El domingo pasado tuití varios mensajes sobre puritanismos varios. El primero es el conocido aforismo de Henry-Louis Mencken, aunque el añadido "religioso" es mío (podía haber sido "social" y añadir otro tuit para el religioso, pero bueno). Aquí los recopilo. ¿Alguien se anima para añadir más en los comentarios?
Puritanismo religioso: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, sea feliz.
Puritanismo sexual: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, goce de su cuerpo y del de su pareja.
Puritanismo económico: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, firme libremente un contrato.
Puritanismo nacional: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, viva mejor que en tu país.
Puritanismo ideológico: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, encuentre la verdad en los datos.
Puritanismo ecológico: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, disfrute de la civilización.
Puritanismo filosófico: el atormentador miedo de que alguien, en algún lugar, encuentre que con ciencia se piensa mejor.
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Hace tres años en el blog: La economía de la discriminación (3).
Hace cinco años en el blog: Póntelo, pónselo.
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Hace cinco años en el blog: Póntelo, pónselo.
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Gracias por el "tuitir"
ResponderEliminarPuritanismo español: el atormentador miedo de que alguien, en éste mismo lugar, piense libremente.
ResponderEliminarPuritanismo científico: El atormentador miedo a que alguien, en algún lugar, pueda pasarse por el forro la contrastación empírica o no tener noticia del método hipotético-deductivo y, a pesar de ello, decir algo interesante.
ResponderEliminarCompletamente off topic. José Luis, si un día déstos tienes un rato y te apetece, me cuentas qué te parece esta charla de Quintín Racionero sobre Hegel, Keynes y los acuerdos de Bretton Woods.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=J2kLYy4PuLM
P.D. Se oye como guitarra debajo del agua.
El miedo a que el sacrificio no sea el camino y a que hayamos derramado la sangre de nuestros hijos en el altar de la inutilidad.
ResponderEliminarGracias a todos por comentar.
ResponderEliminarMario: Bienvenido al blog.
Masgüel: El vídeo es de más de una hora. ¿En qué minuto mezcla churras con merinas?
Me da apuro siquiera intentar resumir a Racionero, pero la culpa es mía, por poner deberes. Su argumento principal es el siguiente: La quiebra de los acuerdos de Bretton Woods supone el final de una filosofía hegeliana de la historia (en la que incluye a Keynes), en la cual, la fijación del valor del dólar (Keynes al principio proponía volver al patrón oro) servía de referencia para un mercado global y daba a los estados nacionales el poder para regularlo. Un patrón fijo para la economía es el recurso a la "racionalidad sin más" en el esquema hegeliano. Con un dólar fluctuante, los bancos llegan emitir diez mil dólares por cada dólar en circulación y el poder de los estados para regular los mercados (para racionalizar sus eventuales deficiencias), desaparece. Racionero propone a quien venga (ya estaba en las últimas) la tarea de pensar otra filosofía de la historia, que ya no puede ser hegeliana, pero ha de ser capaz de generar un entramado institucional destinado a gobernar las relaciones de un mercado global. Probablemente si ves la charla, la comprenderás mejor que yo, pero también puedes olvidarla desde este mismo momento y jugamos a otra cosa.
ResponderEliminar"los bancos llegan emitir diez mil dólares por cada dólar en circulación"
EliminarAl revés.