Previa a la cuestión del cocinado, está la del ser comido. Los cristianos católicos y los ortodoxos opinan que sí, que es buena idea comerse a Jesucristo. Entre los protestantes hay división de opiniones, algunos están a favor, aunque no hablan de transubstanciación sino de consubstanciación, otros opinan solo que hay algún tipo de presencia en la oblea y en el vino.
Javier Krahe hizo hace muchos años ya un vídeo en el que, jugando con esta ceremonia caníbal y con la idea también sostenida por los cristianos de que Jesucristo resucitó después de muerto, cocinaba un crucifijo que al tercer día debería salir él solo del horno.
Krahe no allanó moradas, no le metió el dedo en el ojo a nadie, no obligó a nadie a ver u oír su sátira, … solo hizo este vídeo que se emitió en una televisión varios años más tarde.
Ahora unos muy susceptibles apelan a una ley ambigua que la jurisprudencia nunca ha usado para ver si logran poner palos en las ruedas de la libertad de expresión y hacer nuestra sociedad un poco más medieval.
Si conocéis a Javier Krahe, qué os voy a decir. Si no lo conocéis, empezad por un clásico y no paréis:
los talibanes nos rodean, no hace falta que lleven barba ni turbante
ResponderEliminarEn el fondo la idea de la hostia y el vino debe ser que sin condumio y bebercio no existe la vida. Todo ello para descubrir que jesucristo, como tal, no existió y arrastra todo el peso de los mitos de su tiempo. Un abrazo.
ResponderEliminaraquí como siempre se mezclan conceptos y en vez de libertad de expresión tenemos libertad de depresión...!
ResponderEliminarTenía entendido que este tema contra Krahe lleva ya muchos años, que no es algo de hace 6 años. Aunque se use lo del programa de "Lo + Plus" para sacar adelante el tema.
ResponderEliminarDe todas maneras yo siempre me acordaré de aquella viñeta (y perdón por el autobombo) sobre el derecho a manifestar una opinión según quién seas o quién te respalde.
Clidice:
ResponderEliminarNo soy tan pesimista. Haberlos, haylo, afortunadamente cada vez son menos, aunque siguen tocando las narices.
emejota:
Si solo fuera excusa para celebrar y alegrarse no estaría mal. El problema es creérselo.
lolita:
Libertad de depresión, muy bueno.
Radagast:
Sí, lleva años, pero ahora ha salido lo de la fianza, que tiene narices, porque Krahe no tuvo que ver con la decisión del canal de emitirlo.
Rafael:
Me da la impresión que andas con venganzas personales. Te recomiendo que presentes todo lo que sabes en el juzgado.
"Haberlos, haylo, afortunadamente cada vez son menos, aunque siguen tocando las narices"
ResponderEliminarSí, yo también pienso que cada vez son menos, pero su poder e influencia siguen siendo enormes, y no parece que ese poder e influencia vayan a reducirse pronto. Por lo que como bien dices van a seguir dando guerra.
En realidad me estaba refiriendo, no a todos los que opinan intolerantemente, sino a los que llegan hasta el extremo de presentar este tipo de denuncias y los que las aceptan.
ResponderEliminar¿En el juzgado?... ¿Me tomas el pelo?... ¿O crees que no lo hice?...
ResponderEliminarSí, sí, José Luis, yo también me refería a los que son capaces de llegar al extremo de denunciar y a los que aceptan esas denuncias. A mi me parece que cada vez son menos pero siguen teniendo un poder e influencia muy importante todavía.
ResponderEliminarNo vi el video. No necesito verlo.
ResponderEliminar¿A qué desperdiciarme con un ejercicio que no es malo, sino de mal gusto?
Sé que mi comentario es tardío aquí, y como tal, lo más seguro es que no tenga respuesta.
Algo que debería inquietarnos a los ateos es que las sátiras son incorporadas amén de trascendidas por los místicos. Incluso, la ortodoxia lo sabe, y por eso ha perseguido a los místicos. ¿En qué puede importarle a Santa Teresa que el objeto de su orgasmo sea objeto de nuestra burla?
Incluso, en las fases finales el místico sólo dirá lo que a los oídos de los demás será blasfemia:
La amada en el amado transformada no sólo desafía a la ortodoxia, sino que supera al ateísmo como el juego pueril que siempre es, pues la fuerza del amor está más allá del vano artificio del cuidado de lo que siempre será burdo por físico.
Y nos conformamos con escarnio donde el verbo se hace carne.
¡Patético!
Es que yo no me conformo con el escarnio. Es más, el escarnio público a las ideas religiosas no lo suelo practicar (en privado, desde luego que sí). Yo demando la crítica libre a las ideas, incluida la libertad de hacer escarnio el que quiera. Siempre con los límites de la injuria, la difamación (de las personas, que no de las ideas, que no pueden ser difamadas) y la incitación al odio.
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