jueves, 6 de marzo de 2014

Causas de la desigualdad salarial: ¿el comercio o las nuevas tecnologías? (2)

Esta es la segunda parte de la traducción de mi artículo de febrero en Mapping Ignorance. Debe leerse la primera para entender su contenido.


Uno de los primeros intentos de resolver las anomalías de los modelos basados en el comercio viene dado por Feenstra y Hanson (1996) [6], quienes introducen una mayor variedad de niveles de especialización y muestran que las actividades que precisan de una especialización intermedia que se desplazan del norte al sur pueden verse como de baja especialización según los estándares del norte, pero de alta según los del sur. De esta manera la especialización aumenta tanto en el norte como en el sur. Sin embargo, Kremer y Maskin (2006) [7] hacen notar que ese modelo comparte con el estándar la predicción de que el comercio deberá ser mayor entre países con mayor diferencia en la dotación de los factores de trabajo y capital, algo que no se observa. Otros intentos de explicar las anomalías presentaban problemas similares, prediciendo hechos que no se encontraban en los datos.

Kurokawa (2011a) [8] provee una resolución alternativa a las anomalías basada en Ethier (1982) [9]. El comercio basado en la variedad de bienes intermedios diferenciados aumenta la variedad de bienes intermedios que se usan para producir los bienes finales en ambos países. El incremento en la variedad de productos intermedios puede, entonces, hacer aumentar la variedad de tareas que se precisan realizar y a eso le corresponde una mayor demanda de trabajadores especializados. A través de esta complementariedad en la variedad de la especialización la demanda relativa y, con ella, el salario relativo de los trabajadores más especializados frente a los menos –la prima por especialización– aumenta en ambos países. Esto puede ocurrir sin un aumento en el precio relativo de los bienes más intensivos en trabajo especializado frente a los más intensivos en trabajo no especializado. Usando datos del periodo anterior a la puesta en vigor del NAFTA, también provee varios ejemplos numéricos en los que se ilustra cómo pequeñas incrementos en la variedad pueden producir un aumento significativo en el salario relativo.

Este modelo es compatible con los datos del cambio en los bienes que EE.UU. y México importan del otro y que muestran cómo cada país empezó importando bienes que no importaba previamente, o que importaba en pequeñas cantidades, lo que indica que la variedad de las importaciones manufactureras aumentó en ambos países. Atonia y Kurokawa (2012) [10] hacen un análisis cuantitativo de esta hipótesis. Los resultados indican que el crecimiento en el margen de las importaciones de manufacturas pueden dar cuenta de aproximadamente el 15% del cambio en la prima por especialización de México durante el periodo 1987-1994.

Todavía se presenta otra resolución alternativa en Kurokawa (2011b) [11]. Esta vez basada en una modificación del modelo H-O, asumiendo un “revés en la intensidad de especialización”. La idea es que los bienes que EE.UU. exporta se producen usando trabajo especializad en EE.UU., pero trabajo poco especializado en México. Kurokawa (2011b) hace notar cómo las exportaciones de EE.UU. a México de bienes electrónicos creció entre 1994 y 2000. Las importaciones netas de EE.UU. desde México de bienes no electrónicos también creció en ese periodo. Los productos no electrónicos eran relativamente intensos en trabajo no especializado en EE.UU., pero a su vez eran relativamente intensos en trabajo especializado en México en esas fechas. La prima por especialización creció en ambos países. Así, el modelo H-O de dos bienes con un revés en la intensidad de especialización relativa puede ser compatible con los datos.

Es cierto que el modelo H-O presenta anomalías, pero según hemos visto, algunas variaciones del modelo las pueden resolver con éxito, debilitando la crítica hacia las explicaciones de la desigualdad salarial basadas en explicaciones de comercio internacional. Un número creciente de economistas argumenta ahora que el efecto del comercio, aun siendo relativamente pequeño comparado con el efecto del cambio tecnológico, es más importante que lo que se pensaba generalmente.

Referencias

6. Feenstra, R.C., and Hanson, G.H. 1996. Foreign investment, outsourcing and relative wages. In R.C. Feenstra, G.M. Grossman and D.A. Irwin (eds.), The Political Economy of Trade Policy: Papers in Honor of Jagdish Bhagwati, pp. 89–127. Cambridge, MA: MIT Press.

7. Kremer, M., and Maskin, E. 2006. Globalization and inequality. Working Paper, Department of Economics, Harvard University.


9. Ethier, W.J. 1982. National and international returns to scale in the modern theory of international trade. American Economic Review 72, 389–405.

10. Atolia, M. and Kurokawa, Y. 2012. Import variety and skill premium in a calibrated general equilibrium model: The case of Mexico. Working Paper, Florida State University and University of Tsukuba.

11. Kurokawa, Y. 2011b. Is a skill intensity reversal a mere theoretical curiosum? Evidence from the US andMexico. Economics Letters 112, 151–154.

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Hace tres años en el blog: Qué no dice el teorema de Gödel.
Hace cinco años en el blog: ¿Son los vascos menos nacionalistas?
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2 comentarios:

  1. Si me permite profesor, doy una opinión basada en artículos científicos.

    De acuerdo a estudios como los de Daron Acemoglu y David Autor, La liberalización de movimientos de capitales ha provocado un cambio en la división internacional del trabajo, sacando a cientos de millones de personas de la pobreza. La contrapartida ha sido que aquellos trabajadores occidentales poco cualificados que no se han adaptado a esta nueva división internacional del trabajo han visto sus remuneraciones estancadas (dado que compiten directamente con una mano de obra mundial no cualificada), no así quienes sí han sabido integrarse en la misma:

    http://economics.mit.edu/files/5571

    http://therationalpessimist.files.wordpress.com/2014/01/us-wages-jpeg.jpg

    Es decir, muchos economistas del mainstream, proporcionan estadísticas por percentiles, donde efectivamente se puede observar la desigualdad en rentas del trabajo, pero se esconde la productividad. Las causas que proponen normalmente son dos, que son correlaciones que las convierten en causas: desacoplo de la productividad-salarios, y disminución del volumen de trabajadores en sindicatos. Aquí pego los dos gráficos más famosos:

    http://thecurrentmoment.files.wordpress.com/2011/08/productivity-and-real-wages.jpg

    http://3.bp.blogspot.com/-qHTN-0J1NdQ/T5jGaYB3cZI/AAAAAAAAADs/9rGGMGvNDtM/s640/unionPercentageVsIncome.jpg


    Sin embargo, ya comienzan a realizarse estudios científicos donde encuentran problemas de medición al usar el IPC como deflactor a la hora de calcular esa diferencia entre productividad y salarios. Usando como deflactor de las rentas nominales el deflactor del PIB, el diferencial es muy estrecho:

    http://www.resolutionfoundation.org/media/media/downloads/Decoupling_of_wages_and_productivity.pdf

    un saludo profesor.

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    1. Gracias por las referencias. En el artículo de Acemoglu y Autor se analiza, como bien dices, el desacople de los salarios y la productividad. Es un tema algo distinto de lo que trata la entrada, pero puede ayudar a explicar el aumento de la brecha salarial entre trabajo cualificado y no cualificado. Lo que veo, de momento, es una descripción de lo ocurrido en este desacople, pero no un test de una teoría que lo explique ni una estimación, en su caso, de la parte de la brecha que explica. Sigamos atentos, no obstante, a lo que tengan que decir en estas dos cuestiones.

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