Hablemos de lo que nos fascina de las ciencias y las artes. Toda idea es falsa y toda persona inocente hasta que se demuestre lo contrario. Debatamos las ideas y respetemos a las personas.
domingo, 26 de abril de 2009
El Amor Fati y la Libertad
viernes, 24 de abril de 2009
La metamorfosis
miércoles, 22 de abril de 2009
La habitación china
Santiago, el anfitrión del excelente blog La máquina de von Neumann, me recuerda el problema de la habitación china de Searle. Tras haber hablado del test de Turing en una entrada reciente, supongo que es de justicia comentar sobre ella. Además, servirá para entender un poco mejor la base de la teoría computacional de la consciencia, tema que está saliendo en los otros no menos excelentes blogs de El libro de la almohada, Los monos también curan, Una nueva conciencia y A bordo del Otto Neurath.
El experimento mental de la habitación china dice lo siguiente (tomo la redacción de Juanjo Navarro).
Supongamos que una persona que no sabe chino se encerrase en una habitación. En la sala tiene una serie de símbolos chinos sobre hojas de papel en distintas cajas. A la persona se le escriben una serie de preguntas escritas en chino que se le hacen llegar a través de una ventana. Nuestra intención es, naturalmente, que esta persona responda a nuestras preguntas escribiéndonos una respuesta en perfecto chino. ¿Pero cómo? Si esa persona no sabe chino lo único que podremos obtener de ella será una serie de símbolos sin el menor sentido. Bueno, habíamos olvidado un elemento más que esta persona tiene a mano: Un libro de instrucciones. En éste se le especifica (en castellano, naturalmente) una serie de reglas que le permiten combinar símbolos en respuesta a otra cadena de símbolos que se especifique como entrada (la pregunta). Las reglas son del tipo “ante un símbolo de la primera caja con un símbolo de la segunda respóndase con la unión de tres símbolos de la cuarta, sexta y segunda caja”. Es muy importante resaltar que en las instrucciones no se hace ninguna mención al significado de los símbolos sino solo a la forma de combinarlos. Tampoco se hace ninguna restricción en cuanto a la longitud de las reglas ni del libro de reglas. El libro podría muy bien ser una enciclopedia de 2000 tomos y cada regla ocupar medio tomo, y no por ello cambiaría el planteamiento del problema. Finalmente supongamos que el libro de reglas está tan bien hecho que las respuestas resultan ser perfectas en chino.
La pregunta es: ¿La persona ‘sabe’ chino?
Searle, quien propuso el experimento mental, decía que la respuesta a la pregunta debe ser “no”. El código le permite dar respuestas pero, evidentemente, cualquiera de nosotros en esa situación negaríamos haber aprendido chino.
Vayamos por partes:
(1) Pongamos que las preguntas son 1000 (¿cuál es la capital de Islandia?, ¿quién propuso el test de Turing?...) y 1000 son las respuestas. El código será muy sencillo: si los símbolos son tales y tales (descríbanse los símbolos de cada pregunta), escoja esta combinación de símbolos (descríbanse los de la respuesta). En vez de una descripción de los símbolos, el libro de instrucciones puede simplemente escribirlos. Dar estas respuestas no es saber chino.
(2) Pongamos que las preguntas pueden ser cualesquiera (¿qué es la filosofía? ¿te gusta el té verde?). El código no puede prever todas las preguntas posibles (¿o sí?) así que tendrá que hacer como hacen ahora las máquinas de búsqueda en Internet: detectar las palabras claves de la pregunta, ofrecer una respuesta a temas prefijados sobre esas palabras y esperar que la respuesta sea pertinente y de interés. Esto es muy difícil. Un libro de instrucciones (programa, código,…) que haga esto será un gran programa, pero es discutible si eso es saber chino.
(3) Pongamos que el input no son solo preguntas, sino que la “conversación” puede seguir cualquier formato, igual que siguen las conversaciones entre personas chinas o no chinas. Esto es saber chino, y el programa (o código o instrucciones o lo que sea) es el conocimiento del chino.
-¿Cómo que el programa? ¿Qué pasa con la persona?
-Bueno, o bien el programa más la persona saben chino (así, entre los dos) o bien la manera en la que el programa consigue que la persona entienda todas las instrucciones es enseñándole chino. En cualquier caso, no hay otra cosa que conocimiento de chino.
Searle estaba cometiendo una falacia de composición en su respuesta. Como la respuesta en el supuesto (1) era “no” y como sólo había una complicación en las instrucciones, entonces la respuesta era un “no” también para el supuesto (2). Una segunda falacia ocurre cuando se entiende el supuesto (2) como el conocimiento de la lengua china. Si se consiguen conversaciones coherentes en el supuesto (3) con instrucciones cada vez más completas (y complejas), es porque justamente esta complicación, estas instrucciones, estos algoritmos, constituyen el conocimiento de la lengua china (la escrita, por ser fieles al ejemplo).
Mutatis mutandi, esta es la idea detrás del test de Turing. Si complicando una máquina conseguimos los mismos resultados que observamos con un cerebro, tendremos en la máquina las mismas cualidades que el cerebro, y serán estas complicaciones y complejidades las que constituyen esas cualidades.
Ni el test de Turing ni la habitación china dicen nada acerca de la posibilidad de que una máquina vaya nunca a pasar el test de Turing ni a saber chino, sólo nos hacen reflexionar sobre qué pasaría si llegara el caso que presentan ambas pruebas. La teoría computacional de la mente tampoco dice que tales máquinas lleguen a ser posibles, pero sí que cerebro y ordenadores comparten similaridades en la manera de procesar la información. Lo anterior no implica que la teoría prediga que algún día las máquinas alcancen el nivel de complejidad del cerebro humano, pero ofrece una clara línea de investigación para estudiar el cerebro y para avanzar en el diseño de máquinas cada vez más complejas.
lunes, 20 de abril de 2009
Un titular tendencioso
El hecho es que realmente no hay nada contra el trasgénico del maíz que está en el ojo del huracán del movimiento pacifista... y los dos últimos informes a donde agarrarse, que cita el diario, son simplemente de risa.
Vienen a decir que maiz trasgénico (que recordemos fabrica una sustancia que repele a un parásito del mismo) parece gustar menos (pero en un margen cortísimo) a dos insectos cuya alimentación típica no es precisamente el maíz (que, recordemos, es una especie americana y no autóctona de Europa). Es decir: NADA.
Es como decir: Los humanos alimentados exclusivamente con sandias "amargas" comen menos que los que comen sandías normales... ¡Claro! ¡Pero si precisamente el maíz es modificado para que no guste a ciertos insectos!
En el titular también pone: "Nuevos estudios científicos arrojan dudas sobre la seguridad y la eficiencia de los cultivos genéticamente modificados".
Lo cual es FALSO... y leyendo la noticia se ve cómo el redactor ha tenido mucho cuidado de no caer en la mentira.
El caso es que las supuestas dudas es que, en pulgas de agua alimentadas exclusivamente con maíz trasgénico, se ve un ligerísimo aumento de la mortalidad... tan ligero que no puede tenerse en cuenta.
Con las mariquitas ... se trata de LARVAS de mariquita que parece no gustarles mucho dicho maíz, comen menos y mueren más (pero tampoco significativamente). Pero recordemos que el maíz del que hablamos fabrica un repelente.
¿Podemos establecer una causa efecto entre esto y el titular? No, no podemos, ni el periodista debería.
De hecho si seguimos leyendo... vemos que el uso de pesticidas es peor que el uso de organismos genéticamente modificados (OGMs). Precisamente de las 62 alertas alimentarias relacionadas con variedades de maíz, la mayoría fue por contaminación de pesticidas, de las cuales ninguna ha sido de OGMs, ya que, con ellos, el uso de pesticidas no es tan necesario.
El mismo artículo dice que la noticia es que Alemania prohibe el OGM sin datos científicos que avalen la media.
Por lo tanto, ¿cambió alguien el titular?, porque no se corresponde lo que dice la noticia con lo que dicen los titulares.
Además, ¿da para dos páginas? Yo creo que no... todo es "humo".
sábado, 18 de abril de 2009
Los libros y los cánones
jueves, 16 de abril de 2009
Póntelo, pónselo
Leo en El País la buena noticia de la reducción de muertos en las carreteras durante la semana de vacaciones primaverales. La parte mala es que muchas de las víctimas no llevaban el cinturón de seguridad. Concretamente, se lee:
- Si la proporción de viajeros sin cinturón es, por ejemplo, el 30%, sería más peligroso llevarlo que no llevarlo.
- Si la proporción de viajeros sin cinturón es del 15% es más probable resultar herido grave o muerto si se lleva el cinturón, pero es menos probable morir en la carretera.
- Si la proporción de viajeros sin cinturón es del 7% es menos probable resultar herido grave o muerto si se lleva cinturón, pero es más probable morir en la carretera.
- Si la proporción de viajeros sin cinturón es menor del 4%, es más probable resultar gravemente herido y también resultar muerto si se va sin cinturón.
domingo, 12 de abril de 2009
Data ¿te has hecho ya el test (de Turing, por supuesto)?
Alan Turing fue matemático y, con von Neumann, uno de los padres de la informática. Como éste, Turing tiene también sus máquinas (las máquinas de Turing), que son aquellas que pueden replicar cualquier otra que realice algún tipo de cálculo o algoritmo bien definido. Estudió en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton. Demostró una especie de teorema de Gödel para sus máquinas Turing (una máquina no puede predecir, en general, si su algoritmo parará o no). Durante la Segunda Guerra Mundial ayudó de manera decisiva a romper los códigos de comunicación alemanes (la máquina Enigma, que codificaba, entre otras cosas, los mensajes con instrucciones a los temidos submarinos alemanes). Por haber contribuido a la victoria aliada fue distinguido con la Orden del Imperio Británico, justo reconocimiento a una de las personas que más vidas ayudó a salvar durante la contienda. Poco duró la gratitud del Imperio porque, repitiéndose la historia de Oscar Wilde, fue acusado de homosexual. Pudo evitar la cárcel al someterse voluntariamente a tratamientos hormonales y a una castración química que, finalmente, le llevaron al suicidio.
viernes, 10 de abril de 2009
Al monte se va con botas: El ser y la casa
No sé si acabaré abriendo jarras de Pandora tras mi compromiso hace unas cinco de entradas de mostrar gente que va al monte sin botas. El caso es que en el Otto Neurath podéis leer una serie de comentarios sobre cuándo está acabada una casa y cuándo lo está un ser humano. Por alguna razón que se me escapa, la siguiente argumentación metafísica de un contertulio demuestra que una casa está acabada cuando se van los constructores, pero el ser humano lo está cuando únicamente tenemos son los planos contenidos en el ADN del cigoto:
“Al contrario de lo que ocurre con los movimientos transitivos, los movimientos vitales se caracterizan porque tienen fin: télos. Por eso el acto del ser humano es muy distinto del acto de una cosa hecha por el hombre como la casa. Hay dos sentidos principales de acto en Aristóteles (enérgeia y entelequia). El acto del ser humano es enérgeia. Es un acto — enérgeia — perfecto: en cuanto se ejerce, ya está en su fin. Cuando pienso, tengo lo pensado. No voy por lo pensado, sino que lo tengo. Si fabricara con mi conocimiento lo que conozco, ejercería mi conocer antes de conocer algo, lo cual es manifiestamente inadmisible. Por eso en el ser humano podemos hablar de intimidad (inmanencia), algo que no podemos afirmar de las cosas. Una casa no tiene “intimidad”.”
Me gusta especialmente eso de que “Cuando pienso, tengo lo pensado”. Cómo me gustaría poderle dar la razón, pero no os digo lo que aprovecharía para pensar. Hay trampas por todas partes en este discurso. Se define, sin ninguna evidencia, que el ser humano es perfecto, que tiene un fin, que su acto es enérgeia y que tiene intimidad. Vale, esto último puede tener algo de cierto (es decir, si no hay un gran hermano o un dios vigilante que le quite esa intimidad –mirad, si no, esta otra entrada también en el Otto Neurath-). No sé cómo se deduce que si el ser humano es perfecto, entonces un cigoto también lo es. Pero es que ni siquiera somos perfectos. Esta es otra cosa que me gustaría que fuera verdad. Así, el número de estultos dejaría de ser infinito.
El caso es que mi contertulio me acusa de que el problema es mío, que no me sé la metafísica. En su defensa he de decir que tampoco yo me expresé muy bien al contestar que “la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte”. ¿Alguien me la explica?
P.D.: Como reza en la cabecera de mi blog, a mi contertulio lo respeto, a pesar de que él llama nazis en su blog a los que no piensan como él (cosas de la metafísica bien entendida). A sus ideas, no.
jueves, 9 de abril de 2009
La Teoría de la Evolución: La Historia Más Asombrosa Jamás Contada. Y parte 11.
Las pruebas de la evolución
Voy a terminar la exposición de la Teoría de la Evolución con varios ejemplos de las pruebas que tenemos de la Evolución. Habrá más entradas que tengan que ver con la Evolución, pero serán ya acerca de las cosas que se deducen y no se deducen de ella y para hacer alguna aclaración metodológica. Lo que termina aquí es la exposición de la Teoría, en su versión inteligible para los no iniciados. He simplificado unas cuantas cosas aquí y allá para hacer entender el meollo del asunto, que es lo que me parece importante que tenga claro el público en general. Allá van las pruebas:
-El registro fósil. La Geología nos muestra cómo se puede calcular la edad de las distintas capas de los estratos sedimentarios que se observan en la Tierra. Un buen lugar para hacer estas observaciones son los cañones, donde la erosión ha dejado al descubierto muchas de estas capas, que llegan hasta cientos de millones de años en el pasado. En estas capas han quedado fósiles de animales y plantas que vivieron en esa época. Se observa en este registro fósil una continuidad de las formas y unos patrones compatibles con la Teoría de la Evolución. Por ejemplo, nunca se han observado animales complejos anteriores a los más simples. Un ejemplo de algo complejo como una lagartija en algún estrato anterior al origen de los vertebrados bastaría para invalidar la Teoría de la Evolución. Jamás ha ocurrido nada semejante.
-El ADN. Antes del descubrimiento del ADN se clasificaron los seres vivos según sus características físicas visibles. Esta clasificación, bien explicada por la Teoría vino a ser confirmada (los principios generales, no todos los detalles, que se alteraron con esta mejor evidencia) con el análisis del ADN. Además, el ADN proporciona el mecanismo predicho por la Teoría, como vimos en su momento.
-Las formas transicionales. Se encuentran formas transicionales perfectamente operativas para todos los órganos. Los ejemplos de ojos y alas incompletas son especialmente ilustrativos. También se encuentran órganos que pasan de tener una función para ser aprovechados en otra posterior. Por ejemplo, los huesos del oído en los mamíferos vienen de varios huesos de la mandíbula de especies anteriores. Los casos de patas delanteras que se hacen alas (aves voladoras), alas que se hacen aletas (pingüinos), patas que se hacen aletas (focas) o aletas que se hacen cuasi-alas (peces voladores) son más llamativos.
-Los órganos atrofiados. El apéndice que, en su día servía, según parece, para digerir con ayuda bacteriana un tipo de vegetales, hoy en día no tiene ningún uso.
-Las chapuzas en los organismos vivos. En una entrada pasada señalamos varias de estas chapuzas sólo en el ser humano.
-La evolución pillada in fraganti. Hemos pillado a la evolución haciendo de las suyas delante de nuestras narices. En el poco tiempo que ha durado la agricultura y la domesticación de animales, se han conseguido alterar de forma sustancial miles de especies. Algunas son ya incompatibles con sus variedades salvajes no domesticadas.
-La resistencia frente a las enfermedades. El propio ser humano tiene distinta adaptación según el ambiente en el que ha evolucionado. Los subsaharianos tienen más defensas frente a la malaria, los euroasiáticos más frente a la gripe y la peste.
-La mutación de los virus y bacterias. Los virus o bacterias demasiado virulentas acaban matando el organismo del que se aprovechan. Las versiones menos letales de la bacteria que la causa la sífilis son las que han sobrevivido hasta el presente.
-Los elefantes. Debido a la caza furtiva, los elefantes mutantes que carecen de colmillos tienen más posibilidades de sobrevivir. En los últimos años este tipo de elefantes representa ya el 10-15% de los nuevos nacimientos entre los elefantes asiáticos y llega hasta el 30% en algunas zonas para el elefante africano.
-Los embriones. Los embriones de los animales muestran rasgos de antepasados comunes. El embrión del delfín es sorprendentemente parecido al humano. Desarrolla, incluso, pequeñas patas traseras que luego pierde.
-La evolución convergente. Organismos que provienen de distintos antepasados y que comparten un nicho ecológico, acaban compartiendo características comunes presionados por el medio ambiente idéntico en el que se encuentran. Salamandras (anfibios) y salamanquesas (reptiles), delfines (mamíferos) y tiburones (peces) son sólo un par de ejemplos.
martes, 7 de abril de 2009
La metafísica al poder
Acabo de enterarme de la remodelación del gobierno. ¡Un especialista en metafísica y hermenéutica como Ministro de Educación! Voy a tener que medir mis palabras, no sea que me despidan.
lunes, 6 de abril de 2009
La enfermedad de los homosexuales
Pero no voy a hablar de la perversión, sino de la enfermedad. Aquí tendremos otros metafísicos que nos dirán que está claro lo que es y lo que no es una enfermedad, y que la enfermedad, además, hay que curarlas por imperativo categórico, deduciendo un una proposición normativa de una positiva (como debe ser, pensarán). No sé si la homosexualidad es una enfermedad o no para algún sentido de la palabra. Consideremos lo siguiente. Si un Homo sapiens tiene una mutación y sale con la piel más clara que sus antecesores, ¿es eso una enfermedad?
-No vale, el color de la piel puede ser una buena adaptación.
-Es que no he dicho todavía que este Homo sapiens está en África. Ahora ¿qué?
Seguro que querríamos hablar de daños para la salud, errores genéticos y cosas así. Los genes no cometen errores porque no quieren hacer nada. El ADN se replica de una manera fiel al original o no. Podemos llamar a eso error, pero de algunos de esos errores hemos nacido nosotros. ¿Es una enfermedad ser zurdo? ¿Y si los zurdos tienen un año menos de esperanza de vida? Pongamos que hay una cura para los zurdos, ¿qué pasa si uno no quiere curarse? No es contagioso, así que no hay defensa propia por parte de los diestros.
Es posible que la genialidad de Eisntein y otros sabios estuviera ligada a unas carencias para el trato social. ¿Es eso una enfermedad? ¿Curamos a Einstein? ¿Quiere él curarse? ¿Queremos nosotros?
Tal vez haya una componente genética en la homosexualidad, tal vez haya una componente ambiental en el desarrollo del feto o tal vez una social en la escuela o la familia (dada la invarianza del hecho homosexual, más parece que sea alguna de las primeras causas y me inclino por la segunda). Antes de escandalizarnos, pensemos que la causa de la heterosexualidad será de la misma naturaleza que la de la homosexualidad. Sólo quien pide una finalidad a la naturaleza, y le pide que sean los que él piensa que son, podrá hablar de no seguir sus fines. Desde el punto de vista de los derechos, es elección de la persona seguir una conducta u otra, y eso es lo que se debe respetar y proteger. Pero lo cierto es que yo no he elegido ser heterosexual, como otros no eligen ser homosexuales.
Es posible que ser homosexual no sea una buena manera de transmitir genes. Desde nuestro punto de vista (seres vivos, no genes) puede importarnos poco, como hay gente a la que no le importa la abstinencia. Desde el punto de vista de los genes …
-¿Qué? ¡Los genes no tienen punto de vista!
-De acuerdo, es metáfora.
Desde el punto de vista de los genes tal vez sea un error …
-¡Que no hay errores!
-Lo sé, lo sé. Dame un chance.
Tal vez sea, digo, un error producir homosexuales. Pero es que tal vez el proceso de diferenciación sexual tenga por inevitable que se produzcan tanto homosexuales como heterosexuales, como tal vez sea inevitable que se produzcan zurdos o genios. Si la probabilidad de reproducción en caso de ser heterosexual compensa la falta de ésta al ser homosexual, el proceso es perfectamente darwiniano a falta de otro proceso mejor.
El proceso de diferenciación sexual produce lo que produce, y eso servirá, en probabilidad, para reproducirse mejor o no. Todos somos producto de este proceso. Ser un macho humano es tener una enfermedad que nos quita unos cuantos años de esperanza de vida con respecto a las hembras ¿quién se quiere curar? Ser hembra implica tener menos fuerza física y exponerse a ser maltratada ¿alguna quiere pasar por el quirófano? Que yo sepa, ser homosexual no implica demasiadas complicaciones. No quita esperanza de vida y no duele. O, por lo menos, no son complicaciones que hagan que todos quisieran curarse si pudieran (la mayoría no quiere). La única complicación que pueden tener es la que les impongamos los demás, como los maltratadores a las mujeres. Eso sí debe tratarse, que la intolerancia es contagiosa.
P.D.: La imagen que encabeza la entrada es del monumento a Alan Turing, uno de mis homosexuales favoritos. Algún día escribiré sobre él.
domingo, 5 de abril de 2009
La Teoría de la Evolución: La Historia Más Asombrosa Jamás Contada. Parte 10.
El sexo aburrido de las bacterias y otros ingenios
Todavía no hemos acabado con el primero de los principios de la Teoría de la Evolución, el que se refiere a la variabilidad. Hasta ahora hemos considerado que se debía a mutaciones en el ADN producidas al copiarse éste de manera no fiel al original. Hay otros momentos en que puede haber variación en el ADN, como cuando éste es alterado por la radiación ultravioleta y reparado por la célula con alguna diferencia con respecto al original. Si esto ocurre en el espermatozoide o en el óvulo, nacerá un ser que acumulará una mutación con respecto a los progenitores. Todavía puede haber más maneras de generar variación en la carga genética. Las bacterias, por ejemplo, pueden intercambiar material genético por contacto, a través de un virus o incorporando el material de bacterias muertas. Todo esto, incluso, con bacterias de distinta especie. No llega a ser como el sexo, pero es un comienzo.
1. Espero que quienes estén en contra de los transgénicos por razones de principio (¿cuál?) no estén en contra de las personas transgénicas a las que les han añadido el gen de la hemoglobina o de las bacterias transgénicas con el de la insulina.
2. No he incluido en la lista la selección genética debida a la domesticación. En esa parte, el ser humano incide en el segundo principio de la Teoría, creando él el ambiente en el que tienen más éxito unas u otras características genéticas. Dicho de otra manera, en la ingeniería genética, el ser humano busca un gen y lo mete en otro sitio. En la domesticación, el gen se produce por mutación y lo que hace el ser humano es seleccionarlo al seleccionar el ser vivo que lo contiene.
viernes, 3 de abril de 2009
Al monte se va con botas o ¡si tuviera un martillo...!
Para ir al monte hay que equiparse. Si uno lleva el calzado inadecuado podrá perder interés en la subida por ganarlo en el descanso o en objetivos secundarios, como recoger bayas.
Hay una máxima en psicología que dice que si únicamente tenemos un martillo por herramienta, todo se nos vuelve clavos.
Esto que parece un chiste encierra grandes verdades y explica grandes sesgos en nuestro razonamiento. Pondré unos pocos ejemplos que espero desarrollar en futuras entradas (pero no me comprometo en cuán futuras serán):
-Hay políticos que no pasaron del estudio de los mercados competitivos y creen que todo en la economía funciona como en ellos.
-Hay filósofos que quieren resolver problemas de elección en situaciones de incertidumbre usando la lógica proposicional.
-Hay lógicos que extrapolan las conclusiones de la racionalidad individual a los grupos de individuos.
-Hay metafísicos que quieren llegar a conclusiones sobre el origen de la consciencia usando sólo el lenguaje.
-Hay juristas que pretenden deducir qué leyes son las justas a partir de principios metafísicos.
Hace falta equiparse con la Economía, la Teoría de la Probabilidad, la Teoría de Juegos, la Biología y las Ciencias Sociales, respectivamente, (y no únicamente con ellas) para poder estudiar con mínima coherencia cada uno de esos temas.
Voy a poner sólo un ejemplo para empezar. Hegel criticó la física de Newton (aquí la comentamos en su día) con citas como estas que aparecen en su Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas:
. «[...] hay que cobrar conciencia de la inundación que sufre la mecánica física por parte de una metafísica indescriptible que –contra experiencia y concepto– tiene como fuente única aquellas determinaciones matemáticas»
«La ilusión fundamental en el empirismo científico es siempre la misma: utiliza las categorías metafísicas de materia y fuerza, además de las de uno, múltiple, universalidad, infinito, etc., y siempre sin advertir su contenido metafísico, utilizando estas categorías y sus relaciones de manera acrítica e inconsciente»
Supongo que entendéis tanto como yo lo que significa lo anterior (nada). Hegel comenzó cuestionando el concepto de fuerza en Newton, que no se sabía bien lo que era. A continuación intentó alguna manera de poder resolver el problema reivindicando la Física de Aristóteles y acabó deduciendo por una extraña combinación de metafísica y numerología que no podían existir más cuerpos en órbita alrededor del Sol de los ya conocidos. Justo un año después se descubrió el asteroide Ceres entre Marte y Júpiter, donde Hegel decía que no podía haber nada. Más tarde se clasificó como asteroide y no como planeta, pero esto es otra historia.
Una coda:
Newton, en cambio, era consciente de que el elemento "fuerza" de su mecánica no estaba explicado. Sin embargo también era consciente que al relacionarla con la masa y la aceleración en su segunda ley permitía una comprensión del mundo muy superior a la que había en ese momento. El no entretenerse en cuestiones metafísicas le permitió avanzar. No estaba el propio Newton libre de pecado, pues, aunque sin relación con su Física, sí se enredó en otras metafísicas teológicas. Pero claro, por ellas no pasó a la posteridad.
miércoles, 1 de abril de 2009
La Teoría de la Evolución: La Historia Más Asombrosa Jamás Contada. Parte 9.
El cerebro y la mente
Una de las cosas que implica la Teoría de la Evolución y que puede ser empíricamente demostrada es el gradualismo. Significa este término que no hay saltos, por así decirlo, en la evolución. Cada órgano, cada habilidad, se ha ido construyendo poco a poco y de tal manera que cada paso debe constituir una mejora en sí misma. Vimos en su momento el caso del ojo, pero sin duda que es la consciencia la habilidad o característica más asombrosa de las que se observan en el mundo de la biología.