viernes, 29 de enero de 2010

El guardián del monopolio intelectual



Hoy nos ha llegado la noticia de la muerte de Salinger, el autor de The Catcher in the Rye (El guardián del centeno). Creo que fue el primer libro que leí cuando llegué a Chicago, regalo de una amiga de cuya mano conocí también los mejores lugares para oír Jazz y Blues en esa ciudad.

Me gustó el libro, mucho. El estilo directo y sin artificios que abunda en la literatura usamericana alcanza en este libro una de sus más altas cotas. Pero hoy se ha muerto el autor, no el libro. Salinger publicó poco y siempre fue muy celoso, no solo de su vida privada, a la que tiene derecho, sino de la vida de las ideas creadas por él, a lo que alguna legislación también le concede derecho.

El sueco Fredik Colting escribió una secuela del libro, titulada 60 años después: saliendo del centeno. El libro se publicó en el Reino Unido, pero en los EEUU se topó con una jueza que impidió su publicación ante la demanda impuesta por Salinger. Por culpa de esta interpretación exagerada de la propiedad, que se extiende al mundo de las ideas (véase mi entrada de hace unos días), se ponen límites a la difusión de una obra. Cuál pueda ser el cálculo coste/beneficio que hay detrás de esta manera de legislar se me escapa. Salinger no habría publicado menos de lo que lo ha hecho de haberse permitido la secuela.

De manera similar, si se hubiera prohibido en su día la publicación de El Quijote de Avellaneda habríamos perdido una obra sin ningún beneficio a cambio. Cervantes, en el prólogo a la segunda parte de su Quijote admite incluso -si no recuerdo mal- que la aparición de del impostor le sirvió de estímulo adicional.

Siguiendo con el tema del monopolio intelectual, ¿quién me hubiera dicho que iba a estar casi al 100% de acuerdo con Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y para más inri quitándole la razón a uno de los escritores más respetables que tenemos? Su artículo en El País no tiene desperdicio por lo bien que señala el absurdo en el que se empeñan las editoras con el tema de los cánones.

14 comentarios:

  1. Y Mozart no podría haber estrenado Don Giovanni, ni Zorrilla Don Juan Tenorio, y lo que es peor, Cameron no podría haber estrenado Avataaarrrrlll...

    ResponderEliminar
  2. Jeje, no es tan malo coincidir con Ibarra, ¿no?
    Mi particular sentido de la vida lleva a la máxima aquello de : El honor se gana a lo largo de una vida y se pierde en un segundo.
    Pues eso, Antonio Muñoz Molina ya no es nadie para mi. Mientras que con Ibarra podré estar de acuerdo o en desacuerdo, pero siempre ha ido de cara.

    El guardián entre el centeno enseña más de lo que uno cree. Gracias por recordar a Salinger.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Ensucia la obra original, el continuador.

    ResponderEliminar
  4. Jesús:

    Así es. Podemos añadir al propio Teddy Bautista, que sin Vivaldi no hubiera podido hacer lo que mejor ha hecho en su vida, el genial disco Ciclos, con el grupo Los Canarios.

    Siesp:

    No, no es malo. Cuando alguien tiene razón, tiene razón. Es cierto que ha dado la cara y que ha gobernado razonablemente bien su comunidad. También lo es que defiende esa ala del PSOE un tanto obsoleta ideológicamente.

    Saludos a ambos.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo:

    Si ensucia o no la obra original dependerá de la calidad. En cualquier caso, lo de ensuciar será metafóricamente, porque a la obra original no le pasa nada. Además, las ideas creativas no se permiten o prohiben por criterios estéticos.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Yo creo que, desgraciadamente, falta creatividad a la hora de resolver problemas. Nuevas fórmulas. A no ser que las haya pero no interese.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  7. Siguiendo con el tema, la frase de Wagner:

    "Toda mi obra procede de la Novena Sinfonía de Beethoven".

    El concepto de autor y derechos de autor es muy Occidental...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. KC:

    Te doy la razón. Pero más que creatividad es falta de capacidad para aceptar nuevas ideas, y en esta incapacidad abunda el dar la razón a los inadaptados de la industria editorial en sus pretensiones de seguir como si el mundo no avanzara.

    Äriastóteles Lumínico:

    Demasiado occidental, diría yo. Después de la invasión de Irak, una de las prioridades de las autoridades americanas era que el país adoptara la legislación usamericana sobre el monopolio intelectual.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  9. Hola, José Luis. Si me permitieses invitarte a leer esta página de mi blog, creo que por el tema tu comentario sería valiosísimo:

    http://ariastotelesplatonico.blogspot.com/2009/12/loco-elogio-del-plagio.html

    Espero que disculpes mi atrevimiento.

    ResponderEliminar
  10. Äriastóteles Lumínico:

    Te he hecho un comentario (plagiado, claro está) en tu blog. De atrevimiento nada. Estamos aquí para charlar sobre lo que nos interesa, y tu entrada es muy interesante.

    ResponderEliminar
  11. José Luis, acabo de descubrir tu blog y quería felicitarte por tu interesante entrada y por el tono constructivo y enriquecedor de los comentarios de tus lectores. ¿Cómo lo logras? ¿No te llegan 'trolls'?
    Saludos cordiales

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Lidia, bienvenida al blog.

      Algún troll me ha llegado de vez en cuando, pero basta no hacerles caso. Los comentarios están moderados solo para las entradas de hace más de un mes. Cualquier comentario en una entrada reciente aparecerá tal cual, sin moderación.

      Un saludo.

      Eliminar
  12. Ya veo. Están premoderados :')
    Saludos!

    ResponderEliminar