lunes, 11 de mayo de 2009

Los poderes sobrenaturales de Tamariz



Imaginemos la siguiente situación. Ana va con una amiga, Bea, a ver un espectáculo de magia, por ejemplo, el de ese gran genio que es Juan Tamariz. Ana es una aficionada a la magia y sabe cómo hace algunos trucos. Sabe un par de maneras en que se pueden hacer otros, pero no sabe exactamente cuál es la que usa Tamariz en su espectáculo. Hay otros números de los que barrunta más o menos cuál es el truco, pero le faltan detalles y no está del todo segura. Finalmente, de otros trucos no tiene ni idea sobre cómo se hacen, aunque algunos se los ha visto hacer a otros magos, otros los podría hacer ella misma (sin saber si usa el mismo método que Tamariz) y otros, sencillamente, se le escapan. Estos últimos pueden ser, incluso, la mayoría.

Bea tiene menos nociones de magia que Ana e insiste en que Tamariz hace magia de verdad. Es decir, que tiene poderes sobrenaturales que le permiten hacer fácilmente su espectáculo. Ana intenta convencerla de que no es así, y le explica algunos de los trucos. Da igual. Bea admite que puede ser que alguno lo haga, efectivamente, usando esos trucos mundanos, pero que otros números del espectáculo los hace con sus poderes, prueba de ello es que ni Ana ni ella misma tienen ni idea de cómo los podía haber hecho, y le pone algunos ejemplos a Ana. Ana intenta ofrecer una explicación plausible, pero le faltan detalles, así que su amiga le reprocha querer inventarse las explicaciones y de ser poco científica. Ana responde que la explicación natural da cuenta de algunos trucos y que no hay razón para que no dé cuenta de todos. Bea replica que esto son imaginaciones de Ana, que tanto puede ser así (y lo duda, por la espectacularidad de algunos números) como de la otra forma, y que no tenga la soberbia de pretender saberlo todo, y que los poderes de Tamariz pueden ser tan reales y, por tanto, naturales, como los trucos. Ana intenta convencerla de que, para algunos números, han visto el truco natural en acción, y que nunca han visto la intervención sobrenatural ni ningún tipo de poderes especiales, afirma también que no es soberbia, sino todo lo contrario, puesto que admite que no sabe todos lo trucos y que está dispuesta a seguir investigando. Sigue dando igual. Bea solo ve dificultades en las explicaciones de Ana, no entiende cómo pueden hacerse los trucos, Ana no sabe explicar todos y Bea no ve cómo Tamariz pueda tener tanta habilidad con las manos. Ana le responde que la ignorancia de Bea o la de ella misma no es argumento a favor de los poderes sobrenaturales y le insta a que desarrolle su hipótesis de tales poderes. Bea no desarrolla su hipótesis e insiste en que Ana nunca sabrá todos los trucos y nunca llegará a tener total confianza en su hipótesis, de la que empieza a decir que es una metafísica, igual que lo es la suya de la intervención sobrenatural o de los poderes.

Llegados a este punto, la conversación empieza a ser irritante. Ni Ana ni Bea pueden entender que la otra sea tan obcecada y terminan por no hablar más del tema o por enemistarse.

Cuando uno defiende una opinión o una teoría, convendría que pensara si está usando argumentos parecidos a los de Ana o a los de Bea. Conviene también pararse a pensar qué papel quiere representar en la discusión y si sus argumentos le colocan a uno, efectivamente, en el lugar que quiere.

Lo que no puede ser es decir que uno acepta la posición naturalista de Ana y luego usar los argumentos de Bea. Esto es lo que hacen los proponentes del Diseño Inteligente frente a la Teoría de la Evolución. Podéis ver un ejemplo de ello en este blog. Otros ejemplos son los astrólogos frente a los astrónomos y los homeópatas frente a los médicos.

Yo elijo la posición de Ana y constantemente vigilo mis argumentos para ver que, efectivamente, estoy donde quiero estar. ¿Y tú?

10 comentarios:

  1. Es cierto, y a mí me pasa a veces, que no siempre se logra explicar lo que uno piensa de la manera que quiere decirlo y entonces acaba diciendo lo que no quería decir y de la manera más equivocada posible.

    PD: el que enlazas es otro blog candidato al "Premio Patada de los Cojones" de Jezabel...

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  2. Genia, qué gran entrada. No se puede dejar más claro, pero el que es un tarugo seguirá así siempre.

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  3. Jajaja buen ejemplo José Luís. Supongo que querías comentar muchas cosas con ello.

    Creo que hay otras posturas además de la de Bea y Ana ¿No son ambas realmente simples?


    Saludos.

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  4. En muchas ocasiones se pretenden explicar patrones irracionales de pensamiento sobre la base de sesgos cognitivos de diferente tipo. El ejemplo que tú pones, José Luís, es muy bueno, porque ilustra bien una forma de pensar propia de mucha gente. Yo no estoy seguro de que en este caso quepa hablar de sesgos cognitivos; más bien creo que de lo que se trata es de que hay personas que "prefieren" la explicación irracional. Lo irracional les seduce. Es, de un modo absurdo pero real, lo que les provoca esa sensación de maravilla que otros nos provoca el conocimiento de las, -estas sí-, maravillas del universo y de la naturaleza, las que conocemos gracias al avance de la ciencia, gracias a un método basado en la valoración objetiva de evidencias.
    Quien prefiere pensar que Tamariz hace magia también prefiere creer en fantasmas y prefiere pensar que hay ovnis de origen extraterrestre.

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  5. Radagast:

    Durante un par de entradas hice unos cuantos comentarios en ese blog, pero realmente era cansino. No tengo la paciencia de Jesús (Zamora) que no para de meterles un poco de buen razonar, estilo Ana.

    Eugenio:

    El que es tarugo seguirá así, no me cabe duda. Intento hablar para el que intenta no serlo, el que lo es solo un poco, el que tiene dudas, es decir, para gente normal. En los campos que no son de nuestra especialidad todos podemos caer en ser un poco tarugos. El test de Ana y Bea nos puede salvar de no serlo demasiado.

    RDC:

    Pues sí, y siempre hay más cosas que uno querría decir. El ejemplo está simplificado, pero creo que en él la actitud de Ana es la única correcta, por supuesto habrá muchas maneras de ser tarugos como Bea.

    Todos:

    ¿Nadie se anima a proponer alguna hipótesis sobre cómo hace su truco Tamariz?

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  6. desdechiloé:

    Según publicaba el comentario anterior se ha cruzado el tuyo. Estoy completamente de acuerdo. Hay gente que se empeña en seguir la coletilla de que "en algo hay que creer" para justificar creencias disparatadas. No sé por qué no pueden creer en cosas justificadas. Les valdría igual para sostener es "algo" en que hay que creer.

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  7. El truco es sencillo !!!

    Las cartas estarán marcadas y las coloca, porque mientras le dicen 4 de corazones no para de mirar el primer taco.
    Además, hay un momento que no ves que hace con el otro taco que es mientras explica a la chica.

    Y todo lo que no se pueda explicar, como decían en los Simpsons, lo hizo un mago :D

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  8. Pablo:

    Bienvenido al blog. De acuedo, de alguna manera es capaz de colocar el cuatro de corazones en su lugar. ¿Cómo hace que las cartas que elige la chica sumen 14?

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  9. quizás la baraja que corta la chica esté formada solo por copias de la cartas 9 y 5, y tamariz usa las dos primeras (as y as) como señuelo para despistar (hacer que pensemos que es una baraja normal), y después las retira hábilmente. Otro punto es que cuando hace el gesto de barajarlas, realmente no las mezcla. Los magos juegan mucho con lo que parece que es pero no es.

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  10. Javi:

    Esto que dices de los 9's y 5's me parece que es la clave. Muy agudo.

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