Me ha sorprendido muy negativamente el último artículo de Vargas Llosa en El País sobre las recientes jornadas católicas en Madrid, visita papal incluida (comenté sobre ellas aquí y aquí, y no pensaba hablar más, pero no me resisto). Vargas Llosa suele argumentar sus posturas con buenos razonamientos, o por lo menos lo intenta, pero esta vez no veo un solo argumento por ninguna parte.
Vayamos por párrafos:
1. Presentación. A Vargas Llosa le gusta el espectáculo de las JMJ.
2. Descripción. Vargas Llosa aprecia la paz y corrección con que se ha desarrollado el acontecimiento.
3. Presentación de dos hipótesis. (i) Son jóvenes que aprovechan las jornadas para hacer turismo. (ii) Son una prueba de la pujanza y vitalidad de la iglesia católica.
4. Presenta unos datos: Los católicos declarados en España son el 70%. Entre los jóvenes, el 51%, pero solo practican el 12%.
5. Propone una nueva hipótesis: (iii) "esta paulatina declinación del número de fieles de la Iglesia católica, en vez de ser un síntoma de su inevitable ruina y extinción es, más bien, fermento de la vitalidad y energía que lo que queda de ella."
6. Compara el estilo y preparación de los dos últimos papas, Benedicto XVI y Juan Pablo II.
7. Presenta un argumento para explicar la actitud de los últimos papas: (iv) "Probablemente, la razón de ello (la vuelta a posiciones conservadoras) sea la sospecha o convicción de que, si continuaba haciendo las concesiones que le pedían los fieles, pastores y teólogos progresistas, la Iglesia terminaría por desintegrarse desde adentro, por convertirse en una comunidad caótica, desbrujulada, a causa de las luchas intestinas y las querellas sectarias." A continuación apunta que (v) "el catolicismo está más unido que en años anteriores."
8. Se pregunta si esto es bueno o malo para la cultura de la libertad. No se sabe si se refiere a (iv) o a (v). Parece que es a (v).
9. Dice cómo el avance del conocimiento y de la cultura no ha acabado con las creencias religiosas. Entre otras cosas, argumenta que la cultura se desdobla entre una parte que es divertimento y otra que es elitista.
10. Vaticina (vi) que la cultura solo podrá reemplazar a la religión para minorías marginales, mientras que el gran público la seguirá necesitando. Concluye que esto es bueno.
11. Hay que alegrarse por todo lo anterior.
En resumidas cuentas, Vargas Llosa parece argumentar que siempre habrá gentes que necesiten el consuelo de sentirse trascendentes y que mejor si están organizados en una iglesia, que por necesidad ha de ser conservadora.
Es posible que siempre tengamos gente así, pero, por lo que se ve con los propios datos que da Vargas Llosa, cada vez son menos y van camino de ser minoría en España (como ya lo son en otros países como Francia, Suecia, Holanda, Chequia o Japón).
Lo siguiente es todavía peor: ¿por qué habrá de ser mejor que estén organizados? ¿por qué en una iglesia? ¿por qué ha de ser conservadora?
Mucha de la gente que se siente católica, pero no practicante o practicante a su manera está, de hecho, fuera de la iglesia, a la que apenas sigue en sus consignas y doctrinas. Mucha gente tiene creencias en una vida más allá de la muerte sin pasar por una religión en particular.
Finalmente, es posible que una iglesia católica no conservadora esté abocada a la desaparición. Pero eso solo implicaría la desaparición de la iglesia católica, no la imposibilidad de ser sustituida por otra iglesia más acorde con los tiempos modernos y que no se obceque con el sexo y con meter almas en cigotos. Algunas religiones, incluso algunas iglesias cristianas ya son, hoy día, mucho más avanzadas que la católica en ese sentido.
El caso es que Vargas Llosa no necesita el falso consuelo de la religión (falso según él mismo, que se reconoce agnóstico) y, como buen liberal que es, tampoco acepta esas posiciones conservadoras de la iglesia en temas morales.
¿Por qué, a pesar de eso, se alegra de que la iglesia católica tenga una gran capacidad de movilización y de adoctrinamiento entre muchos jóvenes? ¿A alguien le queda claro?