viernes, 2 de septiembre de 2011

En un planeta cuadrado


¿Cómo sería estar en un planeta cuadrado?

Sorprendentemente, esta simple pregunta evoca una de las más fascinantes visiones de ciencia ficción que he leído últimamente.

Un planeta cuadrado (debería decir cúbico, lo sé) es una imposibilidad astronómica. Por definición, un planeta ha de ser tal que la gravedad ha obligado la forma redonda. Tenemos que imaginar que, por ejemplo, una civilización adelantadísima ha conseguido pulir un planeta hasta hacerlo cuadrado. Para que ello sea posible, el planeta no puede tener sino un manto y núcleo pequeños y ser casi todo corteza. De otra forma, al empezar a pulirlo saldría todo el magma del interior, arruinando el trabajo. Con un poco de suerte, el planeta se mantendrá así unos cuantos millones de años.

Si estamos en el centro de una de las caras y comenzamos un largo viaje a uno de los vértices observaremos lo siguiente. Primero de todo, el horizonte es vastísimo. En la Tierra uno puede abarcar unos cinco kilómetros. En cubilandia uno podrá, si nada le limita la vista, ver las cuatro aristas que le rodean a miles de kilómetros de distancia. Lo segundo que observamos es que, a medida que avanzamos hacia el vértice de nuestra elección es como si subiéramos una montaña cada vez más empinada. El vértice deja de estar en el horizonte para parecerse al pico de la montaña más alta jamás vista. Si el Everest tiene casi nueve kilómetros de altura, aquí estaríamos hablando de una montaña de miles de kilómetros. El centro de la cara y el vértice opuesto siguen estando detrás, pero ahora, además, están debajo, muy debajo de nosotros.

¿Qué ha ocurrido?

Debemos recordar que la fuerza de gravedad nos atrae hacia el centro del planeta. La dirección hacia el centro es perpendicular a la cara solamente en el centro de cada cara. A medida que nos acercamos al vértice, la línea que nos une con el centro del planeta está inclinada con respecto a la cara sobre la que caminamos, y cada vez lo está más. Nuestra posición vertical (la natural, la medida respecto a la gravedad) nos coloca inclinados respecto a lo que ahora es la madre de todas las cuestas.


¿Y si el planeta tuviera océanos y atmósfera? Pasaría que el agua se concentraría en el centro de las caras, formando una cúpula sobre ellas, como en la figura de arriba, pero con una cúpula mucho más pequeña, apenas sobresaliendo por el centro de la cara. Uno puede pulir el planeta para hacerlo cúbico, pero el agua se concentrará esféricamente para obedecer la ley de la gravedad. La atmósfera sería una fina capa de pocos kilómetros por encima de esta cubierta de agua. A la orilla del océano de una de las caras veríamos el mar como lo vemos en la Tierra, pues en la orilla estaríamos perpendiculares a la superficie del mar en ese lugar, mientras que la parte seca sería ya un terreno ascendente. El océano nos impediría ver la arista y los vértices del otro lado.

Se puede tener una idea de lo grandes/pequeñas que serían estos casquetes de agua y atmósfera viendo el volumen que representan respecto a la Tierra:


Quiere decir también esto que, a medida que nos alejáramos en nuestro viaje al vértice, subiendo siempre, enseguida dejaríamos atrás la atmósfera. Se hace imperativo llevar un traje de astronauta. Podría haber vida en el planeta, quién sabe, pero estaría recluida al centro de cada una de las caras. Serían seis mundos sin contacto entre ellos. El viaje de una cara a otra se antoja una hazaña casi tan difícil como el viaje a la luna.

Cuando lleguemos finalmente al vértice será como estar en la cima de una pirámide de base triangular y pesaremos la mitad de lo que pesábamos al comienzo del viaje sin haber adelgazado un gramo. Desde allí podremos ver los tres mundos en los centros de cada una de las tres caras adyacentes. Cuidado, un resbalón y perderíamos el equilibrio para caer rodando hasta uno de ellos. Es lo que habrán hecho todas las piedras, rocas y arena que hemos soltado de la montaña. Es lo que hará la montaña-vértice durante millones de años hasta que hayan rodado todas las piedras y el planeta sea redondo, como manda la ley de la gravedad.

25 comentarios:

  1. Te has llevado el premio al comentario más rápido.

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  2. Gracias. Tengo una duda. ¿La foto de la Tierra con sus continentes y mares es una actualización? Me parecía que en el post original sólo aparecía el cubo austero con sus mares convexos centrales...

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  3. Has dado (nunca mejor dicho) con el que siempre pongo para explicar a aquellos que creen que el resto del Universo puede ser tan diferente que igual es hasta distinto... Pues no, hombre, no, hay unos límites por los cuales puede usted irse a la otra punta y los planetas seguirán siendo esféricos por las leyes que los rigen, las cuales son, como dice la palabra, universales. Y que por cierto tiene mucho que ver con la sostenibilidad (y energía), palabra que se ha echado en falta en la entrada, que no por ello deja de ser muy buena.

    Te has acercado mucho al tema de mi próxima novela, Ferreira ;)

    Saludos.

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  4. Has dado con el ejemplo... se ve que cené poco hoy...

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  5. Siguiendo la línea de que un mundo así pudiera "fabricarse": ¿qué sucedería si en vez de océanos externos toda el agua estuviese en forma de ríos y lagos subterráneos? O cubierta por una gruesa capa de hielo...
    Dada la delgadez de la atmósfera ciertamente serían necesarios trajes de astronautas para ir a los vértices,(que por otra parte no les faltarían a gente capaz de semejante obra de ingeniería) pero ¿No podrían además comunicarse a través de túneles subterráneos?

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  6. Enrique:

    Sí, la añadí un poco después.

    KC:

    Pues habrá que ver esa novela. Avisa cuando esté.

    iris:

    Bienvenida al blog. En realidad estaba pensando en que una civilización avanzada hiciera el planeta cuadrado, pero no que lo habitara. Dejarían el planeta ahí simplemente para nuestro experimento mental, en el que podría evolucionar vida e inteligencia.

    Ríos y lagos subterráneos podría haber, claro. Los ríos fluirían de arriba a abajo entendiendo la horizontalidad como la esfera concéntrica con el cubo.

    Podrían, desde luego, comunicarse por túneles, pero sería una obra increíblemente cara. Más fácil sería hacerlo mediante cohetes y transbordadores, como hacemos aquí con la estación espacial.

    De todas maneras, no habría mucho sitio para la vida terrestres. Apenas unos kilómetros a partir de la orilla del océano. Si este es pequeño, podrían ser unos pocos cientos (la pendiente de subida es pequeña en el centro de las caras). Si es algo grande, solo unas decenas. Si es muy grande, ni siquiera eso.

    Piensa que la pendiente es cero en el centro de las caras y llega a ser de 45% en el vértice.

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  7. Bueno no me imagino como sera entonces en la puntas jeje.. como se hara para vivir alli..

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  8. Si es tan complejo en su forma cúbica, me da pánico imaginarme en uno piramidal con todas sus aristas triangulares...

    Lo interesante es que si el planeta cubilandia rotara, durante su periodo de decadencia como planeta cúbico, andaría por su sistema solar lanzando desperdicios por el espacio. Y como todas las fuerzas apuntan hacia el centro, un planeta esférico lanza sus desperdicios hacia este, pero en cubilandia no sucede lo mismo. Es interesante imaginar montículos –o mejor dicho, cordilleras- en el centro exacto de cada una de las caras que forman el cubo. Si cada lado mide, digamos, y por comodidad, 10 mil kilómetros de vértice a vértice y suponiendo, para visualizarlo mejor, que no hay agua, se forman en nuestra cubilandia ocho inmensas cordilleras perpendiculares entre si que la cruzan a una distancia de cinco mil kms de cada lado. Las fuerzas que forman estas montañas son las mismas que corvan las aguas de tu ejemplo. Y para dejarlo de tarea, siniestros movimientos se formaran si existiera algún sistema tectónico…

    Interesante juego para el intelecto.

    Gracias y saludos.

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  9. Pedro, Enrique:

    Me alegro que os gustara.

    gabo:

    Bienvenido al blog. En las puntas se estará como en la punta de una pirámide. Eso sí, sin aire y con un frío espacial.

    soy:

    Supongo que quieres decir caras triangulares y que el planeta fuera un tetraedro. Sería más o menos igual, solo que todavía más exagerado.

    El planeta podría rotar, claro. Lo suyo es que el eje de rotación coincidiera con alguno de los ejes de simetría de un cubo. Esencialmente hay tres tipos de ejes de simetría: los que unen vértices opuestos, los que unen centros de caras opuestas y los que unen centros de aristas opuestas. Si el planeta rota con el segundo tipo de eje de simetría como eje de rotación tendría dos caras en los polos, dos lugares menos para estar cómodos.

    No sé por qué dices que iría dejando desperdicios por el espacio. La fuerza de gravedad en un vértice es solo la mitad (aprox.) de la fuerza en el centro de una cara. Todavía suficiente para que la velocidad de escape sea alta.

    Son seis caras, así que si piensas que las cordilleras se alineen con las diagonales, formadas por el material desprendido de los vértices, tendríamos no ocho, sino 12. Lo que pasa es que no serían cordilleras, sino más bien el equivalente al relleno de una hondonada.

    La corteza podría ser fina solo en el centro de cada cara. Los movimientos tectónicos estarían muy limitados.

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  10. Las elucubraciones de la ciencia ficción son a menudo fascinantes y nos ayudan a aprender. Permíteme recomendarte (igual ya lo conoces) "Misión de Gravedad", de Hal Clement, una novela de 1953 que exploraba las características de la vida y la sociedad en un planeta con un enorme gradiente gravitatorio. Un habitante, con una fisiología necesariamente achaparrada y dotada de caparazón, inicia un viaje exploratorio por el planeta que le hará ir descubriendo la ciencia, la ciencia desde la particular visión cuasi-plana de un planeta con esa gravedad.

    Saludos.

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  11. Un disfrute leerlo. Gracias, me encanta aprender. Beso.

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  12. Ender:

    Había oído hablar de ella, pero no la he leído. Me la apunto, gracias.

    emejota:

    Un disfrute compartirlo. Besos.

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  14. Que pasa conmigo, son seis caras y doce cordilleras o monticulos como dices... estoy envejeciendo.

    Me dijeron que si pasas de los 40s esas cosas aparecerían y no hice caso.

    Las he visto peores luego de eso...

    Dios...

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  15. No te preocupes tanto. Lo grave no es tener un lapsus de vez en cuando, sino no darse cuenta.

    Saludos.

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  16. El tema que apunta Ender es bastante interesante, ya que la vida evolucionaría a partir de variables que se traducirían en formas totalmente distintas (que no esencialmente diversas). De todos modos, si en ese dado cósmico no hubiera estrella circundante que lo acogiera, y además a una distancia sostenible, poca vida habría.

    Saludos.

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  17. KC:

    La estrella sí que no podría ser cúbica. Pero podríamos ponerle una luna que sí lo fuera para seguir con el tema.

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  18. Muchas novelas de ciencia-ficción presentan mundos artificiales con sus procesos físicos y metereológicos. Quizá la más lograda y rigurosa es "Cita con Rama" de Arthur C. Clarke, que trata la exploración de la superficie interna de un gigantesco OVNI cilíndrico. El "Mundo anillo" de Larry Niven es aún más grande. Gira en torno a una estrella. Y el colmo de la exageración se lo lleva la esfera de Dyson que aparece en la saga sobre los heechees de Frederic Pohl (ya no recuerdo el título).

    Para lectores con imaginación espacial también resultará muy estimulante la sala de juegos de guerra en gravedad cero en "El juego de Ender" de Orson Scott Card.

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