Leo en El País la resolución judicial sobre el matrimonio homosexual en California. Al parecer no dicen que no pueda haber unos derechos de los homosexuales equivalentes a los del matrimonio, pero dice que no es ilegal el que no se llame matrimonio.
Me suena haber oído estos términos en las discusiones que hubo (y hay) en España a cuenta del matrimonio homosexual. Deberemos recordar que la palabra matrimonio podrá usarse de la manera que sea por quien sea, y que tendrá unos significados generales y otros de uso particular para algunos grupos de hablantes, pero que en la legislación la palabra se refiere a un tipo de contrato.
Pongamos que hasta una determinada fecha las mujeres de una sociedad no hubieran podido ser las legítimas propietarias de viviendas, empresas o lo que sea. Esto ha sido así toda la vida en esta hipotética sociedad. Supongamos que llega un movimiento a favor de la igualdad de derechos de las mujeres y que se les permite ser dueñas de sus casas y que algunos sectores dicen que de acuerdo, que puedan tener casas, pero que de ninguna manera se llame a eso contrato de propiedad, que eso de toda la vida era el contrato firmado por los hombres.
Pongamos que los negros (y negras) de una sociedad, después de siglos de esclavitud, son reconocidos como ciudadanos, y que se les permite, por tanto, trabajar en libertad. De nuevo, hay gente, grupos políticos y sociales que dicen que está bien eso del derecho a trabajar en libertad y cobrando, pero que a eso no se puede le llamar contrato laboral ya que, como todo el mundo sabe y es lo natural, siempre ha sido una relación entre blancos.
Pues eso, supongamos y concluyamos.
Me apunto los ejemplos, que son buenos para futuras discusiones.
ResponderEliminarSaludos.
Exacto, muy bien explicado. Yo también me guardo los ejemplos, para poder argumentar en condiciones con algunos que yo me sé jeje. Mi argumento definitivo y algo rastrero que suelo utilizar es, cuando ya me veo acorralado, "es que os cerráis, no queréis comprender". En esos casos me acaban tomando por un predicador fanático jaja. Por eso tengo un blog, la oratoria no es lo mío :D
ResponderEliminarMuy oportuna la etiqueta de "supersticiones" que le has añadido al post.
Bertrand Russell llamaría a esto "ética supersticiosa":
"Debido a que la ética supersticiosa proviene a menudo de fuentes tan indeseables merece la pena combatirlas, y aceptar sólo aquellas reglas morales que parezcan facilitar la felicidad general, y rechazar todas aquéllas que nos atraen porque causan infelicidad a aquéllos por quienes sentimos aversión.
[...] El argumento principal contra la ética supersticiosa es que proviene de épocas menos civilizadas y personifica una rigidez de la que deberíamos tratar de escapar."
Russell también menciona, como productos de esta "ética", el rechazo a la eutanasia, al suicidio e incluso al divorcio:
"Hay en los Evangelios dos declaraciones sobre el divorcio: una prohibiéndolo por completo, la otra permitiéndolo en caso de adulterio. La Iglesia Católica y la gran mayoría de los sacerdotes anglicanos rechazan la más humana de estas dos declaraciones."
Leído en "Sociedad humana: ética y política"
Un saludo russelliano :P
Muy buenos, sí señor. Yo también me las guardo, jajaja. esto es lo que tiene el compartir ideas: lleva a un engrandecimiento personal.
ResponderEliminarAh, y muy grande Russell, Hugo.
Todos:
ResponderEliminarMe alegro de que os gustaran los argumentos. Podéis usarlos a discreción contra el prejuicio.
Me apunto a lo de Russell.
Totalmente de acuerdo. Gran post.
ResponderEliminarSinceramente tal vez sea ad hominem la siguiente reflexion pero no me resisto a comentar que estas triquiñuelas nominalistas no hacen sino descubrir una mentalidad homófoba que en vez de resignarse al signo de los tiempos busca aunque sea una victoria pírrica.
Russell está enorme como de costumbre, por cierto, "Sociedad humana: ética y política" ¿es un libro? Pensaba que no me quedaba ninguno de Russel por leer, pero va ser que estaba equivocado.
ResponderEliminarLos que no aceptan la palabra matrimonio para las parejas homosexuales lo que rechazan es la identidad entre ambas uniones. Lo que dicen es que ambas uniones no son lo mismo. No puede haber identidad de nombres cuando no hay identidad de conceptos. Si los tiempos que corren invitan a reconocer en muchas cosas derechos similares a las parejas homosexuales, mantengamos al menos en la teoría una idea clara de lo que son las cosas. No confundamos la unión sentimental de dos heterosexuales y de dos homosexuales porque es algo absolutamente diferente.
ResponderEliminar¿Y cual es la diferencia? Una fundamental desde un punto de vista político. El contrato matrimonial existe porque desde el punto de vista de la polis se ha considerado bueno proteger las uniones que podía dar nuevos miembros (claro que había parejas estériles, pero en principio todas debían ser protegidas). Ese era su sentido y por eso ha existido en muchísimas sociedades, no se si en todas. La unión de dos hermanos aunque vivan juntos toda la vida (que los hay) nunca se ha considerado su protección desde el punto de vista jurídico. A la sociedad, desde muchos puntos de vista, le da lo mismo que organicen su vida así o no. Eso creo que sucede con los homosexuales.
Yo no digo que dos homosexuales no puedan quererse muchísimo, ser felices juntos y que incluso la ley deba contemplar cómo reparten sus bienes en caso de separación o en caso de herencia. Pero desde luego no confundo una unión que puede tener consecuencias políticas importantísimas (nuevos miembros de la sociedad) con aquella (dos hermanos o dos homosexuales) que no puede.
Héctor:
ResponderEliminarRazón llevas.
elquebusca:
Lo que tuvieran en mente las primeras sociedades humanas a la hora de establecer la institución del matrimonio no nos implica. Podrá explicar desarrollos históricos, pero no nos implica.
Hoy en día, el contrato de matrimonio no incluye ninguna obligación de tener hijos biológicos con la carga genética de los cónyuges, ni recoge ninguna cláusula en la que tenerlos o no sea relevante. Es relevante tener hijos o no para muchas cuestiones dentro del matrimonio, pero los hijos son opcionales, en cuanto al contrato se refiere. Además, si los matrimonios homosexuales pueden tener hijos por la vía que sea, ni siquiera esto es diferente.
Reconocer dos contratos donde los derechos y las obligaciones son los mismos e imponer uno a un grupo de ciudadanos y otro a otro es una segregación sin fundamento. Y esto es exactamente lo que ocurriría cambiando de nombre al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Ismael, sí que es un libro, ¡y qué libro!
ResponderEliminarPara que veas cómo son las cosas, es el primero que leo de él y en cambio posiblemente sea el último que te queda a ti :D
Unos empiezan, otros... continúan jaja.
Un saludo.
Atendamos al problema de los nombres. Como tú haces en tu entrada. Imaginemos una sociedad como ha habido tantas donde sólo los hombres tienen determinados derechos y las mujeres menos. De pronto todas las mujeres son equiparadas legalmente en cuanto a sus derechos a los hombres. El hecho de que ahora sean iguales no las convierte en hombres ni se las puede llamar así. Aunque sean absolutamente iguales ante la ley.
ResponderEliminarEso es exactamente lo que sucede con la pareja homosexual, puedes llamarla como quieras pero la naturaleza (que no lo es todo, pero tiene desde luego una fuerza fundamental) no la iguala a la pareja heterosexual.
Quizá la permisividad con este tipo de uniones tenga que ver con una sociedad superpoblada. Son un lujo que nos podemos permitir porque no está en peligro la supervivencia. Si una gran epidemia asolara a la humanidad y el nacimiento de hijos fuera algo muy importante y cuestión de supervivencia está claro que las uniones homosexuales no estarían tan bien vistas.
Yo en realidad, tal como están las cosas, soy partidario de eliminar el matrimonio. Hoy en día cada uno es independiente. Lo que se debía proteger a posteriori son las uniones de aquellos que tienen hijos. Si una pareja tiene hijos, a partir de ese momento debía gozar de una serie de ventajas, para fomentarla y protegerla. Ella se va a ocupar de algo vital para las sociedades: renovar a sus miembros, mantenerlos económicamente y educarlos hasta determinada edad. Prestan un servicio y habría que fomentarlo y agradecerlo. Las uniones sentimentales sin hijos son algo irrelevante para la política (por eso no entiendo la legislación de las parejas homosexuales). Podía haber algunas leyes que regularan como se resuelven los problemas entre personas que vivieron juntas y compartieron bienes y quieren separarse pero lo verdaderamente importante es la protección de aquellas uniones con hijos, de los niños y de aquellos que constituyen la familia en la que se van a criar.
La alusión a la historia no es irrelevante, como parezco entenderte. La historia explica como hemos llegado a ser lo que somos y si existe una institución como el matrimonio su explicación se encuentra en la historia, pero además la institución sigue vigente por las mismas razones que la hicieron necesaria en otros tiempos.
¿Cuál crees que es la razón por la cual no se permite acceder al matrimonio a dos hermanos? ¿Por se les priva de su derecho a casarse con quien quieran? Y si un padre y una hija quieren tener entre ellos un contrato de matrimonio ¿Cuál es la razón por la cual el Estado les segrega de ese modo y se les impide?
He querido meter un comentario en la otra entrada que etiquetas como "homosexualidad". No sé por qué no puedo pegar lo que he escrito previamente. Ya te digo corresponde a la entrada "la enfermedad de los homosexuales".
ResponderEliminarEste comentario responde sólo al post. No he leido los comentarios.
DICES: “Que yo sepa, ser homosexual no implica demasiadas complicaciones. No quita esperanza de vida y no duele. O, por lo menos, no son complicaciones que hagan que todos quisieran curarse si pudieran”
No lo veo así. Ser estéril no hace a nadie menos persona pero objetivamente es mejor no serlo que serlo. No niego que algunos homosexuales puedan ser muy felices pero ser homosexual es una carencia porque tiene una limitación enorme. Impide tener hijos con tu pareja. Al que no se lo parezcan allá él. Yo tengo hijos y es una de las cosas más importantes de mi vida. No lo considero algo irrelevante, pero allá cada uno. Compararlo con ser zurdo no me parece muy afortunado. Ser zurdo en un mundo de diestros seguro que da algunos problemas prácticos pero desde luego no limita (en el campo de los hijos) del modo que limita la homosexualidad.
elquebusca:
ResponderEliminarLos homosexuales no son estériles. El matrimonio homosexual puede serlo con más frecuencia que el heterosexual y con menos frecuencia que el celibato. Decir que la relación homosexual tiene una carencia enorme por este hecho implica decir que el celibato es muchísimo más carente y limitado. Al celibato tampoco lo llamaría enfermedad.
La importancia de la limitación en la procreación deberá valorarla cada uno. Habrá homosexuales que quieran tener hijos y tengan una pareja del sexo opuesto y habrá quienes opten por una pareja de su sexo. En la sociedad actual esto tampoco es una limitación para tener hijos.
La condición de ser homosexual no es una enfermedad en ningún sentido sensato de la palabra, de ahí que la comparación con ser zurdo me parezca mucho más pertinente que la comparación con padecer diebetes, por ejemplo. De la diabetes la gente se quiere curar, de ser zurdo u homosexual, no.
No he comparado no tener hijos con ser zurdo, sino ser homosexual con ser zurdo. No tener hijos por voluntad (entre homosexuales, heterosexuales o asexuales) compáralo con tener hijos por voluntad. Es opción personal. Incluso si te empeñas en compararlo con no tener hijos por esterilidad tampoco deducirás ningún trato discriminatorio. A una pareja heterosexual estéril supongo que la permitirás firmar el contrato de matrimonio (el que vale, el legal). Lo mismo a la homosexual.
Lo que dices al final es lo que importa, allá cada uno. Lo que importa es que cuando eso de cada uno sea personal y no dañe a los demás no sea objeto de discriminación.
Renunciar a tener hijos es una posibilidad del ser humano. Pero no poder tenerlos es una limitación, una carencia (si miras mi comentario en ningún caso digo que sea una enfermedad, porque la asociación de siquiatras más importante del mundo la sacó del DSM por votación hace tiempo), te falta "un poder" que a lo mejor no quieres ejercer pero que te falta. Y tampoco digo que ser homosexual sea ser esteril, digo que no-ser esteril es mejor que serlo. La pareja homosexual es esteril no cada uno de ellos. "Poder hacer cosas" siempre es bueno aunque luego uno renuncie a hacerlas.
ResponderEliminarCon respecto a si negaría el contrato de matrimonio a una pareja heterexual esteril (los ancianos que se casan ahora, por ejemplo) ya he explicado que haría desaparecer el matrimonio y que éste (una serie de ventajas y privilegios) aparecería en el momento que apareciera un hijo. Ese es el sentido que ha tenido siempre historicamente (la protección de la familia: los hijos) y ese es el que creo que debe seguir teniendo.
ResponderEliminarBono decía cuando se planteó el debate: ¡¡¡Pero dejemos en paz a cada uno y que cada uno se acueste con quien quiera!!!
Nada más sofista que aquella declaración. Señor Bono, no se trata de con quien se acueste cada uno, para eso no necesitan al Estado. Se trata de qué tipo de uniones producen un beneficio público y cuales son irelevantes. Cuales debe fomentar el estado y cuales no.
elquebusca:
ResponderEliminarEl matrimonio es un contrato que va bastante más allá de los derechos y deberes con los hijos. Tú eliminarías eso, buena suerte con la propuesta. Tal como se reconocen ahora derechos de pensiones, herencias y demás en las parejas de hecho, tal vez no me pareciera mal. Si una pareja homosexual adopta un hijo, imagino que, para ellos, también aparecería el matrimonio en tu propuesta.
Quieras que no, el matrimonio actual no es solo la protección de los hijos, aunque la incluye si se tienen. Y quieras que no, hay familias sin hijos. No será el concepto de matrimonio o de familia de un grupo político, religioso, filosófico,..., pero es la definición legal que existe y es aceptada y respetada, creo, por todos en la sociedad.
El dejar que cada uno se acueste con quien quiera (con consentimiento adulto de la otra parte) no es ningún sofisma en sí, parece que quieres decir que sería sofisma usarlo como argumento en favor del matrimonio homosexual. No voy a defenderlo así.
Recuerda que mi argumento es el siguiente: Con la legislación actual dos personas del mismo sexo pueden comprometerse a los mismos derechos y obligaciones que están definidos en el contrato de matrimonio. Llamar a ese compromiso de otra manera es completamente arbitrario y segregacionista.
La sociedad se mueve despacio y mal. Aquí has puesto un buen ejemplo que lo ilustra.
ResponderEliminarSaludos
bLuEsMaN:
ResponderEliminarDespacio se mueve, mal muchas veces. Tengo la esperanza de que las pocas veces que se mueve bien crea instituciones y leyes sensatas que prevalecerán, mientras que las malas irán cambiando torpemente hasta dar con algo bueno. Así evolucionaremos bien, mientras no nos matemos antes.
Saludos.
Nunca un término dio para desatar tanta polémica y para destapar tanta estupidez humana.
ResponderEliminarBuen artículo, un saludo.
Gracias, Javier, me alegro de que te gustara. Bienvenido al blog.
ResponderEliminarToe: es bueno tu blog, lo que más me gusta son las discuciones entre tú y elquebusca.
ResponderEliminarBienvenido anónimo.
ResponderEliminarNo sé si te refieres a mí (por eso de Toe). Voy a hacer como que sí y así te agradezco el comentario. Si aprendemos algo de estas discusiones (prefiero llamarlo diálogos), eso que avanzamos.
Saludos.
Lamento la desaparición de elquebusca en este debate, me lo estuve leyendo y está magnífico.
ResponderEliminarQuiero saber si en su matrimonio, yo, si estoy casado con alguien y tengo hijos con otra persona debo automáticamente divorciarme, o si el divorcio es automático. Y si decidimos vivir los cinco juntos (mis dos mujeres, mis dos hijos y yo) quiénes son los miembros de mi familia.
Nadie prestó atención a su mención al matrimonio entre padre-hija (o padre-hijo??)
por mí que siga el debate!!! :D
Hola Acner:
ResponderEliminarEres el Dedalus de la siguiente entrada ¿no? También echo de menos a elquebusca, como a todos los demás cuando se acaban los comentarios. Pero alguno tiene que ser el último.
Saludos.
Sí, soy yo mismo. A esto del matrimonio le di un chance en el blog hace unos días porque precisamente la hija de Raúl Castro está llevando en Cuba la exigencia de las "uniones legales" que a mi me sigue pareciendo un eufemismo, pero en fin, cada día me importa menos definir las cosas (sé que no hago bien); pero es que me estoy hartando de oir gente que piensa para justificar sus preconceptos y se escudan en el idioma para confundirnos. Lo importante es la intención original, y de eso habla mucho el tono de la voz.
ResponderEliminarun abrazo desde acá también para ti.
Sí, ya vi esa entrada en tu blog. Entonces ¿eres cubano asentado en Santo Domingo? Caribeño igual. Estuve en Cuba hace unos años. Penita de ciudad La Habana. Tan hermosa y tan dejada de la mano.
ResponderEliminarDa la casualidad de que las palabras tienen unos orígenes y contextos donde historicamente se aplican y matrimonio según la wikipedia:"El origen etimológico del término es la expresión "matri-monium", es decir, el derecho que adquiere la mujer que lo contrae para poder ser madre dentro de la legalidad." Desde este punto de vista suena un poco absurdo decir que la unión de dos hombres tiene que llamarse matrimonio.
ResponderEliminarUn saludo.
Anónimo:
ResponderEliminarTambién patrimonio tiene su etimología, que significa el derecho que adquiere el padre (propiedades,..). Hoy en día no nos gobernamos por la etimología sino por las leyes y, gracias a eso, las mujeres pueden tener patrimonio.
Igualmente, un saludo.
me daba en la nariz que ibas a salir por ahí. Siguiendo con tu argumentación del post y con mi aportación etimológica supongamos que el contrato laboral de los blancos se llamase "contrato lablanco" que deriva de "laboralis-blancus", con lo que la gente blanca tiene asimilado ese concepto como el contrato de trabajo entre un blanco y un empresario; ¿no sería un poco absurdo también que los negros (y negras) firmasen un contrato llamado lablanco? según tu punto de vista, es lo justo pero conociendo la carga cultural (que no la legal) del palabro, es incluso hasta ridículo. Lo más apropiado quizás sería refundar el concepto por uno más genérico. En el caso del matrimonio, pienso que lo más sensato hubiese sido utilizar una palabra como "unión" que a efectos legales significaria lo que ahora es "matrimonio" y luego cada cual concatene a esta lo que le plazca si quiere. "union matrimonial", "unión civil", "unión zoológica" ad infinitum... y todos contentos. Pero para esto ya es tarde.
ResponderEliminarPd. soy el mismo anónimo
Es un buen punto, si el contrato se llamara laboralis-blancus con el término blancus claramente marcando territorio. No sé si eso es así con el término matrimonio (ya salvamos el término patrimonio si problemas y sin tener que inventar otro).
ResponderEliminarEn todo caso, si el término matrimonio estuviera tan cargado no me habría parecido mal renunciar completamente a él en el terreno legal y que todas las uniones se llamaran de otra manera. De todos modos, a pesar del prurito de la iglesia católica y de algunos otros sectores, me parece que dentro de unos pocos años el término estará completamente asimilado en la sociedad.
eso es cierto, hasta que llegue un político lingüista y piense que es políticamente incorrecto otra vez, y ale, a marear la perdiz. Si es que cuando el diablo no tiene que hacer....
ResponderEliminar¿Es absurdo poner un "salario mínimo interprofesional", puesto que ya en España no se le paga con "sal" a nadie por su trabajo?
ResponderEliminarLa etimología de las palabras se pierde con la evolución de sus significados.
Incluso el "contrato lablanco" habría olvidado su etimología para ser conocida como una palabra que designaba también a una realidad nueva pero igual a la anterior.
Muchas palabras del diccionario hoy tienen significados incluso totalmente cotrarios a sus etimologías. Algunas totalmente sorprendentes.
Estoy de acuerdo en que la etimología no manda en el significado más que lo justo. Por eso en ningún momento he contado con ella, y solo lo he hecho con los usos de las palabras y con un poco de coherencia.
ResponderEliminarYo creo que aquí estamos ante un error histórico que hemos ido arrastrando. Y que conste que en nada me molesta a mí que el matrimonio homosexual reciba ese nombre.
ResponderEliminarPero creo que habría sido más lógico, desde el principio, considerar el contrato de "matrimonio" como un simple caso particular de creación de una persona jurídica. Sin imponer género, número o limitación por el estilo. Y desde luego sin homologar de forma automática los matrimonios de la iglesia (habría que "casarse" luego o antes por el juzgado independientemente).
De ese modo, el contrato de unión jurídica ni se llamaría matrimonio para nadie, ni tendría nada que ver con religiones, ni impediría la poligamia, la homosexualidad... ni traería polémica cada vez que se reforma.
pero hemos cometido el error de copiar una figura religiosa y ahora, a cada cambio que hacemos, sufrimos las consecuencias. ¿cuanta gente se manifiesta en contra de la reforma de las sociedades limitadas?
La historia es la que es y ya no se puede cambiar. Hay que adaptar o cambiar instituciones que nos vienen dadas y en el proceso arrastramos inercias. Así es la vida y mejor si nos damos cuenta y reaccionamos frente a ello que quejarse de no haberlo hecho todo bien desde el comienzo de los tiempos.
Eliminar