Hay que tener cuidado con los argumentos incompletos. Si uno quiere mostrar que a un monte puede subirse sin un determinado material, debe mejor probarse haciendo la subida y mostrando las fotos de la escalada. O, como poco, debe darse un plan detallado de cómo se pueden superar todas las dificultades sin usar botas y otros elementos. No basta con que se nos pida suponer que eso se puede hacer así.
Hace unos meses mostré cómo el pretendido problema de la habitación china se disuelve en cuanto uno intenta completar los detalles del argumento. Resumo: Un individuo que no sabe chino está en una habitación. Se le entregan preguntas en chino y una serie de instrucciones que le permiten escoger una serie de ideogramas chinos que son, justamente, la respuesta a estas preguntas. ¿Sabe chino el individuo? La paradoja asume que es posible dar tal conjunto de instrucciones sin dar el conocimiento del lenguaje implicado.
Hasta que tal cosa no se muestre como posible, todos los ejemplos que conocemos de comunicación en un idioma nos hacen pensar que esa lista de instrucciones debe contener el conocimiento del lenguaje (no necesariamente perfecto, ni falta que hace).
Algo parecido ocurre con el argumento del explorador y el nativo, debido a Quine y que a menudo se recuerda en el muy recomendable blog “El libro de arena ”.
Un explorador llega a un poblado de una región desconocida. No hay un idioma común en que comunicarse y el nativo, señalando un conejo exclama ¡Gagavai! El explorador entiende, o cree entender, que “gagavai” significa conejo. Es posible imaginar, sin embargo, que ¡Gagavai! sea una expresión de sorpresa al ver un animal que no debería estar ahí, o significar solo conejo de día, pero no conejo de noche, o el movimiento de la hierba al pasar cualquier animal, o puede no tener nada que ver con conejos y ser solo una casualidad que exclamara esa expresión (¡Gagavai! más el gesto con el dedo) que en su aldea significa “¡Tengo sed, maldita sea!” cuando, en el mismo instante, a un conejo le dio por dejarse ver.
Todo esto lo podemos imaginar, efectivamente, y nos habla de las dificultades para entender un idioma desconocido y para traducir de un idioma a otro. Pero este ejemplo nada nos dice acerca de la posibilidad de tener dos idiomas completamente distintos entre los cuales la traducción sea imposible.
Por supuesto que la traducción exacta entre idiomas es muchas veces imposible, pero para ese viaje sí que no hacen falta esas alforjas. Esto ocurre entre lenguajes con sobradas semejanzas estructurales.
Yo soy incapaz de producir un ejemplo de dos lenguajes, uno para el nativo y otro para el explorador, de manera que uno y otro crean haber aprendido (más o menos) el lenguaje del otro y, sin embargo, estén completamente engañados, hasta el extremo de que puedan pasar una tarde entera en agradable plática y uno piense que han hablado de la escasez de caza en los últimos tiempos y el otro acerca de la posibilidad de que el ser, aunque sea por un ratito, no sea.
Todos los ejemplos que conocemos de varios idiomas entre los que aparentemente hay comprensión mutua muestran, de manera muy terca, bastantes homomorfismos, si uno los sabe leer. Es decir, que no tenemos un ejemplo de dos estructuras en las que sea posible que una “entienda” a la otra y que sean completamente distintas, hasta el extremo de no mostrar ningún tipo de homomorfismo en ningún nivel. O dicho todavía de otra manera, no hay razón para hablar de ontologías distintas entre lenguajes que pueden traducirse entre sí (no sé en realidad qué significa eso de la ontología de un lenguaje) y justificar con ello un relativismo ontológico .
Es posible que tal cosa suceda y que en algún momento alguien muestre tal ejemplo. Mientras tanto, el caso del explorador y del nativo no puede ser usado como argumento para hacernos ver esta posibilidad y, con ella, la posibilidad de que nuestro conocimiento sobre la realidad no guarde ningún tipo de homomorfismo y en ningún nivel con la propia realidad.
Por alusiones:
ResponderEliminarCabe una posibilidad que no has contemplado, a saber: que no hayas entendido el por qué de la conclusión :-P
Efectivamente, insistes en ponerte en una tercera posición privilegiada entre el aborigen y el explorador que te permita averigüar el cómo de su comunicación pero ese es una perspectiva que desde las propias premisas del experimento mental quedan vetadas en aras precisamente de entender la tésis.
El quid es el averigüar cómo el nativo podría saber que está haciendo una correcta y hasta qué punto exacta traducción de lo dicho por el aborigen para así entender la analogía que se pretende hacer con nuestra mente y su relación con el mundo. De esta forma nos daremos cuenta que gagavai no significa por ejemplo "animal corriendo en la llanura" si somos capaces de coordinarnos con el aborigen usando la palabra "conejo" y logrando de este modo cazarlo juntos. Pero entonces, nada nos impide pensar que gagavai sea en realidad "conejo de las 3,15 pero no de las 3.15" -a la manera de Funes el Memorioso-, y con esto quiero decir que la forma de llenar de significados los conceptos, por extensión los juegos de lenguajes, es mediante el uso de los mismos en coordinar acciones que resulten efectivas pero ninguna acción nos puede validar la existencia ontológica de estructuras. Esa es una perspectiva sólo dable a un tercera persona que se situe entre el explorador y el nativo porque lo que es el explorador sólo podrá entender el cómo se relaciona con el aborigen usando conceptos de su lenguaje -v.gr: estructura- cuya validez o correspondecia con el lenguaje aborigen tiene los mismos problemas que el resto de conceptos -v.gr: conejo- y por tanto vuelta a empezar como le dijo la tortuga a Aquiles o el manual del relojero o etcétera de anotaciones en donde he replanteado desde otro prisma el asunto.
Además, aunque no es el quid, incluso la propia idea de que los lenguajes son intertraducibles porque de algún modo homeomorfos es un concepto refutado y a mi juicio inapelablemente por el segundo Wittgenstein y con esto no tiro de un argumento de autoridad sino muestro que afirmar eso sin argumentarlo cuando se tiene para algunos por falso resulta toda una machada.
Termino, dices:
(no sé en realidad qué significa eso de la ontología de un lenguaje).
Un ejemplo de ontología segregada de un lenguaje lo perpetras tú cuando dices que todo lo real es definible en términos matemáticos, esto es, reducible a una estructura. Y este es el problema de los naturalistas -cada vez lo tengo más claro- que partís de un mogollón de premisas filosóficas (el lenguaje es formalizable, la verdad es adecuacionista, la mente es representacionista, la realidad es legaliforme) que no veis y así como se necesita instrumental científico para descomponer una sustancia, por ejemplo agua, en las dos sustancias que la conforman, hidrógeno y oxígeno, así también se necesitan conceptos filosóficos para mostrar qué (falsas) premisas utilizáis para llegar a vuestras artificiosas tésis pero para eso hay que saber manejar dicho instrumental y no llevarse las manos a la cabeza cuando se usan palabras como "ontología".
Por lo demás, creo que el debate, al menos con otros, es estéril -lo cual no me molesta- y repetitivo -eso sí- porque supongo no se acaba de entenderse la argumentación quineana o similares y porque es necesario replantear muchas premisas que de normal se asumen como ciertas
Héctor:
ResponderEliminarCon esta entrada no pensaba refutar la conclusión, sino este argumento particular para llegar a ella. El problema con una palabra puede darse, con lenguajes completos, por mucho segundo Wittgenstein que sea, no lo veo demostrado, puesto que el hecho es que gentes de distintos lenguajes nos entendemos lo suficiente para señalar estructuras homomórficas entre estos lenguajes. Los hechos refutan cualquier teoría, por inapelable que parezca.
Lo de la ontología lo digo porque casi siempre que se habla de estas cosas, yo encuentro muy poca definición clara. Por ejemplo, ¿qué es lo que el lenguaje científico supone mal, o puede suponer de otra manera para llegar a conclusiones mejores o distintas? Con todos los ejemplos de premisas filosóficas que pones, no veo qué otra cosa distinta nos da mejores teorías científicas o teorías científicas alternativas igualmente válidas empíricamente.
En alguna ocasión me pusiste come ejemplo alguna teoría económica que pasa de la validación empírica. Yo no la veo como alternativa distinta o mejor que la que sí se encomienda a esa validación, sino flagrantemente peor.
Tú sostienes que esas son premisas, yo digo que no hace falta considerarlas como premisas. Ninguna teoría científica parte de ellas. Son más bien apreciaciones de lo que tenemos las mejores teorías producidas al proceder con la tremenda cautela del método científico.
No hace falta ninguna "tercera perspectiva" (¿el ojo de Dios?) que nos ASEGURE si tenemos razón o no con una traducción.
ResponderEliminarLo que hacen el explorador y el nativo son producir HIPÓTESIS sobre cómo reaccionará cada uno de ellos ante la proferencia de ciertas expresiones en ciertas circunstancias. El mayor éxito que pueden tener es que esas predicciones se cumplan (y, generalmente, no se cumplen todas, así que hay que conformarse con que se cumplan "bastantes"). No hay nada más que desear ni que pedir.
Pero no hace falta irse a una tribu perdida. Nos pasa también todos los días cuando hablamos con cualquiera de nuestra tribu (al fin y al cabo, ¿cómo SABEMOS que él se refiere a lo mismo en que pensamos nosotros al usar una palabra?, y ya puestos, ¿cómo sabemos nosotros -o Funes, que tampoco es tan listo- que nos referimos a lo mismo cuando hoy decimos "lo que vi ayer a las 5:45", y cuando lo decimos mañana? Pues NO lo sabemos de ninguna manera: lo único importante es, simplemente, que se cumplan las predicciones que hacemos a partir de la hipótesis de que ciertos usos de las palabras son correctos y otros no.
Efectivamene, Jesús. Los lenguajes se traducen, las reglas se aplican, los resortes se liberan,... No hace falta una serie infinita de piedras rosetas ni de reglas para aplicar las reglas, ni de resortes que liberen otros resortes. Nuestro cerebro, un ente físico, responde a ciertos estímulos y comienza la traducción, el uso de reglas y la liberación de resortes sin que nadie le mande. No hace falta la regla de reglas (la regla absoluta) ni el lenguaje de lenguajes (el lenguaje absoluto) a los que apelar para decir que nunca nos acercaremos a ellos.
ResponderEliminar¿Hace falta anotar -demostrando así que se sigue sin comprender el ejemplo- que el comentario de Jesús en absoluto refuta el argumentario quineano y que es más, -y ya no digamos el subsiguiente comentario de Ferreira- reincide en la tésis de que no hay forma de demostrar que ningún lenguaje -matemático incluido- puede considerarse como capacitado para describir una ontología?
ResponderEliminarHéctor:
ResponderEliminar¿y quién pretende "refutar" el argumento de Quine? Yo lo que hago es sacar consecuencias a partir de ese argumento (y no creo que sean consecuencias que NO haya sacado ya él).
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Lo de que no hay forma de demostrar que ningún lenguaje -matemático incluido- puede considerarse como capacitado para describir una ontología, depende, obviamente, de lo que entiendas por "describir una ontología". Si por "describir una ontología" entendemos sencillamente hacer una lista de "tipos de cosas que hay", obviamente CADA lenguaje permite describir MOGOLLÓN de ontologías (y permite hacer cosas para averiguar cuáles son más correctas). Es más, el lenguaje científico nos ha ayudado bastante a AVERIGUAR cuáles son los componentes "ontológicos" de la naturaleza (partículas elementales, campos, simetrías, sustancias químicas, procariotas, idiomas, vehículos, sistemas operativos, etc.). Para "no estar capacitados" para hacerlo, esos lenguajes lo han hecho bastante bien.
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Si lo que quieres decir por "describir una ontología", en cambio, es algo así como "determinar unívocamente y desde la perspectiva de dios cuáles son las verdaderas clases naturales existentes en el mundo, y hacerlo con tal claridad que puedas estar seguro no sólo de que tú estás en lo cierto cuando piensas en ello, sino de que cualquier otra persona a la que se lo expliques va a entenderlo exactamente igual que tú"... si lo que quieres decir es ESO, pues ya sabemos que NO. ¿Y a quién le importa? A un positivista, desde luego que no.
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Yo sí saco consecuencias que no sacó él -o de los que al menos luego se desdijo- y son claramente antipositivistas en tanto que antimetafísicos y sabes perfectamente cuáles son y se cifran en, por ejemplo, negar validez a la proposición "el mundo tiene una estructura"
ResponderEliminarSí, ya sé. Y no me quedaron ganas de seguir discutiendo eso.
ResponderEliminarEso supongo que me deja como debatiente como alguien por debajo de los que defienden el DI, ¿no? XDDD
ResponderEliminarSólo si supones que los debates tienen una estructura.
ResponderEliminarHéctor:
ResponderEliminarA veces me parece que estamos como esos dos que dicen:
-Esa chica es muy simpática.
-Sí, pero es fea.
-Pero es simpática.
-Pero es fea.
...
A veces me parece que estamos como estos otros dos:
-Nada es perfecto, no podemos estar seguros de nada.
-Sí, pero podemos hacer muchas cosas con un nivel razonable de seguridad.
-Sí, pero no puedes demostrar lógicamente que haces cosas con un nivel razonable de seguridad.
-Sí, pero puedo vivir mejor con eso que parece ser un nivel razonable de seguridad aún sin demostrarlo.
-Sí, pero tampoco puedes demostrar eso que acabas de decir.
-Sí, pero ni falta que hace.
-Sí, pero ...
Dicción / contradicción, una vez más. La fórmula abreviada del lenguaje de los homínidos vivos...
ResponderEliminarJesús,
ResponderEliminarAlgunos debates y textos tienen estructura, otros no. Supongo que tú serás capaz de ver estructuras hasta en un texto dadaísta. Bien por ti. Otros oyen psicofonías. Lo curioso es que en el caso de estos se habla de supertisción. :-P
Ferreira,
Hombre las analogías es que lo me más me gusta del filosofar:
Ferreira (o Jesús: tanto monta, monta tanto): ¡Qué chavala más guapa! Estoy deseandito morrearla
Héctor M: Ya bueno, pero es que lo que tu percibes como chavala no es más que una ilusión de tus sentidos
Ferreira: Me da igual, no necesito que mis sentidos sean fieles a la realidad sino que su quehacer resulte eficaz para mi supervivencia
Héctor: Sabias palabras pero lo que tú quieres es besar a algo que consideras una tía, ¿no?
Ferreira: Exacto. Sólo pensar en ello pone de punta hasta mis orejas.
Héctor: Pues verás, no podrás porque eso que tu juzgas una chavala no es más que una ilusión de tus sentidos
Ferreira: Me da igual, no necesito que mis sentidos sean fieles a la realidad sino que su quehacer resulte eficaz para mi supervivencia
Héctor: Sabias palabras pero lo que tú quieres es besar a algo que consideras una tía, ¿no?
Ferreira: Exacto. Sólo pensar en ello pone de punta hasta mis orejas.
Héctor: Pues verás, no podrás porque eso que tu juzgas una chavala no es más que una ilusión de tus sentidos
Ferreira: Me da igual, no necesito que mis sentidos sean fieles a la realidad sino que su quehacer resulte eficaz para mi supervivencia
Héctor (suspirando): ...
o también:
Héctor: No podemos establecer una metahipótesis que justifique el por qué efectivas nuestras hipótesis predictivas sobre el mundo o, más en general, cómo nos acoplamos a lo real.
Ferreira: No lo necesitamos, lo que hacemos es producir hipótesis sobre cómo se comportará el mundo en ciertas circunstancias y hacer muchas cosas con un nivel razonable de seguridad aunque no se pueda demostrar lógicamente que se hace cosas con un nivel razonable de seguridad.
Héctor: Eso está muuy bien pero tu te dices materialista, ¿no?
Ferreira: Por supuesto, todo lo demás me parece estar en la superstición de que existen los duendecillos verdes
Héctor: Ehhhh... Eso está también muy bien...pero ser materialista significa que el mundo ES de una determinada forma y se comporta de una determinada manera y para eso necesitamos una tercera perspectiva que nos diga cómo se interrelaciona nuestra cognición con el mundo.
Ferreira: No necesitamos "tercera perspectiva" (¿el ojo de Dios?) que nos ASEGURE si tenemos razón o no con una traducción. Lo que hacen los científicos con el mundo HIPÓTESIS sobre cómo reaccionará cada uno de ellos ante la proferencia de ciertas expresiones en ciertas circunstancias. El mayor éxito que pueden tener es que esas predicciones se cumplan (y, generalmente, no se cumplen todas, así que hay que conformarse con que se cumplan "bastantes"). No hay nada más que desear ni que pedir.
Héctor: Esto reincide en la tésis de que no hay forma de demostrar que ningún lenguaje -matemático incluido- puede considerarse como capacitado para describir una ontología
Ferreira: No lo necesitamos, lo que hacemos es producir hipótesis sobre cómo se comportará el mundo en ciertas circunstancias y hacer muchas cosas con un nivel razonable de seguridad aunque no se pueda demostrar lógicamente que se hace cosas con un nivel razonable de seguridad.
Héctor: Eso está muuy bien pero tu te dices materialista, ¿no?
Ferreira: Por supuesto, todo lo demás me parece estar en la superstición de que existen los duendecillos verdes
Héctor: Ehhhh... Eso está también muy bien...pero (suspiros sonoros)