domingo, 18 de septiembre de 2011

El impuesto sobre el patrimonio


Se han dicho varias críticas al impuesto sobre el patrimonio, y algunas bien razonables. De ellas no se deduce que poner ahora ese impuesto sea peor que no ponerlo.

Es un impuesto que grava el ahorro, la riqueza acumulada, y no la renta anual. Es una doble imposición. Se pagó al ganar la renta y se sigue pagando al mantenerla. Es, por tanto, injusto. ¿Sí? Si lo es no lo será por eso, sino porque permita que dos personas en iguales condiciones paguen distinto. O porque una persona con mayor nivel de vida pague menos que otra. O algo así, que creo que son esas las cosas pertinentes para hablar de justicia.

Impuestos dobles ya los conocemos. El IVA grava la renta cuando se consume, la misma renta que se gravó al ganarse. ¿Es injusto? No lo sé, pero al destacar esto, hemos destacado dos cosas:

1. Si el estado pudiera saber exactamente la renta de cada individuo, es posible que un impuesto sobre la renta fuera suficiente. En ausencia de esta omnisciencia, el estado hace lo que puede (o lo que sabe hacer) combinando varios impuestos. Por eso los tenemos de todo tipo.

2. El impuesto sobre el patrimonio no es doble imposición, sino triple imposición, porque ese patrimonio se compró pagando su IVA.

¿Por qué no gusta el impuesto del patrimonio? Parece ser que concurren varias cosas. La primera, ya apuntada, esa triple imposición. La segunda, que al parecer no permite recaudar demasiado. La tercera, que impone una distorsión demasiado alta en las decisiones de ahorro y consumo. Las demás razones se siguen de estas.

Todo eso puede ser cierto y son, tal vez, razones para diseñar un sistema impositivo que no lo incluya (y que sí incluya, también tal vez, un mayor escrutinio sobre las rentas que se ocultan).

Pero ahora estamos en crisis y hay que conjugar reformas (de las que vamos haciendo alguna que otra tarde y mal) con parches. España necesita (acháquese a la crisis, al mal gobierno, a los bancos, o a quien sea) dinero para no tener que pedir prestado a intereses cada vez más alto. Los recortes no bastan porque hay compromisos que vencen y hay que pagar o declarar suspensión de pagos. Este impuesto permite recaudar un poco más, y no nos va a hacer ver injusticias mucho más grandes de las que estamos viendo desde el comienzo de la crisis. Eso sí, cuando acabe la crisis quitamos el parche.

Suma y sigue.

12 comentarios:

  1. José Luis:


    La cuestión es si esa medida fomenta el ahorro cuando es necesario y si es justa. Y parece que no y no.

    Repito lo que dije en el blog de Jesús Zamora. Si tú ganas lo mismo que yo y te lo gastas en viajes alrededor del mundo, mientras que yo prefiero tener una casa céntrica y amplia, yo pagaré IRPF, IVA, patrimonio este año, el que viene, el siguiente...

    Que nos explique ahora el candidedato no cómo va a dar un fin específico a unos impuestos que son por naturaleza NO FINALISTAS, sino cómo no va a salir huyendo de España todo el ahorro que pueda encontrar mayor seguridad.

    De verdad, cuando José Mota hizo la caricatura "dinero tie que haber" lo que hizo fue un retrato. Hasta las manitas y los deditos son clavados.

    "dinero tie que haber"



    Y dicen que este tío es el "listo" del PSOE. Así se entiende todo.

    ResponderEliminar
  2. Ya he dicho que no es un buen impuesto. Hay otros que hacen las cosas mejor que este, incluso gravar a los ricos algo más, cosa que no me parece nada mal. Pero no estamos para reformar ahora todo el sistema impositivo (a ver si lo hacemos un poco más adelante, cuando reine algo la calma).

    Ahora estamos a lo que estamos, que es a sacar de donde sea, a ahorrar donde sea y a convencer a los alemanes que den vía libre a los eurobonos de una vez.

    ResponderEliminar
  3. Lo de "sacar de donde sea" parece la especialidad de Alfredo P. Mota. Y aunque mis bolsillos no están tan cargados como para que se ponga a hurgar en ellos ni en intención, me parece preocupante porque se trata de otra medida-ocurrencia electoralista más, pensada para atraer votos y luego ya veremos lo que hacemos.

    Pero me pongo en los zapatos del concienzudo gestor de fondos alemán y pienso en que mejor bonos alemanes al 1,5% que invertir en esta tierra de políticos poco serios.

    ResponderEliminar
  4. Hay países insolventes (Grecia) y países solventes con falta de liquidez (España, Italia). A Alemania le conviene que los solventes no pasen a insolventes solamente por aquello de las profecías que se cumplen a sí mismas: inversores que no compran su deuda y, con ello, hacen subir los intereses, redundando en problemas de solvencia.

    Una acción concertada desde el BCE podría evitar esto sin grandes costes para Alemania (compra deuda española que le sale rentable porque España sigue siendo solvente).

    Es la tesis de The Economist:

    http://www.economist.com/node/21529049

    ResponderEliminar
  5. No sé si Grecia es insolvente. Desde luego, si tiene que pagar un 4,56 trimestral lo va a ser. Pero también se publica que el estado griego tiene activos que podría privatizar para reducir la deuda y alargar su plazo. Y que tampoco pone mucho entusiasmo en reducir la corrupción y la evasión de impuestos.

    Con algo menos de pillería mediterránea, la deuda se podría renegociar, la quita virtual que supone el precio de la deuda griega en el mercado secundario haría otra parte del trabajo y el BCE podría comprar deuda con el compromiso del gobierno actual de ir reduciendo el déficit fiscal, el volumen de deuda y de ir emitiendo deuda a un plazo mayor en la medida de lo posible.

    Además, un pacto entre todas las fuerzas sociales y políticas de Grecia sería una base para la confianza. Pero mientras no se haga nada o se siga haciendo lo mismo, lo probable es que las consecuencias no cambien.

    Después de todo, Grecia es un país pequeño y si se pusiera un límite claro al problema, habría pérdidas pero no este estado de permanente querer dejarle el muerto a otro.

    También está claro que España debe reducir su déficit y no dentro de diez años sino ahora. Hay que aumentar los ingresos públicos y reducir el gasto, pero parece que todo el mundo quiere que paguen otros. Pero el hecho es que salvo unos cuantos privilegiados, la mayoría YA somos mucho más pobres que hace cuatro años.

    ResponderEliminar
  6. Por cierto, un par de preguntas. Si la deuda alemana es un refugio de toda la que huye de los PIGS, el coste medio de la deuda europea ha aumentado ¿apenas/un poco/mucho? ¿Es de suponer que en el mismo sentido el BCE podría comprar deuda española o italiana (incluso griega) sin disparar la inflación y con beneficios?

    ResponderEliminar
  7. Si es correcto el planteamiento de que el problema de España e Italia es, sobre todo de liquidez y que los intereses altos de la deuda son, por tanto, el equivalente a un pánico bancario sin fundamentos en falta de solvencia, así es.

    Los beneficios serían para el BCE que compraría un activo seguro a un tipo de interés bueno, no tanto para España que seguiría pagando algo más que Alemania, pero mejor que lo que estaría pagando si la cosa sigue así.

    ResponderEliminar
  8. Ese "pánico bancario sin fundamentos" se convierte en el fundamento del pánico como en todos los comportamientos de masa con una pequeña señal inicial que se retroalimenta. Mientras no rompas la retroalimentación todo empeora.

    Imagino que miles de personas preguntan al gestor de su plan de inversiones cómo va lo suyo, le ordenan vender activos españoles o ven pérdidas por no haberlo hecho el mes anterior. Mientras no vender dé pérdidas, se vende todo. La única manera de frenarlo es algún tipo de acción europea concertada porque cada gobierno es impotente frente a los enormes recursos de fondos de inversión especulativos o simplemente asustados.

    Si el BCE puede comprar masivamente deuda periférica en el mercado secundario y mantenerla a vencimiento -¿no decía Geithner algo de eso?- podría obtener beneficios a vencimiento y ocasionar pérdidas a los que especulan a la baja. Para eso, además, debe haber el compromiso de los países periféricos de dejar de malgastar recursos en falsos planes expansivos del tipo de romper ventanas o cambiar el adoquinado de la plaza.

    Para eso también hay que creer que la UE y la unión monetaria son una ventaja, que parece que hay gente que ya no lo cree.

    ResponderEliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  10. Por cierto, en Europa sí que tenemos dos activos muy sobrevalorados: la capacidad de gestión de los políticos y la capacidad para el acuerdo y el sacrificio de la mayor parte de la sociedad.

    ResponderEliminar
  11. Uno es libre de pensar si el euro fue o no una buena idea, para este país o para otro, o de esa manera o de otra, pero pensar en que un país (cualquiera, Grecia o Alemania) lo abandone y que eso pueda ser bueno para nadie es bastante disparate. Los pánicos y desbandadas arrastrarían a todos.

    ResponderEliminar
  12. Discrepo sobre el punto 1: aunque el estado fuese omnisciente sobre la renta de cada uno siempre habría sitio para impuestos pigouvianos ;)

    Saludos

    ResponderEliminar