La Iglesia Católica española ha hecho del aborto su punta de lanza para mostrar su superioridad moral. Otros grupos religiosos en otros países han optado por otras estrategias, algunas realmente espeluznantes (la guerra contra occidente, el creacionismo, …), algunas más sensatas (fomentar la educación, el pacifismo,…).
En España es el aborto. La Iglesia Católica se ocupa de obtener más atención mediática por su postura en contra del derecho al aborto que por su postura en contra de ninguna guerra, más que por instar a curar enfermedades que causan millones de muertos en el mundo, más que por publicitar su postura contraria a la investigación genética.
Contra la guerra de Irak estaba esta iglesia, pero también muchas otras organizaciones, y no religiosas precisamente. Para más inri, ni siquiera ha estado en contra de todas las guerras recientes (estuvo muy a favor de la Guerra Civil española). Así que la guerra no da buena publicidad.
Contra la investigación genética no tiene mucho que hacer. Es un tema que no arrastra pasiones. Poca gente se va a convencer que hay un alma en un cigoto. Gran parte de los cigotos se van, de manera natural, por el retrete, haciendo de la naturaleza y de su dios el más grande abortista. No es un tema para defender sin tener que dar demasiadas explicaciones metafísicas, y la publicidad no se hace con explicaciones metafísicas.
Creyó que oponerse al matrimonio homosexualidad le daría réditos, pero vaticino que no insistirá con tanto ahínco en este tema, en el que las cosas se han aceptado con la mayor naturalidad por la mayoría, y en donde no tendrá nada que rascar.
El aborto le importó nada o muy poco a la religión cristiana hasta tiempos muy recientes. Ni en el Antiguo Testamento, ni en el pensamiento atribuido a Jesucristo, ni en los textos de Pablo de Tarso, ni en los Padres Apologetas se encuentra ninguna alusión a que el aborto sea pecado (y hay alusión detallada a lo pecaminoso de muchas cosas más nimias). No hubo postura oficial hasta 1869, con Pío IX. Sin embargo, hoy se castiga con la excomunión. En honor a la verdad, hay textos de cristianos tempranos que reprueban el aborto, pero lo hacen porque suele ser la manera de ocultar un adulterio, o porque rompía el vínculo entre sexo y procreación (Agustín de Hipona, más conocido por su nominanción cristiana de San Agustín), y no porque fuera homicidio.
Por una parte, la Iglesia Católica actual lo asimila al asesinato (aunque no ha declarado infaliblemente que eso sea así), incurriendo en la contradicción de equiparar un feto sin un sistema nervioso que le permita tener un “yo” a una persona que sí lo tiene. Por otra parte, a pesar de que apenas haya habido ningún caso de condena por aborto fuera de los casos que recoge la ley, nunca ha pedido que haya que equipararlo con las penas que sí se aplican al asesinato (el aborto debería tener la agravante de premeditación). Incurre, de esta manera, en la contradicción de tolerar penas muy distintas por delitos que considera iguales.
Pero el tema toca fibras sensibles. Se pueden mostrar fetos de ocho meses como prueba del horror del aborto antes de los tres meses. También se pueden mostrar imágenes de fetos más tempranos, pero, por impactantes que puedan parecer, son casi indistinguibles de un feto de chimpancé o de delfín, con lo que la argumentación vía impacto emocional puede perder su sentido.
Así, el aborto es prácticamente el único tema en que la Iglesia Católica puede (i) mostrar una postura distinta de la mayoría de los grupos sociales no religiosos, (ii) decir que tiene, en ese tema, una postura de defensa de los derechos humanos mayor que esos grupos y (iii) esperar convencer a alguien de que eso es así y que, por tanto, tiene superioridad moral.
No les deseo suerte.
Ni yo, y menos como mujer. Muy buena exposición.
ResponderEliminarDecir que la Iglesia no ha considerado hasta fechas recientes el aborto como un homicidio es un dislate. El aborto ha sido reprobado en todas las culturas y en todos los tiempos, pero sólo en la occidental ha logrado desde el siglo XIX una gradual implantación, que alcanzó su punto más alto en la revolución sexual del 68. Desde entonces no ha hecho más que decaer. No ha sido sólo la Iglesia quien lo ha puesto en cuestión, sino gran parte de la sociedad civil. El poder democrático, sin embargo, ha sabido dividirla con los falsos dilemas impuestos por el rodillo parlamentario, representante de intereses creados.
ResponderEliminarNo es una contradicción pedir penas más leves para la madre que para el facultativo, ya en aquélla pueden darse eximentes incompletas y en éste existe el agravante del lucro. Pero, para ser justos, concedo que las madres que fuera de los supuestos de fuerza mayor acceden al aborto no deberían ser exculpadas por completo. Otra cosa es que se opte por una política penal distinta, más popular.
En cualquier caso, la novedad es el aborto, no oponerse a él. Propongo a los contramanifestantes una consigna: "Por el derecho al aborto, contra cinco mil años de incivilización".
Lo de los chimpancés supongo que lo dirás por los niños negros. Esos sí que se parecen.
ResponderEliminarClidice:
ResponderEliminarGracias.
irichc:
Yo no he dicho que no lo considerara. He dicho que no ha habido postura oficial hasta 1869. He dicho también que había voces que lo reprobaban, pero que no se consideraba un homicidio y, mucho menos, un asesinato. La sociedad pone muchas cosas sobre la mesa, al ir evolucionando. Unos proponen unas, otros otras, unos se oponen a unas y otros a otras. Que sea novedad o no el aborto no hace nada a su cuestión ética. Que la Iglesia Católica tome este asunto y no otros es cuestión de sus prioridades.
No está mal el lema. Vale para el sufragio universal, la igualdad de las mujeres, los derechos de los homosexuales, ... hasta para la paz en el mundo.
Ni tú ni nadie puede, a simple vista, distinguir un feto de un mes de muchas de las especies de mamíferos. Mucho menos de la mayor o menor pigmentación de su piel.
Yo salgo en portada con el tema a las 0:01 je... Luego vuelvo y comento aquí.
ResponderEliminarUn saludo.
Me pilla bien, con mi horario californiano.
ResponderEliminarSaludos.
He dicho también que había voces que lo reprobaban, pero que no se consideraba un homicidio y, mucho menos, un asesinato.
ResponderEliminarY yo he dicho que no es cierto. Deberías saber lo poco innovadora que es la Iglesia, y que si un Papa impone doctrina "ex cathedra" alguna vez, suele ser porque ya hay muchos precedentes en los escritores eclesiásticos. Pero es que en este caso el precedente está incluso en el mismo Evangelio. Juan Bautista profetiza al Mesías desde el vientre de su madre. Si te interesase algo la música litúrgica, a lo mejor te sonaba el "benedictus fructus ventris tui".
No está mal el lema. Vale para el sufragio universal, la igualdad de las mujeres, los derechos de los homosexuales, ... hasta para la paz en el mundo.
De cuatro que has citado, los cuatro son tonterías innecesarias. Tanto el sufragio universal (¿por qué no una tecnocracia?) como la igualdad de las mujeres (entendida como discriminación positiva), los derechos de los homosexuales (ídem, y me ahorro comentarios por ser ya conocida mi opinión) o la panacea irenista son filfas, aunque no al mismo nivel.
Ni tú ni nadie puede, a simple vista, distinguir un feto de un mes de muchas de las especies de mamíferos.
Ya te digo que a una cierta distancia tampoco distingo bien a los negritos de los chimpancés.
Irichc:
ResponderEliminarYo he dicho que había voces cristianas que no lo reprobaban como homicidio y eso es cierto. Tú dices que había voces que sí y también será cierto. La posición oficial de la iglesia es de cuando es. Eso no lo puedes cambiar.
No distingues un chimpancé de un negro, ni las ventajas de una democracia sobre una tecnocracia (¿o teocracia?), ni la igualdad de derechos frente la igualdad de constitución,... Y así todo te permites opinar. La ignorancia es muy atrevida, ya sabes.
Tranquilo José Luis.
ResponderEliminar¿Qué se puede esperar de un abogado de 30 años con ideología neonazi?
Seguro que irichc ya ha cogido el AVE (María purísima, sin pecado concevida) para estar puntual en Madrid.
Espero que nunca tenga que defender a ninguna persona de otra raza, religión u orientación sexual, porque dudo mucho de su profesionalidad.
Hola, otra vez, Manu:
ResponderEliminarLa verdad es que este irichc llevaba unos meses recluido en la metafísica, donde todo es inocente por inútil, pero ahora lleva unos días (mira su blog y sus comentarios en el Otto Neurath) en que justifica un disparate con otro mayor.
irichc:
¿Es cierto eso de que eres neonazi? Tus últimos comentarios sobre negros, mujeres, homosexuales y democracia son sospechosos.
Los referentes a los negros son irónicos. El que aplica criterios racistas eres tú por basarte en la apariencia física para determinar la inclusión de un ser humano a su especie, o para tenerlo por digno de protección jurídica.
ResponderEliminarRespecto a las mujeres, no me retracto de nada. Tampoco en lo relativo a los homosexuales (en tanto que militantes políticos: gays) y a la democracia. Lo de "neonazi" es una estupidez a la que no pienso contestar, con la esperanza de que las entendederas te den más de sí que a Manu.
Yo he dicho que había voces cristianas que no lo reprobaban como homicidio y eso es cierto.
ResponderEliminar¿Pero cómo quieres que haya algún cristiano partidario de abortar al Bautista? El aborto es contrario a derecho natural, y el cristianismo en nada se apartó de las posiciones iusnaturalistas de su época. Por favor, aporta esas citas tan esclarecedoras que dices tener.
Jamás me he basado en la apariencia física para determinar nada acerca de la inclusión de un ser humano a su especie. No juegues con mis palabras.
ResponderEliminarHe dicho justo lo contrario: las apariencias de los fetos no son argumentos, así que quienes así las usan, como los antiabortistas que nos ponen imágenes de fetos de ocho meses y de niños de dos años para decir algo sobre fetos de menos de tres meses, sólo pueden justificarlo para apelar a la emoción.
El tema del aborto nunca es el tema de haber abortado a tal Juan o tal Pedro, pues no hay nadie a quien abortar.
ResponderEliminarQue el aborto sea contrario al derecho natural te lo estas inventando a medida que hablas. Nadie (ni los iurisnaturalistas) saben lo que es el derecho natural. Incluso si se descubriera el código civil natural en alguna excavación arqueológica de nuestro cerebro, podemos optar por no hacerle ningún caso.
el derecho natural es el conjunto de normas basadas explícitamente en las leyes de la naturaleza. Y, entre ellas, por supuesto, en las de la biología. Como no existe ninguna otra especie que aborte a sus crías voluntariamente, es algo contrario a la naturaleza, y, por tanto, al derecho natural.
EliminarArivalia
ienvenido al blog, Arivalia.
EliminarNo sé qué normas son esas basadas en las leyes de la naturaleza. No sé de ningún código moral escrito en ella. Ninguna especie se hace operaciones a corazón abierto para salvar una vida. Supongo que eso será contrario a la naturaleza y, por tanto, al derecho natural.
No sé si te das cuenta que con estos conceptos tan imprecisos lo único a lo que acabarás llamando derecho natural será a tus propios preferencias morales.
también somos la única especie que puede padecer enfermedades cardiovasculares. Ninguna otra especie que viva en su entorno natural las padece.
EliminarArivalia
Rectifico.
ResponderEliminarPerdón por mis cortas entendederas.
Lo de neonazi es suposición personal y tal vez me equivoque, así que me disculpo.
Quería recatalogarlo objetivamente como abogado barcelonés de 30 años, con declarada misoginia, homofobia y demás virtudes cristianas.
Y no hace falta que conteste:
http://fvoluntaria.blogspot.com/
http://antiqueer.blogspot.com/
http://www.blogger.com/profile/03170617247914370573
Sin más (ni menos).
"Lo de los chimpancés supongo que lo dirás por los niños negros. Esos sí que se parecen."
ResponderEliminarOh, me encanta. Creo que estáis malinterpretando a irichc. En realidad es un Franz De Waal pero a lo grande. Rebosa empatía. Sólo alguien así, con tanto amor dentro, podría igualarnos al chimpancé con tanta naturalidad. Ya lo vaticino: este hombre va a hacer más por los derechos de los animales que mil Peter Singer juntos :D
Un placer leerte, José Luis. Como siempre.
Hugo:
ResponderEliminarEs lo que tiene la metafísica, uno no sabe nunca si se habla en serio, en metáfora, en ironía o en qué.
El placer es mutuo.
Hola JL: tú has enfocado en tema a raz de la política, pero señalando y parcialmente la hipocresía católica, que sin duda desborda lo que dices en mucho más (un asunto que yo no he tocado pero que sí sale tirando del hilo de tu enfoque): los aspectos financieros creo que son mucho más significativos que los de la búsqueda de simpatía a la que apuntas; no hay que olvidar que la Iglesia vive de los aportes de los feligreses y... de la buena voluntad del Estado. La Iglesia en esto no es sino una organización burocrática más, con su jerarquía y sus estrategias de poder, y como tal compite con las otras aunque buscando más la presión para mentener el espacio que la sustitución. La hipocresía es en su historial una estrella de largo brillo... Su oposición a las guerras está condicionada a la diplomacia y al toma y daca. En esto llegó a ser más que condescendiente con el nazismo en su día... En un Estado laico gobernado por el PZOE, el capellán miitar sigue siendo una figura inseparable de los ejércitos, arrastrando la costumbre antigua y medieval tal cual: bendiciendo a los que van a morir y a los que han muerto por la patria... En fin... y apenas si he empezado a enumerar...
ResponderEliminarPero del otro lado pasa tres cuartos de lo mismo. Valoras al parecer la sensatez sobre el fanatismo, pero esa sensatez es justamente la base de la hipocresía. Y está en todos los sectores que aceptan unas u otras situaciones que "no se pueden cambiar" o con las que "hay que convivir"... La crítica, al margen de su posibilismo, sensatez o realismo, debería ir al fondo de las cosas. No sé si lo he dicho "todo" al respecto, pero lo he intentado a mi vez (y me gustaría conocer una mirada crítica diferente y creativa, no lo de siempre, aunque en fin...) La crítica y la puesta en cuestión tiene, a mi criterio, que apuntar a los hombres en general, donde no hay buenos y malos sino criaturas indefensas que para estar y en cuanto consiguen y están en el poder en alguna medida, justifican con "su" moral una conducta que intentan imponer a todos. La Iglesia no es peor que los "Rectores del Progreso", aunque parezca que se justifiquen en algo tan aparentemente "positivo" y "objetivo" como la Ciencia a la que usan también bajo la precondición política e ideológica, distorcionándola mediante extrapolaciones y ocultaciones parciales, etc.
Los debates populares se resolverán en uno u otro caso, en la cúspide y de resultas de la lucha interna. Los que se suman a la propaganda de unos u otros, sólo oficiarán de peones. Como ya ha pasado en el curso de los últimos 8000 años o más.
Un saludo.
Hola, Carlos,
ResponderEliminarGracias por tu comentario. También me he leído (partes de) tu entrada en tu blog. Estaba esperando a leerlo todo (es que es larga la entrada) para ver si tenía algo relevante que decirte.
Prefiero no hablar de todo a la vez por claridad y por brevedad. Ciertamente la dimensión política, con la hipocresía que conlleva, va mucho más lejos de lo que he expuesto.
Ocurre que el electoralismo y oportunismo de los partidos no es mala cosa en sí misma. Lo es si nos dejamos engañar. Precisamente queremos la democracia (los que la queremos) para que lo que hagan los políticos no sea del todo ajeno a las querencias mayoritarias de los ciudadanos y para que sus acciones puedan ser fiscalizadas. Este es el juego. Imperfecto, pero mejor que las alternativas que impiden lo uno y lo otro.
Claro que algún partido podrá su ideología como "la verdad", y quiera convencernos de que hay datos históricos, morales, científicos, religiosos o lo que sea que respalden eso. Algunas veces podrá ser, incluso, cierto. Pero la mayoría de las veces no será tal. Creo que los ciudadanos sabemos que lo que está en juego son cosas como si queremos más o menos redistribución de renta (que puede aumentar la igualdad a riesgo de incentivar el parasitismo) o cosas de este estilo, en las que intervienen las preferencias personales. O cosas como una política educativa u otra, en la que puede ser que lo que tengamos sea ideas vagas de cuál puede funcionar mejor o peor.
Pero he aquí que la Iglesia Católica quiere estar en misa y repicando. Pretende que sus verdades reveladas deben estar por encima de la ley. (Mis creencias están por encima de la ley, en el sentido que las creo mejores si están en conflicto con ella, pero no en el sentido de pretender que apelar a ellas me confieren un derecho especial en mi sociedad).
La Iglesia Católica puede gastar más saliva en oponerse al aborto que en otra cosa por varias razones:
(i) Porque cree que es el crimen más abominable,
(ii) porque cree que es el tema que más simpatías (y, por tanto, dinero), le va a dar.
Las dos cosas no son incompatibles, en principio, y tampoco tienen por qué ser las únicas razones.
Mi interés en la entrada era mostrar que las acciones de esa iglesia a lo largo de su historia hacen más plausible la explicación (ii) que la (i), colocando a esa iglesia al nivel de los partidos políticos y no al nivel de un grupo altruista que se dedique a filosofar sobre la moral.
Y eso es evidente: ES algo equivalente a un partido político, sólo que, siendo sin embargo bastante poco minoritario, prefiere comprtarse como una "minoría" parlamentaria de las hoy en uso, o sea, como bisagra y elemento de presión. Pero eso es lo que ya dije así que dejo sólo mi acuerdo con el diagónstico que en todo caso perfilo.
ResponderEliminarEn lo que veo una suerte de "debilidad" es en tu "resignación" política. Y ojo, claro que es mejor un "régimen" con fisuras que dejen libertad individual respecto de "regímenes" que ponen cemento y bocas de fusil y micros en todas las fisuras y responden con la marginación, el exilio, la prosión o la muerte (como menciono en mi post como verás), pero eso no me puede "paralizar" para la crítica y el despiece de los componentes, etc., para señalar que, por ejemplo, los "régímenes aceptables" son hoy utilizados de tal manera que son llevados de la mano de sus "dirigentes" (una de dos opciones globales y engañosas, etc.) hacia formas cada vez "menos aceptables" y que ello está inscrito en los propios mecanismos del "régimen aceptable", a saber, la legitimación "representativa" que nos parece "lo más aceptable" y que por ese motivo, precisamente, nos "engaña" y nos defrauda primero, y nos sorprende después con las bayonetas bajo el culo. La defensa de lo aceptable lleva pues a la expectativa del pavo de navidad de Thaleb...
Creo que esta síntesis debe ser seriamente considerada.
Un saludo.
No es resignación, es más bien aceptar cómo respondemos los seres humanos a los incentivos. Primer paso para proponer alternativas, defender opciones o apoyar candidatos.
ResponderEliminarJosé Luis:
ResponderEliminarLa apariencia humana sí que es un argumento, ya que nos muestra a las claras que se trata de un ser humano, esto es, que lo parece y que lo es. Las fotos que yo he visto comprenden el arco que va desde el límite legal de Aído hasta los estados más avanzados de gestación.
Viendo la cantidad de chorradas y disparates que es capaz de decir el tal 'Irichc' en sus blogs, con un lenguaje de lo más arcaico y relamido, todo sea dicho, sólo queda pedirle a su Dios (llámalo X) que le perdone, porque no sabe ni lo que hace ni lo que dice (y, presumiblemente, tampoco lo que piensa).
ResponderEliminarIrirchc:
ResponderEliminarUna de las primeras cosas que aprendieron los seres humano, y que los primeros filósofos la tomaron como base de su pensamiento, es que las apariencias engañan.
Cuidado, Jose Luis; ese argumento que parece una buena arma no es sino retórica (además de falsa conjuntamente con los sistemas filosóficos que se basaron en ella hasta que vino Schopenhauer y luego Nietzsche y luego... y la desmontaron. Irichc comparte esa retórica y así es como la discusión girará en el universo formal como un sistema dual y complementario (y si no ya lo verás). Sé que has apelado a esa arma porque estaba a mano (o a huevo si me apuras), pero, insisto, es retórica y sólo da lugar al idealismo racionalista ante cuyo tribunal enjuiciador la religión cristiana siempre estuvo dispuesta a someterse (San Agustín no fue Aristotélico porque sí) y las raíces socráticas tanto del cristianismo como de la ciencia positivista son ya indiscutibles. Hay que romper con ese esquema para situarse fuera del sistema dual en pugna (que además no es metafísico, sino "sociológico" por decirlo de algún modo, es decir, responde a "colores de camisetas" propias de "partidos opuestos", tal como en parte lo ves y lo vives). Y es precisamente la ciencia, más allá de sus razones de "estado" y sus dependencias las que nos pone las evidencias a la mano (dandonos intuitivamente la realidad asimilable por nosotros, la que nos puede valer operativamente en el mundo, y que es como "aparece" y "es" a la vez y al unísono).
ResponderEliminarThink about.
Un saludo.
Carlos:
ResponderEliminarGracias por la advertencia. Claramente, como dices, no es un argumento válido, ni él ni su opuesto. Es lo que he querido decir mostrándolo. Por si acaso, lo aclaro.
¡Bien (por mi modesta/inmodesta parte)! Justamente estoy a vueltas con varios borradores de post que en base a la "certeza" visible (intuitiva, claro) de que nada de los discursos -y menos cada vez- puede ser considerado como significante en sí mismo, se preguntan de qué hay realmente que discutir... qué más hacer sino señalar las intenciones en relación al poder que esconden...
ResponderEliminarUn saludo y un placer.
La cifra real de manifestantes fue de 55.000, con un límite de error del 15%:
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/articulo/sociedad/Contando/manifestantes/elpepusoc/20091018elpepusoc_2/Tes
También recomiendo esta entrada del blog: Misterios al descubierto:
http://misteriosaldescubierto.wordpress.com/2009/10/19/parabolanos-y-aborto/
Un saludo.
El primer periódico que comenzó a hacer cálculos de manifestantes basándose en algún parámetro objetivo fue, que yo recuerde, el abertzale Egin (¡qué cosas!) hace casi 30 años, con motivo de las muchas manifestaciones en unos y otros sentidos. Sobre todo a cuenta de las manifestaciones antinucleares de la época contra la planta de Lemóniz y las manifestaciones tras los asesinatos de sendos ingenieros, si la memoria no me falla.
ResponderEliminarCuando lo normal era hablar de 100.000 o 200.000 personas, de pronto Egin sacó que no pasaban de un par de decenas de miles (empezó con una manifestación afín al periódico, por cierto).
Su método era como el de El País, contar los metros cuadrados y hacer una pequeña estimación de personas por metro cuadrado en cada parte de la manifestación.
El País, con este método, en los últimos tiempos, tira un poco a favor de los convocantes porque supone siempre un número muy optimista por metro cuadrado (optimista para el convocante, no para las cuatro personas que, supuestamente, estaban ahí sofocándose mutuamente).
Así que siempre he pensado que a todas las manifestaciones va mucha menos gente de la que se dice, no ya por los convocantes, que a eso nunca hay que hacer caso, sino oficialmente.
Estoy de acuerdo que se debe combatir con argumentos y rigor el pensamiento dogmático de las sectas religiosas. No obstante, el aborto siempre es un fracaso tecnológico que puede arrastrar hacia la depresión a la mujer que haya ejercido ese derecho.
ResponderEliminarPor otro lado, la definición de conciencia topa con el típico problema de fronteras difusas: la frontera entre pensamiento consciente y no-consciente es borrosa; igual que entre un embrión, feto y ser humano con derechos humanos; igual que entre vida y no-vida (virus, por ejemplo). Es un caso de propiedad emergente. Del mismo modo que la vida está formada de componentes ”muertos”, la conciencia esta formada de procesos no-conscientes, a su vez hechos de pedazos no-vivos.
Divago la parrafada anterior para preguntarme y preguntar en qué momento empieza la conciencia: ¿en el embrión, en el feto, en recién nacido? Por lo que a mí respecta, no lo tengo nada claro, más aún, estoy en un mar de dudas. Complicado el tema ”aborto a conciencia”.
Hola, José Manuel:
ResponderEliminarBienvenido por aquí.
La pregunta sobre en qué momento empieza la consciencia no tiene una respuesta, puesto que no hay tal cosa como ahora sí, ahora no. La consciencia se forma de manera gradual. Lo sabemos por el desarrollo de un ser humano, por la evolución de la especie humana, por la comparación de distintas especies animales y por el desarrollo de las enfermedades mentales.
No quiere decir que no sepamos nada. Sabemos que sin sistema nervioso no hay consciencia, ni la más mínima, y sabemos que en el tercer mes de desarrollo fetal no hay conexiones nerviosas y, por lo tanto, no hay sistema nervioso.
Por fin... no se cumplió la precondición:"tenía algo relevante que decirte"; ni siquiera "con mi horario californiano"... Bue... otra vez será...
ResponderEliminarCarlos:
ResponderEliminarLo prometido es deuda. Acabo de dejarte un comentario en tu blog. Lo reproduzco aquí, por si a alguien le engancha. Si es así, le sugiero ir al blog de Carlos y seguir allí esta parte de la discusión.
"Estoy de acuerdo en que la dinámica de grupos y la consecución y mantenimiento del poder forman una fuerza poderosa que retuerce argumentos hasta la hipocresía. Esto no impide que la dinámica pueda dar buenos resultados si se hace en un contexto de sociedad abierta y democrática y no como luchas fraticidas.
En la adscripción a uno valores u otros, ocurre que normalmente las personas nos dejamos llevar más por unas pocas reglas que nos parecen sensatas que por una reflexión profunda de cada tema. La adscripción a unas u otras reglas puede depender de la personalidad de cada uno y de la ideología con que se haya educado.
Esto hace que, aunque los temas y problemas sociales sean muchos y, a menudo independientes unos de otros, los individuos no tomen posiciones independientes en cada tema. La actitud frente al aborto está relacionada con la actitud frente a las desigualdades sociales, por ejemplo, cuando no hay razón lógica para ligar una a la otra.
Esto se aprovecha por cada grupo de poder y nos puede ayudar a entender la estrategia de argumentación o de oportunidad de planteamiento del tema por parte de cada grupo.
Pero los grupos no son ajenos a la evolución de las ideas y de la aceptación o no de nuevas ideas. Y a esto último no es ajena la buena o mala razón que subyace a la propia idea. Buena o mala razón entendida en dos aspectos. El primero en que se siga del progreso científico e intelectual y la segunda que permita una vida y una sociedad mejor (estable, próspera,...). Los grupos que integren en su discurso este tipo de razones tenderán a alzarse con el poder en las sociedades democráticas.
Así que no es del todo malo que haya lucha por el poder, si para alcanzarlo conviene armarse de razones.
El tema del aborto no ajeno a todo esto. Podemos analizar la estrategia y uso acaso hipócrita de cada uno de los lados, pero eso no nos llevará a aquellos que creemos que es posible tratar el tema de una manera desligada a los grupos de presión, a entender si su aceptación o no y en qué términos, es conveniente y moralmente aceptable para la sociedad.
En este contexto, yo creo que la postura de aceptación del aborto es la mejor idea, por dos motivos. Primero porque científicamente sabemos que en el embrión-feto de menos de tres meses no hay nadie a quien estemos haciendo un daño. Segundo, porque los sentimientos morales de todos nuestros conciudadanos coinciden en no considerar el aborto como un asesinato. Es cierto que hay gente que DICE que es lo mismo, pero con ninguna de sus obras respalda esta opinión.
A no ser que la propaganda en contra sea muy efectiva (y muy hipócrita, tergiversando hechos y opiniones), la postura favorable tendrá las de ganar para imponerse."
Para irichc
ResponderEliminarHasta 1877 en españa uno necesitaba cumplir tres requisitos para ser considerado persona: nacer con forma humana, vivir 24 horas separado de la madre y estar bautizado. Así era desde que los reyes católicos legislaron al respecto. Para que se vea las condiciones que una legislación religiosa impone.
Por supuesto para bendecir guerras y cruzadas nunca hizo falta dar justificación si el enemigo no cumplia ni siquiera la condición de ser persona. Algo parecido con los indiecitos, que adquirian sus derechos de persona solo tras ser rociados de agua, nada de hálito divino 22 semanas antes de la vigesimo segunda semana de gestación.
Cinco mil años de civilización dice, haga el favor, por favor.
Respecto a agravantes y eximentes creo que consanguinidad es tambien un agravante para la madre si le gusta considerlo como homicidio (¿podriamos añadir premeditación al guiso también?)
César Vidal Manzanares:
ResponderEliminarEl infanticidio era no sólo común en el mundo clásico, sino además totalmente
tolerado y legitimado. Séneca contemplaba el hecho de ahogar a los niños en el
momento del nacimiento como algo provisto de razón, y, por supuesto, la idea de
que debiera mantenerse la vida de un hijo no deseado provocaba una repulsa
directa. Al respecto, debe recordarse que Tácito censuró como una práctica
"siniestra y perturbadora" el que los judíos condenaran como "pecado el matar
a un hijo no deseado" (Historias, 5, 5). No se trataba, desde luego, de
excepciones. Platón (República, 5) y Aristóteles (Política 2, 7) habían
recomendado el infanticidio como una de las medidas políticas que debía seguir
el Estado.
Por supuesto, los niños abandonados o muertos tras nacer pertenecían a ambos
sexos, pero, de manera ostentosamente preferente, este triste destino recaía en
las hembras o los enfermos. [...] Recientes excavaciones han dejado de
manifiesto que de las docenas de niños arrojados a la muerte en una ciudad
mediterránea de la época la inmensa mayoría eran hembras. Que los hombres
superaran a las mujeres demográficamente en una proporción de 131 a 100 en la
ciudad de Roma y de 140 a 100 en Italia, Asia Menor y África no era sino
consecuencia de la nula consideración que se tenía socialmente hacia el sexo
femenino. ¿Acaso podía ser de otra manera cuando era rara la familia que
aceptaba en su seno más de una hija? De acuerdo con un estudio arqueológico
realizado por Lindsay, de seiscientas familias estudiadas en una de las ciudades
del imperio solo seis -es decir, el 1 por 100- contaba con más de una hija.
[...]
La posición del cristianismo primitivo hacia el aborto y el infanticidio no
tardó en convertirse en una abierta denuncia dirigida a las más altas instancias
del imperio. Atenágoras (Apología 35) ya señaló en el siglo II al emperador
Marco Aurelio que "decimos a las mujeres que utilizan drogas para provocar un
aborto que están cometiendo un asesinato, y que tendrán que dar cuentas a Dios
por el aborto... contemplamos al feto que está en el vientre como un ser creado,
y por lo tanto como un objeto al cuidado de Dios... y no abandonamos a los
niños, porque los que los exponen son culpables de asesinar niños". Sabido es
que la apología no disuadió al emperador de convertirse en un perseguidor de los
cristianos. Pero tampoco la persecución apartó a los cristianos de sus puntos de
vista. A finales del siglo II, Minucio Félix (Octavio 33) volvía a condenar el
aborto y lo relacionaba -con razón- con la propia mentalidad pagana.
(César VIDAL, El legado del cristianismo en la cultura occidental, col.
"Espasa-hoy", ed. Espasa-Calpe, Madrid 2000)
"La Iglesia Católica española ha hecho del aborto su punta de lanza para mostrar su superioridad moral." cierto igualito que en el pasadp con la trata de esclavos:
ResponderEliminarhttp://www.combonianos.com/MNDigital/index.php?option=com_content&task=view&id=2469&Itemid=160
"Pero su lucha y empeño, junto al de otros clérigos comprometidos y anónimos, fueron creando una corriente antiesclavista que, principalmente, quedaba recogida en las numerosas cartas de misioneros dirigidas a la Sagrada Congregación de Propaganda Fide. Ésta fue fundada en enero de 1622 y, desde muy pronto, comenzaron a llegar las quejas, exponiendo las consecuencias funestas de la esclavitud y el obstáculo que ésta suponía para su trabajo apostólico. El Papa Urbano VIII (1633-1644), en carta dirigida al representante de la Santa Sede en Lisboa, el 22 de abril de 1639, condenaba la esclavitud y amenazaba con excomunión a los que la practicasen.
En aquella época, la Corona de Portugal estaba unida a la de España, pero las autoridades hicieron todo lo posible para que esta condena y amenaza no se difundieran. Sin embargo, misioneros y otras personas sensibles seguían insistiendo en esta misma dirección y consiguieron la intervención del Santo Oficio que, el 20 de marzo de 1686, volvió a condenar la esclavitud.
Pero tampoco esta decisión fue difundida y, oficialmente, se continuaba ampliando esta práctica. A pesar de todo, el antiesclavismo se abría paso insistentemente y fue tomando más cuerpo en la mitad de este siglo. Como en los casos anteriores, las voces abolicionistas provenían del Nuevo Mundo y sus protagonistas eran también clérigos.
Especial relevancia tuvo el capuchino Francisco José de Jaca, que ejerció su ministerio en La Habana; su obra, “Resolución sobre la libertad de los negros y sus originarios en el estado de paganos y después cristianos”, se publicó en 1686 y es un alegato contundente contra la condición, estado y situación de los negros en América.
Su conclusión es clara: “Que dichos negros y sus originarios no solamente en cuanto a cristianos son libres, sino también en su gentilicio estado. Y por tanto, no sólo hay obligaciones de restitución a su justa libertad, sino también en rigor de justicia lo que de sus antecesores padres heredar pudieran, lo que ellos han podido enriquecer en el tiempo perdido en ella, sus trabajos y daños que a los tales han seguido”. Su obra fue incluida en el Índice de los libros prohibidos.
El P. Cañas, un intelectual al servicio de su pueblo
El siglo XVIII se abría con nuevas condenas al tráfico negrero por parte de la Santa Sede. Bajo el pontificado de Clemente XI (1700-1721), la Congregación de Propaganda Fide se dirigió, en 1707, a las Cortes de Madrid y de Lisboa para que cooperaran en la extirpación de este comercio; se recomendaba, incluso, que los esclavos tuvieran descanso el sábado, además de los domingos y días de fiesta.
En diciembre de 1741, el Papa Benedicto XIV (1740-1758) publicó la constitución apostólica Immensa, en la que expresamente se condenaba la esclavitud de los indios y su contenido fue también aplicado a los negros. Cuando a finales de este siglo los movimientos antiesclavistas ganaron cuerpo en Europa y América, la Santa Sede colaboró en su fortalecimiento, animando a todos a luchar contra la esclavitud."
Anónimo:
ResponderEliminarQue haya habido voces entre los cristianos en contra de la práctica del aborto en el pasado no lo he negado. Puedes poner los testimonios que quieras, pero sigue siendo cierto que la Iglesia Católica no lo condenó equiparándolo a la muerte de un ser humano hasta 1869 y que antes de eso, desde San Agustín a Santo Tomás, cuando se manifestaban las voces doctas de la iglesia en contra del aborto no era porque se considerara un asesinato.
La Iglesia Católica nunca fue vanguardista en la lucha contra la esclavitud. En las sociedades católicas donde tenía toda la fuerza del estado la permitió sin problemas durante siglos. Sólo en los EEUU un grupo cristiano, los cuáqueros formó parte de la lucha por la emancipación. Eran, y siguen siendo, una minoría muy pequeña entre los cristianos.
En cualquier caso, mi tesis es que la actitud de la Iglesia Católica en España hoy día se entiende mejor desde la perspectiva de buscar apoyos haciéndose pasar por superior moralmente que por defender activamente una causa que considera, con hechos y no palabras, justa.
Otros pro-abortistas alegan que los Padres y Doctores de la Iglesia no tenían una doctrina clara sobre el tema. Sin embargo, aunque San Agustín, Santo Tomás de Aquino y San Jerónimo tuvieron dudas acerca del momento de la insuflación del alma en el cuerpo debido a la teoría de Aristóteles de que los niños en gestación no se hacían humanos hasta 40 días después de la concepción, la Iglesia ha sostenido desde sus inicios la sacralidad de la vida en gestación. Así en la Didajé II, 2 se lee: "No matarás a un niño no nacido ni a un niño recién nacido" y en las Epístolas de Barnabás, que vivió entre los años 70 y 138, dice: "Amarás a tu prójimo más que a tu propia vida. No matarás a un niño por medio del aborto" (Vol. II, pg 19). También Tertuliano (A.D. 197) en su obra Apologeticus (pg. 9) afirmaba: "Para nosotros (los cristianos) el asesinato está terminantemente prohibido; por lo cual, incluso cuando el niño está en el vientre, mientras la sangre de la madre sirva para formar el ser humano, no nos es lícito destruirle. Prohibir el nacimiento no es más que un asesinato... Es hombre aquél que se convertirá en un hombre; el fruto está siempre presente en la semilla".
ResponderEliminarAtenágoras de Atenas, en carta a Marco Aurelio en el año 177 conocida como Legatio pro Christianis (Súplica en favor de los cristianos) decía así: "Aquellas mujeres que utilicen drogas para abortar cometen un asesinato, y tendrán que dar cuentas a Dios por su aborto". Clemente de Alejandría (c. 155-220), sacerdote y "Padre de Teólogos" dice así en sus escritos: "... si no matáramos la raza humana que nace y se desarrolla según el plan de Dios, viviríamos toda nuestra vida en armonía con la Naturaleza. Las mujeres que hacen uso de alguna clase de fármaco abortivo mortal, matan, no sólo al embrión, sino, con él, toda la bondad humana."
El teólogo Minucio Félix (c.200-225), en su obra Octavius (pg. 30) pone el dedo en la llaga de la verdadera naturaleza del aborto: "... hay mujeres que, por el uso de pociones medicinales, destruyen la vida no nacida en sus entrañas y asesinan al hijo antes de darle a luz. Estas prácticas derivan, sin duda, de una costumbre establecida por vuestros dioses. Saturno, aunque no abandonó a sus hijos, ciertamente los devoró". Esto recuerda la frase de San Pablo acerca de los sacrificios antiguos a los dioses: "lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican" (I Cor.10:20). Sin duda que los dioses modernos a los que se sacrifican los niños en el siglo XX son los mismos demonios del egoísmo, la lujuria, la pereza, la cobardía, la avaricia... Y sin duda que los cuerpos descuartizados de los niños abortados no se distinguen en nada de los sacrificios humanos que los paganos ofrecían a sus dioses.
De ello ya advertía San Agustín en su De Nuptius et Concupiscus: "A veces esta crueldad lasciva o lascivia cruel llega tan lejos como para provocar una perniciosa esterilidad, y si esto falla, el feto en el vientre es asfixiado o evacuado de una forma u otra, en el deseo de destruir al vástago antes de que tenga vida o, si ya vive en el vientre, matarlo antes de nacer." También Santo Tomás afirmaba que "el aborto es un pecado grave contra la Ley Natural", y lo mismo han afirmado todos los Papas y Concilios que se han pronunciado sobre este tema a lo largo de la historia. El más señalado de ellos fue el Papa Pio IX, que en 1869 equiparó todas las penas por aborto en cualquiera de sus etapas, eliminando del Derecho Canónico la distincción entre feto animado e inanimado. Es en esa fecha que la Iglesia establece formalmente la doctrina de que el alma llega al cuerpo en el momento de la concepción, aunque tal doctrina no era una novedad, pues ya en 1621, el médico oficial del Vaticano, Paulo Zacchia (Quaestiones Medico-Legales: Cuestiones 7 y 16) sostenía que la animación se producía en el momento de la concepción y que el desarrollo físico del niño era continuo.
"Aun durante los muchos siglos en que la práctica penal y penitencial de la Iglesia se basaba en la teoría de la animación retrasada, esto nunca afectó la condenación del aborto.Cualquiera que fuese la posición que se tomara sobre el comienzo de la animación, o sobre cuando el feto es un ser humano en el sentido estricto del término, se consideraba el aborto como un mal desde el momento de la concepción y el momento de la animación nunca se veía como una línea moral divisoria entre lo que se puede o no permitir. (John Connery. Aborto. El desarrollo de la perspectica católico romana. 1.977)
ResponderEliminarSegún B. Haering: La Ley de Cristo II, 228: "La Iglesia consideró siempre el aborto como un asesinato especialmente horrible. Los más antiguos documentos de la tradición cristiana hablan de este crimen auténticamente pagano con profunda repulsión. Ya los Concilios de Elvira (306), de Ancira (314) y de Trullo (602) decretaron la excomunión contra los que practican el aborto, y en caso de arrepentimiento la aplicación de penas canónicas durante largos años".
ResponderEliminarY en la página 224 dice: "Los escolásticos de la opinión de Aristóteles jamás dedujeron que un aborto realizado antes de los 40 u 80 días respectivamente no constituía un crimen. Sin embargo, esta opinión suavizó a veces el rigor de las penas eclesiásticas. Si la opinión de Aristóteles fuera cierta, no se podría decir que el aborto practicado antes de la animación por el alma espiritual constituyese realmente asesinato de un hombre perfecto; pero sí habría que decir que era un ataque antinatural contra una vida que estaba destinada por Dios a recibir el alma espiritual. Sería, pues, un verdadero crimen".
el primer libro cristiano conservado y que no está incluido en el canon, el libro de la Didajé, contiene dos textos en los que se expresa la irreconciliabilidad del aborto con la ética cristiana. A partir de ese texto de la Didajé, arranca una tradición que se puede sintetizar en el título de la obra de Martelet sobre el aborto: «Veinte siglos de defensa de la vida». Quizá uno de los textos más representativos de esa tradición es el de Tertuliano: «También es hombre el que lo va a ser, igualmente que todo el fruto ya está contenido en la semilla».
ResponderEliminarSin embargo, muy pronto penetra en la tradición de la Iglesia la discusión sobre la recepción del alma racional, basada en las ideas filosóficas de Aristóteles, en los conocimientos científicos de Galeno y en la incorrecta traducción de Ex 21, 22-23. Se tiende a relacionar la recepción del alma racional con la adquisición de forma humana por parte del nuevo ser. De ahí surge la distinción entre «feto formado» y «feto no-formado» que, siguiendo una vez más a Aristóteles, acontece a los 40 días si se trata de un feto varón, mientras que sucede a los 80-90 en las mujeres. La llamada tesis de la animación retardada comienza a ser dominante en la tradición cristiana a partir del siglo VII. Al menos durante once siglos (desde el siglo VIl al XVII, ambos inclusive), la tesis de la animación retardada del feto es dominante en el conjunto del pensamiento católico en relación con el aborto. Y además, durante al menos seis siglos (del siglo XI al XVI, ambos inclusive), la tesis de la animación retardada fue defendida prácticamente por todos los autores católicos. Santo Tomás, por ejemplo, estaba convencido de que la recepción del alma racional acontecía después de que el feto había adquirido forma humana.
Esta distinción quedará recogida en la literatura canónica (por ejemplo en el famoso Decreto de Graciano) y llevará a ciertas importantes conclusiones: el aborto, practicado antes de la animación o recepción del alma racional, será calificado de «quasi homicidium», «tendit ad homicidinm»... y las penas canónicas impuestas tenderán a ser menores que si se realiza después de la adquisición de fonda humana. Otra repercusión importante será la práctica eclesial de la no-administración del bautismo a fetos vivos abortados, pero carentes de forma humana. Sin embargo, esta distinción entre feto formado y no-formado no lleva a una modificación de la línea, iniciada por la Didajé, de considerar el aborto incompatible con la ética cristiana (en contra de la opinión repetidamente expresada por E. Miret). La única consecuencia relevante se relacionará con la dramática situación en que el embarazo pone en peligro la vida de la madre, y el feto no está aún formado: un pequeño grupo de autores -entre ellos, el famoso moralista jesuita Tomás Sánchez- afirmará como probable la legitimidad de tal tipo de aborto. Todavía san Alfonso M.' de Ligorio considerará la postura de Sánchez como «menos probable».
Desde el siglo XIX, la tesis contraria de la animación inmediata -que ya había comenzado a apuntar en el siglo XVII por influjo especialmente de algunos médicos: Fyens, Gassendi, Zacchia- se hace claramente dominante en la tradición católica. En cualquier caso, la tesis de la animación retardada se mantiene minoritariamente dentro del Neotomismo. El Código de Derecho Canónico (1917) ya no aludirá a la distinción entre feto formado y no-formado.
El texto anterior es del gran bioetico,ya fallecdo, padre JAVIER GAFO;consultado en:http://www.mercaba.org/FICHAS/CRISTIANO/645-02-1.htm
ResponderEliminarLo que vemos de todo esto es que hubo escritores cristianos que equiparaban el aborto al asesinato y escritores cristianos que no lo hacían. La postura oficial de la Iglesia no se decantó por lo primero hasta hace poco.
ResponderEliminarLa Iglesia Católica ha entrado en conflicto con reyes y otros poderosos que debían en principio obediencia al Papa, por cosas más nimias como el divorcio, pero nunca por el aborto.
"cálculos de manifestantes basándose en algún parámetro objetivo";permiteme volver, por favor a la polemica del numero de manifestantes:Manifestaciones pro-aborto en enero 2008: la más grande, apenas 1.000 personas http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=10077
ResponderEliminarNo hace falta ser un Lynce…http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=5027 http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/imprimir.php?id_noticia=14976
En democracia no se toman decisiones basadas en la cantidad de manifestantes. Importan los votos. En ausencia de ellos, las encuestas suelen atinar mejor con las mayor'ias que contar manifestantes.
ResponderEliminarLa voz realmente autorizada para hablar del tema no es la religión, sino la ciencia.
ResponderEliminarHabría que establecer a partir de cuándo se le puede considerar a un conjunto de células, un individuo humano y por qué.
Resuelto ese ejercicio, complicado y engorroso, será fácil determinar en qué momento un aborto es un asesinato y en qué momento no.
Un saludo.
En realidad ni la ciencia ni nadie (y menos la religión que habla desde el prejuicio) puede determinar absolutamente desde cuándo se es ser humano porque no existe tal definición absoluta. Lo que hay es un acuerdo entre las personas para hacerlo. La ciencia puede ayudar a decir, por ejemplo, que en cualquier sentido no prejuicioso del término, no hay ser humano hasta que no hay sistema nervioso (y desde que empieza a formarse todavía debe pasar un tiempo).
ResponderEliminarPero además, la ciencia nos ayuda a conocer las características de un embrión de 5 semanas y las de un feto 5 meses, el cual ya está infestado de humanidad, por lo que si se le mata, se comete un acto de perfidia tan deplorable como cualquier asesinato.
ResponderEliminarAhora que estoy con el tema, no entiendo cómo hay gente que puede considerar una persona a un óvulo fecundado. El argumento de que si no se le destruye llegará a ser tan igual como nosotros, es bastante pobre, pues el óvulo que es expulsado todos los meses, también hubiera llegado a ser tan igual como nosotros, si la mujer hubiera tenido relaciones en su período fértil.
Un saludo.
No solo el óvulo no fertilizado, la mayoría de los óvulos fertilizados se van por el retrete. La minoría se implantan y pueden acabar en un alumbramiento si no se produce un aborto espontáneo o provocado.
ResponderEliminarExacto. El 60%, cifra que presenta una pregunta insoslayable: ¿Es moralmente aceptable pretender tener hijos, considerando a un óvulo fertilizado una persona, a sabiendas de que el 60% de ellos (incluso ya embriones) son expulsados antes de convertirse en fetos?
ResponderEliminarLa excusa es que esas "muertes" serían naturales, como las de un terremoto, en las que no habría culpa humana. Si embargo los humanos tomamos acciones para evitar las muertes por causas naturales y lamentamos esas muertes cuando ocurren. Nada de eso sucede con los óvulos fertilizados y no implantados.
ResponderEliminarel 90 % de tu entrada está basada en prejuicios. un punto de vista muy poco científico...
ResponderEliminarcon conociemientos de biología es obvio saber que abortar es matar una vida que se está gestando, y que lo quieras o no es vida. no soy católico, y no necesito serlo para saber que abortar está mal.
¿qué pensaríamos de la iglesia si aceptara el aborto? quita tus prejuicios y podrás argumentar mejor.
Anónimo:
ResponderEliminarEsta entrada no intentaba decir nada acerca de si un cigoto o un embrión de unas pocas semanas es un ser con derechos. Trataba de la postura de la iglesia católica sobre el tema.
Sobre si el cigoto o el embrión de pocas semanas es un ser al que deberían otorgarse derechos me explayé más en esta otra entrada y en sus comentarios:
http://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2009/04/la-teoria-de-la-evolucion-la-historia.html
Según tú solo necesitas saber que el cigoto es una vida en gestación para saber que abortar está mal. Es un argumento muy pobre. Cualquier célula puede ser el origen de una nueva vida y no tenemos problema en que no se siga ese proceso de clonación.
Una pregunta, que no estoy muy puesto, la iglesia se opone al aborto desde la concepción, ¿verdad? Pero igual que se oponen al uso de medios anticonceptivos.
ResponderEliminarAsí que podría decirse que no están en contra del aborto por considerarlo asesinato (como lo considero yo a partir de un plazo) sino que lo ven como una depravación el separar sexo y procreación. O a lo mejor mezclan ambos temas, no se.
Lo más curioso es que la legislación española castiga el aborto fuera de plazo con una simple multa. Pero si no es un asesinato, ¿por qué castigarlo? Y si lo es, ¿como una simple multa?
La iglesia ha cambiado de posición con los siglos. No es que antes tuviera una y ahora otra, sino que antes no tenía posición definida sobre el aborto y ahora sí.
EliminarQue la legislación española o de cualquier otro país no considere el aborto fuera de plazo como un asesinato es totalmente coherente, no solo con la biología, sino con las preferencias morales de toda sociedad, que nunca en ninguna se ha equiparado tal cosa. Entre asesinato y nada hay toda una gradación posible y así se acepta éticamente por la mayor parte de la gente.