Encuentro curioso que en la blogosfera no se hable mucho de este tema, con lo que le gusta a la gente una buena discusión. Me planteé hablar de la prostitución viendo que las cuestiones morales generan grandes discusiones con abundancia de malos planteamientos. Se encuentran discusiones sobre el aborto, la homosexualidad, la eutanasia, la igualdad, la religión, la pobreza, los derechos, …, pero no he visto, en los blogs que suelo leer, nada sobre la prostitución, así que he tecleado las palabras “blog” y “prostitución” en google a ver qué pasaba. El resultado es que he encontrado algunos blogs de prostitutas que cuentan su visión del asunto y sus experiencias. Recomiendo especialmente el de M. N. (Marien), que parece auténtico.
Voy a intentar plantear el tema con unas cuantas reflexiones mías. Como siempre, intentaré que las afirmaciones no vengan caídas del cielo, es decir, de una doctrina, ideología u otros apriorismos, y que tengan en la tierra la prueba de su validez.
No habría problema si hubiese un principio de validez universal (o casi) del que se derivara una posición y no otra y no hubiese a su vez otro principio del que se derivara la contraria. Como suele suceder en temas polémicos, ambos principios existen.
Uno puede decir: “Mientras sea una decisión libre por ambas partes, no debe haber interferencia en el negocio. Es más, como toda empresa, debe estar sujeta a una fiscalidad y a unas normas.”
Otro responde: “El derecho a la dignidad es inalienable, como el de la libertad, y no se puede comerciar con él”.
Otro más añade: “La mayoría de las prostitutas lo son por engaño, intimidación o, directamente, por amenaza de la propia vida, por lo que hay que prohibir la práctica que genera el daño”.
El segundo argumento me parece más débil. No en sí mismo, pero sí en este caso. Como mucho, la renuncia a la dignidad es temporal y, desde luego, debe ser la propia interesada quien decida qué es más digno para ella. En un extremo tenemos a las prostitutas de lujo que no parecen muy descontentas de su oficio. En el otro tenemos las que ejercieron a edades tempranas y se arrepienten de ello. Una edad mínima para ejercer la prostitución (¿21 años, como la de beber alcohol en algunos países?) podría evitar gran parte del problema. El arrepentimiento llegará así todo a ¿muchas? ¿pocas? como les llega a muchos que decidieron no estudiar y trabajar en lo que a edades jóvenes parecía interesante y lucrativo, pero que después no ofrece demasiado futuro.
El tercer argumento es muy sensato. Si supiéramos que el 99% de las prostitutas lo son involuntariamente, es muy posible que quisiéramos prohibir la actividad. No tengo datos sobre cuál puede ser la realidad. Creo que estamos lo suficientemente lejos como para que otras medidas sean más efectivas. Por comparar, si supiéramos que en el 50% de las panaderías trabajaran menores de edad que deberían estar en la escuela, ¿prohibiríamos las panaderías? La mayor parte de este problema se evitaría con su legalización como negocio, como sucedió con el final de la ley seca, que fue el final de la mafia (de una parte de ella, otra siguió en otras actividades clandestinas) y con una buena regulación e inspección.
El primer argumento me parece que debe prevalecer en ausencia de otros costes que se me hayan olvidado y en presencia de los dos anteriores, que no acaban de tener fuerza, según los pondero, para privar a una persona adulta de que haga con su cuerpo lo que quiera, como los actores porno o los bomberos toreros.
No he mencionado el caso de la prostituta que lo es por necesidad de dinero, porque todos los trabajos son así, de manera que este hecho ni quita ni da razón al debate sobre si la prohibición o la legalización es lo que conviene. Sí, en cambio, es pertinente para entender el porqué de la mayoría de las decisiones de prostituirse, primera cosa que hay que entender si se quiere realizar cualquier clase de actuación sobre las prostitutas. En general, la disminución de la pobreza va unida a la disminución de la prostitución. Como tardaremos mucho en erradicar la pobreza y como hay más razones para prostituirse (para pagarse algunos lujos o vivir mejor, y no por ser particularmente pobre, por ejemplo) veo casi imposible que se acabe la prostitución.
Tampoco he hablado del hecho de que ofende a las buenas costumbres de los demás, porque las prostitutas no tienen por qué estar en la calle, como no tienen que estar los tenderetes y mercadillos, sino en locales al uso, como toda empresa.
Algún día la sexualidad será considerada como en "Un mundo feliz", libre de tabúes (o casi). Entonces nos "prostituiremos" todos entre todos por puro placer :D
ResponderEliminarPero, ciñéndome al tema, hay un caso de dilema muy común entre los que hacen uso de estos servicios. Conocen el tercer argumento que expones, están considerablemente seguros de que la chica con la que se acaban de acostar no ha tenido, probablemente, las mismas oportunidades de trabajo que ellos (ya sea porque vienen de un país pobre, sin estudios...), por tanto, la elección de su trabajo (esto es, prostituta), no ha podido ser plenamente libre, sino con toda seguridad altamente condicionada. ¿Qué deberían hacer, pues, estos clientes?
Bueno, es una pregunta que no aspira a ser contestada jaja. Ya sabemos qué deberían hacer y qué harán. La prostitución debe normalizarse cuanto antes, no hay otra opción sensata. Así evitaremos ese dilema moral :P
Ya habría que ir pensando en cambiarle el nombre, alguno más apetitoso debe haber. El de trabajadoras sexuales no está mal pero... le falta gancho :D
Cuando sacaba al perro se me ha ocurrido una especie de alternativa (algo utópica) a la prostitución, o mejor dicho a sus inconvenientes. Seré breve :D
ResponderEliminarNo es mía, en realidad sale en "La lista (Deception)", una peli bastante mala, así que "deception" será en ambos sentidos, supongo.
Sin embargo, hay que destacar una idea interesante. Para resumirla voy a copiar un fragmento que acabo de leer en El Mundo:
"De forma 'accidental', irrumpe en su vida Wyatt Bose (Hugh Jackman), un letrado gracias al cual el pusilánime Jonathan McQuarry (McGregor) conocerá 'la lista', una especie de club secreto formado por ejecutivos, mujeres y hombres de negocios, agentes de Bolsa... Gente tan volcada en su trabajo que no tiene tiempo para relaciones sociales y/o amorosas, pero sí para esporádicos y anónimos encuentros sexuales. Forman parte de una sociedad que permite, con una simple llamada de teléfono, concertar una cita con otra persona de similares características en la habitación de algún hotel."
Si dejáramos a un lado lo de "club secreto" y "sociedad", ¿lo veríais plausible? Sería como un "Match.com" o un "Meetic" pero a lo grande, pasando a la "acción" en mucho menos tiempo :P
Un saludo.
Estoy deacuerdo con lo que has expuesto José Luis.
ResponderEliminarPor otro lado la opción que planteas Hugo, en principio podría ser plausible. Pero no se si se apuntarían muchas mujeres, no tengo datos en la mano, pero parece que los hombres recurrimos mucho más a la prostitución que las mujeres.
Hugo. Eso es simple y llanamente un club de intercambio o swingers.
ResponderEliminarEstuve trabajando 1 año en clubs como portero.
El problema de la prostitucion es la no regulacion de la misma.
Ahora mismo muchos club "traspasan" una plaza a un precio diario de 50€ si no mas, que son 1500€ al mes. Si a eso añades que todos los servicios accesorios (peluqueria, ropa, comida,etc) se los proporciona el empleador. Y que muchas vienen ya con deudas (deudas contraidas con las mafias por traerlas a españa, y cuyo pago "asume" el dueño del club).
Nos encontramos en una situacion en la que deben pagar unos 2000€ al mes por la plaza. Y con lo que saquen deben ir saldando la deuda inicial de unos 4000 € del viaje.
Y eso se llama "esclavitud" (ya que les imponen un método para saldar la deuda) hasta que pueden ser "libertas".
Buen (y necesario) post.
Vaya, esperaba más opiniones en contra de la mías.
ResponderEliminarSi un cliente sabe que la persona con la que va a estar a sido esclavizada u obligada de cualquier manera, por ley debe denunciarlo. No será fácil. Por miedo, la mujer puede negarlo todo. También puede ser peor para ella si no logra clientes o si los proxenetas la castigan porque alguien denuncia. Pero, a la larga, la situación de las mujeres que se ven engañadas y obligadas sería mejor con más denuncias.
Isidoro:
Bienvenido al blog y gracias por los datos que aportas.
José Luis, casualmente ayer estaba escuchando algunos audios en Philosophy Bites y uno de ellos era este, sobre lo que debe o no ser vendido, con lo que debe ser lícito o no comerciar y por qué. Aquí el link para quien le interese
ResponderEliminarhttp://philosophybites.com/2009/05/michael-sandel-on-what-shouldnt-be-sold.html
Y una reflexión que saqué y que veo muy ausente por ahí es que, en caso de que decidieramos prohibir la prostitución, realmente no veo cómo se va a controlar el cumplimiento de esa ley. Lo veo muy difícil. El comercio del sexo suele ocurrir en intimidad, cuando e hace fuera de los circuitos de prostíbulos (que quedarían prohibidos), y existiendo el internet, no me parece factible la idea.
Máxime cuando realmente desde mi punto de vista es muy diferente preocuparse por el daño (sobreentiendo que moral, que es relativo para colmo) que pueda sufrir una mujer o un hombre que se prostituye que el daño que sufre alguien que venda por necesidad digamos un riñon o un hijo. Esto no debería ser permitido. Es diferente.
Ahora, como todo mercado, existen porque tienen sus consumidores. Obviamente, para las parejas que no pueden tener hijos deben existir instituciones donde se maneje la adopción de niños huérfanos o abandonados así como los hospitales gestionan órganos para las personas que los necesitan, y no nos preocupamos de que nos vayan a secuestrar para sacarnos el hígado individuos inescrupulosos que lucran con una necesidad que nadie satisface (aunque aun así, creo que en algunos países no estamos del todo a salvo).
Así mismo deberían existir regulamentos para el ejercicio de la prostitución (no veo razones para que baje la demanda, y existiendo el internet, se le hará muy difícil prohibir la práctica a quienquiera que se le ocurra), digamos regular la edad mínima o las áreas donde está permitido ejercer y donde no, para tranquilidad de las señoras católicas y de sus nietas.
por cierto, asere, muy naive la imagen elegida para el post, jajaja.
ResponderEliminarPara la próxima avísame y te mando las fotos de unas amiguitas mías que salen al malecón de santo domingo los viernes por la noche, para darle realismo al asunto, jajaja :P
La arista de la esclavitud es de todas la más seria y grave, porque es muy real. Pero con lo corruptas que son las autoridades en todas partes, muy fácilmente los inescrupulosos se salen con la suya.
Cómo sacar a la prostitución del circuito de interés de los corruptos?? Quizás cuando nos parezca en general menos moralmente reprochable.. qué creen ustedes?
Dedalus:
ResponderEliminarMe alegra que sigas al pie del cañón. He estado oyendo a Sandel en el enlace que nos refieres. Para hacer un resumen rápido, viene a decir que, además del acuerdo privado, en las transacciones mercantiles puede haber una componente pública. En el caso de la prostitución habrá una "corrupción" del significado (?) del cuerpo humano y de la sexualidad, y que esto puede justificar la prohibición.
Entiendo esto como una elaboración del segundo argumento. De momento, esto puede ser una posibilidad teórica. Habrá que ver alguna manera de establecer si el coste para el resto de la sociedad de la existencia de la prostitución justifica el coste para el individuo (para la prostituta y su cliente) de prohibirla.
Para poner en contexto, exageremos un poco (mucho) la cuestión: Alguna sociedad puede considerar insufrible la existencia de algún tipo de individuos y justificar por este coste que se les elimine. ¿Cómo comparamos el coste para la sociedad con el coste para el individuo? Creo que cualquiera de nosotros diría que el coste para el individuo (la vida) será mayor que la suma de los costes de todos los miembros de la sociedad que prefieren ver muerta a esta persona.
Pero esto es una evaluación subjetiva, no hemos demostrado que, efectivamente sea así, por mucho que nos adscribamos a esta visión del asunto. Por ejemplo, si sumamos lo que los individuos de la sociedad están dispuestos a pagar por matar al indeseable, podría ser que esto supere a lo que está dispuesto a pagar el indeseable por no ser muerto (la disposición a pagar hay que respaldarla con dineros encima de la mesa). Para evitar esto, es que requerimos que las transacciones sean voluntarias, así que el paria social no aceptaría ser muerto por todo el dinero que los otros están dispuestos a pagar por deshacerse de él (aunque quién sabe, tal vez lo quiera dejar a sus hijos).
En el caso anterior, el interés individual y el respeto a su voluntad prevalece sobre el daño social.
Otro caso: Las leyes que ponen un salario mínimo suponen, en esencia, la prohibición de trabajar por un salario demasiado bajo. Esto tiene dos consecuencias. Primera, que se contratarán menos trabajadores poco cualificados (son más caros) de manera que algunos irán al paro, en lugar de tener un salario bajo. La segunda cosa que pasará es que, a no ser que el salario mínimo sea exageradamente alto, los trabajadores tendrán, en media, más ingresos. Es decir, el extra que cobran los que logran trabajo es más que lo que dejan de cobrar los que van al paro. A la sociedad le puede parecer bien este acuerdo.
En este segundo caso es posible evaluar la situación desde el punto de vista de un trabajador. Si uno va a ser de los afortunados o de los parados, puede querer aceptar el riesgo.
¿A qué caso se parece más la prostitución? Yo diría lo siguiente. Antes de saber si uno (una) va a dedicarse a la prostitución, ¿preferiría un mundo en el que tal práctica se prohibiera? En este caso, cada uno evaluaría si el coste de denigrar el cuerpo humano (si tal cosa le parece) compensa el coste de no poder sacarse unos dineros con él.
Todo, en el caso en que pueda ser, efectivamente, prohibida. Si no lo puede ser, habrá que comparar el coste de la posible denigración social con el de que la prostitución se practique como se practica cuando es clandestina.
JL y contertulios, tal y como yo lo veo, es muy importante diferenciar entre prostitución VOLUNTARIA y FORZADA. La primera no lesiona, a pripori, ningún bien jurídico de terceros. Realmente es un tipo de negocio entre dos personas, más allá del tema moral. Aparte que, cada un@, en su ámbito privado, desarrolla su sexualidad como quiere o puede.
ResponderEliminarEl segunto tipo (forzosa) SÍ es denigrante, asquerosa y se llama prostutución no sé bien por qué, ya que debería llamarse esclavitud (como tipo de actuación que coarta la libertad personal de otro). Esa es la que tiene que ser totalmente erradicada, y que es muy diferente a la primera. Aunque nos pueda parecer que los medios y el resultado sean los mismos.
En cuanto a consideraciones prácticas, yo creo evidente que, si la Ley Seca norteamericana del alcohol de los '30 fue un absoluto desastre, ni me quiero imaginar en este "campo"...
Y sí, como dice Dedalus, muy bien escogida la foto ;)
Saludos.
KC:
ResponderEliminarCreo que todo el mundo (menos los mafiosos) estamos de acuerdo en que la prostitución forzosa o esclavitud sexual es un crímen de primer orden. La discusión moral se refiere, entonces a la voluntaria. Luego está la cuestión legal de cómo combatir la esclavitud sexual. En caso de que se acepte la voluntaria, está el problema de si la lucha contra la forzada tiene implicaciones en la legislación de la voluntaria. Si no se acepta tampoco la voluntaria, el problema es cómo acabar con ambas.
Mi postura, como creo que queda claro en la entrada es permitir la voluntaria y regularla como cualquier otra actividad sin que la lucha contra la esclavitud sexual implique la prohibición de la voluntaria.
Estuve pensando si poner fotos de prostitutas (o de personajes a lo pretty woman), pero me decanté por estas señoritas picassianas del burdel de Avignon, para no alentar más morbo del necesario.
JL, queda clara tu postura, pero me gustaría recalcar que intentar acabar con la prostitución voluntaria es, en realidad, incitar -por no decir excitar- a sus usuari@s. La prohibición de la prostitución voluntaria no va a arreglar nada. Más bien lo contrario. La parafilia por la prohibición también existe. Y, probablemente, sea un motor morboso para aumentar cualquier tipo de adicción.
ResponderEliminarMe parece muy bien lo que comentas sobre regulaciones, aunque no soy tan optimista en ese sentido, pues sobre este tema ya se lleva debatiendo bastantes años y no se ha actuado. Aunque sí se está actuando bastante eficazmente policialmente contra la prostitución forzada. En la medida de lo posible.
La verdad es que es un tema muy complejo ya que estamos hablando de una auténtica "industria", con todo lo que ello conlleva.
Además, como muy bien dice la mujer a la que enlazas, las circunstancias biográficas de cada uno son diferentes, y la pobreza y la falta de educación significa todo tipo de problemas sociales.
Por cierto, siempre que veo el cuadro recuerdo que, según la película Titanic, las señoritas de Avignon se quedaron entre las aguas. Es lo que tienen las películas: que en ellas el guionista puede hacer lo que le apetezca, mientras que en la vida real el guión se nos acaba, muchas veces, comiendo.
Saludos.
JL, KC:
ResponderEliminarlo que más me animó a postear en enlace de philosophy bites - por cierto espero q hayan descubierto el monstruoso archivo de ideas que es :), de nada :P - era por la propuesta que se expone: queremos una sociedad donde los individuos se vean a sí mismos como ciudadanos y después como consumidores (no se bien si esas eran exactamente sus palabras), pero el asunto es que en definitiva hay cosas que no quisieramos que se necesitara dinero para poder disfrutarlas.
Su razonamiento erra en el sentido de que asume que porque se legalicen prácticas como la prostitución, todo el sexo que se haga va a hacerse como una transacción comercial, y que en la noche de mañana nuestra pareja después de terminar nos va a acariciar y a susurrarnos sensualmente en el oído: son 500 pesos mi vida. Y no es así.
Esto me recuerda a un chiste que me gusta mucho de dos amigas que se encuentran y una le dice a la otra:
- Chica, mi marido se empeña en tratarme como una ramera, que puedo hacer??
Y la otra le responde.
- Muy fácil. Cóbrale!!!
Por más que queramos buscarle peligros a la práctica sexual por dinero, es absurdo que nos asuste que por eso vaya a desaparecer esta institución caritativa que nos permite tener sexo de gratis que es el matrimonio.
Realmente no veo ningún dilema moral que la prostitución voluntaria implique, y me molesta que se use tanto el término: vender su cuerpo. Ni siquiera alquilar su cuerpo. Todos alquilamos nuestro cuerpo por dinero ocho horas diarias en hacer cosas que de otro modo no estaríamos haciendo si no fuera por que nos pagan. Algunos se prostituyen con más gusto, otros lo hacen un poco más por necesidad.
Las regulaciones?? Bueno, nadie puede trabajar para otro por debajo de un salario mínimo; pero qué pasa cuando se trabaja por cuenta propia?? Quién le exige al vendedor callejero de naranjas que tenga una ganancia neta mínima, o al vendedor de tarjetas de teléfono??
Por supuesto que aquí la cuestión es que esta gente no puede aspirar a otro tipo de trabajo por mil cuestiones que se apartan del tema de la prostitución, aunque como ven, están íntimamente conectados.
Las prostitutas que trabajan para otros, pues sí, deberían tener un sueldo mínimo, comisiones, incentivo, etc??
Por cierto, recomiendo la canción Chicas de Ipanema, del cubano Frank Delgado, que es sobre esto mismo. La tengo para quien le interese.
KC:
ResponderEliminarLas regulaciones en un sentido u otro no acabarán con la prostitución, pero pueden afectar bastante. Ahora mismo tenemos, en el mundo occidental, los casos de Suecia y Noruega, que desde hace poco castigan al cliente, y los casos de Nueva Zelanda y Nevada, donde es legal. En los demás países está en el limbo por no atreverse a tratar el tema, como mostrando cierta buena conciencia.
No estaría mal un estudio de estos casos para ver qué pasa en cada situación.
Dedalus:
A muchos hombres les sale más barato irse con una prostituta que vivir con una mujer (en términos de dinero total empleado y de relaciones sexuales mantenidas). Entonces algunos pensarán que pueden tratar a la mujer peor que a la prostituta.
No es raro que la prostitución se haya ganado el mote de "el oficio mas viejo del mundo".Recientes estudios en el comportamiento de nuestras primitas, las chimpancé, revelan que ellas también se "prostituyen" a cambio de comida.A los largo de la historia de la humanidad está más que demostrado que la prostitución es una opción bastante efectiva de sustento ya en toda esta historia el precio que se pagó por ejercerla simpre fue bastante alto, desde la muerte por enfermedades venéraes,la lapidacion religiosa,la ilegalidad, o la ignominia, así y todo venciendo todo obstaculo siempre se suigió ejerciendo, de hecho hoy en africa algunas prostitutas se sabe que se estan inmunizando contra el sida.En nuestros días la discucion moral sigue siendo aun demasiado extremista..La(entre comillas)"ilegalidad" es claro que es el recurso que aún utiliza el poder de las inmstituciones para sacar su provecho. Por otro lado los medios de comunicacion la promueven abiertamente. Yo creo que para discutir el tema deberiamos empezar a profundizar un poco y olvidar que se trata de un simple intercambio de placer por dinero. Existe un transfondo que habla del status y surge una ambigüedad típìcamente humana.Porlo pronto yo soy partidario de asumir la realidad y en base a ella fundar las reglas para que sean claras..asi nos podemos desenvolver de manera más eficiente.
ResponderEliminarMuy bueno Jose Luis que plantees este tema
saludos!!!!
Juan Carlos:
ResponderEliminarGracias por comentar. Bienvenido al blog.
Desde luego, la prevalencia de la prostitución en todas las sociedades humanas deja claro que no será un oficio que desaparezca fácilmente. Estoy de acuerdo en lo de asumir la realidad. Alguien tal vez piense que somos mejor de lo que somos como especie. Pero no, somos como somos.
Saludos
Gracia Jose Luis..siempre considero un buen ejercicio para el cerebro comentar.
ResponderEliminarDebería agregar que el sexo,como todo en la naturaleza, se rige por la economía. Ya el acto sexual en sí está regulado por costos y beneficios. Y en eso los hombres y las mujeres somos bastante diferentes..Sabemos que por mas que nustro cerebro con el tiempo lo haya modificado el mandato genético sexual con intenciones reproductivas nos indica que para la mujer el costo es mayor que para el hombre. La mujer ovula una vez al mes y nosotros si lo deseamos nospodemos matar a pajas todos los días (1 óvulo mensual contra millones y millones de espermatozides). Esto nos lleva a los hombres a tener mas relaciones sexuales..
Por mas que ya hace unos cuantos años que las personas empezaron a utilizar la anticoncepción pero por mas que una mujer sea conciente que cada relación sexual no implica el costo de un embarzao, aún lo escrito en los genes es mucho más fuerte...entonces la mujer tiende a utilizar con más frecuencia la excusa del hoy no porque me duele la cabeza.entonces que hace el hombre? un dia se la aguanta, otro dia se autosatsface, y en el momento que puede..una puta.Esto es muy común en parejas establecidas. No podemos negar que incluso dentro del matrimonio la "prostitución" está a la orden del dia..¿o acaso cuando la esposa tiene una necesidad particular que quiere que le brinde el marido no es a ponerse mas sexualmente cariñosa el primer recurso que emplea??
Como siempre estamos en un punto medio entre la racionalidad y los instinos...por mas que ya hayamos tenido los hijos y el mandato genetico este cumplido sabemos que tener mayor cantidad de mujeres eleva nuestro status y por mas que lo hagamos a escondidas y no se lo contemos a casi nadie(a veces a los amigos) en lo mas íntimo nuestros genes bien saben que por unos pesos podemos tener el status bien alto sin tener que invertir mucho en conquistar otras mujeres y correr el riesgo que nos arruinen nuestro matrimonio...nuestros genes contentos... por su puesto siempre hay excepciones.
Por eso yo creo que como bien decis, la protitución no creo que desaparezca facilmente. Como anécdota para reflexionar puedo contar que tengo constancia de que hay mujeres que trabajan de putas que a veces se llegan a "sobreprostituir" y te brindan sexo a cambio de un poco de afecto cuando lo necesitan, con el agravante que te haces una escena de celos si le decis que estuviste con otra chica...mmm mirá si será entreverada la sexualidad femenina.
Sludos!!!!!!!!
JUAA dedalus que bueno Frank Delgado..tambien esta "embajadora del sexo" e incluso el tema "trovatur" donde él mismo se prostituye!!!ajajj
ResponderEliminarHable mucho con él personalmente las veces que visitó la argentina..un tipo muy interesante para el diálogo por cierto
Tendré que ver lo de Frank Delgado...
ResponderEliminarNo sé si habrás visto la entrada "si es que las visten como putas", donde hablo de la violación desde la perspectiva evolutiva:
http://todoloqueseaverdad.blogspot.com/2009/05/si-es-que-las-visten-como-putas.html
Saludos
Ahí lo leí..interesante. Si por casualidad no lo llegaste a leer en la tercera parte del libro de Pinker "La tabla rasa" aborda el tema en el capítulo que se llama el miedo a la imperfectibilidad..muy recomendable.
ResponderEliminarsaludos
Sí, ya leí el libro. Estoy de acuerdo, es de lo más recomendable que hay escrito.
ResponderEliminarSoy el que busca mañana dejo un comentario hoy no puedo
ResponderEliminarSerá bienvenido.
ResponderEliminarJosé Luis:
ResponderEliminarLa sociedad actual está basada en la libertad individual, con muy pocas restricciones desde logias hasta absurdas. Deberíamos defender a cualquiera que sea escalvizado en su trabajo, familia, situación cualquiera, se la prostituta o la reponedora de almacén que también limpia por poco dinero.
Pero no podemos reglamentar algo que está en la libertad de dos personas para intercambiar lo que deseen. ¿No intercambiamos aquí opiniones porque nos parece enriquecedor? Pues si XX y XY sucedan intercambiar dinero por dinero, sexo por sexo o sexo por dinero, allá ellos.
Al finar, un chiste. Dos amigos conversan.
-Yo nunca pagué por el sexo.
-Es lo que tú te crees.
Saludos.
Estoy de acuerdo. El principio de la libertad individual no es sagrado (nada lo es), pero debe haber razones importantes para su restricción.
ResponderEliminar"Pues si XX y XY sucedan intercambiar..."
ResponderEliminar¿sucedan?
Traté de escribir "acuerdan". Un corrector de textos y un "peazo" despiste explican el resto.
Es curiosa la introducción que haces. “Intentaré que las afirmaciones no vengan caídas del cielo, es decir, de una doctrina, ideología u otros apriorismos, y que tengan en la tierra la prueba de su validez.
ResponderEliminarParece entenderse que estuvieras en contacto con “las cosas como son”, no como le parecen a las distintas ideologías o teorías que hay en el mundo. ¿Pero es que se puede conocer la verdad de las cosas directamente sin la intermediación de unas ideas?
¿De qué tipo serán esos argumentos que tienen “en la tierra la prueba de su validez”? ¿Aquellos que hoy en día convencen a más gente? ¿Aquellos que parten de datos de las ciencias empíricas? No sé realmente qué quiere decir la frase a no ser que únicamente sea un modo de decir que lo tuyo no son ideas ni creencias sino únicamente “todo lo que sea verdad”.
Yo no estoy completamente seguro de cual es la mejor solución pero, qué quieres que te diga, a mi me pone mucho el segundo principio que expones y me pone mucho la postura de los suecos. Castigar al consumidor. Leña al mono. Desde luego si se quiere proteger la dignidad de las mujeres que la ejercen no tendría mucho sentido castigarlas a ellas. (Encima de puta, la multa). Que un hombre se aproveche de la necesidad de una mujer para comprar algo tan íntimo no es bueno. Por tanto hace un daño a la sociedad (a ellas y a él por convertirlo en explotador) y se le debe prohibir y penalizar si lo hace. ¿No te sorprende que los países nórdicos que han sido siempre modelo para los europeos por avanzados hayan adoptado esa postura? ¿Sabes de qué modo lo justifican ellos? Supongo que será una consecuencia de mezclar en una sabia combinación el segundo principio con el tercero. ¿no?
ResponderEliminarEn relación con el tercer principio. Me parece que el caso del burkini (¿habéis oído hablar de él?, ese bañador femenino que cubre todo el cuerpo y que algunas mujeres musulmanas usan y que algunas piscinas prohiben) puede servir de símil para abordar este asunto en relación con el tercer principio del que hablas. Algunas mujeres lo llevarán obligadas por su familia y sus costumbres, otras (como las que salían el otro día en la TV) lo reivindican como algo voluntario que refleja su manera de entender la relación de la mujer con los hombres o lo que sea. ¿Tiene derecho alguien a prohibir el burkini? ¿Podemos para proteger la libertad de unas (que lo llevarán forzadas) suprimir la libertad del resto? Sabiendo que hay muchísima explotación y esclavitud en el terreno de la prostitución ¿no debe prohibirse del todo ante la dificultad de discernir quién lo hace con auténtica libertad y quién no? Quiero decir, que la solución que adoptemos en el caso de la prohibición del burkini o el velo islámico sería la misma que habría que adoptar para el caso de la prostitución, al menos en relación con el tercer principio.
ResponderEliminarAl post le veo el mérito de plantear el tema pero lo que me parece más sensato es lo que dices de que debían estudiarse como van las cosas en los países que se ha legalizado y en los países en los que se persigue el consumo. ¿Qué resultados han obtenido en unos y en otros? Creo que sería bueno basarse en esa investigación para determinar qué hacer pero el problema lo veo a la hora de determinar qué buscamos en ese estudio. Se puede estudiar si existe más o menos esclavitud pero ¿de qué modo evaluar el “daño” a la dignidad de quienes la ejercen? (Doy por su puesto que también se produce daño en los consumidores)
ResponderEliminarAceptar el primer principio tiene algo de triste. Señores, todo está sometido a la ley del mercado, todo se puede comprar y vender y no nos vengan ustedes con escrúpulos. ¿Que el sexo está ligado cultural/naturalmente al amor y a la trasmisión de la vida… Tranquilos señores que ya nos encargamos los seres humanos de separarlo y comerciar con él.
ResponderEliminarNo digo que sea fácil pero creo que el ser humano se recocija cuando consigue mantener una conducta en la cual se ve que “no todo tiene un precio”.
Reconozco una cierta perplejidad ante el tema de por qué es indigno “vender sexo”. ¿Por qué hay cosas que consideramos digno vender y otras que no? Reconozco no entenderlo muy bien. Sin embargo, parece que en nuestra sociedad hay aspectos del ser humano (¿cosas íntimas?) que nos produce una cierta repugnancia que se comercie con ellas. Y hablo de las críticas que se hace a los famosillos que comercian con “su vida privada”. Por ejemplo ¿os gustaría que vuestra hija (o algún ser querido) vendiera a algún programa de telebasura algo íntimo (su parto, su primera vez, su primera sodomización, sus primeros cuernos, o las riñas con su pareja?) ¿No hay algo perverso en ese estar dispuesto a vender cualquier cosa de tu vida por dinero? ¿No hay algo de humillante en rebajarse por dinero a convertir en espectáculo algo que debería pertenecer al ámbito íntimo? Del mismo modo en la prostitución.
José Luis, eso que dices de que la pérdida de la dignidad sería temporal no consigo entender qué puede significar.
ResponderEliminar¿Debe el Estado permitir la prostitución aludiendo a la idea que tú nombras de que debe ser el afectado el que diga qué es digno o no?
ResponderEliminarCreo que la dignidad no es algo subjetivo que el afectado debe elegir a su libre gusto. ¿Tendría sentido entonces la retirada de algunos anuncios publicitarios cuando van contra la dignidad de la mujer? Si la dignidad de la mujer es algo relativo a cada una y cada una debe juzgar, ¿qué dignidad genérica es la que protege el Estado cuando retira esos anuncios?
Espero que se haya entendido que cuando hablo de los tres principios me refiero a los tres "presupuestos" de los que se puede partir que nombras en tu post.
ResponderEliminarEspero que no consideres un abuso tanto comentario seguido.
Además he dejado un post en mi blog en el que recojo algo que escribí hace un año sobre el tema. Seguro que es con "el del blog" con el que menos de acuerdo estás.
elquebusca:
ResponderEliminarDe ninguna manera entiendo tus comentarios como abuso. Aquí todo el mundo está invitado.
Te respondo algunas cosas (tal vez no todas, pero intentaré que sean las más importantes).
Cuando digo que intentaré que mis opiniones no vengas caídas del cielo, me refiero a algo que intento en mis entradas y, en general, en todas mis opiniones. Suele ser que muchas opiniones se defienden como consecuencia de un principio. Comoquiera que hay múltiples principios que pueden ser aplicables a cada problema moral, el aferrarse a sólo uno por razones doctrinales o ideológicas, y sin tener en cuenta el alcance de los demás principios, es lo que nos lleva a posturas irrazonables. Cuál sea el alcance de cada principio en cada caso es algo en lo que nos podría ayudar la empiria.
Multar a la prostituta, estoy de acuerdo, es lo último que se debería hacer. Los países nórdicos son uno de los ejemplos de civilización y solidaridad social en el mundo. No los únicos. No todos los nórdicos han tomado esa medida, Dinamarca, Finlandia e Islandia no lo han hecho. Otros países también ejemplares en muchos aspectos tampoco lo hacen y son más permisivos. Algunos, como Nueva Zelanda y algún estado de Estados Unidos la legalizan. Estoy dispuesto a aprender de las experiencias.
Dices:
"...a solución que adoptemos en el caso de la prohibición del burkini o el velo islámico sería la misma que habría que adoptar para el caso de la prostitución."
Este es uno de los ejemplos de lo que intento evitar con el no usar "apriorismos". El caso de burkini puede ilustrar una variante del problema, pero no resolverlo. Dependerá, en cada caso, de un análisis coste-beneficio. El coste de la prohibición será el daño a las mujeres que lo lleven libremente, el beneficio, la liberación de llevar esa prenda para alguna mujer. También será coste el que sufran las mujeres que prefieran ir con burkini antes que no ir a la playa o piscina y que, sin burkini, sus maridos no les dejan ir. Esto está en la línea con la argumentación sobre la prostitución que he hecho según el tercer principio, pero no se colige que si el principio se aplica en un caso, se deberá aplicar en el otro. Primero, el coste y el beneficio en el caso de la prostitución serán distintos que en el del burkini. Segundo, el alcance de los demás principios deberá ponderarse con este otro. Es lo que he intentado en la entrada, y es con lo que concluyo mi opinión.
La esclavitud es involuntaria. La prostitución voluntaria (la que creo debe ser legalizada), obviamente, no lo es.
El primer principio puede ser triste para alguien en alguna ocasión, ese alguien no tendrá por qué participar en el acuerdo. Los que sí lo hagan deberán ellos (y no otro) juzgar si es o no más triste la transacción que la ausencia de ella.
Vender intimidades en un programa del corazón y vender sexo son actividades indignas para mucha gente (es posible que, incluso para todas las gentes, solo que para algunas el dinero les compensa, qué se le va a hacer).
Prohibimos actitudes, imágenes, discursos,... públicos por denigrantes, vejatorios, racistas,.... Me parece bien. Pero la prostitución no se ejerce en público. Es un acto privado.
La pérdida temporal de dignidad se refiere a que la prostitución (como el dedicarse al cine porno o a limpiar la suciedad de otra gente) no tiene por qué durar toda la vida. Si una prostituta quiere dejar la actividad, dejará de perder esa dignidad (si así lo evaluaba). Quedará la impronta, como la del que trabajó de criado para otro. ¿Quién evalúa si esto es suficiente para haber prohibido la actividad? Creo que la propia interesada en el momento de tomar la decisión, si es mayor de edad.
Me pasaré por el blog, a ver si es verdad que es con lo que menos de acuerdo estoy. Igual te sorprendo. :)
Un saludo.
elquebusca:
ResponderEliminarEs muy interesante la cuestión de la dignidad que planteas. Por ejemplo, muchos defienden el salario mínimo, la defensa de la vida, el derecho a la imagen y se podría cuestionar por qué esas cosas y no la dignidad del sexo, o por qué ésta sí y no otras cosas.
El problema es que nada carece de consecuencias inesperadas y debemos valorar cada elemento social por sus consecuencias reales y no por lo que esperamos de ello, lo mismo que debemos valorar la verdad de una hipótesis por su contraste con la realidad.
¿Podemos impedir que las personas intercambien sexo por otros bines o servicios? ¿Podemos impedir que Fulanito se case con Menganita por su cuerpo y no por amor? ¿O porque Menganita es hija de Don Zutano, famoso empresario? ¿Y que se divorcien, se pongan cuernos, se acuesten con otras personas? Probablemente sí, pero a costa de convertir nuestros países en campos ce concentración morales, con policía religiosa como en Arabia o en Irán.
¿Estaríamos dispuestos a reducir nuestra libertad y que un tipo con gorra nos interrogara al vernos con una chica en un bar? ¿Y que nos grabe por si hemos quedado para cualquier cosa a cambio de simpatía, dinero o una promesa de amor eterno?
Creo que no, y las consecuencias, la prostitución entre ellas, son el precio que debemos pagar porque nuestras libertades estén a salvo y siempre que la sociedad no se vea perjudicada de modo que necesite dictar nuevas leyes.
Otra cuestión es la de si hay eso del amor desinteresado y sin mezcla de deshonestidad o si e la mayor parte de las relaciones amorosas hay parte de la dignidad que se pone a cambio de lo que se obtiene. Hay algo de "sexofobia" cuando se juzga la prostitución como algo esencialmente distinto de algunas parejas, que sólo son como un contrato de larga duración con respecto a uno eventual.
Me voy a pasar también por el blog.
Buena reflexión. Hay quienes creen que la prostitución se debería prohibir, pues únicamente se lleva a cabo porque no se respetan los derechos esenciales de las prostitutas. Pero divago. En todo caso, lo que se debería hacer es garantizar educación de calidad, igualdad, justicia social, etc., y las que aun así quieran ejercer, pues que ejerzan.
ResponderEliminarUn saludo.
Me alegro que encontraras la entrada de interés. Gracias por el comentario, que comparto.
ResponderEliminarUn saludo.
Veo que das bastante en el clavo, o al menos opinas de forma parecida a mí:
ResponderEliminarEs malo el argumento de: “El derecho a la dignidad es inalienable, como el de la libertad, y no se puede comerciar con él” porque en ningún caso se vende la dignidad. La sigues teniendo. Como quien decide casarse que pueden en cualquier momento divorciarse y "recuperar la libertad" xD Los derechos son irrenunciable, pero no es obligatorio ejercerlos continuamente. Simplemente no te puedes desposeer de ellos para siempre. Y uno puede ser desposeído de su dignidad (o verla lesionada) si le fuerzan a pasar por una situación que uno mismo considere humillante. Es más, precisamente por ser irrenunciable la libertad, nadie puede prohibir a alguien prostituirse.
En cuanto a: “La mayoría de las prostitutas lo son por engaño, intimidación o, directamente, por amenaza de la propia vida, por lo que hay que prohibir la práctica que genera el daño" me parece todavía peor ya que lo que debería derivarse del argumento es que hay que prohibir la intimidación o las amenazas de muerte, pero no la prostitución.
Yo haría 3 grupos para que se entiendan mejor las cosas: Conjunto A (prostitutas que lo son porque la mafia las obliga), B (prostitutas que hacen algo que les repugna por extrema necesidad), C (gente abierta de mente que se prostituye porque desean algún bien no básico y les parece preferible ganar dinero así a desempeñar otro trabajo).
A las del conjunto A en nada las perjudica la legalización de la prostitución, puesto que la mafia, la extorsión, la esclavitud y la violencia seguirán siendo ilegales. Incluso puede beneficiarles que la prostitución no esté prohibida porque así no será una actividad exclusiva de delincuentes y las mafias perderán dinero, teniendo muy probablemente que cambiar de negocio y dejar de dañar a esclavas sexuales.
A las del conjunto B hay que ayudarlas como a cualquiera que viva en situación de extrema pobreza, ayudandoles efectivamente por parte del presupuesto público. Garantizando que los servicios básicos sean gratuitos o incluso otorgándoles una renta mínimamente digna para poder vivir. Si una persona está en esta situación, la simple prohibición de la prostitución sin ninguna otra medida añadida sólo puede perjudicar, ya que tendrán que desempeñar la segunda actividad que tuvieran en su lista de preferencias (que ha de ser entonces peor que la prostitución) o morir de hambre y si se emprenden otro tipo de medidas como las antes mencionadas, entonces la prohibición de la prostitución de nada sirve (recordemos que estamos hablando de gente que se prostituye únicamente obligada por las circunstancias, si cambian las circunstancias ya no se prostituirán o en caso contrario es que no se prostituían por las circunstancias tan adversas y no estarían en el conjunto B).
Por último, la prohibición sólo puede perjudicar a la gente del conjunto C, así como a los clientes.
Así que la prohibición (VS. legalización) no beneficia o incluso perjudica a A y a B y perjudica claramente a C y a clientes. Sólo beneficia a la mafia, que cobrará más al no tener competencia legal (tendrán por tanto menos competidores) y a la gente que duerme tranquila sabiendo (o creyendo) que nadie hace nada contrario a su moral.
Lo que hay que prohibir es la violencia, la esclavitud... y ayudar con dinero a la gente necesitada. pero aún en el caso de que no se ayude en absoluto a los necesitados, la prohibición sigo siendo peor para ellos (mucho peor) que la legalización.
Hola. Disculpe si le molesto con este comentario, porque ya han pasado muchos meses desde el último, pero ¿ha leído el libro de Michael Sandel "What Money Can't buy: The Moral Limits of Markets"? ¿qué opina? Critica, entre otras cosas, que el mercado no es inocuo en lo que a la moral se refiere y sus consecuencias al desplazar normas sociales. Gracias.
ResponderEliminarNo lo he leído, pero lo he hojeado y le he leído y oído en otros lugares. Aunque sea verdad lo que dice no sabemos cuán importante es el efecto. Al final es una decisión política/ideológica/religiosa/filosófica si considerar que una actividad no debe realizarse. Pero cualquier consideración sobre el tema deberá tener como argumento más fuerte la opinión de los directamente implicados, más que los que vemos la situación desde afuera.
EliminarHum... No recuerdo exactamente cómo lo argumentaba el autor, pero, así a bote pronto, el comercio de órganos está permitido en Irán y no creo que sean obligados a ello. Sin embargo, creo recordar que uno de los argumentos en contra era que mientras haya quien tenga que recurrir a ello para sobrevivir, no es moralmente aceptable.
EliminarHay que luchar por la legalizacion
ResponderEliminarSe agradecería algún argumento.
EliminarEstoy muy de acuerdo con lo que comenta elquebusca y en lo que apunta yadjos.
ResponderEliminarPagamos un "coste social muy alto" consintiendo y/o legalizando a los puteros/consumidores por varias razones:
Si bien hay un grupo de mujeres que se prostituye libremente, estaríamos "autorizando/legitimizando" a los puteros/consumidores a acceder sexualmente al grupo de las mujeres que se dedican a esto por necesidad (consentimiento viciado) y al grupo que son "forzadas". Se me dirá que no estamos consintiendo/legalizando la prostitución de las forzadas, pero ¿acaso pueden y/o quieren los puteros/consumidores distinguir cuando está accediendo a estas mujeres bajo consentimiento viciado y cuando bajo consentimiento forzado? La compra se zapatillas de niños explotados es deleznable y saberlo y comprarlas es penalizable, pero en el caso de los puteros/consumidores, estos, acceden sexualmente a los cuerpos de las víctimas de trata, obviar este hecho es y sería de un cinismo intolerable.
Los puteros/consumidores sabrán si distinguen o no a las mujeres forzadas de aquellas de consentimiento viciado, el caso es que acceden sexualmente a sus cuerpos y se convierten en cómplices de su esclavitud sexual y, la realidad es que, salvo casos aislados, los puteros/consumidores "no denuncian". Y esto es así en España, en Holanda, en Alemania y en todos los países dónde hay prostitutas forzadas, con lo que el daño social ya está hecho. Sabemos que la trata sexual de personas "continúa" con la legalización (ver Alemania y Holanda como ejemplos) y los puteros/consumidores las siguen "consumiendo" y no denuncian cada vez que el azar les coloca ante la prostituta forzada, quizá porque crean que ellos no pueden hacer nada para salvarlas, que el problema es complejo y posiblemente sea cierto (aunque lo mínimo que pueden hacer durante el tiempo que hayan pagado es tratar de averiguar si pueden hacer algo por ellas y no tocarlas ni un pelo).
La prostitución es compleja, en España intentamos "desesperadamente" separarla de la trata sexual, pero nuestro intento es inútil pues el nexo de unión es el putero/consumidor/español. Por eso, como sociedad, protejámonos de esta barbarie, dejando de protegerles al putero/consumidor.
Además de todo lo anterior, en la España actual, la prostitución es incompatible con el desarrollo de una sociedad igualitaria.
Suecia tenía y tiene claro que quiere una sociedad igualitaria y esa fue una de las razones por las que escogió desalentar la prostitución.
Al castigar al putero/consumidor, penalizar a los proxenetas y ayudar a las prostitutas que quieran integrarse Suecia consiguió reducir enormemente la prostitución, luego la siguieron Noruega y Francia.
La igualdad es, sin duda, un beneficio social a pesar de que muchos hombres verán en esta "igualdad" un coste: "la pérdida de privilegios".
El modelo escogido por Suecia en dónde no se penaliza a la prostituta pero si al resto de implicados, está haciendo de Suecia un territorio libre de trata.
Penalizar al putero/consumidor y al proxeneta, lógicamente "no gusta" a puteros/consumidores, proxenetas, mafias y aquella prostitutas que vean ventajas en la legalización pero va a favor de una Sociedad Igualitaria.