Una reciente visita al Museo del Prado y su recurrente referencia en El Ministerio del Tiempo han hecho que vuelva a acordarme de Las Meninas y de los pensamientos que sobre el cuadro siempre he tenido.
En su interpretación aceptada Velázquez está pintando a los reyes Felipe IV y Mariana de Austria, que posan delante de él. La infanta Margarita, con sus sirvientes, están en el lugar como testigos. El cuadro presenta la escena desde el punto de vista de los reyes, que ven a las meninas y a Velázquez. Es el mismo punto de vista que el de quien mira el cuadro. Sobre la pared del fondo se ven a los reyes reflejados en un espejo, la única duda es si es el reflejo de su imagen real o de la pintada en el cuadro.
Así me lo debieron de explicar de pequeño, pero no lo entendí bien, sobre todo en lo que tocaba al espejo. Me quedé con la idea de que Velázquez no está pintando a los reyes, sino a las meninas, que al fin y al cabo es el cuadro que estamos viendo, y que lo hace observándolas reflejadas en un gran espejo que está delante de él y de las propias meninas, que así pueden posar durante horas entretenidas con su imagen. Por su parte, Velázquez puede pintarse a sí mismo disimulando su vanidad. El espectador está del otro lado del espejo contemplando la escena sin ser visto, a la vez dentro y fuera de ella, viendo exactamente lo que ve el pintor y, este es un detalle crucial que no encontramos en un cuadro normal, al mismo tiempo que él.
Esta interpretación me gusta mucho más que la canónica. No me molestan los reyes en el espejo, que fácilmente lo imagino un cuadro, ni que espejos tan grandes como el lienzo no se corresponden con la época, puesto que no se ve y basta con que sea evocado. Pequeños detalles frente a un poderoso juego de reflejos con el que Velázquez nos regala el cuadro más real: el espectador ve la escena, las meninas se ven en el espejo y Velázquez traslada todo lo anterior al cuadro, que es, cerrando el círculo, lo que ve el espectador.
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Hace cinco años en el blog: El País no se lee a sí mismo.
Hace tres años en el blog: Cuándo funciona bien la planificación.
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Yo también me imaginé siempre que lo que estaba pintando eran las propias Meninas. Sobre todo, porque el lienzo parece del tamaño de Las Meninas (2,7 m de alto), un poco grande grande para ser el retrato de la pareja real.
ResponderEliminarMe alegro de no ser el único :)
Eliminar"Pequeños detalles frente a un poderoso juego de reflejos con el que Velázquez nos regala el cuadro más real: el espectador ve la escena, las meninas se ven en el espejo y Velázquez traslada todo lo anterior al cuadro, que es, cerrando el círculo, lo que ve el espectador."
ResponderEliminarTu interpretación implica que el cuadro muestra una imagen especular. Pero Velázquez lleva la Cruz de Calatrava sobre el corazón y no sabemos que fuese zurdo. Hay tres puntos a considerar. Dónde fue pintado el cuadro, dónde estaba previsto que fuese colgado y a qué espectador estaba destinado. El cuadro no se pintó para el Museo del Prado ni para el público general. Es un divertimento para el despacho del Felipe IV y estaba colgado de manera que pareciese su continuación natural. Si fuese una imagen especular, el taller de Velázquez tenía la ventana al otro lado. Dejemos el asunto a los arquitectos.
Yo prefiero imaginar a Velázquez en su taller, frente a un enorme lienzo blanco, pensando que el rey ya tenía muchos retratos y quizá le resultaría divertido un cuadro que, por una vez, mostrase su punto de vista, mientras posa. Que Velázquez primero imaginó un episodio informal en su taller, desde el punto de vista del rey mientra posa para un retrato. Y que solo al final añadiría las caras de los retratados, convirtiéndolos en cómplices del divertimento. Prefiero pensar que Velázquez solo necesitó un espejo para terminar su propio rostro y que tuvo que imaginar todo lo demás, precisamente porque "nos regala el cuadro MENOS real", el que refleja el poder de la imaginación para romper los marcos de representación previos.
Además me gusta la interpretación tradicional por otro motivo. Sitúa el cuadro en su época, en el nacimiento de la modernidad europea y la filosofía de la subjetividad. Porque el cuadro no representa una escena (nisiquiera la imagen especular de una escena). El énfasis del cuadro y el motivo por el que resulta tan divertido es que lo evocado, lo que no se ve, no es un espejo, sino un punto de vista subjetivo. Es "Inside John Malkovich" para John Malkovich. Es "Dentro de Felipe IV" para Felipe IV.
ResponderEliminarNo vas a tirar por tierra mi teoría por más que sigas añadiendo "pequeños detalles". :/
EliminarVelazquez pintaba mirando en el reflejo, pero eso no le impedía poner el pincel en la mano que se viera la derecha desde el punto de vista del espectador.
¿Dentro de Felipe IV para Felipe IV? Eso, comparado con el juego de reflejos y con el protagonismo de todos menos del rey me parece poca cosa. Mi interpretación no quita nada a la subjetividad, que la pone en tres niveles. No veo por qué no representa una escena ni por qué no representarla es algo necesario para esa modernidad y esa filosofía. El juego de reflejos lo hace más moderno todavía, acercándolo a Escher, por ejemplo.
Lo divertido de tu interpretación especular es que encierra una paradoja. Como en todos los retratos que miran al espectador, la mirada te sigue. Si los personajes de "Las Meninas" están mirando un espejo, miran sus propios ojos si adoptas su punto de vista, uno a uno. Pero a la vez, ninguno está mirando sus propios ojos, porque te pongas donde te pongas, el punto de fuga de todas sus miradas son los ojos del espectador (el rey).
EliminarMe sigue gustando más la idea de titular el cuadro "Visita a un recuerdo de Su Majestad, mientras se aburría posando para un retrato en mi taller".
No sé si me he explicado. Para que los personajes se estuviesen mirando a los ojos en un espejo, habría que ir girando el espejo. Así que no se están mirando a los ojos. Están mirando a los reyes, que están detrás de ellos, pero no en un cuadro. ¡Sino tras el cristal de una ventana interior!. Solo faltan los canguros, como en "La última de cena" de los Monty Python.
EliminarEl "pequeño detalle" para esa interpretación es que los reyes son demasiado pequeños o el personaje de la escalera demasiado grande. Es más coherente la hipótesis de que no hay más espejo que el de la pared del fondo, y refleja la imagen de los reyes, que están posando para un retrato mientras atraen la mirada de los personajes.
EliminarEl efecto de mirar al espectador es mirar de frente, que es lo que tienen que hacer para mirarse a sí mismo en el espejo. No hace falta mover el espejo, si se mueve el espectador, la mirada le sigue. Es consecuencia del efecto.
EliminarYa, pero los personajes miran al espectador. No pueden estar mirando a sus propios ojos en un espejo, salvo que imaginemos que el espejo está en un ángulo distinto para cada personaje. Además, para cada personaje, si se se está mirando a sí mismo, los demás le están mirando a él. Solo así podría el espectador mirar a los ojos de cada personaje como si fuese su imagen en un espejo. Podría pensarse que es Velázquez quien se mira a los ojos en el espejo y todos los demás le miran a él, haciendo de "Las Meninas", un autorretrato antes que cualquier otra cosa. Pero es que esa jugada sirve para todos los personajes que miran de frente.
ResponderEliminarPara que "Las Meninas" sea una imagen especular y un autorretrato, el espejo estaba colocado de forma casi perpendicular al lienzo y la imagen de los reyes es un cuadro. Si el espejo estuviese colocado paralelo a la pared, los personajes estarían todos mirando al de las escaleras y la imagen de los reyes podría ser otro espejo. Pero ya sabes lo que ocurre cuando te colocas entre dos espejos paralelos. La imagen se repite en un túnel infinito.
ResponderEliminarEso no es así. Mira cualquier cuadro en el que un personaje esté mirando al frente. Te coloques donde te coloques te parecerá que te esté mirando a ti. Son las cosas de que el cuadro tenga dos dimensiones. Si las meninas miran de frente por estarse mirando a sí mismas en el espejo, cualquiera que mire el cuadro desde cualquier ángulo tendrá la impresión de que le miran a él.
ResponderEliminarCreo que estamos mezclando dos hípótesis distintas.
ResponderEliminar1. Que Velázquez pintó las meninas ayudándose de un espejo.
2. Que Velázquez pintó las meninas como un juego de imágenes especulares.
La primera es muy fácil de despejar. Velázquez solo necesitaba un espejito para terminar su propio rostro. Todos los demás, podrían posar delante de él sin necesidad de ningún espejo. Solo necesitaba un doble para su propio cuerpo.
Despejar la segunda es más interesante. Velázquez no podía usar el efecto de seguimiento de la mirada de los personajes que miran de frente sin arruinar la hipótesis que hace de "Las Meninas" un juego de imágenes especulares. Colócate junto a otra persona frente a un espejo y pídele que se mire a los ojos. Te darás cuenta de al mismo tiempo no te puede estar mirando a los ojos. Para tí, su imagen especular está mirando a la persona que tienes al lado. Ahora mira a tu imagen a los ojos. No puedes estar mirando al mismo tiempo a los ojos de la imagen especular de la otra persona.
Los personajes de las meninas no pueden estar mirándose a los ojos en un espejo, porque entonces no estarían mirando al espectador, salvo que el espectador se coloque, uno por uno, frente a los ojos de cada personaje. Pero si Velázquez está pintando las meninas en un espejo, no se mueve. Tiene un punto de vista y un ángulo concreto respecto a la imagen especular de los demás personajes.
Por el contrario, si renunciamos a la hipótesis especular, Velázquez podía usar el efecto de seguimiento de la mirada como el ingrediente fundamental de la polisemia del cuadro. Se interpreta de manera distinta dependiendo a quién estén mirando los personajes y todas las interpretaciones son igualmente sólidas precisamente gracias a ese efecto de seguimento.
P.D. Respecto al espejo del fondo, me expresé muy mal en el mensaje anterior. Si "Las meninas" fuese una imagen especular, la imagen de los reyes solo puede ser un cuadro, independientemente del ángulo del espejo. Porque si fuese en espejo frente a otro oblícuo tendría que mostrar que el cuadro que Velazquez está pintado es "Las Meninas". Y si estuviese colocado paralelo a la pared, mostraría un un túnel de espejos.
La hipótesis especular se mantiene en pie si renuncias a la idea de que todos los personajes que miran de frente se están mirando a los ojos en un espejo y la multiplicas por una pluralidad de hipótesis con un solo personaje mirándose a los ojos y los demás mirándole a él. De este modo el cuadro es aún más polisémico porque, espejo mediante, las direcciones posibles de las miradas de los personajes se multiplican. Me gusta.
ResponderEliminarSigue siendo que no. Si, frente a un espejo, tienes al lado una persona que se mira a los ojos en su imagen tienes una cosa, porque la imagen es, a todos los efectos ópticos, tridimensional. En un cuadro es otra cosa, al ser bidimensional. Si recoge una o muchas miradas al frente, la miradas te siguen, todas a la vez. Tal vez quieras decir que desde el punto de vista de Velázquez no le están mirando a él y que entonces no las pintaría mirando al frente, pero no es lo que pasa. Miran al frente, Velázquez lo sabe y traslada el efecto a la pintura.
ResponderEliminar"Tal vez quieras decir que desde el punto de vista de Velázquez no le están mirando a él y que entonces no las pintaría mirando al frente"
ResponderEliminarEso es lo que digo que pasaría si Velázquez estuviese pintando una imagen especular desde la posición que ocupa en el cuadro.
"pero no es lo que pasa. Miran al frente, Velázquez lo sabe y traslada el efecto a la pintura."
Es decir, que siguiendo la hipótesis especular, Velázquez no pintó los ojos como él los veía, ni la cruz del pecho, ni la mano dominante, ni los cuadros del fondo, ni... Pero bueno, puestos a ignorar pequeñeces, la hipótesis da juego.
Por cierto. La hipótesis especular no precisa un gran espejo. Un espejo pequeño, a distancia suficiente, refleja toda la escena. Lo único que precisa la hipótesis es que Velázquez tuviese buena vista.
Eliminar"Velázquez no pintó los ojos como él los veía, ni la cruz del pecho, ni la mano dominante, ni los cuadros del fondo, ni... "
EliminarLos grandes pintores hacen eso.
El espejo pequeño valdría, pero ¿para qué, pudiendo imaginar uno tan grande como el lienzo para estar nosotros del otro lado y verlo todo grande? En cualquier caso, más a mi favor ;)
En el siglo XVII las comisarías de policía no tenía espejos espía para ruedas de reconocimiento. :) Si te ponías del otro lado de un espejo, lo que veías era una tabla de madera. Para una mente moderna, el espacio especular es escrupulosamente simétrico. Hacer del espejo una puerta a un mundo diverso es más contemporáneo.
EliminarLo bueno de la hipótesis del espejo pequeño es que permite una variación muy divertida. El espejo pequeño es idéntico y colocado en la pared opuesta al que vemos en el cuadro, que estaría tapado mientras pintaba, para no dar pistas. Porque lo que está pintando es "Las Meninas", tomando el espejo de modelo. Solo Velázquez se mira a los ojos y puede ver la escena completa reflejada. Porque con un espejo de ese tamaño, los demás no se ven. La dirección de las miradas no está falseada. En el espejo solo ven la cara de Velázquez. Todos le miran a los ojos. El cuadro representaría un momento en que los reyes se colocan de espaldas al espejo, tapándolo, creyendo posar para un retrato. El divertimento solo tiene sentido si los reyes aceptan no mirar el lienzo hasta que estuviese terminado.
ResponderEliminarAunque desde ese ángulo, para que Velázquez pudiese verse a śi mismo y ser el único espectador privilegiado de la escena en su conjunto, el espejo no podría estar pegado a la pared. Tendría que estar ligeramente oblicuo.
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