Ocurre un accidente y se llama al servicio de urgencias. Desde la centralita se envía una ambulancia, la que pueda llegar más rápidamente. No se establece ninguna subasta entre las distintas empresas proveedoras del servicio de ambulancias, no hay ningún mercado en el que dilucidar a qué ambulancia se le contrata ese servicio. No hace falta.
En contra de lo que muchas veces pueda parecer, la Economía no va de precios (no principalmente) sino de cantidades. Qué cantidades de qué bienes y servicios producir, con qué cantidad de recursos, con qué tecnología y qué cantidades de cada bien y servicio irán a cada ciudadano. Los precios de mercado son solo una manera de orientar estas decisiones. Cuando ya sabemos qué cantidad es la eficiente no hace falta más. La pregunta relevante es ¿cuándo sabemos qué es lo óptimo que hacer?
En el ejemplo de la ambulancia lo óptimo es enviar de la manera más rápida una ambulancia, no dos ni ninguna sino exactamente una. Los euros que se puedan ahorrar por traer una ambulancia más barata que está un poco más lejos no compensarán por los minutos de más que tardaría.
Hay otras circunstancias en las que sabemos lo que hacer. En situaciones de guerra total, como en la Segunda Guerra Mundial, lo prioritario es el aprovisionamiento del ejército con soldados, armas y material de guerra entre otras cosas. Si los generales son competentes, sabrán lo que necesitan y el país se pondrá a producirlo, sabrán también qué problemas sería bueno resolver y orientarán la investigación para resolverlos.
Cosas parecidas dije hace unas semanas acerca de apropiaciones, revoluciones y nacionalizaciones. Funcionan durante un tiempo, pero en cuanto no sea fácil saber por parte de una autoridad central qué es lo que hay que hacer comenzarán los problemas, de manera que un mecanismo más descentralizado de decisión, que respete las preferencias de los individuos, las necesidades de cada empresa y permita aprovechar el conocimiento de cada uno de los agentes económicos será más deseable.
Tenemos en la economía moderna un ejemplo reciente. Hasta los 90 las empresas de telecomunicaciones eran públicas o monopolios fuertemente regulados. Mientras el Estado pudiera conocer la tecnología y sus posibilidades podía regular el monopolio obligándole a dar un tipo de servicio a un precio para el ciudadano que permitiera a la empresa recuperar la inversión y tener un beneficio razonable. El problema surge en cuanto se complican las cosas. Si la empresa consigue una mejora tecnológica que le permita tener menos costes, la regulación que garantiza el beneficio normal será una rémora. ¿Para qué reducir costes si va a ganar lo mismo?
Los economistas vieron eso y propusieron abrir el sector a la competencia. La pérdida de eficiencia por duplicar algunas inversiones se vería más que compensada por los incentivos a reducir costes. En pocos años se universalizaron tecnologías que apenas se usaban (fax, llamadas a tres, buzón de voz, terminales extra,...) y pocos años después se produjo la explosión en las telecomunicaciones que nos ha traído los teléfonos inteligentes.
Hace tres años en el blog: Cómo reconocer las publicaciones científicas de calidad.
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no termino de entender bien el ejemplo, pero ¿acaso quienes tienen contratado un seguro privado de salud, no saben perfectamente el teléfono de emergencias asignado para ellos?
ResponderEliminarpor otro lado, la planificación centralizada está bien para aquellos casos que lo necesiten. Mi pregunta ¿es necesario una presión fiscal del 40 o 50% PIB, y una planificación de estado monopolizando multitud de sectores, como son la educación, sanidad, pensiones, emisión de dinero por parte de bancos centrales, etc., para que una sociedad pueda desarrollarse de manera sostenible? ¿por qué la planificación centralizada y distirbución de la riqueza debe realizarse de acuerdo a empleo público?
existen muchos conceptos que se agradecería si pudiera opinar en su blog.
un saludo
El ejemplo es ficticio, pero no del todo irreal. No intentaba reflejar ningún sistema particular de asignación de ambulancias que pueda existir, solo indicar cómo la asignación es centralizada y planificada con unos criterios determinados.
Eliminar"la planificación centralizada está bien para aquellos casos que lo necesiten"
Eso es como no decir nada. ¿Cómo se determina en qué caso lo necesitan? En mi entrada he pretendido dar algunas pistas con esos ejemplos.
El Estado no está monopolizando esos sectores (excepto la emisión de dinero). Convivimos con enseñanza, salud y pensiones privados. Lo que hace el Estado (hablo de España y otros países con sistemas de seguridad social y algún tipo de estado de bienestar) es garantizar que los servicios de salud, educación y de pensiones sean universales (o lo más posible).
Podría reducirse el peso del sector público en estos servicios (y así todo garantizarlos) con otros mecanismos como el cheque escolar, el seguro privado obligatorio o las pensiones privadas obligatorias. Tienen problemas, como las segregaciones en los colegios, el encarecimiento de la atención sanitaria (ejemplo USA), el riesgo de burbujas o malas inversiones en los planes de pensiones, y, en general, en compatibilizar todo eso con algún tipo de redistribución para que todo el mundo tenga un mínimo de todo.
Hola José Luis,
ResponderEliminargracias por tu respuesta.
"No intentaba reflejar ningún sistema particular de asignación de ambulancias que pueda existir"
pero es que para el ejemplo expuesto, ya existen servicios de asignación privados que funcionan sin problemas, como es el caso de urgencias sanitarias.
"El Estado no está monopolizando esos sectores"
es relativo. La gente no tiene ni idea de que las contingencias comunes reales son del 28%, y no del 4%, por lo que el estado a la clase media, de su salario bruto, se lleva en torno al 45 o 50% en impuestos (irpf, ss, contingencias, etc.). Luego de la parte de renta destinada a consumo, se lleva otro 21%. Finalmente, si quieres invertir la poca renta que te queda en un fondo de inversión para que genere unos mínimos de dividendos y ahorrar para el futuro, el estado se lleva entre un 21% y un 27%.
Por otro lado, el estado proporciona una red de hospitales, colegios, universidades o ambulatorios repartidos por toda la geografía que proporcionan servicios universales para todo el mundo.
Con semejante sustracción de rentas por parte del estado, es obvio que el 80% de la población no tiene poder adquisitivo para acceder a los mismos servicios proporcionados por el sector privado. ¿vamos a pagar dos universidades? ¿dos colegios? ¿dos seguros médicos? No se puede afirmar entonces que el estado no monopoliza multitud de servicios.
"Tienen problemas, como las segregaciones en los colegios, el encarecimiento de la atención sanitaria (ejemplo USA), el riesgo de burbujas o malas inversiones en los planes de pensiones"
¿acaso no pueden existir colegios privados (con ánimo o sin ánimo de lucro) cuya política sea no segregar? ¿no existen burbujas actualmente? ¿las malas inversiones también son las públicas, donde cada año somos incapaces de saber cuando podremos jubilarnos?
un abrazo
"pero es que para el ejemplo expuesto, ya existen servicios de asignación privados que funcionan sin problemas, como es el caso de urgencias sanitarias"
EliminarNo hablo de servicios de salud o de urgencias privados, sino de la asignación de ambulancias a accidentes de manera planificada o mediante un mercado con ofertas y demandas de ambulancias para un accidente en particular. Que planifique un particular o el Estado no es el caso, sino la planificación versus otra manera de tomar la decisión.
Si el Estado decide sobre, digamos, el 60% de los servicios sanitarios, indudablemente ejercerá un poder de mercado sobre buena parte de los elementos del sector, como los sueldos de los médicos. No lo niego, pero monopolio no es lo mismo que poder dominante, no que oligopolio ni que otras maneras de ejercer poder de mercado. Prefiero llamar a las cosas por su nombre, sobre todo porque los problemas, los diagnósticos y las soluciones son distintos en cada caso.
"¿acaso no pueden existir colegios privados (con ánimo o sin ánimo de lucro) cuya política sea no segregar?"
Pueden existir, pero la cuestión relevante es si existirán con un tipo de organización y regulación o con otro.
El problema surge en cuanto se complican las cosas.
ResponderEliminarAntes que eso, incluso, el problema sería cómo las complicamos los sujetos que interactuamos con las cosas. Los sistemas económicos podrían funcionar, pero paradójicamente siempre llegará ese preciso momento en que la Psicología humana y sus estados mentales pervierten cualquier modelo factible por diferentes motivos, los cuales tienen que ver con muchas ciencias que la Economía solo sospecha.
Imagino que habrá todavía quien defienda privatizaciones absolutas como los bancos, incluso habiendo visto qué es lo que sucede con los sueldos e indemnizaciones de directivos mientras los entes en sí se van a pique (parece ser que las responsabilidades habiendo llegado a cierta punta jerárquica son mínimas). Supongo que habrá quienes piensen que eso también es interés general. E imagino que cuando se forman estas ideas, nadie piensa en todas los condicionamientos externos no económicos que puede haber.
Pero es que la psicología humana es muy compleja y los espejismos muy tentadores.
"siempre llegará ese preciso momento en que la Psicología humana y sus estados mentales pervierten cualquier modelo factible por diferentes motivos"
EliminarEspero que te des cuenta que hablar en términos tan vagos y generales no ayuda a identificar ningún problema ni a darle solución.
Obviamente si uno cree que los estudios psicológicos sobre Economía son nuevos es mucho más complicado.
EliminarEl "problema" es tan sencillo como lo siguiente: como sus mandamases políticos son personas con emociones psicológicamente complejas, tarde o temprano pueden tender a la corrupción/perversión del modelo que usted defiende como totalmente válido, por tanto, para evitar que las emociones de un sujeto cualquier invaliden nuestros modelos numéricos de forma que acaben por desvirtuar el sistema, intente regular de forma que se adelante a acontecimientos.
Para resumirlo gráficamente: Si sabes que un niño acabará comiéndose toda la caja de bombones cuando le dejes solo, tu trabajo es preverlo de forma que no tenga opción. Sí, tú modelo se basa en la libertad para comerse los bombones cuando uno quiera, pero sería ridículo defender que también se coma la caja de bombones de los demás.
No es tan complicado, solo hace falta haberse leído unos cuantos libros sobre Psicología (eso ya sí que es más complicado, obviamente).
Justamente el ejemplo que pones es algo muy estudiado en Economía, donde la consistencia temporal es una propiedad fundamental al analizar un mecanismo.
EliminarYo en todo caso matizaría lo comentado sobre las telecomunicaciones. No todo ha ido ni va bien en este sector (reducción de ingresos, de inversiones, ajustes brutales de personal, escasísima valoración en las bolsas...). Y ahí sí que ha jugado un papel importante el regulador/planificador, que ha propiciado un modelo de competencia casi únicamente basado en precios y no en infraestructuras/redes/servicios (hay excepciones, por supuesto, donde sí que hay una competencia sostenible y oligopolística, lo que es inevitable en este sector). Han bajado los precios, sí, pero no tanto por la propia competencia sino por las decisiones del regulador/planificador. La percepción desde dentro es, desde luego, distinta. La de un sector intervenido.
ResponderEliminarMenos intervenido que antes. Para el argumento basta destacar que ha habido un claro avance cuando las cosas se han movido en algunos aspectos en la dirección adecuada (la sugerida por el análisis económico). Que haya sucedido el avance a pesar de que no se ha movido todo lo sugerido solo indica que esas sugerencias son robustas frente a la imperfección.
EliminarEl análisis económico sugiere favorecer una competencia sostenible por sí misma (en redes y servicios); de hecho ese era el planteamiento inicial. Por el contrario, se optó (en varios países europeos, entre ellos España) por una competencia "regulada", cambiándose esos planteamientos (véase apertura del bucle, imposición de mercados "relevantes" a regular ex ante, imposición de modelos teóricos de costes que no favorecen la innovación, mercados mayoristas en consecuencia muy regulados ...),así hasta el momento. Demasiado tiempo.
ResponderEliminarAsí es, en España se hizo la desregulación con el sistema de "concurso de belleza" (dándosela al que más le gusta al regulador) en lugar del de subasta (al que paga más por la concesión). Qué te voy a contar.
EliminarFerreira, el modelo de subasta (al que más paga por la concesión, aunque también tiene otros criterios) es algo que solo existe en los libros...
Eliminar¿De verdad tú crees que ese modelo, en determinados países, ha sido real? Porque solo un jurista puede ser tan ingenuo, y tú creo que eras economista...
En el caso de las telecomunicaciones los datos hablan a gritos. Los países que emplearon el método de la subasta consiguieron que las empresas que esperaban hacer las cosas mejor se fueran quedando con las frecuencias y consiguieron también arrendar el recurso público sacándole un rendimiento muchas veces por encima de lo que lograron los otros países.
EliminarLa regulación no debe ser un tope al progreso.
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