso es que el 3º párrafo empieza con "el otro caso de provocación", diciéndonos claramente que la decisión del tribunal es una provocación, y que además hay otra, entiendo que refiriéndose a un vídeo que supuestamente sirve de herramienta para hacer que los islámicos moderados se vuelvan islamistas radicales. Sin duda al autor todo eso puede parecerle sólo una provocación. 
"En este mismo párrafo se nos cuela algo más grave aún: según el autor, la decisión del tribunal es además "preocupante" porque un 56% de los alemanes están de acuerdo. ¿Y? (te estarás preguntando). Pues que los alemanes mataron a muchos judíos!!! Ya tardaba en salir Hitler a la palestra. En fin, si vista la clara relación con el nazismo la cosa no es preocupante que venga Mahoma y lo vea. 
"Luego se nos dice que 105.000 judíos se sienten NUEVAMENTE acosados y discriminados. El "nuevamente" lo he resaltado, porque creo que es perverso comparar el acoso que sufrieron los judíos bajo el sistema nazi con que les prohíban una mutilación que para ellos es tradición. Sin duda muchos individuos de sociedades con tradición de ablación femenina también se pueden sentir discriminados si se les prohíbe. Pero hay que tener cuidado con las comparaciones.
"El artículo termina pidiendo respeto al Estado por la religión. Pero el respeto que un estado supuestamente laico pueda tener por las convicciones religiosas consentidas en un adulto son una cosa, y lo que el tribunal pueda dictaminar sobre la integridad física de un recién nacido es otra. Siempre debería poder circuncidarse cuando cumpla los 18 si quiere. 
"Admito que esta castración física es mil veces más insignificante que la castración mental a la que muchos creyentes someten a sus hijos, pero bueno. Alguien comentó en su día incluso el tema de los agujeros para pendientes que practicamos en nuestros bebés hembra."
Si la práctica de la circuncisión debe ser permitida o no es una cuestión que se debería dilucidar de otra manera, no con este tipo de discursos tan mal argumentados.

Gracias, Sacha.

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Hace tres años en el blog: Por qué el aborto.
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sábado, 3 de marzo de 2012

Por culpa de dios

En la lengua castellana tenemos unas cuantas expresiones cuyo significado original ha quedado totalmente desplazado, mientras que otras son simples muletillas a las que ni siquiera prestamos atención. A mí me gusta, de vez en cuando, fastidiar un poco con algunas de ellas, sobre todo las religiosas. Tenemos a dios en el "adiós", en "pordiosero" y seguramente en unas cuantas más.

Yo mismo digo "gracias a dios" o "si dios quiere" como una manera de hablar, pero a veces me entretengo en tomar al pie de la letra esta expresión si la usa la persona con la que hablo. Me dice alguien que en su casa él y su mujer han cogido la gripe, pero que gracias a dios, el niño está bien y enseguida me sale decir "pues en la mía, por culpa de dios, también la hemos cogido", o algo así.

Y es lo que planteo en la entrada de hoy. Ya que está difícil eliminar la expresión "gracias a dios", propongo contrarrestarla un poco añadiendo esta otra al vocabulario: "por culpa de dios". Cuidado cómo se dice, porque si tu interlocutor dice "gracias a dios" para referirse a lo bueno que le pasa a él y tú respondes con "por culpa de dios" para lo malo que te pasa a ti, uno podría ver algo de justicia divina en el diálogo. Mejor usar el "por culpa de dios" para hablar en segunda o tercera persona. Recuerdo que lo mío era por fastidiar un poco.

lunes, 29 de agosto de 2011

¿Quién entiende a Vargas Llosa?


Me ha sorprendido muy negativamente el último artículo de Vargas Llosa en El País sobre las recientes jornadas católicas en Madrid, visita papal incluida (comenté sobre ellas aquí y aquí, y no pensaba hablar más, pero no me resisto). Vargas Llosa suele argumentar sus posturas con buenos razonamientos, o por lo menos lo intenta, pero esta vez no veo un solo argumento por ninguna parte.

Vayamos por párrafos:

1. Presentación. A Vargas Llosa le gusta el espectáculo de las JMJ.

2. Descripción. Vargas Llosa aprecia la paz y corrección con que se ha desarrollado el acontecimiento.

3. Presentación de dos hipótesis. (i) Son jóvenes que aprovechan las jornadas para hacer turismo. (ii) Son una prueba de la pujanza y vitalidad de la iglesia católica.

4. Presenta unos datos: Los católicos declarados en España son el 70%. Entre los jóvenes, el 51%, pero solo  practican el 12%.

5. Propone una nueva hipótesis: (iii) "esta paulatina declinación del número de fieles de la Iglesia católica, en vez de ser un síntoma de su inevitable ruina y extinción es, más bien, fermento de la vitalidad y energía que lo que queda de ella."

6. Compara el estilo y preparación de los dos últimos papas, Benedicto XVI y Juan Pablo II.

7. Presenta un argumento para explicar la actitud de los últimos papas: (iv) "Probablemente, la razón de ello (la vuelta a posiciones conservadoras) sea la sospecha o convicción de que, si continuaba haciendo las concesiones que le pedían los fieles, pastores y teólogos progresistas, la Iglesia terminaría por desintegrarse desde adentro, por convertirse en una comunidad caótica, desbrujulada, a causa de las luchas intestinas y las querellas sectarias." A continuación apunta que (v) "el catolicismo está más unido que en años anteriores."

8. Se pregunta si esto es bueno o malo para la cultura de la libertad. No se sabe si se refiere a (iv) o a (v). Parece que es a (v).

9. Dice cómo el avance del conocimiento y de la cultura no ha acabado con las creencias religiosas. Entre otras cosas, argumenta que la cultura se desdobla entre una parte que es divertimento y otra que es elitista.

10. Vaticina (vi) que la cultura solo podrá reemplazar a la religión para minorías marginales, mientras que el gran público la seguirá necesitando. Concluye que esto es bueno.

11. Hay que alegrarse por todo lo anterior.

En resumidas cuentas, Vargas Llosa parece argumentar que siempre habrá gentes que necesiten el consuelo de sentirse trascendentes y que mejor si están organizados en una iglesia, que por necesidad ha de ser conservadora.

Es posible que siempre tengamos gente así, pero, por lo que se ve con los propios datos que da Vargas Llosa, cada vez son menos y van camino de ser minoría en España (como ya lo son en otros países como Francia, Suecia, Holanda, Chequia o Japón).

Lo siguiente es todavía peor: ¿por qué habrá de ser mejor que estén organizados? ¿por qué en una iglesia? ¿por qué ha de ser conservadora?

Mucha de la gente que se siente católica, pero no practicante o practicante a su manera está, de hecho, fuera de la iglesia, a la que apenas sigue en sus consignas y doctrinas. Mucha gente tiene creencias en una vida más allá de la muerte sin pasar por una religión en particular.

Finalmente, es posible que una iglesia católica no conservadora esté abocada a la desaparición. Pero eso solo implicaría la desaparición de la iglesia católica, no la imposibilidad de ser sustituida por otra iglesia más acorde con los tiempos modernos y que no se obceque con el sexo y con meter almas en cigotos. Algunas religiones, incluso algunas iglesias cristianas ya son, hoy día, mucho más avanzadas que la católica en ese sentido.

El caso es que Vargas Llosa no necesita el falso consuelo de la religión (falso según él mismo, que se reconoce agnóstico) y, como buen liberal que es, tampoco acepta esas posiciones conservadoras de la iglesia en temas morales.

¿Por qué, a pesar de eso, se alegra de que la iglesia católica tenga una gran capacidad de movilización y de adoctrinamiento entre muchos jóvenes? ¿A alguien le queda claro?

martes, 23 de agosto de 2011

El extraño viaje del líder a Madrid


Hace unos años Madrid recibió la visita de un jefe de estado extranjero, pero no de uno cualquiera; se trataba de un líder ideológico y hasta espiritual para muchos madrileños y españoles.

Es cierto que había y hay más agrupaciones marxistas, socialistas y comunistas, pero este líder lo era de una de sus facciones más ortodoxas y contaba con muchos seguidores y simpatizantes. Dueño absoluto de su pequeña isla caribeña, su influencia llegaba mucho más allá y se extendía por el mundo.

La visita no tenía ningún carácter oficial, en el sentido de discutir las relaciones bilaterales entre los dos países. Sin ningún intercambio comercial, ninguna declaración conjunta sobre la situación política internacional, ninguna resolución de estrategias coordinadas en el seno de la diplomacia mundial, la visita era única y exclusivamente para que el mandatario extranjero pudiera ejercer de líder ideológico.

El gobierno de la nación, la presidencia de la comunidad y el alcalde dieron toda clase de facilidades. Además, algunos de estos mandatarios son marxistas o fueron educados en esta ideología de gran tradición en España, y estaban contentos con la visita. Se otorgaron visas con gran facilidad para que pudieran llegar decenas de miles de jóvenes pioneros de las distintas células y partidos socialistas y comunistas de todo el mundo que acudieron a las jornadas de adoctrinamiento marxista, se habilitaron escuelas para acogerlos, se les dio transporte y tickets de comida a precios subvencionados, se paralizó la ciudad, se montaron unas casetas en el parque de El Retiro para que pudieran hacer sus autocríticas e, incluso, se colocaron consignas revolucionarias en algunos edificios públicos.

El jefe de estado, que, en privado, se dice, profesa esta ideología e incluso adoctrina a sus hijos en ella desde pequeños, rindió pleitesía al líder. El alcalde, viejo profesor marxista, estaba encantado. Otros eran más pragmáticos y se dejaban llevar, no era cosa de molestar al líder. Incluso se conculcó la libertad de expresión y de manifestación para minimizar las protestas que pudiera haber.

Los mensajes del líder fueron los ya consabidos (no hacía falta tanto viaje para unas alforjas tan vacías): que si no hay salvación fuera de la revolución, que si no se puede ser buen marxista fuera del partido y otras afirmaciones acerca de la bondad del monopolio ideológico.

El líder se fue finalmente. Por fortuna, cada año los adeptos a tanta ideologización fueron disminuyendo en número y en influencia y hoy en día daría vergüenza y no se toleraría tanto desatino por parte de la cosa pública hacia una ideología particular.

sábado, 6 de agosto de 2011

Hablar es gratis



Según la leyenda, dos mujeres acudieron al rey Salomón reclamando ser la madre de un niño. Salomón decidió partir en dos a la criatura y entregar una mitad a cada madre. Una de ellas aceptó, pero la otra renunció a su reclamación. Salomón le dio a esta última el niño, al notar que solo una madre podría sacrificarse de esa manera para salvar al niño.

Una bonita historia, si no fuera porque quien la escribió hizo comportarse de manera poco inteligente a la falsa madre. Habría bastado que también hubiera retirado su reclamación para colocarse en la misma situación que la verdadera madre.

Para que un individuo no pueda hacerse pasar por otro debe concurrir alguna circunstancia que el impostor no pueda o no quiera hacer y que el verdadero sí. Por ejemplo, si sabemos que el verdadero tiene cierta información que solo conoce él, podríamos pedírsela a quien pretende serlo y sospechar que es un impostor si se niega a facilitarla.

Otro ejemplo lo constituye una situación en la que el verdadero puede realizar fácilmente una acción que sería demasiado costosa, si no imposible, a un posible impostor. Esta acción debe ser lo suficientemente costosa para el impostor como para que no le merezca la pena hacerse pasar por el original, porque los beneficios de hacerlo no compensaran esos costes.

La prueba que pone Salomón a las dos mujeres que aseguran ser la verdadera madre no es una prueba que permita discriminar, como hemos visto, entre la verdadera y la impostora. Ambas pueden hacer y decir las mismas cosas.

En la Biblia misma (como en el Corán o en cualquier otro libro supuestamente revelado) tenemos otro ejemplo de mala prueba. Algunos aseguran que es palabra de dios (por lo menos, inspirada por dios). Sin embargo, no hay en ese conjunto de libros absolutamente nada que nos haga pensar tal cosa. No hay una sola información que no pudiera haber dado un mortal de la época, ni una sola línea que no pudiera haber sido escrita simple y llanamente por un ser humano, y, desde luego, el hecho de haber escrito cualquiera de esos libros no es un acto excesivamente costoso para un apologeta de la religión judía o cristiana, según el caso.