martes, 22 de noviembre de 2011

¿Existe el método moral?


En el Otto Neurath Dice Juan Antonio:
"En paralelo a "los cuerpos se atraen" o "dos es par", decimos "la libertad es valiosa" o "el dolor es malo". A quien dude de que los cuerpos se atraen, pero acepte nuestros criterios teoréticos, puede probársele de varias formas (aunque si pone en duda el "todos", será más difícil). A quien dude de que el dolor es malo, también, tanto con su propia experiencia, como haciendo una encuesta (intersubjetiva)."
Mis comentarios:

No sé si te das cuenta que este paralelo no lo es tanto. Cuando nos adscribimos a la tarea de entender y explicar la realidad (no a contar historias o ser felices), enseguida nos adscribimos al método científico. Es un decir, claro, porque desde los primeros intentos de explicación hasta la definición de este método ha llovido lo suyo.

En cualquier caso, la definición del método lleva su tiempo porque es una lista de cuidados no exhaustiva y que se va alargando a medida que damos con nuevas posibilidades de caer en sesgos o de buscar nuevos datos. En cualquier caso, también, la lista es aceptada sin problemas. Esta lista incluye desde la necesidad de definir bien las hipótesis hasta el cuidado de los instrumentos de medida.

Es en el uso consensuado del método que aceptamos la ley de atracción de los cuerpos (cuando la evidencia acumulada así lo aconseja, si la evidencia todavía es pobre, dudaremos).

En el intento de adscribirnos a un método semejante para dar cuenta de las leyes morales no tenemos tal cosa. La ley "la libertad es buena" no se establece siguiendo un método consensuado. Más bien debemos partir de ella, y sin saber bien lo que significa.

Por libertad cada uno puede entender una cosa algo distinta, no es algo que podamos establecer como la atracción gravitatoria. Por bueno también podemos entender varias cosas, pero, lo más importante, es que la frase "la libertad es buena" no tiene un sentido objetivo. Como mucho puede significar, como refieres, que a cada uno de nosotros nos parece bien nuestra propia libertad.

Ahí tenemos dos problemas. El primero, que uno puede no querer identificar su moral con la de la mayoría. Claro que en el ejemplo de la libertad propia no vamos a discutir los contertulios de este blog (otros, en cambio, preferirán ser esclavos de su dios), pero en muchos otros casos, sí lo haremos. Siempre a la espera de que un código moral deducido según tu programa nos convenza, come es de prever según tú.

El segundo es que cuando hablamos de la libertad propia hablamos cada uno de cosas distintas (cada uno de la suya). Para hablar de la misma cosa habría que decir "la libertad de menganito es buena para fulanito", y ahí discreparíamos según quien sea fulanito o menganito.

El criterio empírico de cuáles son las cosas que nos parece bien o mal a la mayoría no dice nada acerca de cómo se debe adscribir uno a la regla mayoritaria. De hecho, creo que todos nos reservamos nuestra propia opinión. Tal vez la regla mayoritaria es un intento de descubrir los valores morales que tenemos naturalmente. Mal proyecto. Los valores naturales nos vienen dados por unos instintos gracias a la chapucera evolución.

Tal vez se quería decir que son los valores morales que concluimos naturalmente cuando nos ponemos a razonar. Ahí me sobra el naturalmente y me sobra el criterio mayoritario.

Así que volvemos al principio. Simpatizo con la idea de adscribirnos a la causa de buscar en mejor código moral y simpatizo con la idea de usar la razón. Pero constato que no existe un método parecido al científico para este proyecto. Podremos convenir en algunos principios, pero difícilmente llegaremos muy lejos.

Incluso si convenimos que la libertad es un bien y que la seguridad es otro bien, no tendremos manera de ponderar racionalmente uno y otro bienes. Cada uno tendrá sus propias preferencias morales para decidir cuánto renunciar a uno en aras del otro.

Es más (es mucho más), a la hora de aclarar el significado de muchos términos importantísimos para las decisiones morales, nos encontramos con teoremas de imposibilidad. Hay muchas propiedades deseables que quisiéramos cumplieran las definiciones de "igualdad", "democracia", "deber", "reparto equitativo",... y sin embargo estas propiedades son demasiado a menudo incompatibles entre sí y, de nuevo, habrá que definir el término renunciando a algo por tener otro algo. No existe manera racional a priori de elegir entre los axiomas.

Hay una única manera de rebatir estas objeciones. Ofréceme un método que, como el científico sea aceptable a priori (a priori en el sentido de aceptable antes de saber qué descubriremos con él y aceptable en el sentido de que esté bien definido, encuentre consenso y sea operativo) y muéstrame cómo este método hace algún avance.

Es muy fácil llenar páginas y páginas explicando que es posible deducir un código moral con la razón. También es muy fácil excusarse cuando uno no es capaz de escribir el primer artículo de ese código.

11 comentarios:

  1. José Luis,
    dado que esta entrada se refiere a mí, pondré aquí mi parecer. Lamentablemente no podré extenderme en un debate, si lo hubiere.
    Empezaré por unas consideraciones generales y después comentaré algunas de tus frases.

    Tanto en el ámbito teórico como en el ámbito de los valores, hay dos tipos de cuestiones heterogéneas: unas son las que tú llamarías metodológicas, o lo que prefiero llamar "trascendentales", es decir, las que determinan, a priori, las condiciones de posibilidad de un discurso: las que determinan que tal o cual discurso es verdaderamenbte científico o moral. Son problemas filosóficos que no se pueden responder científicamente, precisamente porque la ciencia (en el sentido restringido de este término) los da por supuestos. No se puede demostrar empíricamente que "solo lo que es empíricamente testable es auténtico conocimiento científico". Esto es normativo y a priori. Tú dices que se basa en el consenso. Obviamente, esto es como no decir nada, porque habría que preguntarse por qué los científicos están en ese consenso, si no quieres dejar la base de la ciencia en una contingencia sociológica. Lo cierto es que se acepta el método científico porque es racionalmente aceptable. Implica unas normas formales y unos puntos de partida fenoménicos o materiales -la información "sensible"- (que, además, son intersubjetivamente compartidos). Pero siempre puede haber quienes, en lugar de atenerse a ese método, prefieran creer en la magia o en su libro sagrado. Eso no prueba que el método científico sea arbitrario, o relativo a una cultura, etc, sino que los otros son bastnate irracionales.
    En el ámbito de las valoraciones pasa exactamente lo mismo. La mayoría de la gente asume ("consensuadamente", en tus palabras) que las proposiciones valorativas deben ser universalizables: por eso se molestan en dar y pedir justificaciones; y parten de datos fenoménicos prácticamente tan compartidos intersubjetivamente como los científicos. Para la gente en todo el mundo es tan evidente que las heces saon desagradables y que el dolor es perjudicial como que el cielo es azul. Por supuesto, puede haber daltónicos morales (consideraríamos enfermo al que disfrutase comiendo heces o al que considerase bueno autolesionarse). Y puede haber, como con el método científico, quienes sigan otro método moral menos racional, como consultar la biblia. Pero tampoco aquí eso prueba que la moral no sea una actividad plenamente racional: solo prueba que no todo el mundo tiene el mismo uso y querencia por la razón.
    Tienes que tener en cuenta (cuando comparas, por ejemplo, la física con la moral) que los hechos morales son generalmente mucho más complejos que los de las ciencias fuertes. Esto hace que no se pueda conseguir en ellos ni remotamente la precisión que en aquellas ciencias, como tampoco se puede conseguir en la psicología.

    En resumen, las disensiones valorativas se pueden explicar, exactamente igual que las científicas, atendiendo a:
    -la relatividad de los contextos: que dos personas en contextos muy diferentes realicen actos diferentes, no significa que no estén aplicando el mismo método y los mismos valores, como dos personas que están en diferentes ángulos de visión ven el objeto de diferente manera, sin que eso signifique que no hay un mismo objeto para ambos.
    -el error: como en cualquier otro ámbito, se cometen errores. En el ámbito valorativo, más, debido a la complejidad de muchas de sus situaciones. Poca gente dice que las heces saben bien, pero más gente se equivoca al valorar si el tiranicidio fue correcto, porque están involucradas muchas más variables.

    (sigo)

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  2. (sigo)

    La alternativa (el no objetivismo, el relativismo...) deja sin explicar todo el hecho moral. Supondría que las personas asocian arbitrariamente valores con propiedades de las cosas, y que cuando piden y dan justificación moral están haciendo el tonto.
    Además, es contradictorio con algo que tú mismo dices aceptar, y es que la evolución nos ha provisto de ciertos a prioris morales. Esto se podría decir exactamente igual del conocimiento, y no creo que lo consideres un argumento para tomar a la ciencia por algo puramente contingente.

    Ahora comento algunas de tus frases:

    Por libertad cada uno puede entender una cosa algo distinta, no es algo que podamos establecer como la atracción gravitatoria.

    Esto no es verdad. Para empezar, entendiendo por definir, estipular, uno puede estipular lo que quiera. Pero hay dos tipos de normas que restringen eso: el interés o relevancia de la noción a la que quiera adjudicar un término, y el uso lingüístico. Hay un concepto muy claro de Libertad, como noción claramente relevante. Por supuesto, como toda otra noción, requiere profundización, pero no es más arbitraria que cualquier otra (hasta se usa en física, cuando se habla de los grados de libertad de una entidad. Y, aunque se usa ahí con cierto sentido traslaticio, no se haría eso si fuese una noción ambigua).

    Ahí tenemos dos problemas. El primero, que uno puede no querer identificar su moral con la de la mayoría.

    Esto podría decirse en la ciencia de la misma manera. Belarmino podría no querer mirar por el telescopio de Galileo. Eso solo prueba su irracionalidad. Y, en moral, el que prefiriese acatar el mandamiento de su Libro, sin entenderlo o verlo justificado, en lugar de entrar en una discusión moral, sería un buen exponente de ser irracional.

    Otros, en cambio, preferirán ser esclavos de su dios

    ¿Quiénes? Yo no conozco ese esperpento. También de un liberal se puede decir que prefiere ser esclavo del dinero... Los que acatan las leyes de su dios, suelen creer que eso les hace más libres, en el sentido correcto, es decir, sabiendo lo que hacen, y no al tuntún.

    El segundo es que cuando hablamos de la libertad propia hablamos cada uno de cosas distintas (cada uno de la suya). Para hablar de la misma cosa habría que decir "la libertad de menganito es buena para fulanito", y ahí discreparíamos según quien sea fulanito o menganito.

    El más pequeño de los niños (como he comprobado con mis hijas) sabe desde que abre los ojos lo que es la falta de equitatividad. No conozco a nadie que sostenga, realmente, que dos personas merecen tratos desiguales. Lo que se discute, normalmente, es si dos personas están en las mismas circunstancias, como para que se les de lo mismo. La necesidad de relativizar las leyes generales a los contextos es igual de válida aquí que en la ciencia.

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  3. (sigo)

    Los valores naturales nos vienen dados por unos instintos gracias a la chapucera evolución.

    Esto se puede decir exactamente igual de nuestras capacidades cognitivas. Difícilmente así se probaría que la ciencia es contingente (¿o sí?)
    Es un asunto que no tiene nada que ver: la historia natural, con la normatividad.
    Pero además entra en contradicción con lo que dices, porque supone que sí tenemos, por naturaleza, unos criterios comunes de lo que es bueno y malo. ¿Qué diferencia hay aquí entre la moral y la ciencia?

    Incluso si convenimos que la libertad es un bien y que la seguridad es otro bien, no tendremos manera de ponderar racionalmente uno y otro bienes.

    ¿Por qué no? La gente discute si es más valiosa la libertad o la seguridad, o, más bien, discuten si para tener mayor libertad a largo plazo necesitamos hacer ciertos sacrificios de libertad. Es un ejemplo claro de discusión racional moral.

    Hay muchas propiedades deseables que quisiéramos cumplieran las definiciones de "igualdad", "democracia", "deber", "reparto equitativo",... y sin embargo estas propiedades son demasiado a menudo incompatibles entre sí y, de nuevo, habrá que definir el término renunciando a algo por tener otro algo. No existe manera racional a priori de elegir entre los axiomas.

    la necesidad de jerarquizar no implica que sea algo irracional.
    Y, en cuanto a los axiomas, no hay, ni en moral ni en ningún otro ámbito, manera racional a priori de elegir entre ellos.

    Hay una única manera de rebatir estas objeciones. Ofréceme un método que, como el científico sea aceptable a priori (a priori en el sentido de aceptable antes de saber qué descubriremos con él y aceptable en el sentido de que esté bien definido, encuentre consenso y sea operativo)

    El método moral es tan consensuado prácticamente como el científico (la diferencia se explica por la complejidad del objeto: así como en psicología hay paradigmas alternativos). La universalidad de los derechos, y de la arguemtnación moral, etc, se va extendiendo por tantos sitios del mundo como la ciencia. Claro que hay quienes siguen creyendo en la magia, pero solo los posmodernos les consdieran en pie de igualdad. Tú no tienes una sola razón para no hacerlo con la ciencia y sí con la moral. Hay un consenso universal en ciertos bienes (el conocimiento, la libertad, la paz, la vida, la felicidad...). Y es completamente capcioso mirar a las excepciones, que se explican perfectamente por contexto o por error.

    Como es completamente capcioso decir que mientras algo no esté tan desarrollado como la mecánica cuántica o la geometría, no puede pretender ser un discurso objetivista. Para empezar, todo lo que tú escribes acerca de este tema, está exactamente en esa situación acientífica.

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  4. En fin, resumiendo:
    Quienes sostenemos que los valores son naturales, sostenemos que los valores están naturalmente asociados a (supervienen o sbrevienen a) otras rpopiedades de las cosas, y que los seres sensibles a valores, son en general capaces de ver esa superveniencia y estar de acuerdo. Por ejemplo, nadie tiene problemas para asociar "asqueroso" con "heces", "cruel" con "dar una paliza a un bebé", etc. Esto puede someterse a una encuesta tan intersubjetiva como cualquier propiedad no axiológica. Habrá que tener en cuenta, insisto, los contextos, los sesgos de los sujetos, el conocimiento que tengan del asunto a valorar, etc. Pero nada de esto es, en principio, diferente de otros discursos racionales. La gente pide y da razones, y exisge universalización, en moral como en ciencia.
    O sea, todos y cada uno de tus argumentos contra la objetividad de la ética, son inválidos. ¿Por qué crees entonces en el subjetivismo moral? La verdad (a mi juicio) es que tu creencia es completamente apriorística, y no tiene mucho que ver con argumentos: se basa en tu visión filosófica, metafísica, de las cosas. En tu naturalismo crudo, no encaja que los valores sean objetivos, pero sí que lo sea la ciencia. No encaja (por más que ninguno de tus criterios te sustente para ello) que una paliza a un bebé sea una crueldad objetiva, pero sí que el cielo es azul,por más que ninguno de tus criterios te sustente para ello.
    Ahora bien, estoy seguro de que, cuando en vez de estar haciendo metaética, estás haciendo ética, es decir, juzgando sobre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, no se te ocurre pensar que lo que tú valoras es tan válido como lo contrario. Seguramente cuando crees que las lapidaciones son una aberración no piensas: "no es que esté nni bien ni mal, sino solo que para mis arbitrarios criterios morales, no está bien". Pero si piensas eso, para mí eres un buen ejemplo de irracionalidad (una persona que usa su razón de una manera muy restringida y pobre). Afortunadamente, mucha gente, entre los que están los que luchan en la política real, piensan que tenemos por naturaleza ciertos derechos, que no pueden ser conculcados por ninguna perspectiva trival, sino que son universales e inalienables. Estas personas tienen, además, el beneficio de basarse en una teoría metaética más razonable.

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  5. Juan Antonio:

    Agradezco de veras tu visita y tus comentarios. Intentaré ir al grano.

    "No se puede demostrar empíricamente que "solo lo que es empíricamente testable es auténtico conocimiento científico". Esto es normativo y a priori."

    Demostrar, solo se pueden demostrar las cosas, con el criterio lógico-matemático de demostración, en un modelo formal. Nada más. Fuera de ello podemos constatar cosas y compartir nuestras constataciones. Eso no quiere decir que todas las constataciones estén al mismo nivel y merezcan el mismo trato epistemológico o metafísico, si prefieres esa expresión. Que lo merezcan o no el mismo trato es algo que constatamos, no que deducimos.

    En realidad, toda la epistemología es constatación, poner orden en el querer conocer. Examinar si las leyes de una ciencia están al nivel de las de otra es un ejemplo. Ni la epistemología ni, desde luego la metafísica pueden demostrar nada lógicamente.

    Pero podemos hacer algún modelo de epistemología y proponerlo como un modelo que se adecue a algún aspecto del quehacer epistemológico. Por ejemplo, tenemos modelos en los que se demuestra matemáticamente la coherencia del principio de inducción, algo que ha traído de cabeza a muchos, son los modelos de inferencia estadística. Estos modelos no demuestran lógicamente que esa coherencia sea la que se da en la aplicación de los modelos científicos a la realidad.

    Eso es a lo que podemos aspirar. Creo que eso ilustra y responde parcialmente a una de las preguntas filosóficas (qué nos es dado conocer). La metafísica, que yo sepa, no ha llegado ni siquiera a eso. Pero puedes darme un ejemplo contrario si lo hay.

    sigo...

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  6. ...sigo

    Una mala epistemología (o metafísica, si quieres) es tanto aquella que no es capaz de detectar cosas similares entre los distintos quehaceres para adquirir conocimiento como aquella que no es capaz de detectar las diferencias.

    Las similitudes de tu epistemología para tratar igual a la ciencia y a la moral se basan en argumentos dados por analogía en algunos aspectos. Como no encuentra diferencias (solo encuentra diferencias de complejidad, como las habría entre la física y la economía, por ejemplo) es incapaz de dar con la diferencia fundamental entre ambos quehaceres.

    Por otra parte, observo que en tus últimos comentarios hablas más de una moral natural que de una moral deducida por la razón. No sé si identificas ambas cosas, aunque ambas me parecen mal definidas. Te recuerdo que no me contradigo, el quehacer científico no está deducido lógicamente por la razón porque el quehacer no es un modelo formal. Simplemente aceptamos (nos adscribimos) a más cosas que las que aceptamos lógicamente. Son formales los modelos científicos.

    Si vamos a la moral, no tenemos modelos formales. Bueno, sí, los que parten de axiomas para intentar caracterizar algunos de los conceptos morales (igualdad, libertad, decisión social,...). Estos modelos muestran lo que has negado varias veces en tus comentarios, que algunos de estos axiomas o propiedades son incompatibles entre sí.

    Dices que el niño más pequeño sabe lo que es la desigualdad. No es cierto esto de ninguna manera. El niño pequeño tiene algunas intuiciones que compartimos, pero esas intuiciones no le llega a poder identificar distintos tipos de desigualdad o a sabe si algo es más desigual que otra cosa. O eso o los olvidamos de mayores, porque hay toneladas de literatura acerca de qué índice de desigualdad es más apropiado para medir según qué tipo de desigualdad.

    Lo que podemos hacer es seguir trabajando en ello, pero contrariamente a lo que podemos hacer con la ciencia, no tenemos con qué contrastar nuestros avances si no es con nuestras propias preferencias morales. Podemos probar si con unos principios morales o unas determinadas leyes la sociedad es más próspera y los individuos la prefieren (se acaban adscribiendo a esas nuevas leyes y repudian otras, acaso más antiguas, acaso prevalecientes en otras sociedades). Esto tampoco es a priori. No hay razón para pensar que más o menos libertad a cambio de más o menos seguridad sea algo que podamos definir como "lo naturalmente imbuido en nuestras preferencias morales" ni como algo que deba ser preferido "lógicamente".

    De otra manera: podemos intentar averiguar empíricamente qué tipo de leyes morales están asociadas al paso del tiempo y al progreso social, pero esto está condicionado a cómo somos los humanos, y cómo somos incluye preferencias morales que de hecho son cambiantes con el tiempo. La inmoralidad del incesto está asociada a los problemas de la descendencia en una especie que se reproduce sexualmente. Puede dejar de serlo perfectamente si separamos el sexo de la reproducción, algo que tampoco es inmoral a priori.

    No sé si estás de acuerdo con partes de los dos párrafos anteriores. Si lo estás, estamos más de acuerdo de lo que parecía. Lo digo porque no veo que insistas demasiado últimamente en poder deducir científicamente y racionalmente la moral a partir de unos principios aceptados (yo niego eso porque no he visto la primera deducción lógica ni la primera validación que no sea a algo objetivo, sino a nuestras subjetivas preferencias morales). En cambio parece que te conformas con mostrar qué preferencias (acaso consistentes unas con otras según algún modelo formal que podamos producir) se observan que prevalecen con el tiempo.

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  7. Para terminar:

    "No encaja (por más que ninguno de tus criterios te sustente para ello) que una paliza a un bebé sea una crueldad objetiva, pero sí que el cielo es azul,por más que ninguno de tus criterios te sustente para ello."

    Dar una paliza a un bebé es una crueldad subjetiva, porque el sentimiento de crueldad no aparece fuera de nosotros, no está en las piedras ni en ninguna razón a priori. Como mucho está como definición en algún modelo, pero será, como he repetido más veces, un modelo que contrastar empíricamente con nuestras preferencias morales.

    Nuestras preferencias morales son epistemológicamente distintas a la longitud de onda de la luz, dependen de nosotros. En algunas (acaso muchas, habrá acuerdo) en otras, no sin que ello sea más o menos racional ¿En qué sentido pueden ser más o menos racional que no dependa al final de lo que prefiramos? Eso no pasa con la longitud de onda de la luz (pasan otras cosas). Aceptaremos que la longitud de onda es una u otra porque es lo que se adecua al método científico, sobre el que tenemos consenso, y que nos hemos empeñado en que de cuenta de la realidad independientemente de nuestras preferencias y sesgos. Eso no pasa con la moral. No tenemos acuerdo equivalente, por eso digo que no tenemos "método moral".

    Buena epistemología es la que da cuenta de esa diferencia.

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  8. Hola, Ferreira:

    ¿podrías explicarme por qué es lógica y matemáticamente demostrable que no puede existir una moral objetiva fruto de la razón?

    Saludos: Paskal.

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  9. Porque hay muchos problemas morales, como el de la toma de decisiones colectivas, el de repartir algo entre varios o el de definir la desigualdad que ya se han demostrado matemáticamente irresolubles atendiendo a axiomas fruto de la razón. Para cada uno de estos problemas hay teoremas de imposibilidad que significa que es imposible satisfacer todos los axiomas "razonables", del estilo que les gusta a los que buscan tal moral objetiva. Tampoco hay meta-axiomas que permitan elegir entre axiomas (llevarían a exactamente el mismo teorema de imposibilidad).

    Aquí el de la decisión colectiva:

    http://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2009/04/la-razon-moral-en-democracia.html

    Aquí el del reparto:

    http://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2009/04/la-razon-moral-en-bancarrota.html

    Aquí el de la desigualdad:

    http://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2009/05/la-razon-moral-en-pie-de-igualdad.html

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  10. Hola, Jose Luis:

    Muchas gracias por ilustrarme. Entendí muy bien la del reparto, la de la desigualdad no la entendí ni un coño, la de la decisión colectiva entendí el mensaje pero no la demostración. Me perdí muy pronto en ella (al entrar al link que colocaste).

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