sábado, 20 de enero de 2018

Eduardo Garzón y las pensiones, un ejemplo de cómo no hacer análisis económicos


Eduardo Garzón ha publicado recientemente un artículo en el que defiende que no hay necesidad de poner impuestos para asegurar las pensiones. Esto es lo que dice en cada uno de sus nueve párrafos:

1. Presenta la tesis: pagar pensiones con impuestos no es de izquierdas porque está la alternativa del déficit. El déficit no es malo.

2. Analogía de las pensiones con la Seguridad Social y la educación, presentan déficit y son cosa buena. La pensiones también pueden presentar déficit.

3. Hoy no se hace por el Pacto de Toledo y es lo que provoca que se aumente la edad de jubilación, que se congelen,…).

4. Al aislar las pensiones, cuando tienen déficit se aprovecha para señalar que son insostenibles y promover las privadas.

5. El déficit público no es malo. Decirlo es neoliberal.

6. Empresas y familias se endeudan, ¿por qué no el Estado?

7. Por eso no hay que acabar con el déficit de la Seguridad Social, que pase a déficit del Estado.

8. Medidas para reducir el volumen del déficit:
  • Reducir el fraude laboral
  • Eliminar tope de cotización (con esto, 8.000 millones más de recaudación)
  • Eliminar bonificaciones (4.000 millones)
  • Aumentar prestaciones por desempleo, que cotizan, y que coticen prácticas y becarios
  • Elevar el salario mínimo
  • Crear empleo de calidad. Como el sector privado no sabe, que lo haga el público
9. Lo anterior soluciona el problema de las pensiones.

Analicemos su argumentación. En los párrafos del 1 a 7 comete varios errores de bulto:

(i) Aún sin aislar las pensiones en cuenta aparte, eso no dice nada acerca de qué es lo mejor, si financiar con impuestos o con déficit del Estado. La analogía con SS y educación para defender esa idea solo sirve para apelar a los sentimientos, puesto que nada dice acerca de la conveniencia del déficit de Estado. Si sirve para algo, sería para decir que las pensiones pueden financiarse no solo con cotizaciones sino también con impuestos. Garzón habla como si los demás economistas estuvieran en contra de esa idea por razones ideológicas. No es así a corto plazo, pero no es tan buena idea como parece (ver punto e aquí). 

(ii) Nadie dice que haya que tener por fuerza un déficit cero. Lo que se dice desde la Economía es que los suyo es tener déficits que se puedan financiar y que sean por buenas razones (inversiones en momentos especiales, gasto en época de crisis,…).

(iii) Garzón parece olvidar que financiar con déficit es también financiar con impuestos futuros.


Veamos ahora las medidas que propone en el párrafo 8, con las cuales según él no haría falta nada más, ni impuestos ni déficit. Solo cuantifica dos de ellas (la segunda y la tercera), aunque no sabemos de dónde salen los números. En cualquier caso, están muy lejos de las decenas de miles de millones de euros que harán falta en el futuro no lejano. La eliminación del fraude laboral estará bien (la primera), pero eso no es una medida, es un deseo, una piel de oso que no se debe vender antes de cazado y que incluso una fuerte campaña para reducirlo implicará en el mejor de los casos pequeñas reducciones anuales.

La cuarta medida, aumentar prestaciones por desempleo que cotizan, aumentará efectivamente las cotizaciones, pero por fuerza aumentará en mucha mayor medida el déficit público. Si una prestación paga un 30% de cotización quiere decir que para reducir el déficit de las pensiones en 30 tienes que aumentar el déficit general en 100. Lo mismo ocurre para las becas dadas por organismos públicos (muchas ya lo hacen).

Elevar el salario mínimo (quinta medida) aumentará y hacer que las prácticas coticen (incluida en la cuarta) aumentará la cotización en la medida que aumente la masa salarial por esta razón. Sin embargo, el número de trabajadores afectados será poco, el 3,5% de afiliados a la Seguridad Social, y el impacto sobre las cotizaciones será pequeño. Corresponde a Garzón cuantificar esto, ya que es quien dice que las cuentas salen.

Crear empleo de calidad es un deseo, no un plan. Además, que lo va a crear el sector público es un deseo muy atrevido. No dice cómo ni cuál será el impacto.

El último párrafo afirma, sin haberlo demostrado, que con estas cuentas de la lechera ya sabe que sus medidas serán suficientes para pagar las pensiones y hacer una España más social.

Resumiendo, el artículo de E. Garzón se resume en que no hace falta poner impuestos para pagar las pensiones porque se pueden subir un poco las cotizaciones y tirar un mucho de déficit. Todo lo demás es relleno que no tiene nada que ver, pero que le sirve para decir que los que no piensen así son neoliberales, izquierda traidora o interesados en promocionar los planes de pensiones privados.

Y hay quien le hace caso.

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Hace cinco años en el blog: Nacionalizaciones.
Hace tres años en el blog: La Socialdemocracia real (y 2).
Y también: No, señor Bergoglio, no es normal esperar un puñetazo tras un insulto.
Y también: #LunesPollas. El órgano masculino y el crecimiento económico: ¿importa el tamaño?
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4 comentarios:

  1. Fuera del análisis estrictamente económico pero también dentro del análisis de la realidad llama la atención que no tenga en cuenta los tratados europeos, la constitución española y Ley Orgánica 2/2012 de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Limitan el déficit estructural.

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    1. Tener en cuenta las restricciones presupuestarias o de otra índole nunca ha sido el punto fuerte de los que creen el unicornios.

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  2. Jose Luis, uno de los problemas es que Garzón no olvida que el déficit son impuestos futuros, sino que parte de la base de que para pagar el déficit basta con imprimir más moneda. Pero el malvado BCE no nos deja no por motivos económicos, sino básicamente por fastidiar y mantener subyugados a los trabajadores del Sur. O alguna tontada parecida.

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    1. Cierto, eso lo va diciendo por otro lado. Pero, al final, la inflación también es un impuesto. Al final, en este artículo critica que alguien pida que se haga directamente lo que él quiere hacer indirectamente y oculta.

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