sábado, 30 de noviembre de 2013

Los mitos de la razón. El Gato de Schrödinger.

Representación típica del Gato de Schrödinger

La presencia de este animal en el pensamiento mítico ha llegado hasta tiempos recientes y perdura en cultos contemporáneos, algunos de carácter burlesco. La característica más importante del Gato de Schrödinger reside en estar a la vez vivo y muerto, en no estar ni vivo ni muerto o en estar en una superposición de vida y muerte, según atendamos a unos u otros autores. Lo que se puede rechazar tajantemente es que el Gato de Schrödinger esté vivo o muerto, pues tal trivialidad difícilmente hubiera dado lugar a un mito de esta trascendencia.

A pesar de que en principio pudiera parecer que su naturaleza está emparentada con las contradicciones de la filosofía Zen o del budismo, en realidad todas las referencias encontradas sobre él insisten en la ausencia de contradicción, puesto que la razón de que el gato esté en un estado de superposición entre vida y muerte se debe a que el narrador no puede decir una cosa ni la otra sin entrar en contradicción. También debe rechazarse toda conexión con las leyendas de Hamlet o del Cretense Mentiroso, ya que no hay indefinición ni autorreferencia. Esta carencia de referentes anteriores hacen del Gato de Schrödinger uno de los mitos más extraños, oscuros y difíciles de interpretar.

El secreto del gato es una pequeña partícula, un ser del que no sabemos si es o no es. En el primer caso el gato está muerto, mientras que en el segundo, no. La simbología asociada al mito deja claro que no sabemos eso porque la partícula todavía no se ha definido y lo hará cuando la vayamos a observar.

Existe un manuscrito de carácter críptico, conocido como la desigualdad de Bell, que explica la validez del mito, aunque no aclara su interpretación. En este manuscrito se relata, de forma alegórica, una leyenda que ilustra cómo un ser puede no tener definida su esencia hasta que es observado. La historia, traducida a un lenguaje moderno más asequible, es la siguiente:

Atenas y su ciudad gemela Saneta son exactamente iguales, y cada una cuenta con 10.000 personas. Una Esfinge, llamada Observador o Interacción, busca hombres en Atenas y hombres de nombre Sócrates en Saneta. Cuando termina el día, y sin que le quede a nadie por observar, cuenta que ha encontrado 3.000 hombres en Atenas y 6.000 Sócrates en Saneta. El texto entonces trata de explicar la aparente contradicción apelando a un poder de la Esfinge, que obliga a la realidad a pasar de un estado de indefinición a uno definido según qué se quiere observar. Según la Esfinge mire de cerca a una persona con la intención de ver si es hombre o la mire con la intención de saber si es Sócrates, esa persona se encarna en un hombre cualquiera o en uno llamado Sócrates según reglas que no son las que sabemos intuir los mortales.

Las representaciones modernas son a menudo burlescas y contradictorias:





















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Hace tres años en el blog: ¿Cambiamos sobres?
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miércoles, 27 de noviembre de 2013

Entrevista en el Canal 24 Horas


Esta es la entrevista que me hicieron ayer en el programa La tarde en 24 horas, en el espacio Economía en 24 horas. Empieza a partir del minuto 12:20. Todo fue muy bien, con gente muy agradable y profesional. Me faltó ser algo más constructivo, pero la doy por buena.

Actualización:

José M. Gómez ha tenido a bien subirlo a youtube solo con la parte de la entrevista:


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Hace tres años en el blog: El acoso a la deuda española.
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domingo, 24 de noviembre de 2013

Los mitos de la razón. El Hotel Infinito.

El Hotel Infinito suele ser representado con el comienzo de un pasillo o un edificio sin fin.
En algunos casos, como en el de esa ilustración, se añade un toque cómico.

Lugar mitológico de localización indefinida, de él se decía que tenía un número infinito, pero numerable, de habitaciones. Según los sacerdotes matemáticos encargados de velar el altar del infinito, por cuyas oraciones escritas conocemos los detalles de este mito, a pesar de encontrarse permanentemente lleno, siempre era capaz de albergar a más huéspedes.

La manera en que lo conseguía era harto ingeniosa. Si llegaba un nuevo viajero, el encargado del hotel (del que no se tienen referencias en ninguno de los textos) recolocaba a cada huésped, haciéndolo pasar de su habitación a la siguiente en número, de manera que quedaba libre la primera. Algunas leyendas refieren incluso maneras de alojar a infinitos viajeros que se pudieran presentar en el recibidor, que se antoja también infinito. En este caso el encargado recolocaba cada huésped y lo enviaba a la habitación cuyo número fuera el doble que el la habitación que ocupaba. Así quedaban libres todas las habitaciones impares en las que acomodar a los infinitos huéspedes inesperados.

Debe destacarse que en estas leyendas el protagonista siempre es el Hotel Infinito, que parece tener vida propia, y nunca el encargado de realojar a los clientes. Esto es así desde los pergaminos originales de Hilbert hasta las versiones más modernas. El centro del mito lo constituyen las fabulosas propiedades del Hotel Infinito y no el ingenio del encargado.

Todas estas tareas de realojamiento y la incomodidad que sin duda generaban no parecen haber creado ninguna leyenda ni haber llamado la atención de los sacerdotes, pues no nos han llegado textos al respecto, a pesar de sí haberse encontrado muchos otros que describen una y otra vez nuevas mudanzas. Esto, unido a que sobre la ubicación del hotel tampoco se tienen referencias y a lo mencionado anteriormente sobre la falta de interés por la figura del encargado, hace pensar que el ciclo de leyendas hotelístico infinitas no tienen otra finalidad que la ritual o la moralizante.

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Hace tres años en el blog: La ley de partidos.
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jueves, 21 de noviembre de 2013

Nos vemos en el Círculo de Bellas Artes


Esta tarde a las 19:00 horas presentaré mi libro "Economía y Pseudociencia" en el Círculo de de Bellas Artes de Madrid. Me acompañan Patricia Fernández de Lis, Diego Moreno y Juan José Dolado. Modera Daniel Marías, director de la colección. Estáis todes invitades.

Si os queréis poner en antecedentes, os dejo unos enlaces:

Aquí describo en libro y enlazo a la editorial.

Aquí la agenda del Círculo de Bellas Artes.

Aquí una reseña.

Aquí otra.

Si todavía queréis acudir que sepáis que habrá vino.

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Hace tres años en el blog: Cómo sí hacer filosofía.
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miércoles, 20 de noviembre de 2013

Cómo escribir bueno


Hace unos días tuití (del verbo tuitir, sugerido por Jesús Zamora, de la tercera conjugación -el verbo, no Jesús-, que a ver si somos originales y no creamos solo verbos de la primera) unas reglas para escribir bueno. Aquí están esos tuits más otros de regalo. Algunas reglas están traducidas del inglés, otras son cosecha propia. Se admiten más en los comentarios.

1. No des alas a las aliteraciones.
2. Huye de las frases hechas como de la peste.
3. Las comparaciones son tan malas como las frases hechas.
4. Las exageraciones son un millón de veces peores que las comparaciones.
5. Las anotaciones parentéticas (no importa cuán relevantes sean) deben evitarse.
6. La forma pasiva también debe ser evitada.
Siete. Sé consistente.
8. Un buen escritor no debe generalizar.
9. No seas redundante, no te repitas, no expreses la misma idea una y otra vez.
10. No uses palabras extranjeras, es menos stylish de lo que crees.
11. Como dijo alguien: “no pongas citas innecesarias”.
12 ¿Para qué quieres usar preguntas retóricas?
13. El sujeto, no debe separarse del verbo con una coma.
14. Las frases siempre con verbo.
15. Añadir que una frase con verbo en infinitivo no está bien construida.
16. Las frases elegantes no les gusta los anacolutos.
14. No pierdas el orden del discurso.
17. A ver, aspirante a escritor, no seas displicente con el lector.
18. ¡No abuses de las exclamaciones!
19. Debes saber que la mejor manera de escribir es aquella que usa las expresiones más breves y concisas posibles y sin añadir nada superfluo.
20. Haz como los escritores Ortega y Gasset y habla solo de lo que conoces bien.
21. La mayoría de los adjetivos, cortos, largos, calificativos o epítetos, son menos necesarios, expresivos o adecuados de lo que uno cree.
22. Recuerda el refrán “el que explica, complica”; significa que a veces se ha entendido la idea a la primera, pero que luego nos enrollamos.
23. No participes de ese moderno envicionizarse con el alargalizacionamiento absurdicional de las palabras.
24. No uses palabras que no sepas lo que significan, te arriesgas a que crean que eres un apodíctico.
25. No mezcles ideas en la misma frase y siéntate cómodo para escribir.
26. Si tienes las ideas claras, la frase saldrá bien, o a veces por casualidad también, pero nunca se sabe.
27. Ideas paralelas requieren expresiones que sigan la misma línea que la usada en la idea anterior.
28. Expresa las ideas sin coletillas. No hagas como esos que no pueden evitar señalar después a alguien.
29. Sé más o menos preciso.
30. Acaba todo lo que.

Actualización del 23-11-13:

Había escrito "tuiteí (del verbo tuiteír...", pero luego me he dado cuenta de que Jesús había sugerido "tuitir", así que he cambiado el texto al actual. 

domingo, 17 de noviembre de 2013

Los mitos de la razón. El Relojero Ciego.

Al Relojero Ciego se le suele representar sin ojos o con ellos tapados,
pero siempre acompañado de piezas de relojería

De los orígenes de este demiurgo no se sabe nada a ciencia cierta, excepto que no es divino, como lo atestiguan sus padres, el Azar y la Selección Natural. En cambio se conocen bastante bien algunas de las proezas en que se basa su leyenda, entre ellas la de crear seres que muestran gran armonía partiendo de un material muy escaso. De acuerdo con las leyendas más comunes, por su falta de vista el Relojero Ciego no podía partir de cada una de las partes que componen los seres para ensamblarlas, y recurría en cambio a un truco que los humanos tardaron cientos de miles de años en descubrir: creaba los nuevos seres a partir de seres anteriores. Dejaba que se reprodujeran en gran variedad para, apartando aquellos que no se adaptaban a sus deseos, permitir que siguieran adelante los demás. Se dice que el primer ser lo creó a partir de unas pocas moléculas inquietas y auto replicantes que alcanzó a tocar con sus manos.

Se sabe que los pueblos que le rindieron culto destacaban tanto el grado de perfección de sus criaturas como de la total indiferencia con que condenaba a los no adaptados. Otros, incapaces de aceptar su arbitrariedad, prefirieron cerrar los ojos, ser ellos los ciegos e imaginar otro ser, el Diseñador Inteligente, más deidad que demiurgo, con el que iniciar un nuevo culto. Este diseñador también era relojero, aunque con visión, y resultaba ser tan arbitrario como el primero, pero por razones nunca del todo aclaradas por los investigadores su creencia les resultaba más satisfactoria.

Sabemos del Relojero Ciego por los textos de Richard Dawkins que han llegado hasta nosotros. Existen referencias a relojes en obras de autores anteriores que podrían estar conectadas con este personaje y también con el Diseñador Inteligente. Aunque en esas otras obras se hablaba en términos contrarios, afirmando la existencia de relojeros que podían ver, es posible que ambos cultos coexistieran. También es posible que la figura del Diseñador Inteligente derivara de esos otros cultos. La insistencia en la visión hace pensar que ya había narraciones sobre el Relojero Ciego en esas otras épocas a las que estas obras se intentaban contraponer.

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Hace tres años en el blog: Cómo no enseñar filosofía (3).
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jueves, 14 de noviembre de 2013

Los mitos de la razón


La ciencia ha creado sus propias leyendas. Sus relatos están llenos de personajes, objetos, lugares y hechos que constituyen una auténtica mitología y que en nada desmerece a la clásica. Si la batalla entre los centauros y los lápitas es la metáfora con la que los griegos representaban el triunfo de la civilización frente a la barbarie, no menos importante es la alegoría de la batalla entre la termodinámica y la gravedad, que pugnan nada menos que por dar forma al Universo.

La mitología clásica tiene animales fabulosos como el ave fénix, que resurge de sus cenizas. El gato de Schrödinger no se queda atrás, vivo y muerto a la vez en un estado de superposición cuántica. De la jarra de Pandora se escaparon todos los dones y en ella dejaron sola a la esperanza. Frente a ella, la botella de Klein no tiene interior ni exterior, no cabe nada en ella, pero no puede dejar de contenerlo todo. Prometeo roba el fuego a los dioses para dárselo a los humanos, mientras que el subastador walrasiano consigue satisfacer sus demandas lanzando vectores de precios. La lista continúa: la manzana de Newton frente a la manzana de la discordia; la narración del hombre lobo-para-el-hombre de Hobbes frente al mito atávico del hombre-lobo; el velo de la ignorancia frente a la flor del olvido.

Con esta inspiración, ¡oh, musas!, ¡oh, Urania!, ¡oh, memes!, ¡oh, Wikipedia!, comienzo aquí una serie de entradas sobre la mitología científica. Si no agrada a los dioses, por lo menos que agrade a algún mortal, aunque ese mortal solo sea yo.

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Hace tres años en el blog: La endogamia universitaria.
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lunes, 11 de noviembre de 2013

Evidencias de la educación como señal (2)

Esta es la segunda parte de la traducción de mi último artículo en Mapping Ignorance (la primera está aquí):


Bedard (2001) [5] estudia otro experimento natural. Dentro del modelo de capital humano las universidades locales proveen alternativas a bajo precio para la educación superior y, en consecuencia, hacen aumentar la matrícula universitaria. En el modelo de señalización pueden, además, aumentar la tasa de abandonos en la enseñanza media. Esto es así porque si es más fácil ir a la universidad y los estudiantes de mayores habilidades van en una mayor proporción, entonces la habilidad media de las personas que solo tienen estudios medios se reduce y de esta manera el incentivo para tener el título de enseñanza media se reduce también para aquellos que no tienen perspectivas de llegar a la universidad. Esto produce una tasa mayor de abandonos. Siguiendo esta línea, Bedard estudia los efectos de la presencia de universidades locales en la tasa de abandonos de la enseñanza media y encuentra que la predicción teórica se sustenta con los datos. En particular, el tanto por ciento de aumento en el abandono de los estudios medios es por lo menos un 33% del tanto por ciento del incremento en las matrículas universitarias, algo que no deberíamos observar según las hipótesis alternativas.

Para que la señal sirva su propósito las decisiones de educarse y de contratar deben ser lo más libres posibles, puesto que las regulaciones sobre políticas educativas o sobre el mercado de trabajo pueden reducir los incentivos a usar la educación como señal. Con esto en mente, Heywood y Wei (2004) [6] examinan uno de los mercados de trabajo más competitivos del mundo, el de Hong Kong, para estimar los retornos de la educación en dos sectores donde la teoría predice diferentes usos de la educación. Los autónomos, especialmente aquellos que no necesitan la señal de la educación frente a sus clientes, es el grupo en el que la señalización no debe ser una consideración. En la otra parte estará el grupo de los empleados por cuenta ajena, que deben señalar su habilidad a los empleadores, y de autónomos como médicos y abogados, que deben señalar su habilidad a los clientes. En suma, los autores encuentran que los retornos a de la educación tanto secundaria como vocacional y universitaria son sustancialmente menores para los autónomos y sugieren que esto es indicativo del papel de la educación como señal.

Uno de los últimos trabajos en esta área viene de DeVaro y Waldman (2012) [7], quienes extienden el modelo de señalización para cubrir las promociones dentro de la empresa. Encuentran que la promoción de un empleado puede verse por otra empresa como una señal de su habilidad. Para prevenir que esta otra empresa atraiga al empleado recién ascendido, la promoción debe incluir un incremento salarial mayor del que se observaría en caso de que no hubiera efecto señal. Esta distorsión creada por la señal decrece con la importancia del capital humano específico para la empresa. Los autores pasan después a investigar estas predicciones usando un conjunto de datos que cubren la historia interna del mercado de trabajo de una empresa mediana en el sector de servicios financieros durante un periodo de veinte años. Su investigación empírica sostiene la hipótesis de que la señalización es importante para entender las diferencias entre las prácticas de promoción para los trabajadores con títulos universitarios de grado y de máster, mientras que la evidencia para aquellos con título de enseñanza media o de doctorado la evidencia no es clara.

Por supuesto, el efecto señal puede coexistir con los efectos de demanda de educación como capital humano o consumo. De hecho, alguno de los trabajos mencionados encuentran como un resultado adicional de su investigación, evidencia de que el mundo es así de complicado.


References


  1. Akerlof, George 1970. The market for ‘lemons’: Quality uncertainty and the market mechanismQuarterly Journal of Economics 84, 488–500. 
  2. Spence, A. Michael 1973. Job market signalingQuarterly Journal of Economics 87, 355–74. 
  3. Riley, John G. 1979. Testing the educational screening hypothesisJournal of Political Economy 87, S227–S252. 
  4. Lang, Kevin, and Kropp, David 1986. Human capital versus sorting: The effects of compulsory attendance lawsQuarterly Journal of Economics 101, 609–624. 
  5. Kelly Bedard 2001. Human capital versus signaling models: University access and high school dropoutsJournal of Political Economy 109, 749-775. 
  6. Heywood, John S. and Wei, Xiangdong 2004. Education and signaling: Evidence from a highly competitive labor marketEducation Economics 12, 1-16. 
  7. DeVaro J. & Waldman M. (2012). The Signaling Role of Promotions: Further Theory and Empirical Evidence, Journal of Labor Economics, 30 (1) 91-147. DOI:  
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Hace tres años en el blog: El orden mundial.
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sábado, 9 de noviembre de 2013

Escépticos en el pub. Antenafobia.


Este sábado 8 de noviembre toca Escépticos en el pub Madrid.
En esta ocasión nos visitará Alberto Nájera, físico y doctor en Física por la Universidad de Salamanca, doctorado en Neurociencias. Profesor Contratado Doctor del área de Radiología y Medicina Física en la Facultad de Medicina de la Universidad de Castilla – La Mancha. Ha investigado en varios campos diferentes: desarrollo de un modelo informático para reproducir la respuesta de la cóclea (oído interno), estudio de la enfermedad de Meniére, estudio de los efectos sobre la salud del clima y la contaminación y desde 2009 desarrollo un proyecto de investigación financiado por la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha en el que estamos midiendo la radiación de radiofrecuencia que recibe la población albaceteña.
El resumen de su charla es el siguiente:
Hace años fueron las líneas de alta tensión, después las antenas de telefonía y ahora los chemtrails, las redes WiFi o los nuevos contadores de la luz. Al parecer las cosas que ciertas personas creen que son peligrosas para su salud y lo que verdaderamente puede matarles, son cosas muy diferentes. El problema es que esa creencia, acompañada en algunos casos con manifestaciones sintomáticas importantes, se suele sustentar en abundante información que obtienen a través de Internet, pero que no es analizada con el más mínimo espíritu crítico ni conocimiento básico, ni interés por tenerlo. Atacan a cualquiera que cuestione esas creencias o que tire por tierra los argumentos, muchos nefastos y sencillos a más no poder, sobre las causas y efectos de la exposición a esos agentes que les perturban y les quitan el sueño. Cuestionan a científicos que, según ellos, estamos vendidos a las empresas causantes de esta contaminación pero caen en las garras de abogados y médicos que se aprovecharán de su afección despiadadamente al módico precio de 250€ por consulta pero, eso sí, altruistamente… En la charla me centraré en la fobia a las antenas o, más en general, a los campos electromagnéticos de radiofrecuencia. El objetivo es proporcionar los conocimientos físicos básicos sobre radiaciones electromagnéticas y su interacción con el cuerpo humano.
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Hace tres años en el blog: Las pensiones y las falacias de V. Navarro.
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jueves, 7 de noviembre de 2013

Evidencias de la educación como señal (1)

Esta es la primera parte de la traducción de mi último artículo en Mapping Ignorance:


Uno de los aspectos en los que la Economía moderna se distancia más del paradigma neoclásico es el tratamiento de la información, tras los trabajos de Akerlof, Spence y Stiglitz, quienes ganaron merecidamente el premio Nobel por sus contribuciones. Algunos modelos teóricos se introdujeron para explicar fenómenos económicos que no encajaban bien en la vieja teoría, como el mercado de cacharros (bienes usados de baja calidad) de Akerlof (1973) [1]. Con otros modelos la interacción entre teoría y observación es la contraria. Spence (1973) [2] estudió el tratamiento de la información en el mercado de trabajo y encontró algunas consecuencias inesperadas, como que la educación puede servir para señalar las habilidades del trabajador (siendo de esta manera contrapuesta o complementaria a otros usos como la adquisición de capital humano o consumo). En este artículo revisaré alguna de la evidencia empírica de esta posibilidad teórica.

Primero debe entenderse cómo funciona la señalización. La manera más sencilla es aislar su efecto en un modelo simple. Para ello Spence considera una situación en la que la habilidad de los futuros empleados está dada y no cambia con la educación, de esta manera la educación no puede ser usada para adquirir capital humano y tener mejores salarios. Además, se asume que la educación es costosa de obtener y que no reporta beneficios por sí misma, eliminando así su uso como consumo. En estas condiciones parecería que la educación no sirviera para nada. Sin embargo Spence encuentra que si la habilidad propia es conocida por el empleado pero no por el empleador y que si el coste de adquirir la educación es menor para los empleados con mejores habilidades, entonces puede existir un equilibrio en el que los empleados se educan solo para poder señalar que son de altas habilidades. Los de baja habilidad no se educan porque para ellos es muy costoso y el aumento de salario en caso de hacerse pasar por trabajadores más hábiles no compensa el coste de la educación. Si este es el caso los empleadores pueden tener la certeza de que los empleados con educación son realmente los que tienen también altas habilidades, completando así las condiciones para que la situación sea un equilibrio.

Una de las características de la señalización es que implica una inversión mayor en educación que en una situación sin señalización. Para entenderlo nótese cómo en el modelo anterior si la habilidad fuera observable nadie invertiría en educación y la situación sería óptima. Así, la estrategia para encontrar evidencia empírica de la señalización se concentra en detectar sobreinversiones en educación y en estudiar si se deben o no al efecto señal. De manera alternativa uno espera que haya un retorno de la educación más alto en los sectores donde la señalización tiene un papel comparado con sectores en los que la productividad es más fácilmente observable.

Riley (1979) [3] presenta uno de los primeros trabajos que encuentra evidencia para la hipótesis de la señalización usando datos laborales de diferentes sectores del la oficina del Censo de EEUU para los años 1971-75. La idea básica es considerar las diferencias de las rentas vitales entre las distintas ocupaciones y verificar que no puedan explicarse únicamente con la hipótesis tradicional y que, en cambio, sean consistentes con las implicaciones de la hipótesis de la educación como señal. Sin embargo, el propio autor reconoce que los datos del estudio son limitados. Más importante todavía es que los datos son también compatibles con el hecho de que las distintas ocupaciones conlleven distintos riesgos. Otras estimaciones de la época adolecen de problemas similares.

Las cosas comenzaron a ponerse interesantes cuando Lang y Kropp (1986) [4] usaron un enfoque distinto y examinaron las propiedades de estática comparativa de las diferentes hipótesis, tarea nada fácil por cuanto a menudo hacen las mismas predicciones. Sin embargo hay una diferencia cuando uno considera los efectos de la enseñanza obligatoria. Según la hipótesis de señalización un incremento en la edad de enseñanza obligatoria implica que aquellos no afectados por la medida (los que ya se educaban hasta esa edad) también aumenten sus años de escolarización. En cambio, según la hipótesis del capital humano este no debería ser el caso. Usando datos de los años en los que ocurrió este experimento natural en los EEUU entre 1910 y 1970, Lang y Kropp muestran que hay, en efecto, evidencias de la hipótesis de la señalización.

Continúa aquí.

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Hace tres años en el blog: Los dos apellidos.
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lunes, 4 de noviembre de 2013

Mi libro Economía y pseudociencia


Esta semana estará en las librerías un pequeño libro que he escrito y que publica la joven editorial Díaz & Pons dentro de su colección de crítica Cuadernos para Armar.


Habrá una presentación el jueves 21 de noviembre en el Círculo de Bellas Artes de Madrid a las 19:00 horas, en la que Juanjo Dolado, Diego Moreno y Patricia Fernández de Lis participarán en una mesa redonda. Los dos primeros son de lo mejorcito que tenemos en investigación económica en este país, mientras que Patricia es periodista científica y directora de Materia.

Es un libro de divulgación de la investigación económica que hace hincapié en cuatro aspectos que no se suelen tener en cuenta en otros libros de divulgación. Uno es la manera en que cualquier discurso aparentemente coherente pasa a ser creído sin más crítica por parte de una parte de la sociedad por motivos seguramente ideológicos. En estos casos el libro indica la incoherencia o la falta de sustento de algunas de estas afirmaciones. El segundo aspecto se refiere a las tomas de decisiones de políticas económicas por los poderes públicos que no se basan en evidencias o que son directamente contrarias a ella. En tercer lugar muestra la metodología científica que hay detrás de la Economía académica y de la que carecen las ideas económicas que no tienen cabida en ella. Finalmente ofrece algunas aclaraciones sobre dónde está la ideología en la Economía.

El libro está escrito en un tono pedagógico y sin tecnicismos que lo hace asequible a cualquier lector inquieto por el desacuerdo sobre los temas económicos que se observa en la sociedad. Las más de las veces varias de esas voces simplemente reproducen lugares comunes caducos o no obedecen a nada de lo que sabemos acerca de la realidad económica.

Algunos de los temas que se tratan en el libro los desarrollé al preparar la asignatura de Metodología y considero que es un buen complemento para cualquier curso de Introducción a la Economía. Los lectores de este blog estarán ya familiarizados con alguno de los capítulos. A los 10 primeros que me envíen un mensaje privado por correo electrónico les regalo el pdf (señalad que venís del blog). Espero que os guste.

Actualización: a cambio del pdf gratis solo pido publicidad en blogs, twitter, facebook,...

Actualización a las 00:00 del 5-nov.-2013: al final he regalado más de 10 pdf's, pero debo interrumpirlo ya antes de que le dé un infarto al editor. Gracias a todos.

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Hace tres años en el blog: El efecto mariposa.
Y también: Una carta abierta.
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