lunes, 31 de diciembre de 2018

No matar una discusión, sino transformarla.

Estos consejos vendrán bien para la tertulia de la cena de hoy y para sobrellevar 2019, que os deseo muy feliz. Los tuití hace un par de días y los recojo aquí para que no se me pierdan y con el propósito de recobrar el blog que lo he abandonado estos últimos meses.


1/8
Pensando en esas conversaciones cuya deriva deja de interesar y en las que uno quiere reconducir el tema o llevarlo a otro más atractivo, @palala63 y un servidor hemos desarrollado estas últimas sobremesas una estrategia que ahora comparto para vuestro beneficio.

2/8
La clave es la disyunción lógica, una de cuyas proposiciones más importantes es: p -> (p V q). En paladín: que se cumpla la proposición p implica que se cumple también la proposición que consiste en decir "p o q".

3/8
A los niños les cuesta entenderlo. De pequeñas, a mis hijas les decía que yo tenía en la mano un caramelo o un elefante y nunca me creían. Eso tal vez explique el caso que me hacen ahora, pero me estoy desviando.
4/8
Pongamos que el interlocutor se pone a hablar de fútbol y tú quieres hablar de repostería. No tienes más que decir: "ya que has sacado el tema del fútbol o la repostería, tienes que probar la auténtica Sachertorte”.

5/8
Sirve también si estás en una rueda de prensa y te presionan. Aunque muchos políticos lo hacen, queda feo decir: "es que la pregunta no esa sino esta otra que me conviene más".

6/8
Es mucho mejor decir: "Me alegro que me pregunte por mis problemas con Hacienda o por mis gustos musicales. Le confieso que soy un fan de Vainica Doble".

7/8
Si el interlocutor no entiende (o eso finge) y replica: "¡pero si yo estaba hablando de las elecciones andaluzas!", con displicencia contéstale: "no seas niño, si eres tú quien ha sacado el tema de las elecciones o la ortografía".

8/8
Y ahora, a practicar. Ya me diréis.

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Hace cinco años en el blog: Sobre ciencia y Economía.
Y también: ¿Es inconsistente la idea de progreso moral?
Y también: Un tirón de orejas a Mario Bunge (con todo el cariño).
Y también: Cómo escribir bueno.
Hace tres años en el blog: Lo que cuesta dejar las ideas preconcebidas por los datos.
Y también: El terrorismo islamista. Not in my name.
Y también: Matar una discusión (4). Mi postura es como los derechos humanos.
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lunes, 26 de noviembre de 2018

Las malas críticas de la economía ecológica

Lleva el blog un par de meses aletargado. Volvamos a la carga poco a poco. Hace unos días tuití estas cosas, que se leyeron bastante. Aquí las recojo.


Voy a explicar un ejemplo de cómo la Economía moderna se aleja de la Economía Neoclásica, de cómo algunas críticas andan despistadas sobre lo que critican y de cómo pueden aportar constructivamente sin ejercer de adanistas.

Se trata de cómo organizar la economía para tratar temas medioambientales, donde se critica la manera de medir las magnitudes. Mi ejemplo será la creación de un mercado de emisiones de gases de efecto invernadero.

Funciona así: el Estado decide cuántas emisiones se permiten anualmente, y quien quiera emitir una unidad de CO2 a la atmósfera deberá comprar al Estado una unidad de permisos.

De esta forma se garantiza que no se emite más de lo decido. Quienes tienen permisos pueden emitir o pueden venderlos. De esta manera se garantiza que acaban en manos de quien más partido le sacan y que el límite de las emisiones se produce al menor coste para la economía.

Falta un detalle: ¿cómo se decide la cantidad de emisiones? En un análisis neoclásico habría que calcular el coste de emitir una unidad, el de emitir dos unidades, tres,..., un millón, 2 millones,... mil millones,...

Estos costes deben ser la suma de todo lo que le cuesta a cada individuo esas emisiones, tanto en impacto económico directo como en su valoración del resto de impactos medioambientales y en las generaciones futuras.

Esos costes formarían una curva de oferta de derechos de emisiones que, cruzada con la demanda, nos daría la cantidad de derechos y el precio al que se intercambiarán estos.

El problema es doble: por una parte los individuos no tienen por qué tener una idea clara de cuáles son estos costes y, por otra, aunque los supieran, no hay manera de que se puedan conocer por quien vaya a simular ese análisis oferta/demanda.

Incluso es concebible que los individuos prefieran que no se usaran sus estimaciones, por muy bien informadas que estuvieran, sino que se usaran otras que tuvieran en cuenta a las generaciones futuras de una manera distinta a cómo las tenemos en cuenta los individuos.

Por estas razones nadie usa el análisis neoclásico para hacer esta estimación. La crítica a la economía neoclásica por no incluir todos los costes o calcularlos mal es infundada. Los análisis de mercados de emisiones parten de un nivel de emisiones decidido políticamente.

Una buena decisión política deberá considerar estudios medioambientales, ingenieriles, económicos,... pertinentes. Si las llamadas Ecological Economics, Physical Economics,... o alguna otra son capaces de aportar al cálculo del número óptimo de emisiones, adelante.

No habrá ningún conflicto entre ese cálculo y la economía mainstream. Es más, si son correctos, esas nuevas metodologías para realizar los cálculos serán fácilmente adoptadas por el mainstream.

FIN DEL EJEMPLO

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Hace cinco años en el blog: Qué dice el teorema de Coase.
Y también: Qué no dice el teorema de Coase.
Y también: Qué no dice el teorema de Coase (2).
Hace tres años en el blog: Catalunya tras las elecciones: ¿más o menos apoyos futuros a la independencia?
Y también: Boicot al Senado en 14 tesis.
Y también: Concierto para vascos (encore).
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lunes, 24 de septiembre de 2018

¿Está causando desigualdad la globalización? (2)

Esta es la segunda parte de la versión en español de mi artículo de junio en Mapping Ignorance. Debe leerse la primera parte para entender esta.


Basado en los estudios más recientes, Ravallion sugiere que la respuesta a las cuestiones de la entrada anterior es negativa, puesto que muchas otras cosas han cambiado en las últimas décadas, además de la globalización:

  • El hundimiento hasta un crecimiento casi nulo alrededor del percentil 80 en la gráfica desaparece si se deja fuera a Japón y a los países de la antigua Unión Soviética (Corlett, 2016) [4].) El largo periodo de estagnación en Japón y el colapso de la URSS no pueden atribuirse a la globalización. 
  • Las grandes innovaciones tecnológicas han incrementado las ganancias de los trabajadores cualificados y de los propietarios de capital. 
  • Ha habido cambios significativos en las regulaciones económicas, sistemas de impuestos y en los beneficios sociales. 

La apertura comercial es a menudo un predictor significativo de las tasas de crecimiento, pero no siempre, pues dependen de qué otros factores se incluyen en el análisis (p.e., véase el meta-análisis de las regresiones de crecimiento en Sala-i-Martin et al., 2004 [5]). La mejor ilustración de todo esto es China, cuyos resultados económicos están detrás de los cambios mundiales en la desigualdad. En este país, el comercio ha desempeñado un papel importante para sostener sus tasas de crecimiento, pero estas hubieran sido mucho menores si no fuera por las reformas económicas de transición a una economía de mercado y de promoción del mercado interno. 

Los efectos de la globalización en el crecimiento de las desigualdades entre países son también cuestionables. La desigualdad ha crecido en una mayoría de países en el mundo rico, pero no en todos ellos. Bourguignon (2016) [2] apunta al ejemplo de Francia, que ha evitado la marcada tendencia a la desigualdad que ha habido en el resto de países desde 1980. Francia no está sola entre los países de la OCDE; dependiendo del periodo de tiempo considerado (algo que puede llegar a importar mucho), también se encuentran caídas en la desigualdad en (por ejemplo) Bélgica, Grecia, Hungría y España (véase OCDE, 2011 [6]). Los países en desarrollo muestran también mucha heterogeneidad, y en ellos se observa crecimientos en la desigualdad tan a menudo como disminuciones (Ravallion, 2014 [7]). En particular, la desigualdad parece disminuir en algunos países cuando se abren al comercio, pero parece aumentar en otros. 

La hipótesis de la “U invertida” de Kuznets (1955) [8] ha tenido mucha influencia en el pensamiento sobre políticas de desarrollo. Kuzntes argumenta que la desigualdad crece en los países pobres a medida que sus economías también crecen, debido a la urbanización; pero que a partir de un cierto punto esta desigualdad disminuirá. Sin embargo, esta hipótesis ha encontrado poco soporte empírico. A lo largo del tiempo, son pocos los países que han seguido el patrón marcado por la hipótesis de Kuznets, como se muestra en Bruno, Ravallion y Squire (1998) [9] y en Fields (2001) [10]. Otra hipótesis, introducida por Milanovic, es la idea de lo que este autor llama “ondas Kuznets”, que comienza por asumir que las economías capitalistas tienden a aumentar la desigualdad y que, cuando esta es muy alta, hay una presión sobre los gobiernos para reducirla, pero no cuando la desigualdad ya es baja. Sin embargo, no hay una manera clara para probar esta hipótesis. Para empezar, la Gran Nivelación tras la Segunda Guerra Mundial ocurrió solo una vez y pudiera ser un periodo único en la Historia. Además, la hipótesis carece de poder de explicación en forma de un mecanismo que aumente y reduzca la desigualdad y que actúe de manera sincronizada en muchos países. 

Si el capitalismo aumenta la desigualdad depende de las condiciones iniciales (incluida la distribución inicial de las dotaciones y de cómo de competitivos sean los mercados) y también de las políticas. Hay países con controles anteriores a las reformas que mantenían la desigualdad artificialmente alta, como ocurría en numerosos países de Latinoamérica. En otros países ocurría lo contrario, como en los casos de China y de la Unión Soviética. Las políticas reformistas para la liberalización económica pueden, entonces, resultar en una redistribución importante entre ricos y pobres, pero en direcciones opuestas en cada grupo de estos países. Las evidencias de que las liberalizaciones comerciales han disminuido las desigualdades pueden encontrarse en Ferreira et al. (2007) [11]. Otras variables como el acceso a productos financieros o, tal vez más importante, el cambio tecnológico en sociedades distintas pueden muy bien ser fuerzas que expliquen los distintos patrones en la evolución de la desigualdad. Las políticas han sido importantes tanto para el crecimiento de los países pobres como para reducir la desigualdad entre países (p.e., los impuestos progresivos, las transferencias de renta y los salarios mínimos). Estas políticas pueden coexistir con una considerable integración global. A la globalización se le puede estar atribuyendo demasiados beneficios y, a la vez, acusándola de demasiadas cosas.

Referencias:

1. Ravallion, M. 2018. Inequality and Globalization: A Review Essay. Journal of Economic Literature, 56(2) 620–642.

2. Bourguignon, F. 2016. The Globalization of Inequality. Princeton and Oxford: Princeton University Press. 

3. Milanovic, B. 2016. Global Inequality: A New Approach for the Age of Globalization. Cambridge: Harvard University Press. 

4. Corlett, A. 2016. Examining an Elephant: Globalisation and the Lower Middle Class of the Rich World. Resolution Foundation Report. 

5. Sala-i-Martin, X; Doppelhofer, G., and Miller R.I. 2004. Determinants of Long-Term Growth: A Bayesian Averaging of Classical Estimates (BACE) Approach. American Economic Review, 94(4) 813–35. 

6. Organisation for Economic Co-operation and Development. 2011. Divided We Stand: Why Inequality Keeps Rising. Paris: Organisation for Economic Co-operation and Development. 

7. Ravallion, M. 2014. Income Inequality in the Developing World. Science 344(6186) 851–55. 

8. Kuznets, S. 1955. Economic Growth and Income Inequality. American Economic Review, 45(1) 1–28. 

9. Bruno, M.; Ravallion, M., and Squire, L. 1998. Equity and Growth in Developing Countries: Old and New Perspectives on the Policy Issues. In Income Distribution and High-Quality Growth, edited by Vito Tanzi and Ke-young Chu, 117–46. Cambridge and London: MIT Press. 

10. Fields, G.S. 2001. Distribution and Development: A New Look at the Developing World. Cambridge: MIT Press; New York: Russell Sage Foundation. 

11. Ferreira, F.H.G.; Leite, P.G., and Wai-Poi. M. 2007. Trade Liberalization, Employment Flows and Wage Inequality in Brazil. World Bank Policy Research Working Paper 4108.

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Hace cinco años en el blog: Qué bueno es tener fórmulas para las pensiones.
Y también: Símbolos y victimismos.
Hace tres años en el blog: Las pensiones en una Catalunya independiente.
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sábado, 22 de septiembre de 2018

Escépticos en el pub: Maldito escepticismo.

Empezamos fuerte la temporada, con una doble ponencia sobre el tan de moda tema de las mal llamadas «Fake News». El sábado 22 de septiembre, Julio Montes (@MontesJulio) y Rocío Pérez (@galatea128) estarán con nosotros para hablarnos del Maldito escepticismo.


Julio Montes es cofundador de Maldita.es, una plataforma independiente que lucha contra la desinformación y controla el discurso público mediante el periodismo de datos. Dejó laSexta en julio de 2018, donde había trabajado durante más de 10 años (informativos, Al Rojo Vivo, puesta en marcha de Sexta Columna), para dedicarse en exclusiva al proyecto. En Maldita.es existen distintos proyectos: Maldito Bulo, Maldita Ciencia, Maldita Hemeroteca, Maldito Dato... que buscan cada uno en su ámbito dotar a la ciudadanía de herramientas para hacer más difícil que «nos la cuelen». Por su parte, Rocío Pérez (a quien previamente ya hemos podido escuchar en previos EeeP) es periodista de ciencia y tecnología en Maldita Ciencia y Vitónica.

Su charla versará de algo tan simple de explicar y tan difícil de llevar a cabo como «la importancia de la lucha de Maldita.es contra la desinformación en sus diversas facetas como salud, alimentación y pseudociencias en general».

Como siempre, la entrada es libre y gratuita. Durante la realización de esta actividad cultural está permitida la presencia de menores de 18 años, siempre que no consuman bebidas alcohólicas, y de los menores de 16 años si están acompañados por uno de sus padres o tutores. Os esperamos el próximo 22 de septiembre a las 19 horas en el Moe Club, en Alberto Alcocer 32.

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Hace cinco años en el blog: Los efectos de las políticas de discriminación positiva (1).
Y también: Los efectos de las políticas de discriminación positiva (2).
Y también: Modelizando la diversidad en Macroeconomía (1).
Y también: Modelizando la diversidad en Macroeconomía (2).
Hace tres años en el blog: Consecuencias de la declaración de independencia en Catalunya.
Y también: Los mitos de la razón: El Hombre-lobo-para-el-hombre.
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domingo, 16 de septiembre de 2018

¿Está causando desigualdad la globalización? (1)

Esta es la primera parte de la versión en español de mi artículo de junio en Mapping Ignorance.


Ravallion (2018) [1] cuestiona la tesis de que la globalización ha sido una fuerza principal en la desigualdad. A pesar de que esa es la conclusión de dos libros de reciente publicación (Bourguignon, 2016 [2] y Milanovic, 2016 [3]), Ravallion argumenta que su interpretación de los datos no está bien deducida y que está en contradicción con la investigación económica. Este es un resumen del artículo.

Estos son los patrones históricos que se identifican en ambos libros: 
  • La desigualdad global (la desigualdad de ingresos relativa entre la población mundial) aumentó desde 1820 hasta 1990. 
  • Este incremento se debió a diferentes procesos de crecimiento entre los países. 
  • La desigualdad entre países se mantuvo o disminuyó durante la mayor parte de este periodo, con más intensidad en la segunda mitad del siglo 20.
  • Este patrón cambió hacia el final del siglo 20. La tendencia reciente muestra, por una parte, un decrecimiento de la desigualdad entre países que causa un descenso en la desigualdad global, y por la otra, un aumento en la desigualdad dentro de los países.
El cambio en el ingreso real en las últimas décadas tiene unas características peculiares. La gente más pobre ha visto unos incrementos muy pequeños en sus rentas. A medida que nos movemos desde la población más pobre hasta la gente en el percentil 60 observamos cada vez mayores ganancias de ingresos. A partir de este nivel hay un descenso drástico hasta casi cero ganancias en el percentil 80. Las cosas son mucho mejores para los últimos percentiles, los más ricos del mundo, aunque no ganan tanto como los del percentil 60. Todos estos cambios indican que la reducción de la desigualdad se debe al alto crecimiento del las rentas de la población alrededor de la mediana (pero no de los más pobres) y a una falta de crecimiento en la clase media alta (pero no en la clase más alta). Esta patrón en el cambio de la distribución de la renta tiene consecuencias a la hora de medir la desigualdad. Mientras que los índices más usados (Gini y Theil) muestran un descenso de la desigualdad, otros índices que son sensibles a la aversión hacia la desigualdad pueden mostrar un aumento de la desigualdad global cuando esta aversión es muy alta.


Si nos fijamos en la pobreza en lugar de en la desigualdad, los datos muestran un descenso muy grande en la reducción de la pobreza absoluta (del 36% al 19% en la población mundial), pero un progreso mucho menor en la reducción de la pobreza relativa y en la mejora de las condiciones de la población más pobre.

Una vez establecidos los datos, el reto es encontrar una explicación correcta. De acuerdo con Bourguignon y Milanovic uno debe apuntar a la globalización para encontrar la causa. La explicación sería la siguiente: gracias a la globalización los países en desarrollo incurren en menores costes de comercio y tienen mejor acceso a los mercados financieros. Al tener más oportunidades pueden acortar la distancia con los países más ricos, al menos en términos relativos. Al mismo tiempo, las clases trabajadoras en los países ricos sufren las consecuencias de la competencia que les llega del extranjero, mientras que las clases medias de los países en desarrollo ha sido las grandes beneficiadas de este proceso. Todo esto causa un incremento en la desigualdad dentro de cada país. ¿Es correcta esta interpretación? ¿Son la reasignación de los puestos de trabajo y de la actividad económica debida a la globalización la principal causa que explica los hechos observados?

References:

1. Ravallion, M. 2018. Inequality and Globalization: A Review Essay. Journal of Economic Literature, 56(2) 620–642. 

2. Bourguignon, F. 2016. The Globalization of Inequality. Princeton and Oxford: Princeton University Press.

3. Milanovic, B. 2016. Global Inequality: A New Approach for the Age of Globalization. Cambridge: Harvard University Press.

viernes, 20 de julio de 2018

Odiosa comparación (12)

Esta es la catedral de Santa María de Burgos. Basada en los modelos franceses de la época, gótica, se comenzó a construir en 1221 y fue completada (es un decir, las catedrales nunca están completas) en el siglo 18.






Esta es la catedral de Notre Dame de París. Gótica, comenzada en 1163 y terminada a mediados del siglo 14.


La fachada de la Catedral de Notre Dame es más ancha, pero no así la planta, ya que el interior de la de Burgos se extiende a los lados de la fachada y contiene más y mayores elementos, como su gran claustro. Vista la de Burgos, la de Notre Dame parece incompleta, con las torres laterales mochas en comparación con las agujas añadidas a las de Burgos. Como compensación, el cimborrio de la de Notre Dame está rematado por una gran aguja, frente a las ocho pequeñas del de la de Burgos. Los arbotantes de Notre Dame son más y más vistosos que los de la de Burgos, entre otras cosas, porque los de esta última quedan dentro del complejo de la edificación.

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Hace cinco años en el blog: Sobre las becas universitarias.
Y también: Sobre Economía e ideología.
Y también: Cómo se sale de una crisis.
Hace tres años en el blog: La banca islámica y la alternativa al pago de intereses (1).
Y también: La banca islámica y la alternativa al pago de intereses (2).
Y también: Comparando mis predicciones de Grecia con la realidad.
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jueves, 5 de julio de 2018

El consumo ostentoso: mercados competitivos vs monopolio (2)

Esta es la segunda parte de la versión en español de mi artículo de mayo en Mapping Ignorance. Debe leerse la primera parte para entender esta.



Podemos resumir el equilibrio de la entrada anterior en otras palabras: gastar X es demasiado caro para el individuo normal y ser tratado como rico no le compensa. Para el rico, la cantidad X no significa tanto y sí se lo puede permitir. En este modelo, el gasto X no es una dilapidación de recursos, o por lo menos no en su totalidad, puesto que los individuos con la etiqueta “rico” obtienen algo a cambio. Puede suceder que una cantidad menor que X también satisfaga esas tres condiciones, pero el gasto debe ser necesariamente alto para que no atraiga a los individuos normales.

En el modelo anterior, Mandler (2018) [2] investiga las consecuencias teóricas de permitir la piratería frente al caso de monopolio de marca en el mercado de estos bienes. Para entender el alcance del modelo de Mandler, considérese primero la situación en la que el nivel X de consumo ostentoso se consigue mediante la compra de unos pocos bienes, pero muy caros, perteneciente a marcas exclusivas. El productor de la marca disfruta de un monopolio sobre el uso de la marca, lo que significa que puede extraer un alto margen de beneficio, la diferencia entre el coste de producción y el precio. En estas circunstancias, una parte elevada del gasto en X es simplemente una transferencia de renta de los individuos etiquetados como “rico” hacia las empresas que ofrecen los bienes de lujo, y una parte pequeña irá a retribuir los costes de producción.

Si ahora consideramos que una empresa que posee una marca no puede evitar que otros la copien, y si múltiples competidores pueden proveer en el mercado un bien indistinguible del original, entonces el precio de los bienes de esa marca particular bajarán, dejando solo un pequeño margen de beneficios a las empresas, tanto a la original como a las que copian el producto. En un primer momento, antes de que la mayoría de la gente conozca la existencia de las copias, muchos individuos normales pueden comprar la etiqueta “rico” a un coste muy inferior a X, puesto que la gente todavía creerá que el gasto en las copias es tanto como era el gasto en el original antes de aparecer los competidores. Esta situación, sin embargo, no puede prevalecer. Al final todo el mundo entenderá qué está pasando y se darán cuenta que para alcanzar el nivel de gasto X los individuos tienen que comprar una cantidad mucho mayor de los bienes de esa marca o pasar a comprar los de otra marca que todavía no ha sido copiada. Como vemos, en este primer caso los consumidores con la etiqueta “rico” estarán comprando mucho de empresas con poco margen de beneficios, lo que implica que la proporción de X que es una transferencia de rentas es baja, y que la proporción que se pierde en los costes de producción es muy alta. En este caso, la conclusión es que el coste total de conseguir la etiqueta “rico” es más alta en competencia perfecta (cuando hay competidores que producen copias perfectas) que en el caso de monopolio. En el caso de que los consumidores con la etiqueta “rico” opten por comprar otros bienes, observaremos un equilibrio al alza en el que las empresas produzcan bienes que no se puedan copiar fácilmente. Esto implica que las empresas competirán en producir bienes cada vez de calidad más alta y que sea difícil de copiar, pero esto también implicará altos costes de producción y un bajo margen de beneficios, con las mismas consecuencias que antes y un coste más alto que cuando se toleran las copias.

En este modelo, a los individuos que realizan un consumo ostentoso no les importa si el mercado está servido por empresas que compiten copiándose los bienes o no, puesto que gastan X en cualquier caso. Son las empresas monopolísticas las que se ven beneficiadas por los altos márgenes cuando no se permiten las copias. Hay otra manera de llegar al mismo nivel de eficiencia social sin otorgar poder de monopolio a ninguna empresa: basta con permitir la copia y poner un impuesto tal que el impuesto más el pequeño margen en competencia se iguale al margen de beneficio en el caso de monopolio.

Referencias:

2. Mandler, M. 2018. Piracy versus monopoly in the market for conspicuous consumptionThe Economic Journal, 128 1257–1275.

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Hace cinco años en el blog: Odiosa comparación (5).
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domingo, 1 de julio de 2018

El consumo ostentoso: mercados competitivos vs monopolio (1)

Esta es la primera parte de la versión en español de mi artículo de mayo en Mapping Ignorance.


El consumo ostentoso puede definirse de manera extensa como un tipo de consumo que no satisface directamente una necesidad o algo que se quiere por sí mismo, sino un deseo de ser reconocido como alguien que ocupa una posición más alta en una jerarquía. Por ejemplo, yo puedo comprar un Picasso no porque me guste particularmente el cuadro, sino porque, colgado un una pared destacada de mi casa, envía inmediatamente un mensaje a mis visitas y amigos acerca de cuán rico soy. Este status es lo que persigo, no el cuadro.

El análisis económico de este tipo de consumo no es fácil. Un error típico es pensar que la ley de la demanda no se satisface, puesto que el precio alto del bien es lo que lo hace atractivo. El error se advierte en cuanto uno se da cuenta de que si el mismo bien se pudiera comprar a un precio inferior (sin que los demás sepan que fue comprado de esa manera) el consumidor lo preferiría.

Si la razón principal del consumo ostentoso es comprar un lugar en un ranking, el resultado es el de un equilibrio al alza en el que aquellos que puedan permitirse bienes de lujo los terminarán comprando en demasiada cantidad. Pongamos que después de que los individuos toman sus decisiones se establece un ranking. Inmediatamente notamos que ese mismo ranking se puede establecer sin tanto gasto (el escalar posiciones en un ranking es un jugo de suma cero). Las empresas y los individuos que proveen los bienes de consumo obtienen un beneficio, pero este no es más que una transferencia de rentas de los consumidores a los productores. Sin embargo, el coste de producir estos bienes es un gasto perdido en la medida en que no contribuyen directamente a un incremento en la utilidad que compense el gasto de acuerdo con el consumidor que lo compra. Este fallo de mercado abre la cuestión acerca de las consecuencias de diferentes tipos de regulación para estos bienes, como el impuesto de lujo sugerido por Stuart Mill en el siglo 19 [1].

Hay otras maneras de modelizar el consumo ostentoso. En lugar de comprar un lugar en un ránking, este consumo compra la pertenencia a un grupo. Como antes, lo que importa es la pertenencia al grupo, no el bien en sí. Sin embargo, contrariamente al modelo anterior, este no es de suma cero, puesto que varios miembros pueden pertenecer al mismo club. Esto es, si un individuo gasta una cantidad suficiente de dinero en consumo ostentoso será clasificado como “rico”, y pertenecerá al grupo de personas con esa etiqueta, lo cual es algo que disfruta. En este caso, el gasto en consumo ostentoso puede analizarse dentro de los modelos de la Economía de la Información. Básicamente, dice lo siguiente: sea que hay gente normal y gente rica (si hablamos de gente rica y gente más rica, nada cambia), pero que no pueden ser distinguidas. En estas circunstancias podemos tener el siguiente equilibrio. Hay un nivel X de consumo ostentoso tal que:

  • Todo el mundo en la sociedad cree que los individuos con un nivel de consumo ostentoso igual o superior a X son ricos, que los individuos con un nivel inferior a X son normales.
  • Los individuos ricos están mejor gastando la cantidad X en consumo ostentoso y disfrutando la etiqueta de “rico” que no gastando esa cantidad y no tener la etiqueta.
  • Los individuos normales están mejor gastando menos de X en bienes ostentosos y no disfrutando de la etiqueta de “rico” que lo contrario.
(Continúa aquí)

Referencias:


2. Mandler, M. 2018. Piracy versus monopoly in the market for conspicuous consumption. The Economic Journal, 128 1257–1275.

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Hace cinco años en el blog: Los efectos de la inmigración en el mercado de trabajo (1).
Y también: Los efectos de la inmigración en el mercado de trabajo (2).
Hace tres años en el blog: La jugada del referéndum griego.
Y también: Once fallos en la negociación de Syriza.
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lunes, 25 de junio de 2018

El riesgo moral en la inmigración

Los últimos acontecimientos han reavivado el debate sobre inmigración, refugiados y mafias que trafican con personas. Iñako escribió una reflexión excelente aquí. En ella me parece de especial relevancia cómo adscribe a cada uno de nosotros una ambivalencia sobre la cuestión, fruto de la complejidad del problema y de una ausencia de soluciones claras que se puedan proponer. En esta entrada intentaré decir algo sobre ello.


Pongamos que nuestro interés es un mundo sin fronteras, en el que cualquiera que quiera desplazarse de un país a otro pueda hacerlo. En ese mundo no habría los problemas que hemos vivido. No habría inmigración ilegal, ni mafias, ni miles de muertos ahogados en el Mediterráneo. Es difícil calcular los flujos migratorios y sus efectos sobre los países de acogida y de salida si en el mundo actual se abrieran todas las fronteras. Por lo que sabemos hasta el momento, solo una minoría de cada país querría emigrar, y los efectos económicos en los países de acogida serían positivos. Aquí se juega con esta posibilidad. Sin embargo, los posibles problemas se agudizan si solo un país abre sus fronteras al resto del mundo. Este país puede acabar siendo un gran campo de refugiados. Un atisbo de esto lo tenemos en los países en desarrollo que más refugiados han acogido.

Incluso si todos los países estuvieran de acuerdo en abrir las fronteras, ¿quién lo hace primero? Haría falta un gran acuerdo internacional para que lo hicieran todos a la vez. En ausencia de este acuerdo y con muchos países donde no se entendieran los beneficios de la entrada incondicional de inmigrantes, este mundo sin fronteras es utópico, y proponerlo como solución a los problemas inmediatos de las tragedias causadas por la inmigración ilegal podrá sugestionar a quien la propone de tener una superioridad moral, pero no tendrá ninguna consecuencia tangible a corto o medio plazo. A largo plazo, tal vez sí, en la medida que convenza a más habitantes de todos los países para apoyar la medida.


Dado que tenemos fronteras, ¿qué tal si permitimos que se crucen de una manera ordenada? Esto es lo que venden todos los gobiernos y la idea es tan loable como inevitable. Pero, en la medida que los permisos para cruzar no son suficientes para satisfacer la demanda de todos los que quieren cruzar la frontera (si lo fuera, estaríamos en el caso equivalente al mundo sin fronteras), habrá un exceso de demanda y, con ella, un incentivo para cruzar sin el permiso preceptivo. Este mercado negro implica costes, riesgos y mafias en torno a él de manera inevitable. Los estados receptores tienen varios medios a su disposición para limitar las entradas ilegales. Algunas de las medidas son acerca del trato a los ilegales una vez que han entrado al país, mientras que otras son sobre la vigilancia en la frontera. Si un país tiene una política efectiva de tolerancia cero frente a la entrada ilegal, por ejemplo, deportando a todo ilegal que encuentra, blindando las fronteras y negándose a acoger a nadie por razones humanitarias, conseguirá que, ante la imposibilidad de entrar ilegalmente, nadie lo intente. Si todos los países siguieran esa política se acabaría con la inmigración ilegal.

El problema es que la tolerancia cero es imposible por varias razones. La primera es que es materialmente imposible de poner en práctica. La segunda es que es moralmente imposible hacerlo. Y no me refiero solamente a que no queramos hacerlo, sino también a que no nos podemos comprometer a ciertas cosas necesarias para la tolerancia cero. Por ejemplo, es muy difícil actuar ante hechos consumados, como cuando la vida o salud de la persona está en peligro o cuando ya están dentro del país. ¿Vamos a impedir la llegada de refugiados de zonas de guerra? ¿Cerraremos el paso a las pateras que se acerquen al país y que naufraguen en su navegación a otras costas? ¿Echaremos a todos los ilegales que están trabajando y cuya salida provocaría pérdidas económicas? Imposible. Y quien quiera atribuirse razones morales para establecer controles estrictos en las fronteras porque acabarán con los efectos llamada deberá saber que su moralidad es también sugestionada.


Así que estamos entre dos aguas. No podemos abrir las fronteras totalmente y tampoco podemos controlarlas totalmente. En esta tesitura, la inmigración ilegal será inevitable. Lo más que podemos hacer es buscar, tanto en nuestras propuestas personales como en los compromisos políticos que adquiramos, una especie de equilibrio entre lo que podemos tolerar de entradas de inmigrantes, refugiados y aprovechados (que los habrá), y las tragedias que podemos tolerar entre los que quieren acceder a una vida más próspera (a veces, a una vida sin más). Este equilibrio irá moviéndose con el tiempo, según las circunstancias. A veces abogaremos por abrir más las fronteras, a veces por cerrarlas o controlarlas más. Distintas personas estarán en distintas partes de este tira y afloja, y ninguna ellas tendrá toda la razón moral, puesto que ninguna sabe cómo resolver el problema. No estoy proponiendo que eso sea lo que queramos, ni lo que yo quiera, sino que es lo que inevitablemente pasará. Y tampoco digo que estoy justificando moralmente ninguna postura. Lo que sí podemos hacer es basar nuestra opinión en lo que sabemos acerca de cosas como las razones por las que emigra la mayoría de la gente, el alcance real del efecto llamada o los verdaderos costes y beneficios de recibir a los inmigrantes o refugiados.

Por mi parte, yo sería partidario de la apertura de fronteras, pero como soy incapaz de convencer a todo el mundo para que me sigan en esta querencia, tendré que apoyar un compromiso con el que no estaré de acuerdo, y que supondrá no terminar con el sufrimiento de mucha gente. No me siento moralmente cómodo ni superior a nadie que piense distinto, siempre y cuando tenga en cuenta los datos reales y no tenga preferencias xenófobas.

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Hace cinco años en el blog: Cuestionando la sabiduría con la ignorancia (2).
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lunes, 18 de junio de 2018

Las primeras medidas de Sánchez


En los días pasados tuití algunas opiniones sobre algunas de las medidas anunciadas por Sánchez. Las recopilo aquí.

Vamos mojarnos un poco:
1/5
Recogida de refugiados:
Siempre bien. Incluso con efecto llamada. Toda la literatura sobre entrada de inmigrantes, refugiados, repatriados,... a un país con una sociedad y economía abiertas muestra efectos positivos.

2/5
Bajada del IVA cultural:
Mal. No es cultural, ya que afecta en gran parte a entretenimiento y productos no especialmente culturales (en todo: películas, espectáculos y libros). El apoyo a la producción cultural se realiza mejor con subvenciones, premios o reconocimiento.

3/5
Sanidad universal:
Muy bien. El coste directo es bajo y el indirecto en efecto llamada es mínimo. El beneficio de evitar bolsas de exclusión social es alto como el valor de vivir en una sociedad solidaria.

4/5
Cierre de nucleares:
Mal. Mientras haya carbón y gas, cerrar nucleares aumenta a las emisiones de CO2 y encarece el recibo de la luz.

5/5
Subida de pensiones con el IPC:
Mal. Hay pensiones ricas y pobres. Se han mantenido en la crisis mientras los sueldos disminuían. Automatismo absurdo en un sistema de reparto. Si hay más proporción de pensionistas y la economía no crece aumentará los costes salariales.

Siguieron estos otros:

Sigamos mojándonos:
1/5
Eliminar peajes: mal. Habría que generalizar el pago por uso en autopistas y autovías y de acceso a zonas congestionadas.

2/5
Sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos: bien. Vamos con cuatro décadas de retraso.

3/5
Eliminar concertinas: no tengo datos de cómo son de disuasorias. Me inclino por quitarlas.

4/5
Eliminar los aspectos denunciados de la Ley mordaza: bien. Dan demasiado lugar a la arbitrariedad y no incrementan la seguridad.

5/5
Impuesto al sol, reforma laboral,...: habrá que esperar a ver en qué se concretan estas medidas.


Para mi sorpresa, la que más debate generó es la de sacar los restos de Franco. Uno de los argumentos recurrentes era que eso no es más que para darse publicidad. Eso se puede decir de varias de las otras medidas y, sin embargo, es a esta a la que más se le achaca. Empiezo a pensar que hay preferencias inconfesables entre mis paisanos.

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Hace cinco años en el blog: Cuestionando la sabiduría con la ignorancia.
Y también: Fórmulas y pensiones.
Y también: Planes de pensiones: Bruselas no se entera, pero acierta por casualidad.
Hace tres años en el blog:
Y también: El poder municipal tras las elecciones de alcalde.
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sábado, 9 de junio de 2018

Escépticos en el pub: Los virus que nos comen el coco

Terminamos esta temporada asomándonos al órgano más complejo que conocemos: nuestro cerebro. Son muchos los equipos de científicos de todo el mundo que lo estudian. El sábado 9 de junio vamos a hablar de sus vulnerabilidades y, concretamente, de una de las amenazas que lo ponen en riesgo: los virus. Para ello contaremos con un experto en microbiología: José Antonio López Guerrero (@JALGUERRERO), a quien muchos conoceréis por su faceta de divulgador científico. JAL ha titulado su charla “Los virus que te comen el coco” y nos la resume así:
“Según el biólogo Juan Carlos Izpisúa, la especie humana es consciente de ser consciente. Es más, somos conscientes de que la gente alrededor nuestro es consciente de ser consciente. Con este juego lingüístico se pretende llamar la atención sobre la complejidad que subyace tras esa frontera evolutiva que llevó a nuestro cerebro a convertirse en nuestra mente. Sin embargo, muchos son los peligros que amenazan a toda su estructura física y que, por lo tanto, afectaría a nuestra capacidad de captar el mundo y su realidad tal y como la percibimos a través de nuestros sentidos.
Entre todas las posibles amenazas, nos centraremos en los virus; agentes infecciosos que, tras atravesar la barrera hematoencefálica podrían afectar a uno o varios tipos celulares específicos con consecuencias, en muchos casos, imprevisibles. A lo largo de la última década están surgiendo nuevas teorías sobre la implicación de agentes víricos, como factores de riesgo, en algunas de las principales enfermedades neurodegenerativas o desmielinizantes, tales como la de Alzheimer o Parkinson. Analizaremos algunas familias virales con riesgo potencial para nuestro sistema nervioso central y, finalmente, nos centraremos en la familia Herpesviridae, un grupo de virus muy presente en nuestras vidas con importancia renovada en neurología.”


José Antonio López Guerrero es profesor titular de microbiología en la Universidad Autónoma de Madrid. También dirige el grupo de NeuroVirología del Departamento de Biología Molecular de la UAM. Es, además, director del Departamento de Cultura Científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. Constan en su currículum 12 libros y más de 130 artículos. En cuanto a su faceta divulgadora, colabora en diversos programas de radio, televisión y prensa escrita, una labor que le ha valido numerosos premios.

Como siempre, la entrada es libre y gratuita. Durante la realización de esta actividad cultural está permitida la presencia de menores de 18 años, siempre que no consuman bebidas alcohólicas, y de los menores de 16 años si están acompañados por uno de sus padres o tutores. Os esperamos el próximo 9 de Junio a las 19 horas en el Moe Club, en Alberto Alcocer 32.

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Hace tres años en el blog: Un testimonio sobre la Transición y el apoyo al terrorismo.
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lunes, 4 de junio de 2018

Un año para Pedro Sánchez


La posición del gobierno de Sánchez es muy inestable. No puede obtener mayorías reforzadas en el Parlamento sin C’s o PP. Para ganar votaciones por mayoría absoluta necesita a UP, PdCat, ERC y PNV (ni Bildu ni NC importan para esto). Para las mayorías simples podría prescindir de uno de esos apoyos, pero solo de uno y si lo que hace es abstenerse. Cualquier desavenencia, malentendido o reivindicación imposible de ceder por parte del PSOE puede dejar a Sánchez sin posibilidad de aprobar leyes. Mi opinión es que, ante esto, la mejor estrategia de Sánchez es convocar elecciones cuanto antes. El PP está tocado, casi hundido, a C’s no le ha salido bien su estrategia de hacer dimitir a Rajoy y, por primera vez en mucho tiempo, Sánchez aparece como el cambio frente a Rajoy en lugar de Rivera. Cualquier error en esos meses de presidente puede deshacer la buena jugada o buena suerte que le ha llevado a la Moncloa, dando argumentos a Rivera, que podrá acusarle de querer el poder a cualquier precio y de ceder ante los independentistas.

La estrategia de Sánchez parece que será aguantar un año antes de convocar elecciones, confiando en afianzar el ímpetu que le ha llevado a la presidencia para tener todavía mejores resultados cuando haya elecciones. ¿Cuál es su mejor estrategia si sigue esta opción? Dentro de toda la inestabilidad de la situación hay una circunstancia que debe hacer valer en su favor. Los grupos que le han apoyado en la moción de censura solo tienen una bala. O, al menos, esto es lo que tiene que dejarles claro Sánchez. Y, si solo tienes una bala, tienes un gran problema para decidir cuándo usarla. Esto le puede dar a Sánchez el tiempo que necesita.

Un gobierno puede tener el parlamento en contra no más que unas pocas semanas. Puede gobernar por decreto, puede vetar las leyes aprobadas por el parlamento o usar tácticas dilatorias para que no tengan su aprobación definitiva, pero una acción de gobierno así está mostrando una gran debilidad y es susceptible de críticas sociales que dañarán su respaldo en las urnas cuando finalmente convoque elecciones. Así, pues, Sánchez debe dejar claro que rechazará cualquier demanda difícil de satisfacer, y que si eso supone la pérdida de respaldo, se acaba el plan y se va a elecciones. Es una amenaza creíble, por cuanto la alternativa de aceptar es peor. El problema son aquellas demandas que están en el límite. Si Sánchez empieza aceptando una, seguirá teniendo que aceptar más hasta que la acumulación de cesiones tenga como resultado la convocatoria de elecciones, pero en este caso, con la imagen deteriorada del gobierno. También en esto debe ser tajante, so pena de entrar en una pendiente resbaladiza que irá debilitando poco a poco. Por supuesto, también ha de ser tajante con cualquier desobediencia en las instituciones de Catalunya.

Este periodo no está para el “qué hay de lo mío”. Por ejemplo, eliminar la supervisión de las cuentas de la Generalitat solo se deberá hacer tras haber dado apoyo parlamentario y tras haber vuelto claramente a la legalidad, no antes (eso lo escribí antes de que en los periódicos se informara de que, efectivamente, las cuentas se mantendrán intervenidas). La opción que apuntó Sánchez es centrarse en algunas leyes aprobadas por el Parlamento y vetadas por Rajoy (contra la ley mordaza, impuesto al sol,…) o en gestos con mucha repercusión mediática, pero poco presupuesto, como el Comisionado contra la pobreza infantil. Será difícil para ningún grupo que las apoyó dejar de hacerlo ahora. Tras unos cuantas actuaciones en este sentido, la imagen de Sánchez saldrá reforzada. Será imposible ponerse de acuerdo para grandes cambios (financiación autonómica, ley del poder judicial, reforma laboral,…), así que en cuanto haya recogido unos pocos éxitos debe convocar elecciones antes de tentar más la suerte. Es una jugada arriesgada, pero no veo más opciones sin convocar elecciones enseguida.

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Hace cinco años en el blog: El valor de una vida estadística (1).
Y también: El valor de una vida estadística (2).
Hace tres años en el blog: Elección de alcalde en las 20 ciudades más pobladas.
Y también: Corpus Christi o el canibalismo católico.
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sábado, 2 de junio de 2018

Qué quieren los catalanes (actualización)

Esta es una actualización de mi análisis publicado en el blog Nada es Gratis sobre los resultados de aplicar distintos modos de decisión en una hipotética consulta a los catalanes sobre la relación entre Cataluña y España. En aquella ocasión se usaban los datos de febrero recogidos por el CEO (el CIS catalán). Ahora uso los más recientes de mayo.


Las opciones presentadas son IND, FED, AUT y REG (independencia, estado federal, autonomía y región), que recogen los apoyos del 40,8%, 22,4%, 24% y 6,3%, respectivamente. Cuando se pregunta solamente IND sí o no, la nueva encuesta recoge un 48% a favor y un 43,% en contra. Obsérvese que los que no contestan representan casi el mismo porcentaje en ambos casos. Igual que en la anterior entrada, consideraré que la diferencia entre los que favorecen la independencia en el segundo planteamiento, pero no en el primero, son federalistas que tienen la independencia como segunda opción. La segunda opción de los autonomistas no está clara, así que consideraré distintas posibilidades. Con estas premisas elaboro la siguiente tabla que refleja los ránkings de preferencia de cinco grupos de personas distintas:


Veamos ahora los distintos sistemas de votación:

Voto sincero

Voto plural (mayoría relativa): Gana IND.

Voto transferible (en cada vuelta se elimina la opción con menos votos): En primera ronda se elimina REG, en segunda ronda se elimina FED y en tercera ronda se elimina AUT, independientemente de las preferencias de los autonomistas entre REG y FED. Gana la opción IND.

Segunda vuelta (las dos opciones más votadas pasan a la segunda ronda): Pasan AUT e IND, entre las que gana IND.

Ganador de Condorcet (se elige la opción que gane todos sus emparejamientos): la opción FED gana a cada una de las demás por separado.

Recuento de Borda (como en Eurovisión, la opción preferida recibe 3 puntos, las siguientes 2, 1 y cero): La opción AUT recibe 163 votos, mientras que la opción FED recibe 203,1 si los autonomistas la prefieren a REG y 179,1 en caso contrario, mientras que si se reparten a medias, se queda con 181,75. Las demás opciones tienen muchos menos puntos. Así que ganará FED en cualquier caso.

Veto (en cada ronda se elimina la que es menos preferida por más votantes): En primera ronda se elimina REG, en segunda ronda se elimina IND y en tercera ronda se elimina AUT, independientemente de las preferencias de los autonomistas entre REG y FED. Gana la opción FED.

Pregunta 2014 (Estado federal sí o no. En caso positivo, independencia sí o no): Estado No: 30,3; Estado Sí; 63,2. Se aprueba el Estado federal. Independencia Sí: 40,8, No: 30,3+22,4. Gana FED.

Voto estratégico

Voto plural: Los regionalistas y autonomistas podrían votar FED, con los federalistas, con lo que ganarían a los independentistas. Eso sería un equilibrio. Otro equilibrio posible sería que independentistas y los federalistas del tipo 1 voten IND y los demás, según sus preferencias. En este caso ganaría la opción IND.

Voto transferible: Ocurriría más o menos lo mismo que con el voto plural.

Segunda vuelta: Votar por AUT en la primera vuelta es reforzar la opción IND en la segunda. Los autonomistas y regionalistas deberían votar estratégicamente FED para que gane a IND. Ganaría FED.

Ganador de Condorcet: Cualquier desviación del voto sincero es muy arriesgada. Por ejemplo, si los independentistas votan por AUT para que FED no gane en el enfrentamiento AUT-FED se consigue un triple empate de consecuencias imprevisibles según la regla de desempate. Gana FED (más seguro) o IND (muy arriesgado).

Recuento de Borda: Autonomistas y regionalistas pondrán a FED en la última posición y AUT en primera. Lo mismo harán independentistas y federalistas con AUT y FED. En ese caso ganará FED, con más votos en primer lugar, siempre y cuando los votos en segundo y en tercer lugar entre IND y REG estén repartidos para que no gane ninguno de ellos. Esto hace del voto estratégico una situación un tanto incierta.

Veto: Sería muy parecido al voto transferible. Ganaría FED.

Pregunta 2014: No hay cambios por voto estratégico dadas las preferencias.

Resumen


Observamos que la opción FED prevalece en la mayoría de los casos, igual que con las preferencias de la encuesta de enero, pero que donde en enero podía ganar la opción AUT, ahora ganaría IND. Dicho de otra manera: la opción FED como ganadora es muy estable aún con los cambios en las preferencias recogidos por las distintas encuestas, todo lo contrario de las otras opciones, que se presentan mucho más versátiles.

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Hace cinco años en el blog: Marxismo vs Economía moderna (3).
Y también: Vuelve el debate sobre las copias privadas.
Hace tres años en el blog: A quién votar (3).
Y también: La implantación de Podemos y Ciudadanos tras las elecciones.
Y también: Esto es lo que hizo Nash.
Y también: España es una potencia en Economía Experimental. El Ministerio reacciona cargándosela.
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domingo, 20 de mayo de 2018

Odiosa comparación (11)

No suele verse bien el recuerdo de batallas ganadas, que suena a patriotismo barato. Vamos entonces con las perdidas y hagamos una odiosa comparación, aunque no sea más que para tomar algo de perspectiva.


Grande y Felicísima Armada (Armada Invencible, según el término inglés)

Se organiza la expedición en 1588 para expulsar a Isabel I del trono inglés tras la ejecución de María Estuardo, acabar con la piratería inglesa y permitir una victoria en la Guerra de Flandes.

Partieron entre 121 y 137 barcos, de los que regresaron 87 sin cumplir su misión (37 perdidos, casi todos de transporte), en gran parte por las condiciones meteorológicas. Hubo unos 10.000 muertos en cada bando.

El duque de Medina-Sidonia se sabía incompetente y quiso ser relevado, pero siempre cumplió sus órdenes.

Españoles e ingleses conocen bien esta historia.


Armada Inglesa o Contraarmada (Invencible inglesa, según el término español)

Se organiza en 1589, para destruir los barcos de la Grande y Felicísima que estaban siendo reparados en los puertos del cantábrico, tomar Lisboa y capturar la flota de Indias.

Partieron entre 170 y 200 barcos y 23.000 hombres. Se perdieron 40 barcos entre hundidos y capturados. Hubo 36 barcos desertores. En la parte inglesa se contaron 15.000 muertos y 5.000 desertores. En la española hubo 900 muertos. Finaliza con el tratado de Londres, favorable a España.

Francis Drake se creía sobrado, pero desobedeció órdenes y salió por piernas en varias ocasiones, incluso sin presentar batalla. Como no consiguió cumplir ninguna de sus misiones contra los españoles, capturó una flota de la Liga Hanseática que tuvo que devolver.

Para ingleses y españoles esta historia es en gran medida desconocida.

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Hace cinco años en el blog: Marxismo vs Economía moderna (2).
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viernes, 18 de mayo de 2018

Qué motiva el esfuerzo (2)

Esta es la segunda parte de la versión en español de mi artículo de abril en Mapping Ignorance. Debe leerse la primera parte para entender esta.


Esta es la segunda parte de la versión en español de mi artículo de abril en Mapping Ignorance. Debe leerse la primera parte para entender esta.
Tratamiento 9: Un céntimo adicional por cada 100 puntos que será pagado al cabo de dos semanas.
Tratamiento 10: Un céntimo adicional por cada 100 puntos que será pagado al cabo de cuatro semanas.

De acuerdo con la literatura de la Economía del Comportamiento, el descuento hiperbólico se ajusta mejor a las preferencias temporales de los individuos. Sin embargo, los resultados experimentales de estos dos tratamientos, con incrementos respectivos de un 31,7% y un 29,5% comparados con el Tratamiento 2 de recompensa inmediata, son más compatibles con el descuento exponencial más usado en la literatura teórica. Los expertos tampoco acertaron en estas previsiones. (Aquí se puede leer qué son y cómo se calculan estos dos tipos de descuento, y su importancia para el diseño de mecanismos económicos).

Los siguientes tres tratamientos intentan medir las diferencias en esfuerzo cuando los incentivos se describen en términos de ganancias respecto a cuando se describen como pérdidas. De acuerdo con la literatura conductual, los efectos deberían ser mayores cuando la referencia es el pago máximo antes de mencionar pérdidas a partir de él en comparación al caso en que la referencia es el pago antes de las ganancias netas.

Tratamiento 11: Un bonus de 40 céntimos si el resultado llega a los 2000 puntos.
Tratamiento 12: Una pérdida de 40 céntimos si el resultado no llega a 2000 puntos.
Tratamiento 13: Un bonus de 80 céntimos si el resultado alcanza 2000 puntos.

El resultado es un aumento del 40-41% en el nivel de esfuerzo. Sin embargo, y contrariamente a la Economía del Comportamiento, la diferencia entre los dos primeros tratamientos no es estadísticamente significativa. Según esta misma literatura se necesita un bonus dos veces mayor para obtener los mismos resultados cuando los incentivos se describen como una ganancia frente a cuando se describen como una pérdida. El Tratamiento 13 mide esto último y encuentra que el efecto es mucho mayor del esperado (un 44% de aumento frente al 40%). Los expertos realizaron sus predicciones según esta literatura y también calcularon mal los niveles de esfuerzo en esta ocasión.

Tratamiento 14: Una probabilidad del 1% de ganar un dólar adicional por cada 100 puntos.
Tratamiento 15: Una probabilidad del 50% de ganar 2 céntimos adicionales por cada 100 puntos.

Nótese que los incentivos esperados de estos dos tratamientos son idénticos y coinciden con los del Tratamiento 2. Como era de esperar según la teoría de la utilidad esperada, la más estándar, los pagos inciertos reducen los incentivos en relación con los que ofrecen el mismo pago cierto equivalente (un incremento del 24-29% frente al 33%). Sin embargo, los resultados no validan la hipótesis estándar de la Economía del Comportamiento según la cual las probabilidades pequeñas se tienden a sobrevalorar, puesto que el Tratamiento 14 muestra un nivel de esfuerzo menor que tanto el Tratamiento 15 como el 2.

Tratamiento 16: Se informa al sujeto que muchos participantes han puntuado por encima de 2000.
Tratamiento 17: Se informa al sujeto que al final del tratamiento se revelarán las posiciones relativas.
Tratamiento 18: Se pide al sujeto que se esfuerce para ayudar en el experimento.

Estos últimos tres tratamientos se refieren a motivaciones psicológicas, sin pagos monetarios adicionales. Estos tratamientos dan los menores incrementos en los resultados (21%, 15% y 14%, respectivamente) excepto por el Tratamiento 8. Aún así son efectivos, puesto que el incremento en el esfuerzo se hace sin incurrir en costes adicionales.

Así resumen los autores los resultados:

Encontramos que (1) los incentivos monetarios en gran medida funcionan como se esperaba, incluyendo el tratamiento con un pago muy pequeño por resultado que no tiene un efecto de desplazamiento respecto al esfuerzo; (2) la evidencia es parcialmente consistente con los modelos conductuales estándar, incluyendo el warm-glow (la utilidad por donar a causas altruistas), aunque no se encuentran evidencias en lo que respecta a la ponderación de las probabilidades; (3) los motivadores psicológicos son efectivos, pero menos que los incentivos. Comparamos los resultados con las predicciones de 208 académicos. En media, los expertos anticipan varios resultados clave, como el efecto de los motivadores psicológicos. Una parte importante de los expertos, sin embargo, esperaban efectos desplazamiento, ponderación excesiva de las probabilidades pequeñas y altruismo puro, que no se encuentran en los resultados. Para mayor comparación, presentamos un meta análisis de tratamientos similares en la literatura. En general, las predicciones basadas en la literatura están correlacionadas con las predicciones de los expertos, aunque presentan un nivel inferior de aciertos.

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Hace cinco años en el blog: Marxismo vs Economía moderna (1).
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miércoles, 16 de mayo de 2018

Qué motiva el esfuerzo (1)

Esta es la primera parte de la versión en español de mi artículo de abril en Mapping Ignorance.


Uno de los temas de discusión dentro de la Economía del Comportamiento es la motivación del esfuerzo. A pesar de que el típico modelo económico normalmente asume incentivos monetarios, esto no excluye la existencia de otros factores, como las preferencias por ser el primero u otro tipo de beneficios psicológicos o económicos debidos a la reputación. La creciente literatura experimental en esta área ayudará a determinar en qué circunstancias funcionan mejor los distintos tipos de incentivos. En este contexto, Dellavigna y Pope (2018) [1] llevan a cabo un extensivo experimento y comparan sus resultados con la literatura teórica y experimental previa, y también con las predicciones realizadas por expertos.

Los autores usan la plataforma Amazon Mechanical Turk que les permite usar una gran muestra de sujetos experimentales a un coste muy bajo (la tarea se realiza on-line, lleva poco tiempo y es barata). La muestra consiste en casi 10.000 sujetos (cerca de 550 por tratamiento) y refleja la población de los EE.UU. excepto por una cierta sobre representación de los grupos con mayor educación y de personas jóvenes. La tarea del experimento consiste en pulsar botones; una tarea repetitiva y aburrida que se asume requerirá de incentivos para realizarse rápidamente. En todos los tratamientos los sujetos reciben un dólar por participar y, a partir de ahí, diferentes incentivos en 18 tratamientos diferentes.

Estos son los resultados de los distintos tratamientos:

Tratamiento 1: No incentivos.
Tratamiento 2: Un céntimo adicional por cada 100 puntos.
Tratamiento 3: 10 céntimos adicionales por cada 100 puntos.

Estos tratamientos constituyen la referencia sobre la que calibrar el modelo teórico de incentivos que incluye tanto los monetarios como los psicológicos. También servirán como punto de partida para compararlos con el resto de los tratamientos y para que los expertos puedan ajustar sus predicciones. La media de puntos en el Tratamiento 1 es 1521. El tratamiento 2 obtuvo un 33% más y el Tratamiento 3 todavía un 9% adicional sobre el Tratamiento 2.

Tratamiento 4: 4 céntimos adicionales por cada 100 puntos.
Tratamiento 5: Un céntimo adicional por cada 1000 puntos.

El resultado del Tratamiento 4 fue razonablemente bien previsto por los expertos y responde a lo esperado según el modelo teórico. Sin embargo, el Tratamiento 5, con una recompensa muy baja, podía haber mostrado un efecto de desplazamiento según la literatura. Cuando el incentivo es muy bajo se puede percibir como un insulto y puede inducir un nivel de esfuerzo todavía menor que en ausencia de incentivos. Sin embargo, en el Tratamiento 5 el resultado fue un 24% mayor que el Tratamiento 1 (sin incentivos), mucho mayor que el previsto por los expertos, basándose en la literatura, y cercano al valor del modelo teórico sin efecto desplazamiento.

Los siguientes tres tratamientos tienen que ver con preferencias sociales que se estudian en la literatura de la Economía del Comportamiento.

Tratamiento 6: Se donará un céntimo a la Cruz Roja por cada 100 puntos.
Tratamiento 7: Se donarán 10 céntimos a al Cruz Roja por cada 100 puntos.
Tratamiento 8: El participante recibirá un bonus de 40 céntimos por haber participado.

En ninguno de estos tres tratamientos la cantidad que recibe el participante depende de su esfuerzo. Los dos primeros miden el altruismo del sujeto, mientras que el tercero mide cómo responde a un “intercambio de regalos”. Los tratamientos 6 y 7 mostraron un nivel de esfuerzo mayor que el Tratamiento 1, pero, contrariamente a lo esperado, menor que en el Tratamiento 2, lo que indica un peso pequeño de las preferencias sociales en la motivación. El bonus incondicional de 40 céntimos en el Tratamiento 8 tuvo el menor de los efectos de entre todos los tratamientos, solo un 5% de incremento en el resultado respecto al Tratamiento 1.

(Continúa aquí).

Referencias:

1. Dellavigna, S., y Pope, D. 2018. What Motivates Effort? Evidence and Expert Forecasts. Review of Economic Studies 85, 1029–1069.

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Hace cinco años en el blog: Sector privado, sector público.
Y también: Conciliando falsabilidad sí, falsabilidad no.
Hace tres años en el blog: Cómo afectan las patentes a la innovación acumulativa (1).
Y también: Cómo afectan las patentes a la innovación acumulativa (2).
Y también: Vivimos en un Universo que salpica.
Y también: De Salvados, mis primeras finanzas y altas susceptibilidades.
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