martes, 14 de junio de 2011

Un no es un no


La mejor forma de que no te roben la cartera es llevarla a buen recaudo. La mejor forma de evitar que te violen es no vestir con ropa demasiado ligera.

No sé si las dos afirmaciones anteriores son ciertas o no. Los expertos dirán. Lo curioso es la reacción distinta que suscitan. Podemos decir que llevar la cartera muy a la vista es "provocar", como llevar según qué ropa. En ningún caso esto tiene por qué implicar culpa por parte de la víctima. El que lleva la cartera a la vista tiene tanto derecho a ir así como la mujer que viste como quiera.

Sin embargo, si uno recomienda no llevar la cartera de esa manera no suscitará ninguna reacción particular. Si uno recomienda no vestir según de qué manera, sí ocurrirá. En un caso reciente, la razón puede deberse a la manera en la que se han dicho las cosas, diciendo que no hay que vestirse como putas. ¿Es solo eso? Si se hubiera empleado una expresión más respetuosa ¿no habría habido ninguna reacción? ¿se habría tomado nota de esa posible manera de evitar la violación, como en el caso de la cartera?

Creo que no. Después de mucho lenguaje machista y de una historia de privación de derechos a las mujeres, seguramente que aflorarían susceptibilidades.

Sí, pero ¿llevarían razón estas reacciones susceptibles? Creo que todo depende de cómo se valore la falta de libertad que implicaría cumplir con ese cuidado. Llevar la cartera bien guardada no coarta mucho la libertad de uno. No vestir como uno quiere, limita más. Claro que también supone una merma de libertad el no poder circular por todos los barrios que uno quiere a la hora que uno quiere.

Hay una circunstancia más que puede añadir algo de luz al porqué de las reacciones, que pueden servir de presión para que la sociedad ponga todavía más medios para evitar las violaciones o vejaciones hacia las mujeres. Entiéndase que, en ese caso, quien hace la presión entiende (o debe entender) que la afirmación (la relación entre la manea de vestir y la violación) bien puede ser cierta, pero que no se le presta atención a ese hecho para prestársela toda al castigo al violador y la posible complicidad de algunas actitudes machistas.

En todo caso, esa sería una presión social. Individualmente, cada madre y cada padre ¿cómo le recomendaría ir vestida a su hija a una taberna de puerto adonde llegan marineros tras semanas sin ver a una mujer?

Aquí alerté hace tiempo acerca de frivolizar con estas cosas.

25 comentarios:

  1. José Luis: eres genial por clarito.

    Así es, y añado, también es una "merma de libertad" comer todos los pastelillos que yo quiera, pero mi salud me lo agradecerá.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Entraron a robar en nuestra casa. Mi marido me dijo: ponemos rejas en la ventana? Yo respondí: los ladrones son ellos y son ellos los que deben vivir entre rejas. Pues lo mismo para la cartera y la ropa.

    ResponderEliminar
  3. Enrique:

    Gracias.

    Clidice:

    Yo tiendo a pensar así y dejar toda paranoia y limitar el coste que estoy dispuesto a pagar en términos de libertad por ganar algo de seguridad. Pero esto no evita que haya este balance entre una cosa y otra y que cada uno lo valora a su manera.

    ResponderEliminar
  4. Yo tenía una casa en el campo y me robaron en cuatro ocasiones, hasta que un amigo policía me dijo que lo mejor era venderla. Entonces me jodió perder mi libertad de tener lo que quería, pero ahora veo que tenía razón. Vestir provocativamente una mujer es su derecho y hace uso de su sagrada libertad, pero defender ese derecho puede ser muy costoso y no merece la pena.

    ResponderEliminar
  5. Ferreira, ahí tienes un poquito de maquillaje neoliberalista en el fútbol. A ti qué te gustan las probabilidades, ¿qué te parece el método del sorteo? Supongo que soy un conspiranoico y yo sin saberlo... A mí me la menea bastante cuál sea el fin, pero lo que no soporto es la teatralidad y además es bastante mala en el caso concreto. Y con la Economía pasa exactamente lo mismito... ¡hoy tengo el día conspiranoico, Ferreira!

    Lo añado en esta entrada porque no sé si lo verás, pero viene a colación de uno de mis comentarios en tu entrada anterior.

    Espero respuesta sobre si crees que es un sorteo limpio o amañado.

    ¿Esa es la verdad de Agamenón o la de su porquero?

    Por qué existen estos engaños, maquillajes, estafas y similares lo sabemos todos... ¿no?

    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. http://youtu.be/-TvhCwaIlM8

    Se me olvidaba.... ¡Biba Hespaña!

    ResponderEliminar
  7. José Luis Ferreira:

    La asociación entre la manera de ir vestida y la violación es siempre machista sin condicionantes y aunque se trate de ir al puerto a ver marineros. Cualquier hombre de cualquier condición social y situación si no fuera educado de manera machista sabría cómo reaccionar. Vale, hay machistas y más vale cuidar a nuestras hijas pero eso no justifica en ningún caso moderarse en el vestido. Si la llevas a extremo está es la lógica que justifica el burka. Esos hombres aún no han aprendido cómo reaccionar ante unas piernas torneadas o unos brazos descubiertos, ¿no crees?
    En cualquier caso, no entiendo por qué escribes una entrada que tiene esas implicaciones....

    ResponderEliminar
  8. Anónimo 1:

    Resumes bien mi postura. Añadiría que es debemos, entonces, presionar a los poderes públicos para que nuestra libertad sea menos costosa.

    KC:

    ¿Quieres que yo sepa si el sorteo está amañado? ¿Cómo habría de saberlo?

    Anónimo 2:

    Claro que no hay justificación para una violación en la taberna de puerto no importa cómo vista la mujer. Yo no lo justifico. De ahí no se deduce lo demás que dices.

    Llevando la lógica al extremo, si estuviera en una aldea talibán donde se lapidara a las mujeres que salieran a la calle sin burka, desde luego no dejaría salir a mi hija sin él puesto y eso estaría justificado ¿o tú no la "moderarías" en el vestir?

    Que esté justificada la cautela no significa que esté justificada aquello que la causa. No veo que lo que he escrito implique otra cosa.

    Saludos a tod@s

    ResponderEliminar
  9. Ferreira, este amaño es tan vulgar como la estafa legal de tu anterior entrada. La única diferencia es que el otro parece un pobre iluminado mental y esta está en connivencia con la Federación Española de Fútbol. Haz un esfuerzo, hombre, que hay hasta tres indicios claros de amaño.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  10. No digo que no, pero no me siento en disposición de hacer la acusación y poder ganar un juicio con esas pruebas.

    ResponderEliminar
  11. Ferreira, con una prueba así, y a no ser que el juez también estuviera compinchado, no tendrías siquiera que añadir mucho más. Está tan claro el agua de un manantial no contaminado. Vamos, que no creo que haya pruebas así todos los días, desgraciadamente.

    Es un amaño ca-te-dra-li-cio.

    Lo que tendrán que investigar es si el otro participante estaba en el ajo o no, que ya es más complicado.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  12. Ferreira, ¡sigo con conspiranoia!

    Esto ya es más gordo: Un directivo que ayuda a que su propio equipo se hunda para beneficio propio. ¿Qué bien que no haya límites, eh, Ferreira? ¿No se podría trasladar a otros ámbitos? Seguro que con un poco de imaginación nos imaginamos la misma situación pero en otra corporación y con otro nombre que comience por Banco de o Bank Of.

    http://is.gd/fqcYRo

    Saludos.

    ResponderEliminar
  13. ¿Por qué me dices que qué bien que no haya límites? Parece que me estás reprochando algo, pero no sé qué. Si eres más claro te podré contestar.

    ResponderEliminar
  14. Una vez te comenté que los límites son un concepto básico en muchos aspectos económicos y tu respuesta no me pareció que apoyara esa tesis. Igual la tergiversé. De todas formas, la pregunta, más que personal es retórica, para quién vaya a leerla, y para que se reflexione sobre la liberalidad con la que se hacen muchas cosas y por qué estas "liberalidades" son generalmente tan fáciles de hacer, ya sea en un surrealista sorteo de clubs de fútbol de 2ªB, ya sea en una entidad financiera de primera división, ya sea en las Bahamas.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  15. Todo el mundo tiene derecho a vestir como quiera, no me cabe ninguna duda. Pero...

    También entraron a robar en nuestra casa y a pesar de lo desagradable de la situación, tuvo sus momentos divertidos, como cuando una vecina me preguntó si nos habían desvalijado la casa y yo le respondí que no, que ya estaba así. Se llevaron pocas cosas, porque poco teníamos y de poco valor. Pero a fin de cuentas sólo se llevaron cosas. Muy distinto habría sido si, por ejemplo, nosotros hubiéramos estado dentro y hubiéramos sufrido algún daño. Entonces supongo que sí que habría puesto rejas en las ventanas, o alarmas o cualquier otra cosa.

    Otra situación distinta pero que me lleva a actuar de la misma forma, es el acoso escolar que sufrió mi hija. Durante mucho tiempo luché para que se solucionara todo. Tenía y tengo muy claro que el problema no lo originaba mi hija, sino sus agresoras y no me parecía justo que nosotros tuviéramos que renunciar a ciertas cosas, como la elección del colegio. También tengo muy claro que mi hija tiene derecho a que el sistema funcione y la proteja, pero por desgracia esto no siempre es así. Después de mucho luchar y no conseguir que ella estuviera mejor, decidimos cambiarla de colegio. Esa decisión sirvió para que ella dejara de sufrir. Tuve que renunciar a algo, pero las consecuencias fueron positivas para mi hija. ¿Qué me hace más libre? No lo sé, depende de qué forma entendamos la libertad. Yo me siento mucho más libre desde que ella es feliz, desde que no paso noches en vela sufriendo por ella, desde que no me sobresalto cada vez que mi hija me dice que tiene algo que contarme.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  16. KC:

    Pero no puedes decir que porque no quiera poner límites a unas cosas no quiera ponerlos a ninguna.

    Anónimo:

    Gracias por tus testimonios. Creo que ilustran muy bien lo que he querido decir en la entrada.

    Una cosa es que no se proponga como solución blindar las casas, vestir de cierta manera o cambiar de colegio para los distintos problemas y otra cosa es que no se pueda decir que algo de eso alguna vez puede tener sentido hacerse, dada la imposibilidad de arreglar las cosas de otra manera.

    ResponderEliminar
  17. Una buena manera de que no nos aclaremos es confundir el grado de abstracción de los distintos argumentos en una misma conversación.

    En el nivel de los principios está claro que una mujer tiene derecho a ir vestida como quiera por donde quiera, que un vecino tiene derecho a tener su casa abierta sin que nadie le robe y que un excursionista tiene derecho a pasear por el campo sin que le pase nada, aunque sea por la línea del frente de un campo de batalla. No hay dudas.

    En un nivel más bajo de abstracción, resulta sensato estudiar que vestido te pones en cada ocasión, que cerrojo colocas en cada puerta y que itinerario sigues en cada excursión.
    Puesto que, si no lo haces, aumentan tus posibilidades de convertirte en mártir de la defensa de los derechos humanos, algo quizás glorioso, no diré que no, pero muy poco sensato.

    En política, confundir los niveles de abstracción lleva a prácticas grupusculistas; en religión, lleva a prácticas fundamentalistas; en filosofía, lleva al dogmatismo, y en la vida diaria lleva a coleccionar tortazos.

    ResponderEliminar
  18. FXavier:

    Gracias por tus aclaraciones. Lo que tú llamas grados de abstracción yo lo llamaría saber de qué estamos hablando en cada momento, pero decimos lo mismo.

    ResponderEliminar
  19. El hecho real es que vestir de una u otra manera no pone a resguardo de las agresiones. La acusación de "estar provocando por cómo se va vestida" es pura ideología porque ir vestida con pantalones, sin escote, etc., no protege del acoso o de agresiones peores.

    Analizando la comparación con la cartera desde más cerca, emergen además otras observaciones adicionales:
    "Ir enseñando la cartera" se puede entender como una provocación mediante dos mecanismos distintos. En uno, tendremos a un ladrón de carteras que va buscando presas fáciles, de modo que una cartera asomando le hace elegir esa víctima porque es más fácil de robar. En otro, tendremos a una persona poco escrupulosa y oportunista, que aunque salió de casa sin el propósito de robar carteras, ve una a tiro y no resiste la tentación de robarla. (De hecho, a lo largo de mi vida a mi me han robado la cartera dos veces de la primera forma y una de la segunda)

    ¿Qué paralelismo puede haber con la provocación supuesta que supone ir con falda corta, escote y enseñando el ombligo, por ejemplo?
    Absolutamente NINGUNA.

    En el primer caso, tendríamos a un violador/acosador que anda buscando víctimas fáciles.
    ¿Quienes son las víctimas fáciles?
    Lo sabemos: son las más jóvenes, las que van solas, las que se encuentran en un lugar solitario, las confiadas en que es un conocido, las que no pueden denunciar por indefensión y las intimidadas por la autoridad.
    En absoluto ir con ropa más o menos larga es una variable relevante para hacer más fácil un ataque en ninguno de estos casos.

    En el segundo caso, tendríamos a un oportunista sin escrúpulos que, aunque no salió de casa buscando mujeres para atacar, vio la ocasión y la aprovechó. ¿Cuándo se presenta la ocasión? Cuando encuentra a una mujer sola, o que confía en eĺ, o en un descampado, o que puede intimidar, o que no puede denunciarle, etc.
    Es decir, exactamente los mismos casos. La ropa no tiene nada que ver con la facilidad para el ataque. No es relevante. No hace a una mujer más o menos fácil de atacar de por sí.

    La tontería (y perdona) de que la ropa "provoque" se basa en un malentendido y es reforzada por la ideología machista.
    El malentendido es que atacar a una mujer sea producto de un impulso repentino e irresistible debido a lo atractiva que es ella y lo que va enseñando. Pero eso no funciona así. Los impulsos se dan, mira por donde, donde y cuando hay impunidad, aunque la víctima vaya tapada hasta el cuello. No se dan donde no hay impunidad, aunque la víctima vaya en bikini. No hay oleadas de violadores en las playas concurridas a plena luz llenas de mujeres casi desnudas.
    El refuerzo es toda esa ideología de que una mujer merece respeto solo si no parece una puta: El sobreentendido es que la promiscuidad, real o presunta, da derecho a la agresión sexual, porque quien es promiscua pierde el derecho a negarse al sexo y su voluntad no cuenta. No es nadie que merezca respeto.
    Así que, si se parece promiscua, se le dice que va "provocando", pero no tiene nada que ver con "enseñar la cartera" (las piernas, el ombligo, el escote) ni provocar tentaciones irresistibles, ni eso hace más fácil el ataque: tiene que ver con la ideología de la castidad y el decoro como virtud imprescindible para que una mujer merezca que no la ataquen.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. He comenzado la entrada diciendo:

      "La mejor forma de que no te roben la cartera es llevarla a buen recaudo. La mejor forma de evitar que te violen es no vestir con ropa demasiado ligera.

      No sé si las dos afirmaciones anteriores son ciertas o no. Los expertos dirán."

      Das unas cuantas razones por las que la respuesta podría ser positiva en el primer caso y negativa en el segundo, pero son apreciaciones a priori. Hará falta ve si efectivamente se cumplen. Todo mi entrada se refiere al caso en el ambas afirmaciones sean ciertas, de manera que solo necesito saber qué datos tenemos. Si al final es como tú dices, pues nada, la entrada queda en el vacío, pero si no es el caso, creo que la entrada es pertinente.

      Eliminar
    2. Los datos sobre si la ropa influye no sé si existen específicamente. Todo lo que yo he leído sobre el tema parece evidencia negativa, pero claro, la evidencia negativa no es evidencia de la misma forma que la evidencia positiva.

      La cuestión que yo planteo es que no hay paralelismo entre ambos casos, porque enseñar cacho no hace más fácil un ataque bajo ningún supuesto verosímil (al menos en nuestra cultura, en alguna de las peores puede aumentar la impunidad mediante la aprobación del ataque por parte de la concurrencia), mientras que enseñar la cartera puede verosímilmente hacer más fácil que te la roben.
      Para empezar, porque demuestra que llevas cartera y dónde está. Las mujeres siempre llevan su cuerpo con ellas, de modo que enseñar algo no da información adicional.

      La polémica que planteas tendría más sentido referida no a la ropa, sino a las circunstancias que hacen más fácil un ataque. En ese caso podrías plantear el dilema entre los derechos y la liberta, por un lado, y la autorrestricción de movimientos por seguridad por otro, con mucho más sentido (y de hecho, es una discusión que he visto planteada muchas veces en los medios, internet, etc.) . Es decir, la libertad de salir de noche, de salir sola, de beber, de dejarse acompañar por un hombre... ese tipo de cosas.

      Eliminar
    3. Por lo mismo, ir desnuda tampoco hace más fácil físicamente el ataque. Ya sé que esa comparación indigna: ir en minifalda no es ir desnuda. Pero lo que importa no es si nos indigna a ti o a mí, sino si en la mente de quien pueda hacer el ataque ocurren estas asociaciones de ideas perversas, o si en el grupo en el que está el potencial atacante, la minifalda da pie a miradas, palabras y otros gestos que hagan que el potencial atacante se sienta más atrevido.

      Repito, no lo sé, pero no me parece que se pueda ventilar la cuestión simplemente apelando a la diferencia que propones.

      Eliminar
  20. Quien afirma, prueba. Que esa variable sea relevante es lo que debería apoyarse al menos en alguna prueba empírica provisional, para merecer incluso que se compruebe o refute sistemáticamente.
    Si lees sobre el asunto, verás que, en primer lugar, la gran mayoría de los ataques a mujeres se dan por personas de su entorno. No se alcanza por qué en este tipo de ataques ponerse un día ropa más corta puede tener influencia sobre el agresor (que la habrá visto en todas la indumentarias)
    Del resto de los ataques, la mayoría son por parte de conocidos recientes que, o aprovechan la ocasión, o la van buscando activamente. Repito que la ocasión la da el alcohol, el acompañar a la vuelta, el coincidir en alguna fiesta, drogar la bebida (suena rocambolesco, pero parece que es algo frecuente), separarla de sus amigos con subterfugios...
    Y finalmente está la pequeña minoría de ataques que responden al tópico del desconocido que acecha en el portal o el callejón. Que fue allí para eso, vamos.

    ¿En serio la ropa es una variable importante en esta panoplia?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso me empieza a convencer más. ¿Cómo de pequeña minoría es esa pequeña minoría?

      Eliminar