viernes, 3 de octubre de 2014

La Economía y el éxito de la subasta del espectro electromagnético (2)

Esta es la segunda parte de la versión en español de de mi artículo de septiembre en Mapping Ignorance. Se trata de una sección de un artículo mío que se publicará en breve en la revista Economía Industrial. Debe leerse antes la primera parte para poder entenderlo.


Una breve descripción de la subasta dará una idea del nivel de detalle necesario. Las empresas deben mostrar el grupo de licencias por las que tiene preferencias y a continuación se produce una subasta en tres etapas. Durante la primera se permite que una empresa sea activa solo en un tercio de sus licencias preferidas, mientras que en la segunda la permisividad baja y debe ser activa por lo menos en dos tercios. En la etapa final debe ser activa en el 100% de sus licencias preferidas. Otras reglas marcan el incremento mínimo en las pujas, el tiempo de las rondas de pujas, penalizaciones por retirarse, etc. Es fácil entender cómo la teoría solo no puede prever los resultados de la subasta cuando intervienen todos estos detalles, de ahí que la experimentación y la simulación se hagan necesarias.

Uno de los objetivos más importantes de la subasta es conseguir una asignación eficiente: las licencias (o grupos de ellas) deben terminar en las empresas que más las valoren. Debido a las complementariedades de las licencias, un mecanismo eficiente debe adjudicar por licencias o por paquetes según sea el caso. Puede ocurrir que la valoración que hace una empresa respecto a un paquete de licencias sea mayor que la suma de las valoraciones de tener por separado cada una de las licencias. También puede ocurrir lo mismo para un subconjunto de licencias que se ofrecen juntas en subasta. Incluso puede ocurrir que la suma de las valoraciones individuales sea mayor que la del conjunto. La eficiencia de la subasta requiere que las adjudicaciones coincidan con las valoraciones. Cuando se deriva más utilidad del paquete, las reglas de la subasta deben permitir que afloren las pujas por paquetes y que sean estos los que se adjudiquen. Plott (1997) [5] explica cómo se diseñaron experimentos para dilucidar cuál de los tipos de subasta a los que se había reducido la discusión según las consideraciones teóricas (secuencial o simultánea) daba lugar a asignaciones más eficientes. La simultánea se mostró superior.

Los experimentos encontraron también aspectos insospechados en las subastas. Por ejemplo, los participantes tendían a continuar en ella, en lugar de abandonarla, con el fin de empujar el precio hacia arriba y hacer pagar más a los competidores. Este comportamiento acarrea el riesgo de quedarse con la licencia a un precio más alto que la valoración propia si se ha sobreestimado la valoración de los competidores. Es más, dado que son varios los participantes, el saber que los demás siguen participando hace que esta estrategia compense poco, ya que los demás harán subir el precio sin necesidad de participar. Paradójicamente, se observó que la tendencia a no abandonar la subasta en los casos en los que se debía hacer era mayor cuando se sabía que los competidores continuaban que cuando esa información no se hacía pública. No parece haber explicación teórica para esas burbujas que empujan los precios al alza.

Otros experimentos sirvieron para probar el programa informático con el que se conduciría la subasta. Primero, los sujetos experimentales (estudiantes de Caltech) simulaban ser empresas, con sus propias valoraciones imputadas en el experimento. Después, los mismos estudiantes volvían a participar, esta vez con el único fin de encontrar maneras de manipular la subasta. Finalmente, los datos experimentales se usaron en un programa paralelo para realizar todos los cálculos que haría la FCC y comprobar su precisión.

En los experimentos se controlan todos los parámetros, como las valoraciones de cada licencia por separado y por paquetes, de manera que es posible saber si la subasta logra un alto grado de eficiencia, comparando la asignación final de licencias con las valoraciones de quienes las han adquirido. En el mercado real las valoraciones son privadas. Así todo se pudieron hacer algunas estimaciones. Antes de cada subasta real, se realizaban varias subastas en el laboratorio aproximando todo lo posible los valores reales. De esta manera se podían comparar los comportamientos observados en el laboratorio con los de la subasta real. La similitud entre ambos permitió concluir que si los datos del laboratorio implicaban una asignación eficiente de las licencias, los de la subasta real también serían eficientes.

Referencias:

1. Ferreira, J.L. 2014. Investigación experimental en Economía Industrial (Experimental research in Industrial Economics). Revista de Economía Industrial 393, forthcoming.

2. Coase, R.H. 1959. The Federal Communications Commission. Journal of Law and Economics 2,1–40.

3. Alexandrova, A. and Northcott, R. 2009. Progress in Economics: Lessons from the spectrum auctions. In Kindcaid, H. and Ross, D. (eds.), The Oxford Handbook of Philosophy and Economics, Chap. 11, 306-336. Oxford University Press.

4. McAfee, R.P. and McMillan J. 1996. Analyzing the airwaves auction. Journal of Economic Perspectives 10, 159-1.

5. Plott, C.R. 1997. Laboratory experimental testbeds: Application to the PCS Auction. Journal of Economics and Management Strategy 6, 605-638.

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