domingo, 14 de agosto de 2011

Hablar es gratis (2)



En la entrada anterior con este mismo título exponía qué tipo de información sirve para distinguir a una persona de su impostor y cuál no sirve.

Vayamos un poco más allá y apliquemos el mismo análisis a las proposiciones acerca de la realidad.

Uno de los argumentos que me parecen más persuasivos cuando se trata con creyentes en, por ejemplo, cualquier práctica médica sin evidencia empírica es proponer lo siguiente.

1. Existen muchas prácticas médicas alternativas: la homeopatía, la iridiología, la acupuntura, la de los chamanes, la de los hueseros, la ayurvédica, la quiropráctica, la osteopatía, la magnetoterapia, la aromaterapia, la de los vendedores de aceite de serpiente, la de los curanderos, el psicoanálisis, …

2. ¿Crees en todas ellas o hay alguna sobre la que tienes algún reparo total o parcial? Por ejemplo, acaso creas que la iridiología es una patraña o que algunos curanderos son impostores.

3. ¿Por qué no crees en alguna de ellas y en otras sí?

4. Una respuesta adecuada a la pregunta anterior debería incluir algún tipo de evidencia que exista en el caso de la práctica en la que crees y que no exista en la práctica en la que no crees.

5. Evidencia del tipo “hay mucha gente que cree”, “es una práctica consolidada en el tiempo”, “la gente que acude a ella se siente mejor”, “si no funcionara, no tendría tantos seguidores”,  “por qué no va a funcionar”, “la ciencia muchas veces a aceptado cosas que antes no hacía” o “la gente que se dedica a ello ha acumulado mucha experiencia sobre esa práctica y saben que funciona” no es un buen argumento. Cualquier curandero tendrá una fila de gente dispuesta a atestiguar que sus prácticas funcionan.

6. La evidencia debe ser del tipo que permita distinguir las prácticas en que crees de aquellas en que no crees. ¿Qué tal alguna investigación que tenga en cuenta la posibilidad de que estemos ante algún tipo de autoengaño, placebo, sugestión, sesgo cognitivo,…?

7. Habría que aceptar las consecuencias de no encontrar que la práctica en la que creemos no tiene argumentos en su defensa que no tenga aquella en la que sí creemos.

He dicho que es un argumento que me parece especialmente convincente. En realidad no pienso que haga demasiada mella en alguien ya convencido, pero esa no suele ser la cuestión, sino la de exponer unas dudas a quien no esté plenamente convencido o la de presentar un argumento sencillo en una charla o en una clase sobre el método científico.

4 comentarios:

  1. Aún asumiendo que una creencia deba justificarse mediate evidencia empírica, cabe aplicar a las "ciencias médicas" su propia medicina. Porque respecto a todo programa de investigación, hoy más que nunca, cabe preguntarse: ¿Quién lo financia?. ¿Qué estudios independientes lo respaldan?. Etiquetar algo como "científico" es una trampa cognitiva cuando se usa en un argumento de autoridad. Una creencia del tipo "si lo dice la comunidad científica será que hay evidencia empírica" puede llegar a ser una creencia muy poco científica. No hay auténtica ciencia sin sociología de la ciencia.

    Por otro lado, negar efectividad a usos tradicionales de todo tipo es tan poco científico como atribuírsela. En ausencia de evidencia, no cabe sino el agnosticismo. El método científico es un desarrollo históricamente muy reciente, no la resolución de problemas mediante ensayo y error. Por ejemplo, los pobladores del Amazonas supieron aprovechar la psicoactividad de la dimetiltriptamina de las hojas de chacruna añadiendo a su cocción liana de ayahuasca, que contiene un inhibidor de la monoaminoxidasa y permite a la dimeltiltriptamina ser efectiva por vía oral. La explicación de los hombres medicina del Amazonas, por supuesto, es otra. Pero no hay nada menos científico que negar la posibilidad de acierto a las culturas tradicionales solo porque no hayan empleado el método científico para llevarlo a cabo.

    Los chamanes tienen una mala prensa inmerecida. El charlatán oportunista profesional es una figura que aparece con la aculturación de los pueblos animistas. En las culturas de cazadores/recolectores un mal brujo nunca anda lejos, pero al que va cada cual suele ser un anacoreta bienintencionado que ha heredado un profundo conocimiento sobre multitud de usos terapéuticos para los recursos vegetales presentes en los ecosistemas próximos. Claro está, todos los remedios incluyen su correspondiente interpretación relacionada con los relatos míticos de su cultura y por añadidura, ingredientes inocuos e incluso nocivos. La industria farmacéutica cada vez gasta más dinero en investigaciones etnobotánicas a la caza de principios activos con usos terapéuticos. Pero por algo se llama etnobotánica a la disciplina. Analizar la química de los vegetales no sirve para nada si no se te ocurre para qué darles uso. Cuando un etnobotánico llega a investigar la flora de una región, lo primero que hace es intentar comunicarse con los chamanes de las comunidades que la habitan. Porque el chamán es el único que le puede advertir para qué usar tal flor o tal raíz. Un fragmento de "El disputado voto del señor Cayo" de Miguel Delibes:

    "-¿Sabes qué te digo? -dijo Víctor, de pronto, y su voz se iba caldeando a medida que hablaba-: Que nosotros, los listillos de la ciudad, hemos apeado a estos tíos del burro con el pretexto de que era un anacronismo y... y los hemos dejado a pie. Y ¿qué va a ocurrir aquí, Laly, me lo puedes decir, el día en que en todo este podrido mundo no quede un solo tío que sepa para qué sirve la flor del saúco?."

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  2. Masgüel:

    Tus comentarios se refieren a otras cosas, no al punto central de mi entrada, que alguien que crea en A y no en B debe aportar en defensa de A algo distinto de lo que se aporta en defensa de B. Tan simple como eso.

    Por lo demás, desgrano tu discurso:

    "Aún asumiendo que una creencia deba justificarse mediate evidencia empírica" ¿¿?? Dejemos eso para otra ocasión.

    En este primer párrafo estoy de acuerdo con eso de que el argumento de autoridad no vale. Menos mal que el método científico justamente lo niega.

    Nadie niega (yo no, desde luego) que una tribu del Amazonas tenga un recetario a su disposición mejor que el obtenido por azar. Solo digo que ese recetario es manifiestamente mejorable a nada que se introduzcan los cuidados del método científico. Algunos de los remedios del recetario tendrán efectos secundarios que puedan reducirse, otros podrán dosificarse mejor, otros serán placebos, otros serán mejor sustituidos por otros, otros serán perjudiciales,...

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  3. José Luis, un pequeño offtopic sobre lo que te he comentado muchas veces acerca de la calidad en obras intelectuales, cosa que parece que no llegais a entender los del "compartir es divertido", que por supuesto no tiene nada que ver con "compartir".

    http://blogs.elpais.com/quinta-temporada/2011/08/problemas-amc.html#more

    Saludos.

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  4. De un caso en que una manera de hacer las cosas tiene menos éxito que otra de cara a producir calidad y ambas sujetas a la misma posibilidad de "compartir es divertido" no creo que puedas sacar demasiadas conclusiones.

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