sábado, 11 de diciembre de 2010

El español, ¿oficial en Europa?


Leo en El País que España e Italia pierden la batalla lingüística en la patente europea. Parece poca cosa, pero el comentarista ya nos advierte que este puede ser uno de los precedentes para que, en el futuro, solo inglés, francés y alemán sean las lenguas oficiales, frente a las 23 actuales.

Vamos por partes. Lo primero que se observa es que otros países, como Holanda o Portugal, no han puesto pegas a que sus lenguas no tengan reconocimiento jurídico en la oficina de patentes europea. No creo que tengan en menos estima a sus respectivas lenguas. En el caso de España, a mí siempre me chocará la manera un poco borrega en que defiende la lengua. Dentro de Europa es la quinta más hablada, lo que difícilmente la coloca en buena posición. Claro que, fuera de Europa, es de las más vitales en el mundo.

¿De qué manera se potencia mejor la lengua española? Esto es lo que sostengo: haciendo que la veintena de países que hablan esta lengua tengan algo que ofrecer al mundo y no imponiendo al mundo su oficialidad en toda institución. En los organismos americanos y en muchos mundiales sobran las razones para esta imposición, en los europeos, no tanto.

En mi universidad tuvimos unos debates acerca de la posibilidad de permitir que las tesis doctorales pudieran ser escritas en inglés. Una defensa borrega del castellano impidió durante mucho tiempo que esto pudiera ser así (al parecer, soltar la frase "estamos en España" era un argumento). El efecto de esa medida era que hacíamos más costosa la captación de estudiantes de doctorado extranjeros. La medida contraria, afortunadamente ya permitida, hace más fácil esta captación. Más de la mitad de nuestros estudiantes de doctorado son extranjeros y acaban hablando español. Es decir, la medida no borrega ha permitido que la lengua española sea conocida por más personas porque una universidad española es más atractiva para hacer un doctorado en economía.

Lo segundo que querría destacar es que me sobran el francés y el alemán de la norma. Tendrán a su favor en número de hablantes en Europa (73 millones el francés y 100 el alemán, frente a 45 millones el español) y un mayor volumen de patentes, pero si los europeos habremos de entendernos en un idioma común, ese es ya el inglés. Tampoco es cierto que en esto tengan mucha ventaja los ingleses. La lengua franca es el inglés de los que no tienen inglés como lengua materna. En esta lengua suele ser más fácil de hablar con un sueco o un griego que con un inglés de Birmingham.

10 comentarios:

  1. No tiene nada que ver con la entrada, pero...
    ¿Qué te parece el titular? Desde luego la fotografía es bastante "gráfica".

    http://www.elmundo.es/mundodinero/2010/12/13/economia/1292247892.html

    Parece que los mercados también se equivocan, y nosotros aún sin saberlo... menos mal que lo dice el Presidente del Banco de España.

    Y es que los mercados no son sino personas", ha añadido Fernández Ordóñez.

    (aplausos, por favor).

    Saludos.

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  2. La frase me parece una generalidad sin demasiado significado, por más que sea cierta. Los mercados, no es que sean personas, es que son muchas, muchísimas personas. Algunas piensan unas cosas y otras otras. En media sale una tendencia. En economía se sostiene que los mercados suelen ser bastante eficientes a la hora de agregar información y que, por tanto, uno debe tener buenas razones si sostiene tendencias contrarias a los mercados. Esto puede suceder si uno tiene información privilegiada.

    Hay varias maneras de tener más información. P.e., darse cuenta de que el mercado está exhibiendo un comportamiento de manada en lugar de un agregado de reflexiones individuales, o tener información privada de las perspectivas de una empresa, o saber que el gobierno va a tomar tal medida que favorecerá o perjudicará a tal sector...

    En el caso de la banca, por su sensibilidad al "pánico bancario", de poco sirve tener razón en la solvencia de los activos si todo el mundo cree lo contrario. Confianza y razones objetivas son necesarias para tranquilizarlos.

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  3. Entonces podríamos afirmar que la abundancia, facilidad y ganas de dar titulares de los medios -esta última sobre todo-, no han ayudado mucho.

    Pero lo de que esta crisis no es debido al sistema, sino a las conductas de las personas -tengan o no que ver con ese sistema-, debería haber quedado ya bastante claro, o haberlo dicho hace tiempo y no ahora, que es, desde mi punto de vista, quedar bastante mal, dada su posición. De hecho, el sistema no tiene NADA de culpa de que sea mal utilizado (es como el tema del cuchillo y sus usos).

    Entre las maneras de obtener información, esas que apuntas son las que más se acercan a la licitud, y que no han solido ser las que han manejado los mercados en estos últimos tiempos, o no en las que se han basado según qué decisiones. Y ésto también se debería saber por qué es así, y no de otra forma.

    Saludos.

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  4. El sistema es como una carretera. Si lo diseñas bien habrá menos accidentes (crisis) y se saldrá mejor de ellos. Siempre es mejorable y la regulación bancaria vemos (tal vez en retrospectiva) que era manifiestamente mejorable.

    Los bancos tienen unos tipos de crisis que son variaciones de su sempiterno problema. Cada tantos años aparece de manera imprevista, que si bonos basura, que si hipotecas subprime. No sé si llegaste a leer mi entrada sobre eso:

    http://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2009/06/el-sempiterno-problema-de-los-bancos.html

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  5. Totalmente de acuerdo con tu entrada, por desgracia estamos muy acostumbrados a defensas "borregas" de una lengua en España.

    Saludos.

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  6. JL, me parece muy buena tu entrada sobre el sempiterno problema de los bancos; de lo que yo me quejo es que creo que esos ciclos podrían preverse para cada X tiempo, pero parece que el cambio de actores y la configuración psicológica de cierto sistema económico incita a que esos errores no sean "arreglados" o minimizados.

    Es decir, yo creo que sabemos ya bastante bien cómo poder diseñar una carretera mucho mejor que la que tenemos, pero parece que, o bien no queremos, o bien no nos interesa que eso sea así, sobre todo en cuanto a la distribución, que es la que paraliza todo diseño, porque nada circula. Es increíble que no hayan mejores regulaciones económicas que las que había hasta ahora. Y lo que tengo claro es que a algunos les da igual esos ciclos de crisis porque son los que llevan el airbag preparado.

    A mí esto de las crisis siempre me recuerda, de alguna forma, al desastre de Annual, de 1921, donde el general Picasso, tío del pintor, explicaba bastante bien que todo el dinero iba a parar a oficiales particulares y generales, dejando a la tropa con pocos recursos. Evidentemente, todo aquello fue un rotundo fracaso porque el único sistema que allí había era uno de corrupción y de bolsillo. Eso sí, el Congreso hizo su teatro, la mierda salpicó a altos mandos y finalmente gestó un golpe de Estado.

    Esa es la Economía de hoy, y está claro el por qué, entre otras cosas porque quienes manejan la Economía, y la regulan, la regulan de forma interesada, no práctica, ni mucho menos objetiva.

    Por eso, decir a estas alturas que la Economía es cuestión de personas, me parece una gilipollez redundante tan grande como un piano. Deberían meterle tratados de Psicología por un sitio que yo me sé al Presidente del Banco de España al decir, a estas alturas, cosas como esa.

    Saludos.

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  7. Anónimo:

    Hay maneras borregas y maneras sensatas de defender cada lengua. Lo que es de una clase para una puede no serlo para otra.

    KC:

    Me alegro que te gustara la entrada. Las crisis son, casi por definición, impredecibles.

    No seré yo quien diga que vivimos en el mejor de los mundos posibles. El poder de mercado excesivo que tienen numerosos agentes en algunos mercados debe, desde luego, corregirse. La corrupción, luchar contra ella de todas la maneras posibles.

    No debemos confundir la economía, como sistema económico que prevalece en una sociedad con la Economía, como ciencia. Lo mismo que no podemos confundir sociedad con Sociología. El que se llame igual la ciencia y el sistema (en lenguaje casual) no ayuda a esta diferenciación.

    Algunas de las regulaciones están mal porque no nos hacen caso. Otras, porque nos equivocamos.

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  8. No creo en Dios ni en cosa alguna sagrada, pero el español es lo más parecido a lo sagrado que conozco.

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  9. Ciertamente, tienes razón, es la costumbre de percibir la economía como una ciencia de la Ciencia y ni como un sistema con el que robar. Un lapsus lingüístico.

    Saludos.

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