domingo, 29 de marzo de 2009

La Odisea Espacial, el ADN y John von Neumann

En el libro “2001: Una Odisea Espacial”, de Arthur C. Clark, se encuentra un monolito en la Luna. Mientras es inspeccionado envía una señal a Júpiter, donde hay en órbita otro monolito enorme. Se envía una misión hacia ese planeta que termina con la nave vacía de vida y con el ordenador Hal 9000 apagado. Para saber lo que ha ocurrido, en “2010: Odisea Dos”, se envía una nueva misión. Cuando los astronautas están en Júpiter observan que el monolito se divide en 2, 4, 8, … pronto son millones, algo va a pasar. De pronto alguien exclama: “¡Son máquinas von Neumann!”.

John von Neumann (fon noiman) fue uno de los más grandes matemáticos del siglo 20. De origen húngaro participó de manera fundamental en el diseño de los primeros ordenadores, en el diseño de las primeras bombas atómicas y de hidrógeno y en el nacimiento de la Teoría de Juegos como disciplina. Compartió con Einstein y Gödel el famoso Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.

Naturalmente, hizo muchas más cosas, entre ellas, idear máquinas que se pudieran autorreplicar (además de hacer algún trabajo). Lo hizo en teoría, describiendo qué partes debería tener, cómo se comunicarían entre sí y algún detalle más. Estas máquinas son muy interesantes. ¿Que tenemos que convertir a Júpiter en una estrella? No hay problema, mandamos una máquina que altere las condiciones de presión y densidad del planeta para que se inicie la fusión nuclear. Pero una máquina es poco y mandar muchas es costoso. Mejor enviamos una máquina von Neumann, que primero hace millones de réplicas de sí misma (con material que encuentre en Júpiter o sus lunas) y luego se ponen todas a la tarea.

Hay ya intentos rudimentarios en robótica de robots que ensamblan partes para hacer otros iguales a sí mismos, pero todavía estamos muy lejos de hacer estas máquinas. Esto no quiere decir que no existan, resulta que los seres vivos somos este tipo de máquinas y que respondemos al diseño de von Neumann. Todo gracias a las maravillas del ADN. Un mecanismo como el del ADN fue prefigurado por Darwin y, ahora vemos, también por von Neumann.

¿Cómo es una estructura autorreplicante?

En el corto espacio de esta entrada podemos usar un ejemplo semántico, que es muy ilustrativo, a la par que sencillo. Considérese la siguiente frase que traduzco y adapto del libro "Metamagical Themas" de Douglas Hofstadter:

alfabetiza, copia, después entrecomilladas escribe estas palabras “entrecomilladas palabras alfabetiza, después estas copia, escribe”

Sigamos las instrucciones de la frase (consideramos los signos de puntuación como parte de la palabra precedente). Toda la frase se refiere a las palabras entrecomilladas al final. Primero dice “alfabetiza”, es decir, ponerlas en orden alfabético. Una vez alfabetizadas, hay que copiarlas. Hagámoslo:

alfabetiza, copia, después entrecomilladas escribe estas palabras

A continuación las órdenes dicen que hay que escribir otra vez las palabras, esta vez entrecomilladas. Procedamos sin olvidarnos de lo ya hecho. Nos queda:

alfabetiza, copia, después entrecomilladas escribe estas palabras “entrecomilladas palabras alfabetiza, después estas copia, escribe”

Es decir, una copia exacta del original. Tenemos una estructura que se autorreplica. Bueno, no exactamente. Ha necesitado de nosotros para leerla y seguir las instrucciones, pero son instrucciones sencillas, cualquier ordenador las podría seguir. De hecho, los ordenadores hacen estas cosas con los virus que les llegan.

Para ser una estructura autorreplicante de verdad, debería contener su propia manera de leerse a sí misma y de llevar a cabo las instrucciones. Los virus (informáticos y biológicos) necesitan de un huésped a quien obligarles a hacer el trabajo. Por eso los virus se consideran más objetos inertes que seres vivos. Las células, con su ADN, sí son máquinas von Neumann auténticas.

9 comentarios:

  1. ¿Podrá mi Blog autorreplicarse por sí solo sin que yo tenga que seguir escribiendo post en él?

    Espero ansiosamente el día en el que eso sea posible.

    Un saludo.

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  2. Hola, vonneumannmachine,

    Bienvenido y perdona que te cogiera el nombre para la entrada, pero es que tienes un nombre muy interesante. (No, no estoy intentando ligar.)

    Creo que hay por ahí gente que clona blogs y que luego los clones tienen más comentarios que el original. Copiar se puede, pero para escribir cosas originales hace falta el original, así que sigue como hasta ahora.

    Saludos,

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  3. "Las células, con su ADn, sí son máquinas de Von Newman perfectas"... ¿No sería mejor decir: casi perfectas. Mi ADN actual no es el mismo que cuando nací ¿O no es cierto?
    Saludos

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  4. RDC:

    He dicho "auténticas", pero tienes razón, la mutación no estaba en los planes de von Neumann.

    Tu ADN está en cada célula. Cada una de ellas puede tener una (o varias) mutaciones distintas. Seguro que no tienes dos moléculas de ADN exactamente iguales en en todo el cuerpo y seguro que son distintas a la del cigoto del que saliste.

    El ADN de cada célula está siendo dañado constantemente por los rayos ultravioleta y la célula está constantemente recomponiéndolo, lo que supone otras tantas oportunidades para mutar y otras tantas de asombro cotidiano.

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  5. Perdona que haya sifo tan quisquilloso con este tema, pero hace un par de años tuve una discusión con un defensor de Kripke (no sé si lo conoces) y su metafísica esencialista. Y el argumento que me dio fue que nuestra identidad está en nuestro ADN. Y esto no es cierto... Aunque mediante promedios y estimaciones podamos pasarlo por alto y por tanto, hacer esos famosos test de identidad, los cuales son un 98-99% fiables.

    Saludos.

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  6. RDC:

    No tienes que disculparte, nunca es demasiado el cuidado que hay que tener con estas cosas.

    La identidad (sea lo que sea eso) no puede estar en el ADN (por lo menos no únicamente). Los gemelos idénticos tienen el mismo ADN, puesto que salen del mismo cigoto, y cada uno tiene su identidad.

    Un caso más extraño es posible y es que se fundan dos cigotos para formar un feto. Esto se llama una quimera y es un caso extrañísimo, aunque documentado en alguna ocasión (salió en un episodio de House). Es decir, podemos tener una identidad con dos ADN repartidos por las distintas células del cuerpo.

    Una consecuencia inmediata es el error del famoso manifiesto presuntamente científico.

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  7. "Mi madre tenía una muñeca rusa que le había traído mi padre de París. A mis hermanos les enloquecía que al abrirla apareciera dentro otra muñeca idéntica. Pensaban que era el colmo de lo anormal. Yo, más ingenuo, creía que los seres humanos estábamos constituidos de ese modo. Así, dentro de mi profesor de matemáticas había otro profesor de matemáticas un poco más pequeño y otro y otro y otro... (...)
    La muñeca rusa de mi madre estaba en una especie de tocador que había en su dormitorio. A veces, escondido debajo de la cama, veía cómo ella abría y cerraba el artefacto soviético procedente de París. Daba la impresión de buscar dentro de la muñeca algo que no encontraba dentro de sí misma. Y siempre lo abandonaba con un gesto de decepción para rizarse las pestañas. Pero yo creo que se trataba de una decepción activa. El humor, según Bergson, es una espera decepcionada. Las muñecas rusas esconden un sistema filosófico que provoca un sentimiento semejante. Uno sospecha que la vida, de ser algo, es esa sucesión de lo mismo dentro de lo mismo. Yo lo entendí de pequeño, frente a la perplejidad de mis hermanos y de mi madre, pero lo desentendí de mayor. Y todo porque no he conseguido escribir una frase que dentro de sí contenga la misma frase y la misma frase y la misma frase..."

    Juan José Millás, "La misma frase" en: Los objetos nos llaman. Barcelona: Seix Barral, 2008, pp. 24-25.

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  8. Anónimo:

    Gracias por el comentario. Ilustra muy bien el problema acerca de dónde se sitúa el yo. Una idea muy intuitiva, es pensar que existe un homúnculo dentro de nosotros (¿en el cerebro?) con todo el aparato cognitivo necesario para manejar el cuerpo en el que se encarna.

    Esta idea no se sostiene desde ningún punto de vista. Sólo traslada el problema del cuerpo al homúnculo. Debería, por la misa razón, haber otro homínculo dentro del primero, ad infinitum. El yo no es nada distinto de nuestro cuerpo físico (o parte de él).

    Algunos proponen que el primer homúnculo tiene un no sé qué que lo hace especial y ya no hace falta ir más lejos. Es cierto que no lo dicen con esas palabras, pero significa lo mismo. Llamarlo alma o espíritu no mejora las cosas.

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  9. Como seria el ADN de Jesucristo si tiene a Dios como Padre y una Madre Humana de nombre Maria segun la Biblia.

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