Fallecido a los 102 años hace apenas unos días, Ronald Coase es conocido, entre otras aportaciones, por el llamado Teorema de Coase. Lo ilustraré con un ejemplo.
En un edificio tienen sus establecimientos un panadero y un médico. Los olores y ruidos de la panadería perjudican al médico, que ve disminuida su clientela. Pongamos unos números:
- Si no estuviera el panadero, el médico ganaría 100.
- Con el panadero, el médico gana únicamente 50 si se queda en el edificio, pero podría ganar 80 si se va a otro lugar.
- El panadero gana también 100, pero pasaría a ganar 60 en su mejor localización fuera del edificio.
¿Qué hacer? ¿Permitir al panadero hacer su actividad o prohibirla?
Si se permite al panadero quedarse, el médico podrá irse o podrá intentar negociar con el panadero. Pero lo más que estará dispuesto ofrecer es 100-80=20 para que el panadero acepte irse (si ha de pagar más, mejor se va él). Mientras que el panadero necesita que le compensen por lo menos con 100-60=40, así que no le llega para convencerlo y el médico se irá. El panadero gana 100 y el médico 80.
Si se permite al panadero quedarse únicamente si el médico no lo denuncia, el panadero podrá pagarle, por ejemplo, 30 para que no le denuncie y se vaya. Ahora el panadero ganará 100-30=70 y el médico, 80+30=110.
Si se prohibe al panadero quedarse ocurrirá que el panadero ganará 60 y el médico, 100. Obsérvese que en este caso el beneficio total es 160 mientras que en los casos anteriores es 180 (en el primer caso, 100+80 y en el segundo, 70+110). La prohibición es peor que las alternativas anteriores.
No importa a quien se le otorgue el derecho a hacer su actividad, el resultado será el mismo: el panadero se queda y el médico se va. La única diferencia es de qué manera se reparten los beneficios, que ve aumentados aquel que tiene el derecho.
El teorema de Coase dice eso, y lo dice con más generalidad: Siempre que estén bien definidos los derechos de propiedad y siempre que los costes de negociar sean despreciables, la negociación privada llegará a acuerdos eficientes. La distribución de rentas sí dependerá de quién tiene los derechos.
Coase resaltaba la importancia de este teorema al describir en su día cómo en este tipo de litigios algunos jueces dictaban sentencia en un sentido o en otro aduciendo criterios de eficiencia social, cuando según su teorema la eficiencia no se veía alterada. En términos económicos, gracias a este teorema sabemos que la imposición de una norma o la aplicación de impuestos pigouvianos no son la única manera de resolver el problema de las externalidades, como se pensaba en su momento.
Esto es lo que dice el teorema de Coase. En unas siguientes entradas (aquí y aquí) veremos qué no dice y cómo se abusa de él. El truco está en eso de los costes despreciables, pero no solo en eso.
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Y así explica la Economía la realidad, amigos...
ResponderEliminarLa posibilidad de que el médico tuviera una mayor ingeniería social con la que directamente no hubiera ni que acudir a la vía jurisdiccional para que el panadero acabe por irse, independientemente de otros datos, parece ser que no debía entrar en la cabeza de Coase...
Y así pasa, que luego nos preguntamos cuáles han podido ser las causas de X si todo debía haber sucedido de otra forma... tal y cómo nos decía un teorema basado en ciencia social, que curiosamente no tiene en cuenta elementos sociales. Debe ser que siguen pensando que la meno invisible es invisible...
El teorema podría servir para criticar decisiones basadas en "eficiencia social", que proviniendo de determinados sistemas judiciales y los miembros que actúan en ellos podría tener cierta razón. Entre otras cosas porque la carga de esos sistemas hace que los jueces actúen como meros robots repetidores de patrones, en muchos casos (más aún cuando hay menos medios). Y eso que curiosamente en el británico el juez tiene mayor independencia. Imagínate en el continental. Pero para explicar la realidad, ese teorema sirve lo mismo que un paraguas de lana. Y mucho menos en según qué épocas y en según qué comunidades.
Saludos, Ferreira.
Estás muy fuera de tiesto, KC. Todas esas cosas se le ocurren a cualquiera. El ejemplo no va de eso, sino de explicar maneras de encontrar mecanismos de mejora conjunta. Es simplificado y es trampa decir que la realidad es más compleja. El ejemplo muestra una posibilidad. No la puedes negar porque te da la gana.
Eliminar¿Mecanismos de mejora conjunta? Cuando uno quiere mejorar un mecanismo en un sistema lo que hace es tener en cuenta todas las posibilidades/probabilidades (dentro cada una de su influencia y su segmento científico) porque de otra forma acabas teniendo un Administrador de Infraestructuras Ferroviarias diciendo que ellos no eran capaz de prever lo que podía suceder con un tren, por poner un ejemplo, porque en sus teoremas no existía la posibilidad del fallo del conductor.
ResponderEliminarEl ejemplo muestra una posibilidad absolutamente variable. En términos económicos estará muy bien para criticar determinadas sentencias judiciales en base a criterios de eficiencia, pero es una paraguas de lana para explicar cómo funciona la realidad sociológica del día a día.
Sinceramente, es una mera parábola de profeta y poco más. No es que niegue nada porque me dé la gana.
¿Consideras posible que pudiera ocurrir que los individuos no buscaran lo mejor para ellos en la negociación por cuestiones meramente psicológicas y que entonces todo el teorema fuera una inocente formulación del deber ser, llegando a una ineficiencia absoluta?
ResponderEliminar¿Consideras que la decisión de los tribunales va a ser la misma en épocas de bonanza y épocas de crisis?
Porque claro, para hacer una análisis económico de temas jurídicos, y no salirse en la curva, primero habría que saber qué es la Psicología, que sospecho que de eso Coase más bien poco.
Saludos.
Por supuesto que todo eso es posible, pero nada de eso niega la posibilidad que pone de relieve el teorema de Coase. Sabiéndolo sabemos algo más. Que lo queramos aprovechar o no es otra historia. No entiendo tu manía de desdeñar un conocimiento porque no es todo el conocimiento.
Eliminar"El teorema" asume que el coste psíquicos puede ser ignorados y que la utilidad marginal del dinero es constante e igual para todos. Eso no se puede cuantificar.
ResponderEliminarEn ese sentido el teorema es una obviedad que ya se había enunciado mucho antes de que Coase le diese el toque matemático al asunto.
Pero es que además, se olvida de la dinámica. Desde una perspectiva dinámica, la producción agregada sí que depende del incentivo de apropiadores y productores a que tengan sus derechos de propiedad bien definidos a priori.
Si a los productores se les encuentra legalmente responsables frente a los que llegan después, el valor de la producción será más bajo de lo que en otro caso pudiese haber sido. Es lo más importante y lo que Coase olvida. Entre otras cosas.
El teorema se enuncia en unas condiciones. No sé por qué le das el sentido de que asume que todo lo que no sean esas condiciones puede ser ignorado. Lo que dice es que, cuando se dan esas condiciones se tienen esas consecuencias. ¿Que en una situación no se dan esas condiciones? Pues simplemente el teorema no se aplica. Te podrá parecer una obviedad, pero constituye un principio económico que a la mayoría de la gente se le escapa. Que se hubiera enunciado antes es irrelevante para su aplicación.
EliminarLos dos últimos párrafos me indican que no has leído las entradas sobre lo que no dice el teorema de Coase. Están enlazadas al final de la entrada.