miércoles, 13 de junio de 2012

Sobre el nacionalismo


Un comentario mío en una entrada sobre nacionalismo del blog Pensamiento crítico y opinión política:

Si uno quiere racionalizar las cosas, al final esto es una redundancia: el hecho diferencial del País Vasco es que una buena parte de la población no se siente española y quiere la independencia (o el estatus de libre asociación o lo que sea).

¿Hay alguna racionalización sobre el porqué de esta querencia? He aquí algunas posibles:

1. Los vascos siempre hemos sido independientes (salvo cuando Castilla y luego España nos han oprimido).

2. Al País Vasco le irá mejor económicamente cuanta más autonomía tenga (hasta llegar a la independencia, tal vez).

3. La independencia es la única manera de preservar lo que queremos preservar a nuestra manera (lengua, música,...)

4. España (como seguidora de Castilla en este caso) no ha hecho más que incumplir sus compromisos con el País Vasco (fueros, autonomía).

Todas estas razones, y otras que se pueden sumar a ellas, tienen en común que pueden no ser ciertas o no (en el pasado o en el presente). Si a un nacionalista o independentista (los hay que no se quieren llamar nacionalistas) que alega la razón primera se le muestra que, según toda la historia, el País Vasco estuvo bastante contento con su estatus dentro del Reino de Castilla difícilmente cambiará sus preferencias. Aún si admite que la historia dice eso, buscará otra razón, tal vez la cuarta. Y aún si admitiera que sería posible que ahora los compromisos se mantuvieran, podría alegar desconfianza.

Al final las únicas razones (no basadas en hechos diferenciales o históricos, tal vez ciertos, tal vez no) serán del siguiente tipo:

1. Querer más autonomía o independencia porque sí, porque son las preferencias, como las que se puedan tener por el chocolate. Esto no es ni racional ni irracional.

2. A pesar de que las razones que nos han llevado a esta situación no sean las que tenemos ahora encima de la mesa (ya nadie prohíbe hablar euskera o ya no se cuestiona el Concierto Económico), la situación es tal que las preferencias se han formado y simplemente se vota de acuerdo con ellas. Que es tarde para arreglarse, vamos.

3. Desconfianza a que dentro de España se respeten los acuerdos.

De hecho, el discurso nacionalista moderno tiende a usar menos los argumentos de la primera lista (que suelen ser un timo) y más los de la última. No me parece mal, los primeros son los más ideológico-religiosos y contra ellos es difícil razonar. Con razones como las últimas se podrá negociar mejor lo que sea por las partes implicadas. Hay menos ideales primarios que defender.

(Aquí hay unas entradas relacionadas.)

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4 comentarios:

  1. vale, ahora tradúcemelo al catalán, por favor.

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    1. Hola, kika, ¡qué alegría tenerte por aquí!

      Pues no sé si te lo podré traducir. Es posible que no se haya entendido algo. Los puntos 1 a 4 deberían haber sido más románticos, pero me han quedado bastante racionalistas. En fin. La idea es que la parte más asociada a los nacionalismos clásicos es esa del pueblo especial, mejor, con destino en lo universal, etc. Esa parte mítica, esencialista, arrastrando una historia distorsionada o unos problemas inventados es la que critico. No tengo ningún problema, en cambio, con que alguien defienda la independencia o autonomía o la integración si los argumentos no son esos.

      Saluts.

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  2. Lo curioso del tercer punto es que igualmente, van a tener que sufrir las dinámicas de la transmisión y evolución cultural, sobre todo si no quieren vivir aislados. Lástima que los argumentos de Durham, Cavalli-Sforza, Boyd, Richerson, Sperber y demás, quienes diseñaron muy buenas hipótesis sobre transmisión cultural, no hayan pasado a la opinión pública. Pregúntale al nacionalista medio por el trabajo de Boyd y Richerson en 1985. Dirá: ¿ein?

    Oh, ¿y qué decir de otro argumento clásico de los nacionalistas, la libertad? Muchas veces no se especifica bien ese punto, aunque supongamos que es "libertad del colectivo". En la práctica, es muy probable que muchos individuos no se sientan más o menos libres, aunque el país en el que vivan cambie.

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    1. Hola, McManus, bienvenido al blog.

      Un nacionalista o independentista no tiene por qué saber los trabajos sociológicos o de teoría del estado. Lo que debería sabe es simplemente si las razones de sus opiniones o preferencias son tales o no. Es decir, si la historia de su pueblo es la que él cree que es, si los agravios son o no son tales,... Eliminando los mitos nacionalistas podremos hacer la discusión sobre cómo convivir con distintos pueblos y con distintas preferencias dentro de cada pueblo.

      Saludos.

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