miércoles, 7 de octubre de 2009

La ciencia española no necesita tijeras


Uniéndome a la iniciativa originada desde La aldea irreductible, hoy toca una entrada sobre la investigación en España.

¿En qué gastar en tiempos de crisis?

Tanto las crisis derivadas por un cambio en la actividad económica (por ejemplo, por el abandono de una actividad, que se agota, en beneficio de otra que está por desarrollarse) como las derivadas de un impedimento de adecuar oferta a demanda (por un problema de confianza en el sistema bancario, por ejemplo) implican recursos ociosos mientras se produce el ajuste y que observaremos en forma de desempleo y de capitales sin invertir.

En estas circunstancias, el Estado podrá intentar algunas cosas: coordinar esfuerzos para el desarrollo de las nuevas actividades de futuro, ayudar a reestablecer la confianza en el sistema y alentar el uso de recursos ociosos. Podrá, también, intentar paliar los problemas de los más afectados.

El Estado puede aprovechar, por ejemplo, que hay recursos ociosos en el sector de la construcción (y, por tanto, estarán baratos) para acometer obras públicas que ahora son rentables. No se trata de enterrar dinero para que los empresarios hagan algo al desenterrarlo, como decía Keynes, sino realizar obras que supongan una inversión que dé beneficios.

No es buena cosa que el Estado se desmane con esta política. Si lo hace, corre el peligro de dedicarle, no solo los recursos ociosos (un superávit público por aquí, un estímulo a un gasto privado sin mejor alternativa por allá,…) sino también recursos detraídos de los sectores no ociosos y evitar, de paso, que el sector que estaba en desuso no haga su reconversión al recibir señales contradictorias. Y corre el peligro, sobre todo, de no poder realizar las otras políticas que podría; entre ellas, el coordinar esfuerzos en las nuevas actividades.

Pues bien, la mejor manera de preparar a un país para el futuro es la inversión en educación e investigación. No hay una gran relación del progreso de un país con la disponibilidad de recursos naturales, pero sí la hay con la educación e investigación. En momentos de cambio el rendimiento relativo de la investigación respecto a cualquier otra inversión es todavía mayor y, por tanto, conviene aprovechar el momento para aumentar la inversión. Cualquier política en sentido contrario ahondará en el daño.

12 comentarios:

  1. Lo triste de todo esto es que, por mucho que se hable del tema, los presupuestos para investigación en España son mínimos. Recuerdo que en una conferencia en Valladolid estuvieron insistiéndonos en que nos quedásemos aquí, que el asunto iba a cambiar. No sé si alguien se lo tragó, ya que todos los que estábamos allí éramos estudiantes de ciencias, sabedores de que o te vas fuera o te mueres del asco. Así pasa, España sin investigadores, y sin ningún medio para mantenerlos aquí.

    Esperemos que cambien las tornas, aunque visto lo visto...

    Un saludo!

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  2. Así ese, y las autoridades (de los dos partidos principales) no se atreven a dar un golpe de timón. Prevalece la tradición del café para todos, del dejar hacer sin pedir resultados y de no ofrecer programas que atraigan y premien a los mejores departamentos.

    Una primera cosa que hacer sería detectar a los mejores departamentos de cada área en las universidades y dotarlos de más medios, incluidos mayores sueldos para sus miembros.

    Los programas de ahora son muy limitados y los pocos incentivos a la calidad son tan pocos y tan mal diseñados que un departamento no querrá contratar a un buen candidato porque implicaría que algún miembro del departamento dejaría de recibir su distinción.

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  3. además de recortar presupuestos he oido decir que este anyo se han retrasado tanto las becas predoctorales que en lugar de empezar en enero los nuevos becarios han empezado en septiembre, como becarios pero sin cobrar: se les ha anunciado que por problemas de liquidez no van a cobrar hasta finales de diciembre!

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  4. kika:

    Retrasar las convocatorias de becas, proyectos de investigación y demás, es un método recurrente de nuestros políticos. Con los retrasos en algunas convocas se llega a conseguir comerse un año cada tres o cuatro (a mí me tocó en una).

    Si el dinero de la investigación es poco, los ahorros conseguidos con estos trucos son el chocolate del loro.

    Un beso.

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  5. Ferreira, los profesores de ciertas carreras de ciertas universidades están a la altura de ciertos políticos...

    ¿Adivinas de qué carreras te hablo?

    Saludos.

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  6. Sobre la inversión... supongo que te referirás a la real, no a la virtual ni abstracta...

    Más saludos.

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  7. KC:

    En todas las áreas cuecen habas. Pero sí, en algunas cuecen más.

    Por eso insistía en la inversión que genera beneficios.

    Un saludo.

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  8. HTTP://REPLICASALAAPOSTASIAPROFESIONAL.BLOGSPOT.COM

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  9. Estuve haciendo más o menos un resumen de la encuesta de la FECYT y aproveché para citar tu post. Un abrazo.
    http://alaorilladelguaso.blogspot.com/2009/11/espana-sociedad-irreflexiva-o-ciencia.html

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  10. Gracias, Acner. Me paso ahora a ver qué has escrito.

    Un saludo.

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  11. José Luis, tienes toda la razón. Y no sólo en tiempos de crisis lo mejor en lo que puede gastar el estado es en el futuro. El problema es que hay mucho cortoplacista, que quiere hacer cosas que se vean ya (si es un político) o que quiere que le den beneficio inmediato (si es un ciudadano).


    Suele tener mejor prensa subvencionar los gofres, dar masajes a la ciudadanía o hasta abrir y cerrar zanjas (si eres un desempleado) que dar becas de investigación a "4 frikis" o reformar el sistema educativo "¡otra vez!" para que en 15 años la gente esté mejor formada. Sobre todo si en tu reforma además de dedicar más dinero a la educación añades cosas impopulares para alguien como puede ser examinar al profesorado.

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    1. Si uno se gana la vida trabajando en el oficio X y resulta que ya nadie demanda estos oficios, este uno tendrá una crisis, y lo mejor que puede hacer es aprender otro oficio, es decir, invertir en educación. No es distinto cuando son muchos y cuando es un gobierno en que toma algunas decisiones.

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