sábado, 7 de mayo de 2016

Los efectos a largo plazo de las políticas contra la pobreza en los hijos (1)

Esta es la primera parte de la versión en español de mi artículo de abril en Mapping Ignorance.


El último número de la American Economic Review contiene tres artículos sobre el resultado de tres políticas distintas en la lucha contra la pobreza. Chetty et al. (2016) [1] estudian un programa en que varias familias fueron trasladadas desde barrios muy pobres a otros con baja tasa de pobreza, Hoynes et al. (2016) [2] examinan los programas de cupones de comida (Food Stamp), mientras que Aizer et al. (2016) [3] se concentran en transferencias de dinero a familias pobres. Estos artículos tienen en común que se fijan en el efecto a largo plazo de esta clase de políticas en la salud y las condiciones económicas de los hijos de las familias beneficiadas.

Cada una de estas políticas corresponde a distintas maneras de luchar contra la pobreza de acuerdo con el análisis económico. En principio, y a no ser que haya alguna razón para pensar de otra manera, las transferencias de renta son la mejor manera teórica de ayudar, puesto que no distorsionan los precios y, por tanto, las decisiones en otros mercados. Los programas de cupones de comida pueden ser óptimos o, al menos, una segunda mejor opción, si por ejemplo el cabeza de familia que recibe el dinero no tiene en cuenta completamente el bienestar del resto de la familia. Finalmente, el cambio de residencia puede resolver un problema de externalidades. Aquí presento un resumen de los tres artículos explicados por sus propios autores.

Chetty et al. (2016) [1] estudian las consecuencias del programa Moving to Opportunity (MTO), mediante el cual a varias familias elegidas aleatoriamente de entre las que vivían en un barrio muy pobre se les dio un bono para trasladarse a un barrio mejor. El experimento se llevó a cabo entre 1994 y 1998 en cinco grandes ciudades de los EEUU., e incluyó a 4.604 familias, quienes fueron divididas aleatoriamente en tres grupos: un grupo recibía el bono con la condición de mudarse a un barrio con una tasa de pobreza inferior al 10%, un segundo grupo recibió el bono sin restricciones sobre dónde usarlo, mientras que un tercer grupo no recibió ningún bono (pero siguió teniendo acceso a viviendas sociales –public housing).

Los estudios anteriores realizados sobre este experimento mostraron mejoras en indicadores de salud y seguridad, pero no en las rentas o el empleo de los adultos o de los jóvenes mayores. Los autores retoman el experimento MTO y se concentran en examinar el impacto a largo plazo sobre los hijos que eran demasiado jóvenes cuando las familias se mudaron a los nuevos barrios, un efecto que no se ha estudiado hasta ahora por las razonas obvias de que no tenían edad de trabajar. Los autores ponen a prueba dos hipótesis: (i) los resultados a largo plazo de esto hijos mejoran con el programa MTO, y (ii) las ganancias disminuyen con la edad de los hijos en el momento de la mudanza. Los resultados confirman ambas hipótesis. En particular los autores estiman que trasladar a un niño (de ocho años de media) desde un barrio muy pobre a otro con un índice bajo de pobreza usando un bono experimental tipo MTO aumenta las ganancias totales a lo largo de la vida laboral en alrededor de 302.000 dólares. Esta es una ganancia equivalente a 99.000 dólares cuando se calcula su valor actual descontado a un tipo de interés del tres por ciento. Más aún, las mayores rentas implican unos mayores ingresos fiscales que más que compensan el coste del programa relativo al coste de ofrecer viviendas sociales.

Referencias:

1. Chetty, R.; Hendren, N., and Katz, L.F. 2016. The Effects of Exposure to Better Neighborhoods on Children: New Evidence from the Moving to Opportunity Experiment. American Economic Review 106(4), 855–902. 

2. Hoynes, H.; Schanzenbach, D.W., and Almond, D. 2016. Long Run Impacts of Childhood Access to the Safety Net. American Economic Review 106(4), 903–934. 

3. Aizer, A.; Eli, S., Ferrie, J., and Lleras-Muney, A. 2016. The Long-Run Impact of Cash Transfers to Poor Families. American Economic Review 106(4), 935–971.

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Hace cinco años en el blog: La ilegalización de Bildu.
Hace tres años en el blog: Sector privado, sector público.
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5 comentarios:

  1. Creo que las familias se asignan a cada uno de los grupos aleatoriamente pero no de entre las que vivían en un barrio muy pobre sino entre las que voluntariamente se habían presentado al programa y vivían en un barrio muy pobre. Los resultados son sugerentes pero creo que no dicen cómo resultaría su universalización.

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  2. Buena precisión, pero leyendo los documentos no acabo de ver cómo se hizo el reclutamiento de las 4.604 familias. Debería estar aclarado para valorar los resultados. La universalización de cualquier programa piloto siempre es un riesgo, pero menor que sin tales programas. Apuntan una dirección, pero nunca sabemos realmente hasta dónde llegan, por lo que siempre habrá que ir con cuidado y tomando nota de lo que va pasando.

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    1. Creo que por invitación y consentimiento entre las familias con hijos apuntadas a programas de vivienda social de alta pobreza en cinco ciudades. En esta web http://m.nber.org/mtopublic/ están los formularios de consentimiento (que se las traen por cierto). Están en «survey instruments» > «consent forms»

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    2. Si es por invitación, aunque no todas acepten tendrás una muestra más representativa que si es una convocatoria abierta y eliges entre las que se presentan.

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    3. Cierto. He estado indagando un poco y he encontrado otro estudio (creo que anterior) sobre el tema MTO de Rodrigo Pinto, parece llegar a las mismas conclusiones aunque me supera de largo y no lo entiendo bien. Si le interesa. http://home.uchicago.edu/~rodrig/JMP.pdf

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