domingo, 24 de agosto de 2014

Lo confieso: soy un liberal (reposición)

La entrada original se publicó el 19/03/12.


(Y un poco escorado a la izquierda, como habréis podido comprobar en muchos temas los lectores de este blog.)

En el día de La Pepa no está de más reivindicar el término liberal. Sí, ya sabemos que la Constitución de Cádiz hoy sería considerada bastante retrógrada, sin igualar en derechos a las mujeres, por ejemplo, o consagrando la Monarquía por la gracia de dios. Pero en su día fue una de las constituciones más avanzadas para lo que hoy en día consideramos avance. Tenía hasta su toque ingenuo, como ese Artículo 6 del Capítulo II en que señalaba la obligación de que los españoles fueran justos y benéficos.

Como buen economista (justo y benéfico) me siento liberal en el sentido que siempre ha definido mejor este término: desarrollo de las libertades individuales, incluida la económica, y rechazo de los privilegios como fuente de progreso dentro de una sociedad abierta y un estado de derecho. El apoyo al progreso y a la actividad científica, así como la amplitud de miras como para reconocer si una medida política conduce o no a los fines deseados y saber corregirse van completando el ideario liberal, tal como lo entiendo. No debería hacer falta, pero tampoco estará de más recordar la idea de un estado completamene laico y aconfesional (yo creo que es lo mismo, pero digo las dos cosas por si acaso) y la ausencia total de todo tipo de discriminación.

Es triste ver cómo a menudo se confunde el término liberal con la influencia de la escuela austriaca de pensamiento económico. En la Economía su influencia actual es prácticamente nula, sin aportaciones a la literatura académica en el último medio siglo, pero no lo es su influencia política y mediática. El pensamiento de la escuela austriaca influyó en gobernantes como Ronald Reagan o Margaret Thatcher. En España, algunos políticos como Esperanza Aguirre se declaran partidarios de esta escuela. El Instituto Juan de Mariana, Libertad Digital e Intereconomía, entre otros, son los medios que más difunden las ideas de la escuela austriaca.

Una de las paradojas que más distorsiona la visión de la Economía por gran parte del público en España, y me temo que en buena parte del mundo, es la identificación de los postulados de esta escuela con los de la práctica de la Economía académica. Demasiado a menudo se indica que el “neoliberalismo” o el movimiento “neocon” tienen su base en la Economía ortodoxa, cuando lo cierto es que tienen su base en esta escuela heterodoxa, marginal en el pensamiento económico moderno. En España, en particular, ha llegado hasta el punto que sus simpatizantes parecen haberse apropiado del término liberal, contagiando a gran parte de la sociedad, incluida la progresista, que empieza también a identificar los “liberal”, “neoliberal” y “economista ortodoxo”.

54 comentarios aquí.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hace tres años en el blog: Deuda y déficit.
Hace cinco años en el blog: La calidad bien entendida.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------

13 comentarios:

  1. Por aquí en Latinoamérica, algunos muchachos también andan en esa moda. Les he escuchado afirmaciones tan... estrafalarias, como que Adam Smith era intervencionista y que Estados Unidos es socialista... Pienso que otra de las identidades erróneas es "liberal" y "derecha". Incluso, hay quienes se dicen liberales o quisieran serlo, que afirman adscribirse a la "derecha" política. Siguiendo la conceptualización de Norberto Bobbio en su libro 'Derecha e izquierda', en la derecha estaría el fascismo, y si tenemos en cuenta la historia, vemos que los liberales fueron perseguidos por el fascismo, porque el fascismo es antiliberal. Por lo tanto, también es un error confundir liberalismo y derecha.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenido al blog, Victor Abreu, y gracias por tus apuntes. De acuerdo contigo, especialmente la última frase, que debería aprendérsela más de uno.

      Eliminar
    2. Podría estar también de acuerdo con esa última frase, pero para llegar a ella comete así mismo otro gran error: confunde fascismo y derecha.

      Eliminar
    3. No sé si te contestará Víctor, pero yo no veo la confusión de fascismo y derecha. Dice que el fascismo está en la derecha, como el comunismo en la izquierda, no que sea toda la derecha.

      Eliminar
  2. El neoliberalismo es el liberalismo que peor o mejor conocemos, según se mire, en esta globalización agonizante. Tras la crisis del petróleo de los setenta EEUU necesitaba una herramienta económica para un nuevo modelo de colonialismo y así poder lanzarse al saqueo salvaje de todo el planeta. La libertad entendida como ausencia de responsabilidad e impunidad total para los poderosos..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Camino a Gaia: Con eslóganes y frases hechas no hacemos nada. Estos discursos sin análisis, ni datos, ni diagnósticos ni hipótesis alternativas son solo eslóganes, agradar oídos que buscan oír eso y buscar justificar lo que ya se presupone como la conclusión no sirven para nada. Sorry, no es que no pueda haber algo de verdad, sino que este tipo de discursos no la demuestran.

      Eliminar
    2. El problema del cientificismo siempre ha sido el de no escuchar las voces que están fuera del consenso cientifico y su practica, de todos aquellos que viven el mundo. Esa tendencia de no valorar las ideas por no tener estatus cientifico, o una demostración rigurosa, ya debería ser abandonada, sino matizada. La ideología y la utopía siempre serán un mal necesario, sin esto no habríamos llegado hasta acá.

      En la labor científica tambien hay ideología, entendiendo esta en su concepto mas negativo. También es un error pedir siempre hipótesis alternativas, la critica casi siempre es negativa. ¿Debería ser asi? No, para nada.

      La ideología prueba que en general no se prefiere mucho el relativismo sistemático. Aquello que valoran de la ciencia los cientificistas y aun asi no lo ven. :/

      Eliminar
  3. Y qué es exactamente lo que no compartes con la Escuela Austriaca?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se quedan en la primera lección de la Economía (los mercados) y a ella supeditan todo lo demás. Escribí estas entradas sobre ella:

      Esta en plan coña:

      http://todoloqueseaverdad.blogspot.com.es/2012/12/como-ser-economista-de-la-escuela.html

      Estas más en serio:

      http://todoloqueseaverdad.blogspot.com.es/2013/12/es-la-escuela-austriaca-una.html

      http://todoloqueseaverdad.blogspot.com.es/2013/12/es-la-escuela-austriaca-una_12.html

      En el libro digo algunas cuantas cosas más.

      Un saludo.

      Eliminar
  4. Mi aportación:

    Un Estado aconfesional es aquel que no se adhiere y no reconoce como oficial ninguna religión en concreto, aunque pueda tener acuerdos (colaborativos o de ayuda económica principalmente) con ciertas instituciones religiosas.

    En lo referente al estado laico, es aquel que es independiente de cualquier organización o confesión religiosa y en el cual las autoridades políticas no se adhieren públicamente a ninguna religión determinada ni las creencias religiosas influyen sobre la política nacional.

    España es un estado aconfesional, se considera así desde 1978, con la aprobación de la Constitución Española

    "Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones"
    Constitución Española, art. 16.3

    Eso es lo que dice la wikipedia en español. En inglés, estado laico se corresponde con "secular state", y la definición es la misma, pero no he encontrado el correspondiente para "estado aconfesional".

    Con respecto al liberalismo, usted habla tanto en su libro como en varias entradas de los "fallos de mercado", algo en lo que la escuela austríaca no cree, pero que vemos a diario. Yo me considero bastante intervencionista, ya que no creo que los mercados libremente puedan enfrentarse a tiempo y con eficacia a los problemas medioambientales, de seguridad y derechos laborales, e incluso en ciertos temas de calidad. Me considero también europeísta porque entiendo que Europa nos ha hecho más bien que mal en todos estos asuntos, aunque muchos digan que ha destrozado nuestro tejido industrial, pero nos ha modernizado hasta en derechos humanos, como hemos vivido recientemente y en varias ocasiones.

    Entiendo que el ánimo de lucro es el mejor catalizador para que las organizaciones públicas y privadas compitan por ofrecer mejores productos, aprovechar los recursos con la máxima eficiencia y llevar de donde más hay a donde más falta hace. Sin embargo, esa vía está repleta de trampas, flujos asimétricos de información, etc., y entiendo que la administración pública debe regular e intervenir para que sólo se pueda competir ofreciendo la mejor satisfacción a clientes, consumidores, ciudadanos y a la sociedad en su conjunto. Muchos sectores han demostrado que su gestión está mejor en manos públicas, y entiendo que así debe seguir siendo mientras no se demuestre lo contrario.

    En cuanto a la propiedad privada, la comparto pero no entiendo que se pueda heredar algo para toda la eternidad. Me gustan los regímenes de concesiones con duración máxima de 75 años, y no entiendo que yo me merezca algo que compró un antepasado mío hace 120 años. Creo que si las cosas pasaran periódicamente al control estatal los recursos se aprovecharían con más eficiencia, pero no soy economista y lo que digo es pura narrativa y divagaciones que quería compartir.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu aportación, Jacinto:

      Entiendo que haya diferentes definiciones de los términos aconfesional y laico. Lo que no sé es las implicaciones legales de poner una cosa y otra en un texto legal. Me da que es lo que se vaya definiendo en la legislación posterior, que será un poco lo que el legislador quiera.

      Te aconsejaría añadir a tu discurso la posibilidad de que haya fallos del Estado y que ponderes unos fallos frente a otros (y unos aciertos frente a otros).

      Un saludo.

      Eliminar
  5. Sí, sí, claro. Los fallos del Estado los he obviado, porque creo que bastante caña les dan ya ;P En el tema de las herencias, bueno, hablaba sobre todo de bienes inmuebles, tierras y tal; lo de heredar joyas u obras de arte me da más igual, pero creo que no es justo heredar tierras desde la Edad Media, por ejemplo, y en el caso agrícola veo mejor una gestión integral del territorio liderada por la administración pública, pero es una opinión que tengo y no sé si valdría para otros sectores (me consta que el régimen de concesiones se aplica a las aguas y a las infraestructuras de transporte). Y que conste que yo tengo varias parcelas en herencia desde mis tatarabuelos ;)

    En cuanto a las implicaciones legales de la laicidad, entiendo que no se va a favorecer económicamente a ninguna religión por encima de otras. En EE.UU. por ejemplo, tengo yo entendido que las sectas buscan un número de feligreses a partir del cual pasan a ser considerados "religión" y les desgravan cosas, pero en igualdad con las otras religiones, como si de un servicio social se tratase.

    En fin, que no sé si soy liberal o cómo etiquetarme, pero al final da igual, porque en este país de trincheras, o eres un neoliberal o un comunista, y lo que uno diga de sí mismo importa más bien poco.

    Un saludo y gracias por tu respuesta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es tan obvio que haya que obviarlos. Lo entiendo si estás hablando con quien ya los está teniendo en cuenta, como puedes no hablar de los fallos de mercado si ya se está incidiendo en ellos en la conversación, pero no debe ser así cuando estás definiendo tu manera de pensar.

      De nada. Encantado de conversar.

      Eliminar