jueves, 18 de agosto de 2016

Los mitos de la razón. El Velo de la Ignorancia. (Reposición)

Imagen del Velo de la Ignorancia

Este mito filosófico guarda ciertas resonancias con el de los comedores de la flor del olvido de la mitología griega, pero debe descartarse toda influencia, pues no se conocen leyendas de transición entre ambas. Sabemos de este objeto fantástico por los escritos de Rawls, quien le dedicó tanto espacio que el mito tiende a identificarse con el autor. En resumidas cuentas, el Velo de la Ignorancia hace olvidar a cada mortal cuál es su papel en el gran teatro del mundo, tapándoles los ojos para que no lo vean. Reunidos todos los mortales en este estado de ignorancia primordial se les hace sujetos de un debate en el que deben elegir qué obra representar. El trasunto del mito es mostrar cómo la sociedad que los humanos decidieran en estas circunstancias sería justa y sin desigualdades o, por lo menos, con muy pocas de ellas. Cada actor temería tener el papel de pobre, así que votaría por una obra sin ellos.

En la versión de Rawls los mortales son extremadamente aversos al riesgo, lo que le permite enlazar este mito con su concepción particular de la justicia, donde la sociedad A es más justa que la B si el individuo peor tratado en A está mejor que el peor tratado en B. El temor pánico de ser ese peor tratado ciega a los humanos del mito para no ver qué tal son tratados el resto de los individuos de ambas sociedades. Esta ceguera podría haber desarrollado otros velos de la ignorancia, haciendo más prolijo el relato. No es el caso en las versiones rawlsianas, y cuando sí son desarrollados, lo son en la transferencia de este mito desde las sagas de la Filosofía de la Justicia de Rawls y sus seguidores a las de la Economía y de la Filosofía Empírica. En estas nuevas derivaciones, los humanos siguen bajo los efectos del Velo de la Ignorancia original, pero ven más allá de lo que le ocurre al individuo peor tratado, mostrando que es posible que la sociedad A sea preferible a la B aunque el más pobre de A sea más pobre que el más pobre de B si los demás individuos en A están mejor que los de B. Los humanos, entonces, pueden asumir el riesgo de vivir en A.

La distinción entre estas dos ignorancias como contraposición a la miopía de la versión original hace decir a Joshua Greene que Rawls abusó del principio moralizador del Velo de la Ignorancia para hacerle decir lo que el mito no mostraba, sino lo que decía su propia idea de la justicia.

Los mitos económicos asimilables al Velo de la Ignorancia son sumamente abundantes al incluir distintos grados de ignorancia con los que adaptar el mito a sus necesidades. El criterio de eficiencia ex-ante se corresponde con el Velo de la Ignorancia, pero a él se añaden los criterios de eficiencia ínterin y ex-post. En el primero se revela parte de la información sobre su papel a los humanos y en el segundo se revela toda ella. A pesar de su fecundidad, no son bien conocidos fuera de los ciclos económicos, tal vez por el hecho de que, haciendo honor a su título de ciencia lúgubre, la Economía ha rechazado en este caso el uso de narraciones en tono de epopeya, con su lenguaje poético y atractivo, para en su lugar hablar meramente de “tipos” al referirse a los individuos con distinto grado de información. El desarrollo del mito de las Tribus Morales, relatado por Joshua Greene y que apela a sentimientos primitivos y universales, pudiera tener más éxito en su difusión.

Varios comentarios, aquí.

5 comentarios:

  1. Los ignorantes de Rawls parecen ser extraordinariamente sinceros y confiados. Juegan a un juego en el que todo el mundo cumple su palabra y todo el mundo sabe que todos la cumplen. Es raro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No entiendo muy bien por qué dices que en Rawls todo el mundo cumple su palabra etc.

      Eliminar
    2. Una vez levantado el velo de la ignorancia y con toda la información disponible ¿por qué cualquiera va a tener que mantener su idea previa de sociedad justa y conformarse con cómo se organizó? La teoría de Rawls no deja de ser un contractualismo, de no dar por supuesto que todo el mundo cumple su compromiso y que todo el mundo sabe que los demás lo cumplen, no tiene ningún sentido.

      Eliminar
    3. No dice que nadie vaya a querer cambiar de opinión una vez que se sepa su personaje, pero ya sería demasiado tarde. No se trata de mantener la idea previa o no, de cumplir o no; es que no le queda otra.

      Eliminar
    4. Creo que eso no es correcto. Los ciudadanos no han perdido ni la racionalidad ni la libertad de la que gozaban sus alter egos en la posición original. Su adhesión a la idea de justicia como equidad y el reconocimiento de la legitimidad de la sociedad allí diseñada es voluntario. Por tanto, no pueden cambiar su personaje pero sí sus ideas. La pregunta es ¿por qué no lo hacen? ¿por qué los demás saben que no lo van a hacer?

      Eliminar