miércoles, 11 de junio de 2014

Seguros de salud privados: ¿selección adversa o propicia? (2)

Esta es la segunda parte de traducción de mi artículo de mayo en Mapping Ignorance. Debe leerse la primera para entenderla.


Con información asimétrica (los individuos conocen su grupo de riesgo, pero no así las empresas) las cosas cambian. Primero, por las mismas razones que en el modelo de Rothschild y Stiglitz descrito anteriormente, los individuos de alto riesgo tendrán ofertas de seguros completos atractivas para ellos, pero los de bajo riesgo, no. Un contrato atractivo para los de bajo riesgo no puede ofrecer cobertura completa, puesto que los de alto riesgo lo comprarían pretendiendo ser de bajo riesgo. Como entonces el contrato será una opción no especialmente buena para los de bajo riesgo, muchos se verán atraídos por el sistema público. Los autores se aseguran de que este resultado es suficientemente general y que no depende de las aproximaciones del modelo. De hecho observan las mismas conclusiones si se tiene en cuenta una mayor heterogeneidad entre individuos (en costes, actitudes frente al riesgo o en la severidad de la enfermedad).

Poniendo juntos estos dos resultados tenemos que con información simétrica habrá selección propicia en el sector privado, mientras que con información asimétrica habrá selección adversa. Esto da pie para probar la existencia de información asimétrica. Solo falta saber qué tipo de selección hay.

Los datos provienen de la Encuesta de Panel de Hogares Británica durante el periodo 1996-2008, que incluye información sobre la decisión de contratar seguros privados (PHI). Si se pudiera saber el grupo de riesgo de los encuestados bastaría con comparar las proporciones de cada grupo de riesgo en el PHI con la población general. La probabilidad de usar cuidados médicos no es observable, solo lo es el hecho de haber usado el servicio. Si se hiciera el contraste usando los datos de uso podríamos tener resultados sesgados, puesto que hay muchas razones por las cuales individuos con PHI usen los servicios de salud con mayor asiduidad que los que no tienen PHI. Así que hace falta otro enfoque.

Los individuos con PHI pueden dividirse en dos grupos. En el primero los individuos deben decidir si compran PHI o no, mientras que los del segundo obtienen el PHI como parte de los beneficios ofrecidos por el empleador y no toman decisión alguna. Condicionado a varios factores (como estar o no empleado), el supuesto es que ambos grupos tienen la misma probabilidad de hacer uso de los servicios médicos. Si la información es asimétrica, de acuerdo con el modelo teórico la probabilidad de usar servicios médicos debería ser mayor que la que hay en la población general, según se mide en el segundo grupo. Tras realizar varios tests estadísticos para cerciorarse de la validez de las muestras, los autores encuentran que hay fuertes evidencias de la existencia de selección adversa, la huella que delata la presencia de información asimétrica. Más aun, logran identificar que se debe a las diferencias en preferencias más que a diferencias en salud.

La importancia de este trabajo es doble. Por una parte, al obtener un diagnóstico de los problemas el sistema de salud del Reino Unido, permiten aclarar la discusión sobre cuáles serán las mejores políticas regulatorias si es que se quiere hacer algo al respecto. Por otra parte, los estudios empíricos en otros sistemas de salud habían encontrado resultados dispares cuando buscaban algún tipo de selección en los mercados de seguros. El presente trabajo abre una puerta para mejorar esos estudios.

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Hace tres años en el blog: Un ciego guía a otro ciego.
Hace cinco años en el blog: El aborto a los 16 años.
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3 comentarios:

  1. Yo creo que la información asimétrica en los seguros será cada vez más simétrica (y no tiene por qué ser mejor, desde luego), por los mayores requerimientos de información por los reguladores y supervisores (nacionales y sobre todo europeos), esa es la tendencia. Pero no solo eso, sino mayor intromisión en la propia gestión de las compañías, incluida la selección de clientes y riesgos (guías"), sometimientos periódicos a algo parecido a "tests de stress",,,en fin, un número considerable de folios, miles, que están preparando los reguladores europeos. Como se ha hecho en la banca con los "Basilea" y otras, solo que en este caso de los seguros no han existido esos fallos de gestión que quieren evitar antes de que aparezcan salvo algún pequeño episodio, en comparación con la baca. Al menos eso parece de la futura Directiva Solvencia II y desarrollos posteriores, unos en curso y otros ya.

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    1. Creo que podemos decir con bastante confianza que será peor en una dimensión por lo menos: en lo que toca al sector privado, si se sabe el grupo de riesgo en el momento de hacerse el seguro esta, será una circunstancia contra la que no se podrá asegurar el consumidor y eso es una mala consecuencia.

      Por supuesto, también habrá buenas consecuencias, como que al conocer el grupo de riesgo se podrán tomar acciones al respecto.

      La obligación de asegurar a todo el mundo desde el nacimiento y al mismo precio podría conciliar ambas consecuencias.

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    2. Yo creo que, tal como están las previsiones regulatorias y la burrada de documentos escritos y en curso, lo peor que dices pesará mucho más que lo mejor en la balanza, y la solución que propones estaría bien, pero vete a saber si ya desde el nacimiento te encasillan en un grupo de riesgo. Yo creo, de todas formas, que hay también un desenfrenado afán por regular por parte de algunos organismos europeos, con lo que conlleva. Y espero que cambie esto, porque no creo que sea bueno tanta regulación injustificada. Es la burocracia.

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