sábado, 29 de junio de 2013

Los efectos de la inmigración en el mercado de trabajo (1)


Esta es la primera parte de la traducción de mi artículo de junio en Mapping Ignorance.

Una aplicación ingenua de los modelos económicos sencillos predice que, cuando entran inmigrantes a un país, los salarios o la tasa de empleo de los trabajadores nativos decrecen. Sin embargo, los inmigrantes no son solo trabajadores y pueden traer consigo habilidades empresariales e influir no solamente en el lado de la oferta del mercado de trabajo, sino también en el de la demanda. O tal vez los inmigrantes ocupan trabajos que, de otra manera, ni siquiera existirían  en el país anfitrión y no compiten con los trabajadores locales, o empujan a los locales a trabajos más productivos, entre otras posibilidades. La Teoría Económica, como ocurre a menudo, sirve para guiar estudios, ayudando a detectar las variables relevantes y las conexiones que pueda haber entre ellas, pero no permite hacer una estimación a priori de los efectos reales, ni siquiera en términos cualitativos.

Los primeros estudios sobre el tema que usan técnicas econométricas modernas están resumidos en Borjas (1999) [1] y en Friedberg y Hunt (1995) [2], y no encuentran evidencia de que esos modelos ingenuos sean de aplicación. Sin embargo, esos estudios están limitados metodológicamente, y tal vez sea precipitado extraer ninguna conclusión. En el resto del artículo revisaré los esfuerzos realizados por los investigadores para superar esas limitaciones y esbozaré el estado de la cuestión.

La primera observación que hacer es que, hasta mediados de los 90, la mayoría de los trabajos usan el método de "análisis de área". Esto significa que los autores toman un área geográfica y miden los cambios en inmigración, salarios y empleo. Con este método se encuentran correlaciones que, en el peor de los casos, asocian un 10% de incremento en la inmigración con reducciones de un 1% en los salarios.

El método, como se ha dicho, no es satisfactorio. El área de estudio no estará aislada y estará sujeta a movimientos de trabajadores y de capital como respuesta a la entrada de inmigrantes (aún más, esta entrada puede estar respondiendo a cambios en la actividad económica local). Estos factores pueden esconder los efectos totales de la inmigración en el conjunto del país o del área geográfica relevante. Para evitar estos efectos, algunos autores estudian experimentos naturales en los que la inmigración tiene una fuerte componente política, y no tanto una económica. Por ejemplo, Card (1990) [3] estudia los efectos del éxodo del Mariel de Cuba a Miami, mientras que Hunt (1992) [4] hace lo mismo con la repatriación de Argelia a Francia. De nuevo, ninguno de estos trabajos encuentra efectos significativos de la inmigración en las condiciones del mercado de trabajo local.

A continuación, Borjas (2003) [5] usa un método más refinado, centrándose en las correlaciones dentro de cada grupo de trabajadores definido por su cualificación. La idea es que la cualificación está fija en el corto plazo y un trabajador poco puede hacer para cambiarla sin dedicar tiempo y esfuerzo, de manera que se pueden solventar algunas de las limitaciones de los trabajos anteriores que no tenían en cuenta la movilidad de trabajadores o capital. Al medir los efectos de la inmigración en cada grupo de trabajadores con distinta cualificación es posible observar mejor el grado de sustitución entre trabajadores nativos e inmigrantes. Con este método aplicado a EEUU, se encuentra que un 10% en el crecimiento de un grupo de una determinada cualificación está correlacionado con una reducción de un 2-3% en los salarios y una reducción de un 2% en las semanas trabajadas. Este es el mayor efecto encontrado en la literatura. Con técnicas similares, Ottaviano y Peri (2012) [6] estudian los efectos en más profundidad, separando a los trabajadores en más grupos, y encuentran que los efectos de la inmigración en el salario de los trabajadores con poca educación es casi imperceptible, mientras que sí hay un efecto pequeño y positivo en el salario medio de los trabajadores nativos. Todo el efecto negativo se concentra en una reducción sensible (hasta el 6% en el largo plazo) del salario de los inmigrantes anteriores. En Europa, Angrist y Kugler (2003) [7] encuentran una leve reducción en las tasas de empleo de los trabajadores nativos, con un mayor efecto en los países en los que el mercado de productos está más restringido a la competencia.

Continúa aquí.

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Hace tres años en el blog: El otro velo de la ignorancia.
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martes, 25 de junio de 2013

Cuestionando la sabiduría con la ignorancia (2)


En el mismo artículo que comentaba hace cuatro entradas, V. Navarro hace una cosa sorprendente. Nos cuenta, en su punto 1, que es posible que aumente la esperanza de vida de una población sin que aumente la de los jubilados. Esto es perfectamente posible, y lo explica muy bien, basta que aumente la esperanza de vida de algunos niños, pero sin que lleguen a ser jubilados. ¿Qué hace con este ejemplo? No se sabe bien, por una parte dice que eso es lo que ha pasado en España y, por otra, niega que exista el problema demográfico para el sostenimiento de las pensiones. Parece ser que el ejemplo es uno de los argumentos en que se escuda para decir esto.

Y esto es muy curioso, porque dar un argumento teórico de que podría subir la esperanza de vida sin por ello tener más jubilados no implica que eso sea así en la realidad de un país concreto, por ejemplo España. La realidad, no importa qué otras cosas pudieran haber pasado, es que el número de jubilados va a aumentar mucho en los próximos años, sin que haya perspectivas de que el número de cotizantes vaya a aumentar en la misma medida.

Pero Navarro dice que sí, que en España lo que ha pasado es que había disminuido la mortalidad infantil sin aumentar la cantidad de jubilados, haciendo caso de su ejemplo y haciendo caso omiso de los datos. Claro que ha disminuido la mortalidad infantil, pero afortunadamente, los niños que a lo largo de las últimas décadas han sobrevivido a la muerte infantil no se han muerto todos antes de la jubilación. La mayoría la alcanza y siguen vivos y coleando unos cuantos años más.

¿Qué necesidad hay de decir tanta cosa sorprendente?

Ninguna. El problema de las pensiones es un problema de reparto y la mayor parte del problema del reparto es el problema demográfico. Hay otros factores, como el que en España haya disminuido la participación salarial en la renta nacional (y recuérdese que el sistema español recauda el monto de las pensiones mediante cotizaciones de las rentas salariales). Ese factor existe (y ahí tiene razón Navarro, como cualquiera que lo diga: aquí, por ejemplo, calculan que disminuir cotizaciones y aumentar el IVA tiene efectos favorables al crecimiento), pero de momento es mucho menor que el demográfico, ya que el número de jubilados casi se doblará, mientras que la participación salarial ha bajado entre un 5-10% en los últimos años y no se espera que baje mucho más. Pero aunque así fuera, son problemas ambos que se suman, no que se cancelan. Atender a uno no puede implicar olvidar el otro. La idea de complementar las pensiones con otras recaudaciones no resuelve el problema de cuál es la mejor manera de acomodar el crecimiento de la población pensionista.

Entonces ¿por qué lo dice?

Ni idea. Para mí que es lo que pasa cuando uno tiene la arrogancia y la presunción de saber de todo. Sobre todo de saber ya la conclusión y buscar cualquier argumento que le de la razón sin pararse a pensar si tiene el más mínimo sentido.

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Hace tres años en el blog: El que quiera entender que entienda.
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domingo, 16 de junio de 2013

Planes de pensiones: Bruselas no se entera, pero acierta por casualidad


Juan gana 20000 euros y Ana, 80000. Juan paga 5000 de impuestos y Ana 25000 (estos números corresponden a lo que pagarían según el IRPF en España en 2013). Esto es un sistema progresivo porque Ana paga más impuestos, no solo en el monto total sino en proporción a su renta. Véase que Juan paga el 25% y Ana el 31,5%. Si Ana pagara un porcentaje menor que Juan, el sistema sería regresivo y no lo es: el porcentaje que paga Ana es un 24,5% mayor que el que paga Juan.


Renta
Impuestos
% Impuestos
Cuánto % más
paga Ana
Juan
20.000
5.000
25%

Ana
80.000
25.000
31,5%
24,5%

De vez en cuando los gobiernos aprueban algún tipo de deducciones y surge la discusión acerca de si son progresivas o regresivas. Por ejemplo, pongamos que el gobierno, para fomentar el consumo privado, decide "perdonar" 1000 euros de los impuestos (o devolverlos, o llamarlos de cualquier otra manera). Enseguida saldrá alguien que considere esto una medida regresiva porque la deducción es igual para todo el mundo.

No es así. Veamos. Juan acabará pagando 4000 y ana 24000. Ahora Juan paga el 20% mientras que Ana paga el 30%. El resultado sigue siendo progresivo, pero lo importante es que es más progresivo que antes. La tabla siguiente lo muestra.

Deducción
De 1.000€
Renta
Impuestos
% Impuestos
Cuánto % más
paga Ana
Juan
20.000
4.000
20%

Ana
80.000
24.000
30%
50%

Veamos más ejemplos. El gobierno decide que uno puede invertir en un plan de pensiones privado del que se puede deducir hasta una cierta cantidad en la cuota. Con el esquema actual, si tanto Juan como Ana invierten 2000 euros en planes de pensiones, la deducción fiscal para Juan será de 600 y la de Ana de 940. La siguiente tabla muestra que la deducción fiscal es progresiva.

2.000€
plan de pensiones
Renta
Deducción
Impuestos
% Impuestos
Cuánto % más
paga Ana
Juan
20.000
600
4.400
22%

Ana
80.000
940
24.060
30%
36%

La progresividad anterior tenía truco. En el caso de la devolución de los 1000 euros, esta era para todo el mundo. En el caso de la deducción por inversión en plan de pensiones, es solo para el que invierte en un tal plan. Claro que cada uno es libre de invertir, pero con 20000 euros se está para menos inversiones que con 80000. Si las rentas más bajas se acogen mucho menos a esta desgravación, la deducción podría pasar a ser regresiva. ¿Es esto lo que sucede? En torno al 18% de las rentas menores de 21000 euros se acogen a este plan, mientras que el 60% de las mayores de 60000 lo hacen. Los Juanes en media se estarán desgravando 108 euros (el 18% de 600) mientras que las Anas se estarán desgravando 564 (el 60% de 940). Veamos la tabla.

2.000€
plan de pensiones
según cuántos
invierten
Renta
Deducción
efectiva
Impuestos
% Impuestos
Cuánto %
más
paga Ana
Juan
20.000
18% de 600
4.892
24,5%

Ana
80.000
60% de 940
24.436
30,5%
24,5%

Así que la deducción por aportación a fondos de pensiones en este ejemplo es neutral, pero será regresiva si el 18% de los Juanes que aportan al fondo de pensiones aportan una cantidad menor que las Anas (no tengo los datos, pero seguro que es así).

Bruselas no lo entiende. Dice que el sistema es regresivo, lo cual es cierto, pero lo dice por la razón equivocada. Pasa de examinar las deducciones efectivas, que entiende no son el problema, y dice que el sistema es regresivo porque la máxima deducción posible es mayor para rentas más altas. Ambas cosas son falsas.

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Hace tres años en el blog: ¿El 99%?
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