Es un error recurrente el identificar demasiado entre sí los elementos clasificados en un mismo grupo. Esto genera muchas falacias argumentales y demasiadas creencias infundadas. A continuación se presentan algunos ejemplos.
-Criticar la metafísica es hacer metafísica.
-La ciencia es una creencia más.
-El ateísmo es una religión.
-El ser humano es un gran simio.
-La ciencia es un lenguaje.
-La ciencia es una actividad humana.
-Los científicos son un grupo social.
Alguna de las afirmaciones anteriores son ciertas y otras son falsas. De todas se suelen sacar demasiadas conclusiones.
El ser humano es, efectivamente, una especie más de primate. Colocarnos en medio de esa compañía puede hacernos comprender algunas cosas acerca de nuestra naturaleza, pero analizar al ser humano sin tener en cuenta ese “pequeño” 2% que nos distingue genéticamente del chimpancé, por ejemplo, sería un craso error. Como lo sería decir que la ballena es como una vaca por su cercanía genética, sin reparar en que la pequeña diferencia entre ambos animales le permite a la ballena nadar por todos los mares del mundo.
De igual manera, decir que la actividad científica es una actividad social más y que, por tanto está sujeta a problemas semejantes a los que se encuentran en todo grupo social puede ser de interés para conocer el porqué de algunas prioridades, el comportamiento de algunos científicos, la rapidez o tardanza en aceptar algunos de los avances científicos o las luchas de poder dentro de esa comunidad.
Pero quedarnos solamente en esa perspectiva nos impedirá saber en qué consiste la actividad científica y nos sesgaría en la dirección equivocada, haciéndonos decir, por ejemplo, que las proposiciones científicas son tan dignas o indignas de crédito como las emitidas por los cabecillas de cualquier grupo social cuya primera prioridad es perpetuarse en la parcela de poder que tenga.
Lo mismo ocurre si nos empeñamos en decir cosas como que la ciencia es un lenguaje más o que es otra manera de tener fe. Lo primero nos lleva a lo mismo que hemos dicho para el argumento de la ciencia como actividad social. Lo segundo empieza a ser una falsedad. La ciencia no es una creencia más ni una manera más de buscar explicaciones sobre los fenómenos de la realidad.
La ciencia no se cree nada. Formula hipótesis que pone a prueba y que acepta o descarta provisionalmente según tenga o no pruebas de su veracidad. Se suele decir, llegados a este punto, que la ciencia “cree” que hay una realidad exterior y que “cree” que esta realidad es aprehensible y que ambas cosas carecen de prueba. Algunos van más lejos y llegan a decir que antes de ponerse a estudiar la realidad hay que saber cómo es esa realidad y que para ello hay que hacer metafísica. No es broma, esto me lo han dicho personas que, no tengo reparo en decirlo, muestran tener una inteligencia y cultura sensiblemente por encima de la media.
La ciencia no cree nada acerca de la realidad. Las hipótesis de que la realidad existe y de que es aprehensible (por lo menos en parte) se ponen a prueba cada vez que interaccionamos con ella, y cada vez la interacción es como esperaríamos si existiera esa realidad y como si pudiéramos aprehenderla. La hipótesis contraria no nos lleva a hacer ni más ni mejores cosas que esta, así que mantenemos la de su existencia. Por supuesto que todo puede ser un engaño de los sentidos y que vivamos en un mundo al estilo Matrix, o que sólo podamos acceder a una pequeña parte de la realidad (sólo a una parte de uno de los universos, sólo a tres de las muchas dimensiones que pueda haber,…). En esos casos, las proposiciones de la ciencia se referirán a ese mundo de engaños o a esa parte de la realidad accesible. Pero, sin manera de acceder a ello, la hipótesis de lo inaccesible es igual de vacua que la de la realidad inexistente.
La ciencia no cree nada acerca de la realidad. Las hipótesis de que la realidad existe y de que es aprehensible (por lo menos en parte) se ponen a prueba cada vez que interaccionamos con ella, y cada vez la interacción es como esperaríamos si existiera esa realidad y como si pudiéramos aprehenderla. La hipótesis contraria no nos lleva a hacer ni más ni mejores cosas que esta, así que mantenemos la de su existencia. Por supuesto que todo puede ser un engaño de los sentidos y que vivamos en un mundo al estilo Matrix, o que sólo podamos acceder a una pequeña parte de la realidad (sólo a una parte de uno de los universos, sólo a tres de las muchas dimensiones que pueda haber,…). En esos casos, las proposiciones de la ciencia se referirán a ese mundo de engaños o a esa parte de la realidad accesible. Pero, sin manera de acceder a ello, la hipótesis de lo inaccesible es igual de vacua que la de la realidad inexistente.
Incluso la ciencia requiere de unas pocas creencias a priori. Debe creerse, especialmente, que el método científico funciona, que es posible extraer conclusiones de nuestras observaciones. Dirás, quizás, que este método se pone a prueba cada vez que se usa, pero se pone a prueba usando el propio método científico, con lo cual seguimos necesitando de esa creencia a priori.
ResponderEliminarDebe creerse también que lo que mide se corresponde con la realidad, y que lo que un científico mide es comparable con lo que otro mide. Es decir, que nuestra percepción se corresponde, si no con la realidad, al menos sí con la de otros humanos.
Estoy de acuerdo. En "Comprendiendo la evolución para profesores" hacen la siguiente distinción:
ResponderEliminar"Creer o aceptar
Una pregunta que hacen a menudo los estudiantes, perplejos, a los profesores de biología es: «¿tú crees en la evolución?». La respuesta es: «No, acepto el hecho de que la Tierra es muy antigua y la vida ha modificado con el paso de miles de millones de años, porque eso es lo que nos dicen las pruebas». La ciencia no trata sobre creencias, sino que hace inferencias basándose en pruebas."
Un saludo.
Hola Cato the Elder:
ResponderEliminarMe alegra tenerte comentando. Bienvenido.
Efectivamente, diré que el método científico se pone a prueba cada vez que se usa y que sigue incorporando cada vez nuevos cuidados para salir más airosos de las pruebas. La prueba no es su uso, sino el desarrollar mejores teorías. Si con las teorías podemos hacer mejores cosas que sin ellas (en lo que toca a interactuar con la realidad) se reivindica. No hay que creer nada, solo aceptar con niveles más altos de confianza las hipótesis más exitosas.
En el empleo del método, tampoco hay que creer que los demás miden lo que medimos. Esa también es una hipótesis que va ganando aceptación a medida que podemos obtener evidencias sobre ello. La hipótesis contraria, que toda esa apariencia es un gran engaño de los sentidos, siempre estará ahí, pero siempre será inútil.
Hugo:
Gracias por la cita.
Dices: "Pero, sin manera de acceder a ello, la hipótesis de lo inaccesible es igual de vacua que la de la realidad inexistente".
ResponderEliminarRespondo: Luego, está frito el Dios inaccesible, incluso por definición. Es decir, está frito su papel en la ciencia, y las pruebas lo han freído.
Hugo: Tiendo a ser de los que creen que la ciencia es creencia. Luego, para refutarlo, deberé creer en lo que dices...
Un saludo.
Más que estar o no frito es que no está.
ResponderEliminarLa ciencia son creencias, basadas en observaciones, en hipotesis y esas creencias se ponen a prueba por medio de experimentacion, si la creencia (definicion de algun fenomeno, comportamiento,etc) pasa las pruebas y prevee algun comportamiento de una manera exacta, se considera ley.
ResponderEliminarToda la quimica esta basada en observaciones del mundo macroscopico,JAMAS SE HA VISTO UN ATOMO, pero en base de observaciones, hipotesis, experimentacion se han logrado varias cosas, un ejemplo es que tu, Ariastoteles, puedas escribir tonterias en internet, usando una computadora con chips, plastico, pantalla de plas, etc, que se lograron gracias al metodo cientifico. Vaya que el metodo cientifico es solo una forma de pensar, que nos ayuda a entender el mundo. Desafortunadamente la otra forma de pensar (fe) no ayuda para ni madres a nadie.
Rivas:
ResponderEliminarBienvenido al blog. Gracias por tu comentario. Efectivamente, todos escribimos nuestras tonterías en internet gracias a la ciencia.
Ciencia, como bien dices es creencia. Pero no cualquier creencia, no creencia porque sí, como la fe religiosa o new age, sino creencia respaldada por observaciones. Es el mensaje de mi entrada, que bien has resumido.
Saludos.
¿Jamás se ha visto un átomo? ¿De dónde se ha sacado tal información? ¿Cómo se puede decir eso en pleno siglo XXI?
ResponderEliminarHola Jose Luis (& cia):
ResponderEliminarUna aproximación bastante pedestre a la cuestión: Gracias al conocimiento científico hay aviones en los que si nos metemos nos llevan a Lanzarote, por ejemplo. Fijaté tú qué bien.
Saludos
Post scriptum: pena de foto; cuánto mejor su hubiese sido una ballena y no un delfin; o pena de título del post! :-)
Sí, pero se entenderá, espero, la licencia poética.
ResponderEliminarSeguro que sabes la tontería de los antievolucionistas que ven imposible que una vaca se transforme en ballena (cuando nadie dice eso), por algún error en su comprensión cuando se dice que los cetáceos y los rumiantes tienen un gran parentesco genético (comparado con otros).
Esto ha dado lugar a mucha literatura sobre vacas y ballenas, pero cualquier cetáceo valdría, y la foto me hizo gracia.
Sí, conozco la tontería en cuestión. El fotomontaje está muy bien y viene al caso. Era un comentario en broma.
ResponderEliminarAl margen de la sustancia de tu post, que está muy bien, debo confesar que tengo, como fisiólogo, debilidad por los cetáceos. Tienen una fisiología acojonante. Los cachalotes, en particular, hacen verdaderas proezas (aunque a ellos seguramente no se lo parece) y aunque mucha gente no lo sabe, incluso tras la gran reducción de sus efectivos durante los últimos dos siglos, ellos solitos se comen el equivalente a lo que pesca toda la flota pesquera mundial. En fin, no sigo.
Salud
Y lo hacen en forma de calamares gigantes, que todavía no se han fotografiado vivos según creo, que pescan o cazan a cientos de metros de profundidad y que constituye una lucha de la que no sabemos nada.
ResponderEliminarA mí me llamó la atención cuando le leí a alguien que, para los cetáceos eso de respirar supone una urgencia y una molestia como para nosotros tener que ir al baño (con alguna frecuencia mayor, pero más o menos).
No creas; en eso de los calamares gigantes hay mucha novela. En la realidad se supone que aunque los cazan, constituyen una parte muy pequeña de su dieta. Pero sí es cierto que comen muchos cefalópodos, de diferentes especies. Y también es cierto que las luchas deben ser antológicas, porque se han visto muchos cachalotes con marcas de las ventosas de los calamares gigantes. Nunca había pensado en la respiración de los cetáceos de esa forma, pero está bien pensado.
ResponderEliminardesdechiloe: Si hay marcas de ventosas en las ballenas, luego la lucha no es tan novelesca.
ResponderEliminarJosé Luis: Una ballena con dificultades para orinar tendría dos problemas parecidos. Un hombre con dificultades para orinar, ¿tendría problemas análogos a una ballena que no puede respirar?
desdechiloe:
ResponderEliminarVaya, otra épica por el desagüe.
Äriastóteles Lumínico:
Los problemas humanos de no respirar se resuelven en unos minutos (para mal). Los de la ballena se resuelven en un par de horas, pero con la misma fatalidad. Los problemas de no orinar se resuelven también fatalmente en cuestión de dos o tres días.
Luego, son totalmente isomorfos.
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