Esta es la famosa manzana de la calle Lombard en San Francisco:
Esta es la famosa Cuesta de la Vega en Madrid:
Ambas son calles tortuosas que salvan un desnivel apreciable en una distancia de unos 140 m en línea recta. Lombard St., más estrecha y de un solo sentido, tiene ocho curvas de unos 120º, con un total de 960º de giros. La Cuesta de la Vega, más ancha y de dos sentidos separados, tiene 6 curvas (dos de 180º y cuatro de 90º) por cada sentido, que hacen un total de 720º por sentido. Lombard St. transcurre entre pequeños jardines muy floridos y cuidados, mientras que la Cuesta de la Vega encierra dos pequeños parques interesantes (uno dedicado a Azorín y el otro a Boccherini), pero algo descuidados, aunque la cuesta acaba en el parque del Emir Mohamed, ese sí muy bien puesto y con restos de la muralla árabe de la ciudad.
San Francisco ha sabido hacer de su calle un símbolo reconocido mundialmente, hasta tal punto que la ciudad la ha sacado de su ruta escénica (el famoso 49 mile scenic drive) para evitar el tráfico excesivo. La Cuesta de la Vega no llega a ser un secreto mejor guardado, pero casi. Un día al año sigue ejerciendo de cañada real.