sábado, 7 de julio de 2012

Qué fácil es saber


O eso parece a menudo. Veamos, si no:
  • La culpa de todo la tiene la sociedad.
  • Tal comportamiento no es más que una sublimación de un deseo o el resultado de un trauma.
  • Hay que equilibrar la energía para estar sanos. Siendo positivos aumentamos las defensas del cuerpo.
  • Dando dinero a la gente impulsamos la economía.
Son simplezas y, aunque para alguna de esas afirmaciones se pueda poner un ejemplo que parezca darle la razón, no permiten hacer ningún tipo de análisis más allá de formar un discurso que no sea dar vueltas a datos y argumentos para justificar lo que ya se está postulando. Sin embargo dan la apariencia de conocimiento y, gracias a ellas (o por culpa de ellas) creemos saber de sociología, psicología, medicina o economía, según el caso, hasta el punto de creer que sabemos más que quienes investigan de verdad sobre esos temas. Cada una de esas afirmaciones (junto con otras muchas de ese cariz) está en el núcleo ideológico de un tipo de discurso que engatusa a demasiada gente durante demasiado tiempo.

¿Por qué somos tan atrevidos? Seguramente haya un cúmulo de circunstancias. Ayuda el que ninguna de esas disciplinas o ciencias lo sea con una exactitud o precisión como la física, pero ayuda también el que todos sabemos, por naturaleza y por vivir en el mundo, algo de cada una de ellas. A no ser que hayamos estudiado el tema con cuidado no presumimos de saber física o química. En cambio todos somos un poco psicólogos cuando notamos que alguien está triste,  como somos un poco médicos cuando limpiamos una herida, un poco economistas cuando echamos unas cuentas y un poco sociólogos cuando detectamos grupos y diferencias sociales. Tenemos intuiciones más o menos elaboradas a las que nos aferramos demasiado. Se requiere de una gran disciplina para cambiarlas por las ideas basadas en investigaciones que se van formando con lentitud exasperante.

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Hace tres años en el blog: La paradoja del examen sorpresa.
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5 comentarios:

  1. Bueno, en las ciencias "sociales" no hay remedio que acudir a metodologías distintas de las de la física o las ciencias. Seguramente ellos podrían decir: "estos físicos o matemáticos no van más allá de hacer correlaciones entre diferentes variables o hacer experimentos (en tales condiciones determinadas), nosotros, en cambio, no sólo buscamos explicar, sino comprender e interpretar". Obviamente todos pueden manejar información, aunque los procedimientos para tratarla sean diferentes; los buenos sociólogos, psicólogos, etc. utilizan sobre todo la metodología cualitativa (sin que ello signifique renunciar a la otra, pueden complementarse). A mí hasta hace poco me sonaba esta metodología como poca cosa, o fácil, etc. Cuando me he adentrado algo en ella ha cambiado mi percepción. Ahora las afirmaciones iniciales del comentario (menos la última, tengo mis dudas) pueden no parecer tan simples (desde esas metodologías). Saludos, jrm.

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  2. No te entiendo demasiado. Cuando dices que las afirmaciones que he puesto como ejemplo al comienzo de la entrada pueden no parecer tan simples. ¿Qué quieres decir? Que son válidas o que no lo son?

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  3. Que pueden serlo. La primera, hay transformaciones en la sociedad que influyen decisiva o totalmente en los individuos (o en parte de). Es el campo de la sociología (y también de la psicología), con la ayuda de la investigación cualitativa (vía entrevistas, grupos de discusión, etc.). Los traumas, lo mismo, el cómo influyen, a quienes, el grado de intensidad, etc. es campo de la psicología y ahí se suelen tener en cuenta variables sociopsicológicas, biológicas, etc. La tercera es también campo de la psicología (la prueba de validez: la efectividad de las terapias, de modificación de conducta, etc.). Saludos, jrm.

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    1. "Pueden serlo"

      El problema no es que puedan serlo, sino que son simplificaciones que se tienen como verdades. No es que no sean cierto nunca, sino que no ofrecen una manera de saber cuándo y cómo son ciertas (si es que lo llegan a ser). En ausencia de eso, el uso de estas que son ya casi frases hechas no es sino un no decir nada en el mejor de los casos.

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  4. Creo que todo parte del culto al ego. Llega un punto en que no es acerca de saber la verdad sino de demostrar que tenía razón. Eso pasa incluso con los expertos, no es de extrañar que pase con el ciudadano común.

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