jueves, 15 de agosto de 2013

12: ¿Es la Economía una ciencia?

Entradas más vistas del blog. La número 12 es esta publicada originalmente el 13/01/12.


En su día defendí la ciencia como la actividad y el cúmulo de conocimientos que se siguen de aceptar el método científico, y éste como una lista de cuidados.

Entonces, la pregunta pertinente es si los economistas van avanzando en su ciencia usando todos los cuidados posibles. La Economía, tal como se practica en el ámbito académico y de investigación, efectivamente, reúne a profesionales que se adscriben a la idea de elaborar los estudios con el mayor cuidado posible. No es que todos los trabajos se hagan de la mejor manera posible, sino que se acepta que se critiquen las carencias y se hacen mejoras si en la revisión entre pares se exigen. Como en otras ciencias, los economistas no aceptan porque sí el estado de la disciplina, las nuevas generaciones proponen nuevos modelos, nuevos métodos, recaban más datos y, a veces, cambian la manera en la que se entendía un problema económico.

Las revistas académicas en economía se rigen por los mismos principios que las de Física, por poner solo un ejemplo. Los trabajos teóricos se publican si muestran coherencia y si suponen un avance de ser ciertos. No se aceptarán hasta que no estén avalados por más estudios, entre ellos los empíricos que los validen. Hay, en cada época, ideas dominantes, pero ninguna revista está cerrada a otras ideas mientras sean prometedoras y se expresen con suficiente rigor como para poder ser confrontadas. En las mejores revistas se han publicado ideas económicas de economistas de muy distintas escuelas, pero sobre escuelas hablaremos más adelante.

Ha habido avance en el entendimiento de la Economía. Desde los tiempos de la economía neoclásica se han incorporado aportaciones sobre cómo conducir la macroeconomía con los estabilizadores automáticos, sobre la conveniencia de tener bancos centrales separados del gobierno, algo se ha aprendido de los estímulos fiscales y de la política monetaria, la incorporación de las expectativas racionales tras el fracaso del keynesianismo dominante a la hora de explicar la estanflación de los final de los setenta (algo le pasará también a las expectativas racionales al no explicar las burbujas), el desarrollo de la teoría de los juegos y de la economía de la información. Hoy en día se está estudiando la economía del comportamiento con la esperanza de que, conociendo si hay desviaciones sistemáticas del comportamiento racional, podemos proponer mejores medidas de política económica (hasta ahora los frutos de estos estudios parecen restringirse a dar “empujoncitos” en la conducta individual).

El avance ha permitido no solo entender la importancia de los mercados y de la credibilidad de las instituciones públicas, sino también diseñar mecanismos que antes no existían, como algunos tipos de subasta, los mercados de emisiones o algunos tipos de contrato de trabajo o de seguros. Algunas veces los políticos escuchan, como en la sugerencia de introducir competencia en el transporte aéreo y en las telecomunicaciones, pero en otras ocasiones no, como en la reticencia a dejar de subvencionar actividades ruinosas y sin futuro o en empeñarse en mantener subvenciones a la compra de vivienda tras la experiencia de una burbuja inmobiliaria.

Se han producido otros avances en la recopilación de datos, se ha sugerido mantener distintas bases de datos que son útiles a los investigadores, se han elaborado mejores técnicas econométricas y se han aprovechado los avances informáticos para realizar mejores simulaciones del comportamiento de la economía (fuera de los tiempos de crisis, en que por definición los parámetros de los modelos cambian demasiado).

El avance no ha permitido predecir crisis (tampoco nunca se ha presumido de poder hacerlo), pero ha permitido saber algo acerca de ellas. Por ejemplo, que aumentar el gasto público con la esperanza de expandir la demanda financiándolo con deuda a altos intereses es suicida. Durante décadas hemos visto a países asfixiados por la deuda. La culpa no es el gasto público de por sí, sino el derroche y la financiación con deuda a altos intereses. En vista de los derroches pasados, el FMI, en su famoso consenso de Washington, pedía a los países mucha contención en el gasto. Hubo países que desoyeron estos consejos, pero que fueron capaces de contener el derroche y realizar gasto público productivo sin endeudarse, financiándose con impuestos. Bien por ellos, y toque de atención al FMI para que aprendan a valorar estas nuevas posibilidades.

Hay avance, hay ideas que quedan obsoletas o que se mejoran, hay un continuo interés en cotejar los modelos con la realidad, hay errores y hay un sistema de confrontación de ideas para intentar corregirlos. Hay economistas que simpatizan con partidos de izquierda y de derecha que pueden entenderse entre ellos sin problema porque comparten un método y una ambición por saber cuál puede ser el mejor diagnóstico de un problema y cuál su mejor solución. En los seminarios da exactamente igual la afiliación política, solo importan las aportaciones avaladas por el buen hacer económico. Hay ciencia.

18 comentarios aquí.

11 comentarios:

  1. Quizá lo que diferencia a la economía de otras ciencias es que todos (casi) nos sentimos capaces de opinar sobre cuestiones económicas complejas aunque no tengamos ni idea; además estas opiniones infundadas pueden acompañarse de descalificaciones (neoliberal es la que está más de moda) a quien haciendo uso de la lista de cuidados sostiene la opinión contraria. Sobre otras ciencias la gente no suele tener opiniones: no conozco a nadie, ni siquiera tertulianos, que opine sobre física cuántica, por ejemplo.

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    1. Hola, Juan Antonio. Encantado de tenerte por aquí.

      En realidad sí que hay mucho opinador de otras ciencias. No suele ser de las llamadas naturales o experimentales, pero sí de medicina y psicología, por ejemplo. A cada rato me topo con gente que cree saber más que los médicos y que te cuentan con gran detalle cómo los médicos no son capaces de darse cuenta algo de lo que ellos sí lo hacen.

      Un saludo.

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  2. Hola José Luis. ¡Felicitaciones por los 5 años de su blog!

    Precisamente hoy, he asistido a una charla en la universidad que impartía el fundador de una empresa de antenas fractales (soy ingeniero de telecomunicaciones), y nos ha explicado como gracias a las patentes pudieron denunciar a Samsung, LG y Blackberry entre otras, quienes les habían plagiado la idea. Parece, que en este caso, la patente jugó un punto a favor de las pequeñas nuevas empresas.

    ¿A qué viene esto? No sé si recuerdo haber leído alguna vez en su blog -quizás lo malinterpreté, o se encontraba en otro contexto- que no existían estudios que correlacionasen patentes con innovación, cuando recordaba haber oído a Xavier Sala-i-Martin alguna vez también nombrando lo contrario, y enfatizando el papel que las patentes tuvieron en Inglaterra durante la revolución industrial.

    Empecé a interesarme por la ciencia económica hará casi un año, y me cuesta mucho encontrar en ocasiones "el consenso" del que se habla que tienen los economistas. En su propia lista de blogs tiene a: http://www.fedeablogs.net/economia/ quienes defienden en su libro economía de urgencia los recortes, junto con http://economistasfrentealacrisis.wordpress.com/ a quienes encuentro opiniones muy contrarias al colectivo Jorge Juan, más cercanas quizás a las de Stiglitz o Krugman a quienes recuerdo haberles oído predicar más gasto público para España -contrariamente a lo que comenta en su artículo-, o incluso cancelar la deuda argumentando que a otros países no les fue tan mal (creo que era Stiglitz, y ponía a Argentina como ejemplo). Otros colectivos también que firmaron el "Manifiesto de economistas aterrados" http://articulosclaves.blogspot.com.es/2010/10/manifiesto-de-los-economistas-franceses.html. Y por no hablar de Attac y compañía.

    Es normal entonces, que ante toda esta disparidad de opiniones la gente acabe relacionando economía con ideología, ya que no tenemos los estudios científicos a nuestra disposición para argumentar correctamente quien de ellos tiene razón, o si alguno de ellos comete una falacia pueda ser facilmente desmentida por la comunidad científica de forma rotunda, tal y como se hace con la homeopatía o las máquinas de movimiento perpetuo. Porqué por otro lado, en las universidades de letras al menos aquí en Barcelona -Antropología, Sociología, Filosofía, Ciencias Políticas-, abundan muchos, pero que muchísimos profesores, que meten en la cabeza a sus alumnos, la idea de que la Economía es una pseudociencia dominada por el neoliberalismo y los intereses del poder económico que justifica "las privatizaciones" de servicios que jamás deberían haberse hecho, como el del mercado eléctrico, o incluso les he oído decir el de las Telecomunicaciones.

    ¿Cómo defender la Economía en el momento en el que existe sin duda esta fuerte separación entre mundos académicos? Si nos echamos las manos a la cabeza, cuando una universidad imparte cursos pseudocientíficos logrando en algunos casos evitar su realización. ¿Por qué no existe realmente la misma energía por parte de los economistas para combatir los lavados de cerebro que se dan en el mundo académico? Por parte de los dos bandos, no me gustaría excluir aquí tampoco a Jesús Huerta de Soto ni a Ramón Rallo.

    Supongo quizás que muchas de estas preguntas las responderá en su libro 'Economía y pseudociencia', aunque por el momento no he podido encontrarlo por ninguna librería cercana, ni en la Fnac ni el Corte Inglés.

    Gracias a su labor, y a la de muchos otros, creo que poco voy aprendiendo a filtrar las buenas, de las malas ideas económicas y la charlatanería que tanto abunda en las tertulias de la televisión, de las opiniones humildes y sinceras del que de verdad sabe de Economía.

    Aunque todo ello sea a costa de acabar siendo tachado en los debates como "neoliberal" o "de derechas". Supongo que es una fase a la todos os debéis haber acostumbrado.

    Gracias de nuevo, perdón por el tocho.

    Ángel

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  3. Hola José Luis. ¡Felicidades por los 5 años de su blog!

    Comprendo que sea difícil en ocasiones para la gente entender que la Economía no tiene porqué tener nada que ver con la ideologia, sobretodo cuando alguien observa la disparidad de opiniones que a menudo existen en ella. Veo que entre los blogs que sigue, incluye tanto a Nada es Gratis, como a Economistas Frente a la Crisis, a quienes he escuchado opiniones bastantes diferentes. Estos últimos más cercanos quizás a Stiglitz y Krugman, quienes por cierto creo haber escuchado predicar (al menos en su momento) más gasto público para España. Quizás lo escuché en diferentes contextos.

    Creo haber leído alguna vez de usted por este blog que no existían estudios, que relacionasen patentes con innovación, cuando a la vez creo que haber leído a Xavier Sala-i-Martin alguna vez decir que sí. Supongo que quizás hablabáis desde matices diferentes, pero el otro día por ejemplo, escuchaba a alguien decir que existían estudios que demostraban que los hospitales con administración privada eran más eficientes y funcionaban mejor que los que no, a la vez que desde ámbitos más de la izquierda hacían gala de un estudio que demostraba lo contrario. ¿Cómo puede la gente de la calle prepararse para ser crítica ante estas situaciones?

    Por otro lado, cuando alguien suelta una falacia científica médica, como un remedio para la salud, por los medios, inmediatamente salta la comunidad científica denunciando que ese remedio es una pseudociencia y que puede incluso ser perjudicial para la salud. Sin embargo, en Economía eso no solo nunca ocurre, sino que aquí mismo en Barcelona en las carreras de letras -Sociología, Antropología, Filosofía, Ciencias Políticas- existen, muchos pero que muchísimos profesores que se dedican a expandir entre sus alumnos ideas como la de que la economía es una pseudociencia al servicio del poder económico, fundada en unos principios facilmente contrastables como el del "homo economicus", y que utilizan su influencia para "privatizar" servicios que solo han servido para enriquecerse unos cuantos a costa de precios más caros, como el mercado eléctrico, o incluso el las telecomunicaciones. Que el mercado y el capitalismo son una etapa que debe de ser superada en pos de una sociedad en la que no impere el ánimo de lucro que "tanto mal nos hace".

    ¿Cómo es posible que los economistas no hagan nada por luchar para que la universidad se convierta en un lugar en el que se respete y se anime a aprender de las otras disciplinas? ¿En las que se luche un poco por impartir algo de pensamiento crítico? El mismo del que tanto se jactan tener los mismos sociólogos que repiten los mismos estribillos de ideas que llevan repitiéndose ya más de 100 años. Sin restar importancia tampoco a los austríacos que también lavan cerebros a su distinta manera.

    Gracias a su labor, y a la de muchos otros creo que por fin he conseguido empezar a aprender a diferenciar charlatanería, de lo que es la opinión del economista humilde que realmente sabe de lo que habla. Busqué su libro en las librerías cercanas, incluso en el Corte Inglés y en el Fnac sin éxito, supongo que tendré que adquirirlo por Internet.

    Ángel



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    1. Bienvenido al blog, Ángel, y gracias por tus palabras.

      En el libro contesto a algunas de las cuestiones que planteas (pronto saldrá la segunda edición), que también he ido tocando en otras entradas del blog.

      Ocurre que en España la economía académica hasta épocas muy recientes era un erial de investigación y en ella campeaban toda suerte de teorías y opiniones mezcladas. Todavía hay mucho de eso, aunque cada vez más se está entendiendo cuál es la metodología correcta y cuáles son los conocimientos y limitaciones de los modelos que mejor están explicando los hechos. Encontrarás a marxistas, austriacos, vincenç navarristas,... en la universidad, todos con un denominador común: nada de investigación que respalde sus ideas.

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    2. ¡Perdón por los dos mensajes! Creí que el primero no se había enviado y trate de reescribirlo de nuevo, gracias por su respuesta

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  4. Hola José Luis,

    Me gustaría saber su opinión acerca de la escuela sustantivista que por lo visto es la que comparten la mayoría de antropólogos, y que según ellos logra explicar cosas que la economía formalista (la ortodoxa, la que utiliza datos) es incapaz. Por lo visto así es como se enseña en las asignaturas de Antropología Económica de las universidades de Antropología. Efectivamente, si la sustantivista ni utiliza datos ni método científico por no considerarlo necesario estaríamos hablando de pseudociencia en la misma universidad.

    También se hace leer mucho a David Graeber en las mismas asignaturas, esto me pareció más interesante ya que no había oído nunca hablar del chartalismo. Dice Wikipedia que el chartalismo como teoría se encuentra aceptada y presentada a niveles de introducción de la economia. Sin embargo, si el chartalismo es cierto entonces tal y como parece afirmar David Graeber la historia que realmente hemos aprendido todos acerca de como el dinero empezó a utilizarse por ser un bien con "valor de cambio", debería ser cambiada por la de que el "dinero" es una creación del estado.

    No niega David Graeber, que los prisioneros utilicen cigarrillos como moneda de cambio en la carcel etc... ya que lo justifica diciendo que esa gente vivió previamente en una sociedad con dinero. Según él, los humanos previos a esas sociedades no tendrían necesidad de ello. Sin embargo me cuesta de creer que no exista ningún tipo de evidencia (como ellos afirman) acerca de tribus del neolítico que utilizaran hachas como moneda de cambio o algo por el estilo.

    Saludos!

    Ángel

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  5. Vaya, eso me pasa por leer rápido. Descubro ahora que Wikipedia dice precisamente lo contrario: que el chartalismo es una teoría alternativa a la generalmente aceptada y presentada a niveles de introducción a la economia.

    Ángel

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    1. No conocía la escuela sustantivista, por lo menos, no con ese nombre. Mirando lo que es, veo que sí conozco algunas de las cosas que dicen. A ver si resumo en pocas líneas lo que creo es una parte del asunto, que creo representativa:

      -En la Teoría Económica moderna se suelen presentar primero los modelos de economías de intercambio y, después, los de economías con producción e intercambio y, solo más tarde y en cursos avanzados, los modelos donde se introduce el dinero. Esto es así por la complejidad de introducir el dinero y porque se pueden decir ya muchas cosas en los modelos sencillos.

      -Esto lleva a algunos a pensar que la Teoría Económica predice que en la historia las economías de intercambio preceden a las monetarias. No es algo que se deduce. En todo caso sería una hipótesis interesante. Si algún historiador o algún economista la mantiene no es porque se deduzca de la teoría.

      -La escuela sustantivista dice que históricamente lo que precede a la economía monetaria no es el intercambio sino otras cosas (p.e., reciprocidad). Esto no contradice ni un ápice la Teoría Económica y no implica ninguna revisión de ella, aunque así parecen entenderlo ellos.

      -Una de las cosas en las que inciden los sustantivistas en en separar la Economía como modelo para explicar la realidad económica de la economía como conjunto de instituciones económicas de una sociedad particular. Bueno, eso lo distinguimos todos.

      -La Teoría Económica no trata de explicar toda actividad económica como fruto de la racionalidad de la sociedad que realiza esa actividad. Lo que hace es estudiar las propiedades de determinadas instituciones económicas, que serán eficientes (racionales?) o no.

      -El antropólogo o el historiador económico estudiará las instituciones económicas de una determinada sociedad y se interesará por las múltiples razones que han llevado a esas instituciones.

      Creo que lo anterior debe servir para aclarar la cosa.

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    2. Gracias por la respuesta José Luis

      Tengo precisamente a un amigo estudiando Antropología, y es él quien me informa acerca de todo lo que se va diciendo en clase. Actualmente le han pedido presentar un trabajo en grupo (al cual he decidido aportar mi granito de arena desde las sombras) acerca de un texto de David Graelber (comentado anteriormente) que utiliza un lenguaje sumamente agresivo y arrogante contra los economistas a quienes acusa de engañar en sus libros de introducción a la economía y hacer oídos sordos a lo que la antropología ha demostrado desde hace mucho tiempo, que es acerca de la explicación que suele utilizarse acerca de los origines del dinero: en un principio había "el trueque" y paulatinamente se descubrieron mercancías con "alto valor de cambio" como algunos metales. David Graelber viene a decir que existen implicaciones "ideológicas" detrás de esta historia de origen del dinero. Si no he entendido mal el chartalismo que profesa: el dinero es una creación del Estado y previamente a él no existía.

      Sin embargo él mismo no niega que las tribus utilizaran el trueque aunque nunca sea con miembros de la misma tribu, sino siempre con los de otras pero, si existe algún tipo de red comercial entre tribus, me cuesta de creer que en sus continúos intercambios no hayan llegado a descubrir por sí mismas algún tipo de mercancía con "alto valor de cambio" como podrían ser hachas. En resumen: dado que desconozco los medios para encontrarla ¿crees qué existe algún tipo de evidencia empírica que sustente la teoría chartalista? ¿deberían los libros de introducción a la Economía cambiar sus explicaciones acerca del origen del dinero? Yo personalmente, encuentro que en cualquier mínima red comercial deberían aparecer tarde o temprano algún tipo de mercancías con alto valor de cambio, ya sean los cigarrillos entre presos en las cárceles o metales pero bueno, nunca sabes cuando la intuición puede fallar.

      Saludos!

      PD: El texto era: El mito del trueque (Capítulo 2) de David Graelber

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    3. Veo que el texto es lo que he descrito: según leo, recoge opiniones, no sé si ciertas, de algunos que dicen que el trueque es anterior al dinero, da por cierta la opinión de Graelber y concluye que la Economía está mal. Además, acepta el argumentario que de que la creación del dinero y otras instituciones cambió nuestra manera de pensar. Lo dice así, sin ofrecer datos sobre si eso es cierto, ni de qué manera y con cuanta relevancia, ni de si eso es bueno o malo en algún sentido definido, ni, por supuesto, si es posible volver a la manera de pensar que cree buena cambiando no se sabe qué.

      He leído algunos comentarios por encima, pero no añaden nada a lo anterior.

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