martes, 22 de junio de 2010

El que quiera entender que entienda


Siempre me sorprende que en muchos temas nos dejemos, aparentemente, convencer por argumentos que no son tales, sino frases hechas que no resisten un mínimo análisis. Sin duda quien las saca a colación piensa que son el resumen de un argumento más completo, aunque nunca se acabe de desarrollarlo.

La frase con que titulo la entrada es un ejemplo de lo anterior. Tal medida para desincentivar un comportamiento no funcionará, se dice, porque el que quiera hacerlo lo seguirá haciendo. ¿Prohibir el alcohol en las discotecas para menores? No servirá de nada, el que quiera beber, lo hará. ¿Promover campañas contra la violencia machista? ¿Para qué? Eso no hará que el que vaya a maltratar a su pareja lo deje de hacer. ¿Asegurarse de cerrar bien la casa? Inútil. Si un ladrón quiere entrar, entrará.

Si uno se fija bien, la clave de la falacia está en lo que esconde ese “el que quiera”. Pero no todo el mundo quiere siempre hacer algo a toda costa. Si las cosas se ponen difíciles, se harán menos veces que si se ponen fáciles.

Evidentemente, si una casa tiene varias puertas, cerrar todas menos una apenas evitará los robos, solo alguno que otro, en los que el ladrón no tiene tiempo de probar todas las puertas y tiene que salir corriendo porque alguien se acerca. Pero si a un adolescente se le impide llegar demasiado tarde a casa, tal vez no haga algunas cosas que podría hacer a deshoras. Algunos las harán a otras, otros harán algunas menos por el menor encanto de las otras horas para según qué cosas.

Supongo que la falacia viene de pensar que, para cada actividad, la gente viene en dos grupos: los que la quieren hacer en cualquier caso y los que no quieren. En este caso el argumento funciona. En cuanto metamos a alguien en medio de los extremos, el argumento deja de funcionar.

Lo que no sé es por qué me esfuerzo en explicarlo. El que no quiera entender, no entenderá.

13 comentarios:

  1. Apreciado José Luis:
    Es la primera vez que participo en tu blog y espero que no sea la última.
    Me he destrozado las cejas intentando leer la foto que has insertado, pero no me ha sido posible.
    Disculpa, pero es que no entiendo tu tesis. Comprendo lo que dices y estoy de acuerdo en que cuando una sociedad quiere controlar una situación para proteger al individuo debe hacerlo. Sin embargo no estoy tan de acuerdo cuando de lo que se trata es de usar la excusa de proteger al individuo con el fin de ahorrar a la sociedad una situación no deseada.
    Me explico: entiendo que se prohiba a la gente sentarse al volante habiendo bebido, pero no entiendo porqué me tienen que obligar a ponerme el cinturón. Una cosa es proteger a una persona (varias) del peligro que supone un conductor ebrio, y otra cosa es obligarme a mi a protegerme en contra de mi voluntad.
    Si la cosa va de drogas, entiendo las precauciones con los menores de edad (como con el alcohol), pero no entiendo la prohibición genérica, con la excusa de proteger al individuo, en contra de mi voluntad tratandome a priori como si fuera una persona incapaz de decidir si me interesa o no consumir.
    Un saludo a todos.

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  2. Es un tema sobre el que he pensado bastante. Lo que explicas queda meridianamente claro. Existe algo llamado orden, estructura, que ofrece mas beneficios que perjuicios, de otro modo el propio caos del que surgimos ya nos habría acabado de devorar. Un abrazo.

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  3. bielet:

    ¡Bienvenido! Yo también espero seguirte viendo por aquí.

    En realidad la tesis de esta entrada no es acerca del paternalismo que pueda o no ejercer el estado sobre los ciudadanos. Es una tesis única y exclusivamente acerca de la falacia de un tipo de argumento que oigo demasiado a menudo. Es decir, es posible que las conclusiones de los ejemplos que pongo para ilustrar el caso sean ciertas, pero no lo serán porque ese argumento esté bien formado, sino por algún otro.

    emejota:

    La clave es si ese orden o estructura sirve para las cosas que queremos. Argumentos apriorísticos como el que he señalado pueden ser incorrectos porque fallen las premisas, porque no recojan todo lo relevante o, en este caso, porque sean falaces.

    Saludos a amb@s

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  4. Ah! La noticia de la foto es de pega, como todas las de The Onion (ver enlace en lateral en páginas de humor).

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  5. "El que quiera hacer algo lo hará aunque se prohíba" es sin duda una simpleza. Pero también es bastante simplista sugerir que ése sea un argumento que manejan los que se oponen a la política criminal hoy vigente en (casi) todo el mundo de "guerra contra las drogas", como parece dar a entender la ilustración que encabeza la entrada (cuyo texto yo tampoco puedo leer). En todo caso, lo que se dirá (como uno más entre otros argumentos) es que el factor de la adicción hace que la demanda de drogas ilegales sea muy inelástica, de modo que centrar los esfuerzos en tratar de disminuir la oferta sólo conduce a un incremento de precio que la mayoría de los consumidores están de todos modos dispuestos a pagar (aunque sea al precio de cometer delitos patrimoniales para sufragarlo), al tiempo que los desmesurados beneficios incentivan a los proveedores a afrontar el riesgo de la represión incrementada. Y de ahí se sigue que sería más eficaz destinar buena parte de los ingentes recursos dedicados a la represión a políticas de prevención y tratamiento de la drogadicción. Creo que esto, que puede ser discutible, es algo más sutil que lo que sugiere José Luis. Y por cierto: las drogas sí están ganando la guerra, o al menos no llevan camino de perderla en un plazo previsible, como demuestran las estadísticas en la materia.

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  6. Solitarius:

    Tampoco era mi intención sugerir que ese sea el único argumento que se expone cuando se analiza una situación de estas. Sólo quería señalar que es un argumento que se escucha con frecuencia. Por ejemplo, cuando a un adolescente se le dice que vuelva a casa a las 11 y responde "lo que pueda hacer después de las 11 lo puedo hacer antes". Por ejemplo, cuando alguien se opone a tomar cualquier tipo de acción para incentivar o desincentivar una conducta.

    Desde luego, en el caso de las drogas (no hay nada que leer en la foto, es un chiste de The Onion) el análisis debe ser más completo e incluir, como indicas, un análisis de elasticidad de la demanda y todavía más cosas. Yo soy bastante partidario de su legalización.

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  7. no se si lo he entendido. pero me has convencido de que si explicas algo y no te entienden vale la pena insistir e insistir... no?

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  8. >guerra contra las drogas

    Hay una guerra contra las drogas??
    O hay enfrentamientos entre distintos grupos que las comercializan incluyendo personas que son parte del estado???

    Oímos hablar del cartel de Medellín o de Juarez pero del cartel de New York???

    Quién vende drogas a todos esos lindos artistas de Hollywood o financistas exitosos de Wall Street???

    En este momento en Buenos Aires puedes conseguir cualquier droga fácilmente. La policía no puede controlar eso???

    Desde el punto de vista de la seguridad y de las precauciones, lo que uno evita es al ladrón casual u oportunista. Si un grupo de personas esta decidido a robarte pues probablemente lo logrará. Pero de ahí tampoco deducimos que debemos facilitarle la tarea dejándole las puertas abiertas.

    Kewosi

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  9. kika:

    Pues no era esa la idea de la entrada, pero parece que va siendo la idea de los comentarios.

    Kewois:

    En sentido figurado, guerra hay, con sus frentes y sus treguas. También con su inutilidad.

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  10. Para todo esto se inventó la fe. Para ahorrarse entender.
    Como dice el primer comentarista, bielet, yo me he devanado las cejas intentando comprender la segunda parte de tu cuarto párrafo. Pero he decidio excluirla para darte la razón en todo.
    Un abrazo.

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  11. Siesp:

    ¿Te refieres a esto?

    "Pero si a un adolescente se le impide llegar demasiado tarde a casa, tal vez no haga algunas cosas que podría hacer a deshoras. Algunos las harán a otras, otros harán algunas menos por el menor encanto de las otras horas para según qué cosas."

    Recuerdo que de adolescente esa era la sempiterna excusa "Lo que pueda hacer a las tres de la noche también lo puedo hacer a las ocho de la tarde". No solía colar.

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  12. El problema de la lucha contra las drogas prohibiendo a los adultos comprarlas y venderlas es otro. Ya se que esta entrada no va de esto, pero en este caso lo de que la droga ha ganado la guerra se podría decir.

    El problema aquí es que si bien la mayoría de los delitos se reducen aumentando penas, riesgo de que te pillen o dificultando el delito, los delitos "consensuados" no se resuelven así. ES verdad que aumentar los años de prisión para el traficante de droga lo desincentiva a traficar, pero la escasez de droga provoca aumento de precio. El aumento de precio motiva al comprador a moverse a idear formas de facilitar la transacción al vendedor, con lo cual reduce el riesgo de que pillen al vendedor compensando el aumento de la pena. Así la droga vuelve a abaratarse.

    En cambio aumentar las penas por robo, violación, asesinato... si que da resultado porque las victimas potenciales no tratan de ponérselo más "a huevo" al agresor.

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    1. Ese ciclo de aumento de precio + abaratamiento por movida del comprador habrá que documentarlo y habrá que mostrar que, efectivamente, es causa importante en el mantenimiento del delito a pesar del endurecimiento de las penas.

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