En tiempos recientes se ha tratado la hipótesis de que los mercados financieros sean juegos de suma cero tanto en el Otto Neurath como en las Penas del Agente Smith, dos blogs que leo con frecuencia y que recomiendo sin dudar. Un juego de suma cero es aquel como el póker donde lo que uno gana lo pierden los demás sin crear riqueza. Según esta hipótesis, los mercados financieros serían igual. He aquí mi respuesta:
Los mercados financieros se basan, como todo mercado, en una parte que compra y otra que vende. Si uno compra X es porque ve esa alternativa como mejor, si uno vende X es porque tiene otras alternativas mejores. Lo mismo si X son patatas o activos financieros. Las circunstancias que hacen que un activo financiero sea preferido a otro son:
-Su rentabilidad esperada
-El riesgo asociado
-La dispersión de los dividendos que pague a lo largo del tiempo
-La capacidad de controlar las decisiones de una empresa
-Su liquidez
-Etc.
Para algunas de estas circunstancias puede interpretarse que el intercambio se basa en el error de una de las partes, pero no hace justicia a lo que hay detrás. El que una parte crea que un activo va a tener más rentabilidad solo implica diferencias de opinión o de información (posiblemente incompleta en las dos partes). La información incompleta está sujeta a error, claro está. Pero eso mismo hace que los mercados financieros premien la adquisición de información, de manera que en el mercado habrá más información, lo cual siempre es bueno.
En las otras circunstancias no se puede hablar de error, y son una parte importante de la razón de ser de los activos financieros (mi hipoteca es un buen ejemplo).
Dicho esto (muletilla de tertuliano), vamos al tema central de la hipótesis y explorarla, no en la parte de los mercados financieros que sirven para financiar (¡sorpresa!) o para las otras finalidades apuntadas arriba, sino para apostar a un valor que creo que ganará. Una cosa que tener en cuenta al invertir en bolsa es que no se puede ganar en media más que lo que gana en media el conjunto de la bolsa, lo cual es de perogrullo, pero por lo menos indica que uno podrá esperar ganar razonablemente la tasa de beneficio histórica. Para ganar más hay que saber dónde se mete uno. En mi opinión, hacer análisis de tendencias y cosas así apenas sirve. Lo que sirve es saber qué valores van a ir mejor, y para eso es más útil saber por dónde van los tiros en la economía, en un sector en particular o en una empresa todavía más en particular. La información privilegiada ayuda, claro, pero también conocer el negocio (no invertir en empresas que hacen reglas de cálculo cuando la competencia ya está fabricando calculadoras, p.e.).
Si uno, así todo se mete y lo hace en valores que son más especulativos (pongamos, esos que son contratos de futuros sobre el precio de algún bien y que solo son apuestas sobre el precio) que de inversión, no está de más recordar la vieja máxima:
“Si te han invitado a una partida de póker y no sabes quién es el primo es que el primo eres tú.”
Por una feliz casualidad, el repaso de "hace tres años en el blog" nos trae cómo se trata el tema (una parte de él) en Teoría de los Juegos:
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Hace tres años en el blog: La Teoría de los Juegos. La historia más lúdica jamás contada. Parte 11: La información privilegiada.
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