Los astrólogos dicen: “si la luna influye en las mareas de los océanos, cómo no va a influir en las personas”.
Los homeópatas dicen: “el agua recuerda las moléculas que ha tenido diluidas, este puede ser el mecanismo que hace funcionar a la homeopatía”.
Los grafólogos dicen: “nuestra psicología y nuestra personalidad se traduce en todo lo que hacemos, también en la escritura”.
Los partidarios del diseño inteligente dicen: “hay hechos biológicos que la evolución no explica y que son explicados por un diseñador inteligente”.
La jerarquía católica dice: “hay estadísticas que dicen que promover la abstinencia y la fidelidad en países africanos es mejor que promover el preservativo para reducir la transmisión del SIDA, esto justifica nuestra postura contraria al preservativo”.
La jerarquía de los testigos de Jehová dice: “la transmisión del SIDA por las transfusiones de sangre justifica nuestra postura de que la sangre es sagrada”.
Los lectores del Tarot dicen: “la energía vital influye en todo, por tanto puede influir en la manera de barajar y colocar las cartas”.
Poco importa que la luna no tenga efectos perceptibles en una piscina, un charco de agua o en un ser vivo, y menos aún que, aunque hubiera ese efecto, eso no diga nada acerca de por qué un signo tiende a ser como dicen que tiende.
Poco importa que la memoria del agua nunca se haya probado, que algún experimento en tal sentido nunca se haya replicado, y poco que, aunque hubiera tal cosa, eso no implique nada acerca de que los preparados homeópatas tengan las propiedades que dicen tener.
Poco importa que la psicología también se debería, entonces, traducir en cómo cantamos, reímos o caminamos, pero que no exista la cantología, la risología o la caminología, y poco que, aunque hubiese tal influencia, eso no muestre que sea de la manera que los grafólogos dicen que es.
Poco importa que ningún hecho biológico sea contradictorio con la evolución y que todos encajen bien en la teoría, y menos aún importa que en ningún momento se haya observado la acción de un diseñador.
Poco importa que las estadísticas en realidad apoyen el beneficio del uso del condón y menos aún que el hecho de que no fuera efectivo para evitar la transmisión de una enfermedad en unas circunstancias nada diga acerca de lo inmoral de su uso como anticonceptivo.
Poco importa que se puedan hacer pruebas para evitar el contagio por sangre contaminada y menos aún que alguien pueda morir por no hacerse una transfusión.
Poco importa que no haya tal cosa como la energía vital, y menos parece importar que nadie entre los tarotólogos se ha preocupado de saber si es verdad o no esa manera de traducir la posición de las cartas en aspectos psicológicos o en futuribles.
Lo único que importará es que “mi experiencia de experto me dice que estas cosas funcionan” o que “mi fe me dice que estas cosas son inmorales”.
La fe de experto precisamente... no diría yo que funciona a la perfección. Una experiencia rica de vida quizás un poquito más, por eso que todo se repite y uno se siente de vuelta. Sin embargo está deseando que le sorprendan. A uno le funciona algo determinado sencillamente porque va intrínseco en su naturaleza, me imagino que esto ocurre al resto de los mortales con algo cierta capacidad de observación tanto endogena como exogena. Un saludo.
ResponderEliminarEs lo que tienen los argumentos de autoridad, contrariamente a los argumentos de meritocracia. Estos últimos son los válidos para avanzar en el conocimiento. Son los falsables, son los verificables, son los que mejoran la ciencia; no la ciencia de pega o pseudociencia.
ResponderEliminarEl problema está que cuando alguien prueba "x" y le parece funcionar, no lo dejará sin importar lo lógico de tus argumentos y los irracionales de los suyos. Él tuvo su experiencia personal y contra ella es dificil argumentar; después de todo es natural confiar más en lo que uno ve que en las palabras de los demás.
ResponderEliminarSaludos.
emejota, José Manuel, Kris Hari:
ResponderEliminarIncidís todos en lo mismo, y es muy cierto lo que decís. Desprenderse de esa sensación de que por ser uno experto, su experiencia está insesgada y no necesita mayor escrutinio es una de los prejuicios que deben eliminarse con la educación.
Es interesante que en las facultades de medicina que se enseña metodología no hay luego curso de homeopatía y cosas así.
Kris: Bienvenido al blog.
Saludos a tod@s.
A mí el debate sobre este asunto, como "científico" hace tiempo que me parece estéril. Sólo un cambio de argumentos contra dogmas. Hay demasiado comportamiento amigdalino en todo esto como para conseguir que el córtex lo atenúe. Si ellos piensan que el sol muere cada día en el oceáno, allá ellos. Mantengamoslos, simplemente, a raya. Quizá suene fascista, pero creo que, ante la superstición, poco se puede hacer. O acabaremos como tantos antes que nosotros acabaron. Apedreados o quemados.
ResponderEliminarHola. El problema es que en base a "esto funciona porque a mi me funciona" se sostienen métodos y procederes que a su vez generan males incalculables. Ese pragmatismo esta a la base de muchas barbaridades que se hacen oficialmente y desde entidades aparentemente respetables. Los hechos les contradice, pero siguen actuando de espaldas a los mismos. No me preocupa tanto la homeopatía como otras "tías" mas instauradas en el sistema, y mucho mas dañinas.
ResponderEliminarUn saludo
Bienvenido a este tu blog, Jesús.
ResponderEliminarMe has dejado con las ganas. Cuéntanos de esas otras "tías".
Hablo de todas aquellas, donde se toman decisiones pasando por encima de los hechos, del proceder científicon y basándose en teorias con validez aparente pero sin posibilidad de ser falsadas.
ResponderEliminarMi blog: haymicabecita.blogspot.com y sus últimas especialmente sus últimas ocho o nueve entradas (con sus respectivos comentarios) , dan cuenta del estado actual del problema sobre la "tía" objeto de mi interés.
Un saludo, me ha gustado mucho la entrada.
Jesús:
ResponderEliminarYa me he pasado por tu blog (te he dejado un comentario) y aprovecho para recomendarlo vivamente.
cuando hay incertidumbre (siempre?) todo es cuestión de fe .... lo llames como lo llames!
ResponderEliminarkika:
ResponderEliminarYo diría que es cuestión de formular hipótesis lo más claras y coherentes posibles con respecto a las cosas que sabemos con bastante certeza y estar dispuestos a cambiarlas si los datos futuros así lo aconsejan.
si, si, pero mientras no se disuelva la incertidumbre, para poder vivir lo que hay que tener es fe, no?
ResponderEliminarNo lo creo. Por lo menos no en las cosas que he apuntado en la entrada. Para vivir no hace ninguna falta tener fe en dogmas religiosos, ni en ninguna de las cosas que he tocado en la entrada, ni en ninguna otra parecida.
ResponderEliminarAceptar momentáneamente una hipótesis y estar dispuesto a cambiarla por otra según los datos no es lo que se llama tener fe.
Sí lo es el no cambiar las creencias o aceptar hipótesis vacías de contenido (como dije en una entrada anterior: http://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2010/02/las-hipotesis-vacias.html).
Ahora, es posible que haya muchas cosas que hacemos y no nos planteamos por qué, sino que nos dejamos llevar por no sabemos qué, la costumbre, el instinto, la intuición,... A menudo son cosas bastante indiferentes y en las que el coste de averiguar con más detalle las razones no compense la ventaja de una creencia más fiable en la que basar una decisión (¿por qué me apetece ver esta y no otra película?).
No son estas, sin embargo, las cuestiones en las que sale a relucir en eso de la fe, donde más bien parece tratarse cosas de más importancia, como el desarrollo de una moral o una creencia sobre cómo es la realidad.
De vuelta por estos lares...
ResponderEliminar¡Leído y saludado queda!
A mi modo de ver, te ha faltado llegar más lejos en el comentario. Porque, es al menos mi opinión, este mecanismo afecta también a la propia ciencia.
ResponderEliminarA principios de los años sesenta, un grupo de físicos se reunió en California; parieron una fórmula que es bastante chorras y que "demostraba", según ellos, que el número de mundos habitados con vida inteligente en el Universo es muy elevado. Basándose en esas "pruebas", que no probaban nada, inspiraron el programa SETI para ponerse a escuchar ondas de radio porque, dijeron (y en esto no se equivocan, creo yo, y es algo en lo que no piensan los amigos de los hombrecillos verdes) a un extraterreste se le oirá antes de verle, porque es mucho más fácil hacer viajar una onda que un cuerpo. Uno de aquellos convencidos, Carl Sagan, incluso escribió una novela, Signals, en la que defendía la tesis de que los extraterrestres emitirían la serie de los números primos.
Cincuenta años después, no se oye nada. Nada.
El cambio climático, siempre según mi opinión, es otro buen ejemplo de las "evidencias" incontrovertibles que soportan una tesis científica. Para más referencias, el Climagate...