lunes, 9 de mayo de 2011

La economía de la discriminación 5


Spence introduce el concepto de "señalización" en el contexto de la educación. En la versión más sencilla de este modelo se estudia un mercado entre empleadores y varios candidatos a empleado. Las características del empleador son conocidas por todos, pero las del candidato solo son conocidas por él mismo. En particular, el candidato puede tener una alta o baja habilidad para realizar el trabajo requerido por el empleador. Sin más especificaciones y puesto que la habilidad no es observable, el empleador sólo estará dispuesto a ofrecer un salario que refleje la calidad media esperada de los candidatos.

Lo que hace interesante al modelo es la introducción de una señal (por ejemplo, el nivel de educación) que, aunque no refleje directamente el nivel de habilidad, sí tenga alguna relación con él. Como en este modelo se intenta estudiar el aspecto de señal que pueda tener la educación, podemos dejar de lado para este propósito cualquier otro beneficio derivado de ella. La relación de la educación con la habilidad del empleado será simplemente que los empleados más hábiles encuentran menos costoso adquirir un cierto nivel de educación en comparación con los menos hábiles.

El resultado es que ahora será posible un equilibrio en el que distinguir a los candidatos más hábiles de los menos hábiles. El empleador pagará como hábil a aquel empleado que presente un nivel de educación por lo menos igual a uno establecido, y como no hábil a aquél que no llegue a este nivel. Si el nivel exigido se elige adecuadamente, es posible encontrar que solamente a los hábiles les merece la pena la inversión en este nivel de educación (les cuesta menos que a los no hábiles). Por ejemplo, si el candidato ha completado una carrera, se le pagará como hábil, si no, no. Si hacer una carrera es muy costoso para una persona poco hábil, no le merecerá la pena y no la hará, de manera que las expectativas del empleador se cumplen.

Siendo esto interesante en sí mismo, todavía aguarda una sorpresa. El nivel de educación que se pide para tratar a alguien como hábil puede tomar múltiples valores. En nuestro ejemplo, tanto puede funcionar el exigir una carrera como el exigir un máster. Cuando hay multiplicidad de equilibrios, puede prevalecer uno por razones históricas o de cualquier otro tipo, y ajenas a cualquier intento unilateral de cambiarlo.

Una vez que existe esta posibilidad de múltiples equilibrios, existe también la posibilidad de que para distintos tipos de candidatos, prevalezca uno. A los candidatos zurdos, por ejemplo, se les puede exigir una carrera y a los diestros un máster y todo a pesar de que ser zurdo o diestro no importe para nada en la productividad del candidato. Quien dice zurdo y diestro puede decir hombre y mujer, blanco y negro, nacional y extranjero, ...

Continúa en La economía de la discriminación 6.

2 comentarios:

  1. En la era de internet, la educación en conocimientos perderá rápidamente su valor actual. "Saber qué" resultará irrelevante en un contexto de información inmediata. "Saber cómo", la habilidad, pronto será el único criterio sensato de selección de personal. Y la única manera de demostrar que uno sabe hacer algo, es haciéndolo.

    ResponderEliminar
  2. También ocurrirá (o así debiera ser) que la educación implique demostrar que se saben hacer cosas. Estas habilidades en hacer unas cosas pueden ser la señal para decir que se sabrán hacer otras.

    ResponderEliminar