jueves, 10 de enero de 2013

Tildes excéntricas


Ya he hablado en otra ocasión de las cosas de las revisiones ortográficas. Ayer tuvimos más noticias sobre esto. Resulta que poca gente obedece la recomendación de la RAE de no usar ciertas tildes diacríticas como la de ésta (pronombre) y sólo (adverbio que equivale a solamente) para distinguirlas de esta (adjetivo) y solo (también adjetivo).

Según algunos defensores de esas tildes hay dos argumentos para mantenerlas. El primero es el mismo que defendía la RAE cuando eran norma: sirven para distinguir algunos casos de ambigüedad: "Compré solo el regalo" puede significar que estaba yo solo al comprarlo o que compré el regalo y nada más. Esta razón no puede ser suficiente para defender su necesidad. Expondré cuatro razones:

1. En la lengua hablada tampoco hay manera de distinguir esos casos y nos apañamos bien. El contexto es el que deshace las ambigüedades, así que basta hablar y escribir con un poco de cuidado para evitarlas.

2. "Te espero en el banco" puede significar tanto que te espero en un sitio de sentarse como que lo hago en donde pagamos la hipoteca. No he visto todavía a nadie reivindicando la necesidad de una tilde diacrítica para escribir "bánco" refiriéndose a uno de ellos. Hay la misma necesidad de esa tilde que de la de "sólo": ninguna.

3. Desde que salió la revisión ortográfica desaconsejando su uso, servidor maniático que es uno (y que, según dicen quienes de mí exageran, me escandaliza más una tilde mal puesta que el hambre en el mundo) cuando leía un texto y me acordaba de mi manía miraba si encontraba algún caso de "esta" como pronombre que, al no llevar tilde, diera lugar a ambigüedad. Ni un solo caso, oiga. Me da que los únicos que existen son los ejemplos rebuscados para vendernos marcas diacríticas.

4. Pero pongamos que no he estado atento y que la ambigüedad ocurre una vez de cada 1000 veces. Esto querría decir que deshacer esa ambigüedad nos cuesta mil tildes. Muy caro. Voto por no pagar.

El otro argumento es el de la costumbre y lo costoso que es salirnos de ella porque nos da inercia y nos condiciona la estética. Este argumento es cierto y lo doy por bueno, pero de nuevo habrá que ponderarlo. Recordemos que no hace tanto se acentuaban cosas como "fué", que ahora nos irritarían al verlas. No cuesta tanto desembarazarse de complicaciones inútiles. A no ser, claro, que lo tengamos como seña de identidad, cual británico que se apega a conducir por la izquierda o usamericano que sigue midiendo la temperatura en grados Fahrenheit. Cada uno con sus excentricidades. Si es eso, yo lo respeto, pero como lo que es, como una excentricidad.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------
------------------------------------------------------------------------------------------------------------

40 comentarios:

  1. Discrepo: en la lengua hablada sí se hace la distinción que en lo escrito corresponde a la tilde: se pone énfasis. La conservación de las tildes tiene más que ver con "lo sentido" al hablar y con la lógica de la lengua que con la costumbre. Con la costumbre no se conserva nada que tenga que ver con la cultura.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida al blog, Jana.

      ¿Qué distinción haces en "Te espero en el banco"?

      Además, hay muchas otras cosas que distinguimos al hablar que no se distinguen al escribir. Se trata siempre de encontrar un compromiso entre la complejidad de las escritura y los problemas que resuelve esa complejidad. Querer resolver todos los problemas implicaría muchísima complejidad. En el caso, como he dicho, es una complejidad que no resuelve nada en la práctica.

      Eliminar
    2. "Banco" es una palabra polisémica, que no tiene nada que ver con la tilde diacrítica.

      Una palabra polisémica es un sustantivo (generalmente) que tiene más de un significado, y no cabe distinción en su grafía para esos significados: el "banco" de finanzas es la MISMA PALABRA que el "banco" de sentarse. Simplemente tiene varios significados. ¿En qué cabeza cabe pedir diferente grafía en función del significado de una misma palabra? Está tan fuera de lugar como pedir que "pronto" se escriba diferente según signifique más o menos de 5 minutos.

      Una tilde diacrítica diferencia dos palabras que NO SON LA MISMA, y que circunstancialmente se escribirían igual si no hubiera tildes. Ejemplo: té (sustantivo) y te (pronombre personal). Aquí se pide modificar la grafía (obedeciendo además a la diferente enfatización oral de la "e" en ambas) para distinguir dos palabras diferentes. Pedir que se escriban igual está tan fuera de lugar como pedir que "ay" (interjección), o "hay" (de haber) se escriban igual (y dejo fuera "ahí"), o "vaca" y "baca" (que son dos sustantivos diferentes, y no uno con dos significados).

      Eliminar
    3. Es decir, que si históricamente hubiéramos escrito "vaca" en lugar de "baca", o si en algún momento alguna reforma ortográfica hubiera prescindido de las uves ¿ambas vacas serían la misma palabra? Me parece mal criterio.

      Eliminar
    4. Vaca y baca son dos palabras diferentes porque siempre lo han sido. Tienen etimología diferente: baca viene del francés "bâche", y vaca del latín "vacca". Su parecido fonético es circunstancial, fruto de evolución convergente, al igual que un delfín se parece a un pez por evolución convergente, pero es un mamífero. No existe un grado de evolución o similaridad que convierta un delfín en pez, ni a "vaca" y "baca" en la misma palabra, aunque se pronuncien igual, o aunque se llegasen a escribir de manera idéntica.

      Sin embargo "banco" sí es un sustantivo polisémico. A una única palabra se le han ido añadiendo significados, igual que "gay" significa "alegre" en inglés, pero con el tiempo se le ha ido asociando el significado "homosexual". No se han inventado una nueva palabra para significar "homosexual", que circunstancialmente suena o se escribe como "alegre". Se tomó el adjetivo "alegre" y se amplió su significado convenido por los hablantes para significar también "homosexual". Es una sola palabra, como "banco", con más de un significado.

      El caso de las tildes diacríticas es el de palabras diferentes (te/té) que circunstancialmente se escriben igual (como vaca y baca si no hubiera v/b), no polisemia (como banco o gay).

      Eliminar
    5. No has respondido a la objeción. Si históricamente hubiéramos escrito las dos vacas con "b" (o con "v"), aceptarías una tilde diacrítica para el vocablo. No, ¿verdad?
      ¿Sabes si todos los significados de "cabo" tienen su origen en la misma palabra, etimológicamente hablando? ¿Tendrás que esperar a que te contesten sí o no para saber si una regla de acentuación, que está puesta para ayudar a leer palabras únicamente, tendría sentido?

      Eliminar
  2. Elegante forma de hacer entender cosas que no tienen que ver con la ortografía... :-) Felicidades por el artículo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por las felicitaciones, pero ya me explicarás la frase. Saludos

      Eliminar
  3. Permíteme Discrepar de tu opinión. Al hablar tenemos un contexto mucho más amplio. Tú puedes saber con anterioridad de qué estoy hablando, a qué me refiero o las costumbre que tenemos cuando nos referimos a lugares o acciones.

    Pero cuando escribimos mucha de esa información desaparece y ahí es donde una tilde bien puesta (conste que yo no soy el mejor ejemplo, pero lo intento) ayuda mucho al lector.

    A mí sí me ha pasado confundirme con mi hermano referente al banco, el estaba en la esquina, junto a la puerta de entrada de la sucursal bancaria, y yo estaba en el banco con respaldo que hay en frente de mi portal... (yo no sabía que bánco/banco fuera así, es decir, que hubiera que acentuar)...

    El ejemplo de sólo/solo sí me parece importante, ya que si no se termina la acción (se explique toda la historia) no sabes si es que estabas sólo o que solo compraste una cosa...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso no responde a la razón principal. Si debe prevalecer siempre la resolución de la ambigüedad deberíamos poner marcas diacríticas para diferenciar los dos bancos, luego algo más admitimos en consideración, y ese algo más tendrá algo que ver con la simplicidad de la lengua escrita. Como decía en el texto ¿cuántas ambigüedades encontraríamos en la lengua escrita por falta de tildes diacríticas en "solo" o en "esta"? Yo creo que ninguna, o casi ninguna. Haz la prueba en cualquier texto que leas de aquí a los próximos 20 años y dime si no es así.

      Eliminar
    2. ¿Cuántas ambigüedades eliminas poniendo tilde en "quítame"? ¿Es que puede confundirse con "quitame" y "quitamé"? (pista: esas dos no existen).

      El uso escrito de la tilde no tiene nada que ver con diferenciar significados (polisemia), sino con diferenciar palabras, y sobre todo con trasladar a papel la pronunciación oral. Hay unas normas de acentuación muy precisas (y sensatas) que permiten saber que "quítame" se lee precisamente como se lee (ni quitame, ni quitamé), incluso aunque se desconozca el significado, o incluso existencia, de la la palabra en sí.

      Esta es una de las grandes diferencias del castellano respecto a otros idiomas, como p.e. el inglés. Un inglés nunca sabría cómo leer "lead", si no sabe si es del verbo "liderar" o se refiere al metal "plomo". En castellano las normas de ortografía permiten una lectura y entonación perfectas incluso en ausencia de conocimiento de las palabras en sí. Y las tildes diacríticas existen para contribuir a ese propósito. Ejemplo:

      1) ¿Que qué quiero? Té quiero.
      2) ¿Que qué quiero? Te quiero.

      Nadie pronuncia igual el "que" y el "qué" en estas frases, ni el "té" de la primera y el "te" de la segunda. Sería ridículo escribir lo siguiente, o en todo caso se leería muy diferente de la frase 1:

      3) ¿Que que quiero? Te quiero.

      No por ambigüedad, sino por falta de fidelidad a la pronunciación.

      Eliminar
    3. Las tildes "normales" son para ayudar a la lectura cuando no se conoce la palabra o cuando hay varias palabras que coinciden excepto por el acento. Nada que ver con la discusión que he traído con la entrada.

      No todas las tildes diacríticas sirven para el propósito de enfatizar una pronunciación. No lo hacen en el caso de "ésta" ni en el de "sólo". Y en cualquier caso estos énfasis son muchas veces demasiado variables y subjetivos como para que la marca diacrítica nos sirva de mucho.

      Puedes poner muchos ejemplos como 1), 2) y 3), pero son forzados, nadie habla ni escribe así. Tanto al hablar como al escribir intentamos ser precisos, usar el contexto,...

      ¿Cuántas veces una marca diacrítica salva una frase en una novela o en cualquier escrito real elegido al azar? Esa es la clave. En la práctica no sirven de nada.

      Eliminar
    4. No, la clave es qué es lo correcto, no con cuánta frecuencia sea aplicable. Es como pedir que quiten la palabra "ornitorrinco" del diccionario porque ¿cuántas veces has leído una novela en que la mencionen?

      Eliminar
    5. No hay tal cosa como "lo correcto" en ausencia de regla, y la regla se dictamina con muchos criterios, entre ellos la claridad, la simplicidad y la economía.

      Eliminar
  4. Me refería a las tildes de esta/ésta y de solo/sólo. Al menos en mi zona se enfatizan cuando llevan (o llevaban, o vuelven a llevar) tilde. No sé en otras zonas, que hablando de castellano son inmensidades geográficas.
    Lo de "banco" no tiene sentido como ejemplo porque son dos sustantivos, no son elementos tan distintos en el habla como los destildados y vueltos a tildear con respecto a sus pares. Los bancos se diferencian por el contexto (son la misma palabra con el mismo origen y significaban lo mismo pero no hay manera de confundirlos en el habla diaria)y confundir uno con otro no solo es más difícil, es irrelevante porque no cambiaría el significado y la estructura gramatical de lo que se está diciendo.
    ¿Viene usted solo a este banco?-No, me siento en éste sólo y me cago en aquél, que es el que me roba comisiones, en el que sólo puedo entrar y salir pelado pero no puedo sentarme, y además en éste me siento con mi señora que me acompaña.
    Y gracias por la bienvenida y perdón por la tontería.
    Por lo demás, le tengo cariño a esa costumbre, quizá eso sea todo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguís sin responderme nadie las veces en que en lengua escrita ocurre la ambigüedad. Si en la práctica no la hay (o a apenísismas), no tiene sentido la marca diacrítica.

      El mayor o menor énfasis en la sílaba tónica no es parte de la regla general de los acentos y no hace ninguna falta distinguirlos en la lengua escrita en la mayoría de las palabras. La razón es que los énfasis, como las entonaciones, son muy dependientes de cómo se hable y por tanto se dejan fuera de la lengua escrita.

      El escritor tiene a su disposición otras maneras de remarcar lo que le interesa, así como el lector tiene a su disposición cierta libertad de interpretación.

      Que la diferencia de significado entre dos palabras que se dicen igual sea semántica o gramatical es totalmente irrelevante para decidir las marcas diacríticas.

      Eliminar
    2. "Que la diferencia de significado entre dos palabras que se dicen igual sea semántica o gramatical es totalmente irrelevante para decidir las marcas diacríticas."

      No existe "diferencia de significado semántico" entre dos palabras. Si la diferencia es sólo semántica, son UNA palabra, no dos. Banco no son varias palabras que casualmente comparten grafía. Es la MISMA palabra, con varios significados, igual que "termino de vestirme enseguida" no significa lo mismo si lo dice un hombre o una mujer (pero es la misma frase, no dos). Modificar su grafía (para desambiguar diferencias semánticas) sería dar varias grafías diferentes a UNA única palabra.

      Por el contrario "te" y "té" son DOS palabras distintas, y que estén compuestas de las mismas letras es circunstancial, es una coincidencia. Se intenta que la grafía de dos palabras diferentes sea también diferente, mientras que obviamente una misma palabra (banco) tenga siempre la misma grafía.

      Eliminar
    3. La aclaración puede ser pertinente para la semántica, pero no para la ortografía. Fíjate que hace falta saber la historia de cada palabra para que puedas decir cuál es cada caso, y eso no siempre es posible ni veo en qué pueda afectar. Es cierto que banco de guardar dinero tiene su origen en el banco de sentarse, pero hoy en día son tan dos palabras distintas como otros términos que comparten escritura.

      Eliminar
  5. Coincido contigo en que la ambigüedad se da en contadas ocasiones en la lengua escrita, con lo que no es un argumento suficiente. Yo me he peleado durante algún tiempo con la fuerza de la costumbre en el caso de "solo", me costaba deshacerme de la tilde pero ya lo tengo superado. Pero claro, también sigue habiendo gente que aún habla de dinero en pesetas, y de este cambio hace mucho más tiempo. Creo que la RAE se ha precipitado al recular parcialmente. Probablemente sería cuestión de tiempo a pesar de los pronunciamientos de ilustres como Pérez Reverte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí también me costó dejar de poner esas tildes, pero luego se acostumbra uno enseguida y las empieza a ver antiguas, como ahora nos parece cuando en libros viejos leemos "fué". A ver cuándo nos quitan las de mí/mi, tú/tu, él/el, más/mas,... que no sirven siquiera para deshacer ambigüedades.

      Eliminar
    2. Pensé que no llegaría este momento pero, definitivamente, me has convencido.

      Solo me falta acostumbrarme.

      Un saludo,

      Eliminar
    3. Pues yo tampoco creía ver este momento en mi vida. ¡Convencer a alguien de algo! Gracias por este subidón de autoestima.

      Saludos

      Eliminar
  6. Es una opinión respetable, pero peligrosa. Con la misma argumentación se puede defender la eliminación de la hache, el cambio de todas las 'll' por 'y' o viceversa, igual que la 'b' y la 'v' (la diferenciación en la pronunciación se perdió hace mucho) y así con muchísimos otros casos. Y sí, al final tendríamos una lengua más sencilla de escribir, pero mucho más "pobre".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenido al blog, David.

      ¿Por qué será más pobre? Será igual de rica en su expresión.

      Eliminar
  7. Entonces, si hablamos de "costo" de usar tilde o no y su utilidad, podríamos perfectamente prescindir de las diferencias entre "a,c,z", "c,k,q", "b,v", "y,i", "y,ll", "j,g" y de la inútil "h", no?
    Soy de Argentina, por eso la z me suena igual que la s. Y si la idea es de adaptar el lenguaje al uso y costumbre, me vale igual.
    Con esto quiero decir que el idioma escrito también hace a la cultura, y da identidad.
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exactamente, podríamos hacer eso sin ningún problema. Parece que lo pusieras como un argumento para mostrar lo absurdo de eliminar las tildes excéntricas y no lo es. Yo estoy por simplificar cada cierto tiempo, reconozco que simplificar radicalmente chocará con la costumbre y la estética. Poco a poco.

      Saludos anónimo argentino.

      Eliminar
  8. Me ha gustado el artículo, José Luis. No lo comparto, pero me parece esclarecedor en cuanto a lo que argumenta.

    No lo comparto porque sigo usando las tildes diacríticas; me muevo con más comodidad entre ellas, quizá por la costumbre. Además, creo que tiene también algo que ver con la estética.

    Me pareció original el argumento económico para tratar de buscar la rentabilidad de consumir tinta/teclear de más por respetar esas tildes ante una hipotética baja probabilidad de presentación de ambigüedades. Ahora, tampoco lo comparto porque no aprecio que el beneficio de ese "recorte" sea tan tangible. ¿Cuánta tinta de menos se consumiría? ¿Cuantos tecleos ahorraríamos?

    Te lo comparo con el arte: ¿el arte es económicamente útil? probablemente sólo para quienes trabajan en él, no para los consumidores, y sin embargo consumimos arte. Habrá quien crea que prescindir del arte está justificado económicamente, pero yo no lo veo así.

    Pues lo mismo con las tildes diacríticas.

    Reitero mi enhorabuena por la originalidad de la entrada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenido al blog, Rubisco.

      Gracias por tus amables palabras a pesar de no estar de acuerdo.

      En la respuesta al comentario anterior (y en la entrada) he hablado de la estética. Como cada vez que hay un cambio, a las viejas generaciones les choca la nueva estética y a las nuevas, la anterior les parece anticuada, como te parecerá a ti cada vez que lees "fué" en un libro viejo. Pues lo mismo con las tildes excéntricas.

      Eliminar
  9. Hola

    Gracias por el buen rato que he pasado leyendo este ingenioso argumento. Todavía no tengo clara mi posición, que se debate entre la estética y el realismo que hace que sea más sencillo no distiguir que distinguir. Sin embargo, el argumento de la falta de amibugëdad no me convence. En las reglas de ortografía, ¿debe ser el objetivo principal es eliminar ambigüedades?

    No soy lingüista ni formada en letras, pero se me hace que hay mucho de legado cultural, de estética, de riqueza del lenguaje, etc.

    En todo caso, para dar por bueno cualquier cambio en las reglas se me hace que hay otro argumento, el de la adaptación del lenguaje con un poco de sentido común, dando por bueno algo habitual que no ¿solo? no es dañino ni provoca deterioro de la lengua, sino que además no supone un cambio drástico. Y quizá ¿este? sea uno de ellos.

    Por cierto,

    Es lo mismo "Cantó éste solo" que "Cantó este solo" ?
    Y "Cantó éste sólo?"

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Eva, bienvenida al blog.

      Y gracias a ti por leerme y comentar. Y por lo de ingenioso. Y me alegro de haberte hecho pasar un buen rato.

      ¿Te parece un cambio drástico eliminar una tilde en un par de palabras? Es un cambio, si acaso, muy conservador, como casi todos los que se han hecho, pero que han ayudado a simplificar un poco la lengua escrita. Te recuerdo lo que a otros, que leer "fué" se nos hace antiestético, lo mismo pasará con "ésta" y "sólo". En cuanto a los ejemplos, vuelvo a incidir en el reto que he planteado: dígaseme en qué libro habría cuántas ambigüedades de prescindir de esas tildes. Los ejemplos forzados no valen, valen los que se encuentren en la lengua escrita realmente existente.

      Eliminar
    2. Eva:

      Acabo de releer tu comentario y resulta que estaba leyéndolo al revés. Pensaba que este cambio te parecía drástico, cuando pareces decir más bien lo contrario.

      Ciertamente, deshacer ambigüedades es solo una consideración. Si la he tratado es porque es la que se tiene en cuenta para la crítica a la medida, y ni siquiera es cierta casi nunca.

      Eliminar
  10. Pues claro que es por la estética, José Luis. ¿Es que te parece poco?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Antonio, no es que me parezca mucho ni poco (pero después diré algo), sino que las quejas sobre la eliminación de las tides argumentaban su razón de ser no por la estética, sino por su capacidad para eliminar ambigüedades.

      En la entrada reconozco que respeto estas excentricidades estéticas o costumbristas, si ese es el argumento (y yo he sostenido que es el argumento real). Pero sobre estéticas opinaremos cada uno a su manera. Yo, por ejemplo, empiezo a ver "sólo" y "ésta" como tú seguramente veas "fué", y eso me parece feo.

      Eliminar
  11. La mayor utilidad de las tildes (no sólo de las diacríticas) no es que eliminen ambigüedades (que también), sino que hacen mucho más sencilla la lectura de cualquier texto. De hecho, ¿por qué existen en castellano las tildes? Opino que realmente no son necesarias; no creo que se dejara de entender un texto por quitar las tildes a "quítame", por poner un caso, y ni siquiera la de "est(')as" porque el contexto nos permite casi siempre saber en qué caso nos encontramos. Y si encima hacemos un esfuerzo extra para evitar ambigüedades, pues mucho más innecesarias. Pero leer un texto sin tildes sería muy trabajoso, necesitaría de un esfuerzo extra por parte del lector.
    Cuando se llega a un determinado nivel de lectura, no se leen letras, y diría que ni siquiera palabras, sino patrones. Por eso es importante la ortografía. Leer un texto que no respetara las reglas de ortografía pero que sí sea fonéticamente correcto sería una tortura, porque prácticamente nos llevaría al nivel de lectura de un niño de siete años (pongo esta edad por decir algo, no tengo ni idea del nivel de lectura de un niño de siete años ni tampoco nada en contra de la gente en este rango de edad). Todos los patrones que nuestro cerebro ha ido adquiriendo se vuelven inservibles, y la tarea mucho más costosa.
    La ventaja de las tildes diacríticas, es que si yo leo "té" ya sé desde el principio que se está refiriendo a la infusión, no tengo que esperar al resto del texto para darle sentido.
    Quizás en un principio la escritura (al estilo de como se usa en castellano) trataba de ser "simplemente" una grabación en papel de lo que había dicho una persona (una traducción fonética, por decirlo de algún modo), pero con el tiempo se ha convertido en algo más complejo y útil.
    Lo que sí me resulta difícil de entender es la razón por la que la RAE exime sólo a estos dos casos. ¿Por qué no hacerlo con todas las tildes diacríticas? Es decir, usarlas sólo cuando eviten ambigüedades, pero entiendo que esto ya es harina de otro costal. (No es que esté de acuerdo o no con la regla, es que no entiendo la arbitrariedad de aplicarla nada más que a estos dos casos).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Entiendo lo de los patrones en el cerebro, pero eso solo es argumento para los que ya estamos acostumbrados. A un niño que le enseñen a leer en un mundo sin tildes no le pasará nada (como no les pasa a italianos o ingleses).

      Eliminar
  12. Los italianos no sé, pero los ingleses son un malísimo ejemplo. Precisamente en esto les llevamos años luz de ventaja.

    Como digo en otro comentario, un inglés que viera escrito "lead" no sabría pronunciarlo a menos que supiera si se refiere a "liderar" o "plomo" (esta es la razón por la que Led Zeppelin se llama así, y no "Lead Zeppelin": para evitar confusiones en su pronunciación). Y eso sin mencionar miles de palabras (la gran mayoría) que ni un nativo sabría pronunciar sólo con verlas escritas, a menos que las conociera de antemano. En castellano esto no pasa, pero tu hipotético niño sin tildes sí sufriría de ello. No es que sea de vida o muerte (¿qué lo es en la cultura, no? Sin proponérmelo, esta frase cambia del todo de significado si quitas la tilde del "qué"), pero perder esa "ventaja" o riqueza cultural a cambio de nada no parece muy sabio.

    ResponderEliminar
  13. La correspondencia del castellano escrito con el hablado es mucho mayor que en el caso del inglés. Aún sin tildes nos apañaríamos bien (como en el italiano o el euskera).

    Si vas a seguir comentando te agradecería que lo hicieras como contestación a los últimos comentarios o como nuevo comentario. Si no, es difícil encontrarte.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jaja, perdona. He intentado responder a cada cosa en su sitio, pero generalmente quería responder a respuestas a comentarios... Aparentemente un comentario puede tener respuestas (el "Responder" pequeño en rojo bajo el mismo), pero una respuesta a un comentario no puede tener sub-respuestas, y cuando he creído hacerlo me temo que lo que he hecho ha sido crear un comentario nuevo (separado del que quería responder).

      No quiero seguir dándote la chapa. Gracias por la interesante entrada del blog y los argumentos expuestos.

      Eliminar
  14. los británicos conducen a la derecha

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es cuando están haciendo turismo por la Costa del Sol. En su casa conducen por la izquierda, que yo los he visto.

      Eliminar