lunes, 28 de junio de 2010

El otro velo de la ignorancia

Se acumulan las noticias sobre velos y burkas. Que si unos municipios prohíben el uso de uno en sus dependencias públicas, que si un imán espera juicio por incitar al acoso de una mujer que decide no llevar el otro, que si el Senado, que si el Consejo de Europa,…

Ha habido discusión en muchos foros sobre la cuestión. Como suele suceder, la inmensa mayoría de las opiniones son de uno de estos dos estilos:
“La libertad de cada cual implica poder llevar velos o burkas si así se quiere”.
“El uso del velo o el burka es una imposición machista y debe evitarse”.
Como he escrito en otras ocasiones, no es buen planteamiento intentar deducir una postura basándose en un principio. No diré que los opinantes ignoren la existencia de varios principios que sean pertinentes al caso. Todo lo contrario, la mayoría piensa que el problema es complejo. Pero sí ocurre que, tras algún tipo de argumentación, uno suele acabar pensando que ha dado con el principio que se debe aplicar en este caso.

Ese es, a mi entender, el error. Todos los principios deben aplicarse (el de la libertad personal y el de defensa del más débil, entre otros). Como mucho, uno podrá decir que, ponderando todo, lo mejor es tal decisión y, en ese sentido, prevalece tal principio. Pero en las ponderaciones deberá importar la evidencia empírica más que las cábalas mentales.

Así, frecuentemente se lee o oye que prohibir el burka puede ser peor, puesto que la mujer a la que se le impone tal vez tenga prohibido salir de casa sin la prenda y eso será todavía peor. Tal vez, pero ¿qué evidencia tenemos de que eso vaya a ser así las más de las veces?

Por lo que sabemos, y sigo centrándome en el burka, hay mujeres que lo llevan libremente y otras que los llevan obligadas. ¿Qué hacer? Si la prohibición implica que una mujer que lo quería llevar deje de poder hacerlo y que, de 10 lo llevaban obligadas, 9 dejen de llevarlo y una no salga de casa durante un año hasta que el marido se dé por vencido, yo vería bien la prohibición. Lo siento por la libertad de esa que quería llevarlo y por el año de cautividad de la otra, pero las cuentas me salen a favor de la prohibición.

Como siempre, estaré a lo que diga la empiria. Si la realidad es distinta y resulta que son multitud las que lo quieren llevar libremente y pocas las obligadas y éstas, además, se quedarían de por vida en casa sin poder salir, cambiaría de opinión.

Esas son las cosas que importan y, curiosamente, son las que no se examinan.

20 comentarios:

  1. Uno de los problemas que veo en esto de prohibir el burka, el velo, y todos los etcéteras que queráis, es que los católicos están muy acostumbrados a ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el suyo.

    Un ejemplo: quizá un pequeño porcentaje de católicos pregunta a sus hijos si quieren hacer la primera comunión. Pero la mayoría de padres, cuando se acercan, más o menos, los siete años de edad, les dicen: "El més que viene HACES la primera comunión". Esto no es una imposición, ¿verdad? Una vergüenza, eso es lo que es. Estaría totalmente de acuerdo en suprimir las imposiciones religiosas si empezásemos por suprimir las de la religión a la que, por huevos, contribuyo a mantener con mis impuestos.

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  2. Eduardo:

    Me alegra tenerte a mi lado.

    vturiserra:

    Bienvenido a este tu blog. Estoy completamente de acuerdo en que no debemos imponer los prejuicios a los hijos. Puede comprobarlo en las entradas que he hecho sobre religión.

    Con todo, el daño de imponer la primera comunión se me hace bastante menor que el daño de imponer el burka o el velo. Tampoco esperaría a prohibir todas las imposiciones para dejar de prohibir las más perniciosas. Fíjate que me/nos suelen acusar más bien de lo contrario, de meternos con la religión católica más que con las demás.

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  3. Dándole vueltas al asunto, tal vez no sería más efectivo en lugar de sacar una ley que lo prohíba, sacar una ley que permitiera proteger y amparar a aquellas que no quieran llevarlo, de este modo la que quisiera llevarlo libremente podría hacerlo y las que fueran obligadas tendría los recursos para denunciar la imposición y recibir protección en caso de ser necesario.

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  4. hablando sobre la oportunidad de presentar una moción en el pleno del ayuntamiento de mi municipio al respecto, la mayoría de mujeres de la reunión estuvimos en contra de presentarla. Porqué? si somos todas feministas? Es evidente que el burka y el niqab són una agresión, no contra la mujer, sinó contra la humanidad, un insulto mayúsculo contra el pensamiento racional. Pero quien me quita a mi la burka del salario inferior al de un hombre? (no soy funcionaria), quien me quita a mi el niqab de tener que aparentar 17 años teniendo 47? etc., etc. Dejando de lado estas razones, la principal de no presentar la moción fue: presentar una moción para crear la Asamblea Municipal de Religiones (o cualquier otro nombre que se le quiera poner) donde, regularmente (una vez al mes?) se reunan con el concejal representantes del colectivo musulman (ya gueto) y el resto de colectivos cristianos, judíos si los hubiera, con representantes de educación y sanidad, para poder avanzar en la integración y conseguir que todas las comunidades cumplan las leyes y normas estandar (escolarización de las niñas, revisiones ginecológicas, pediátricas etc.). El legislador tiene que legislar para todos, pero teniendo en cuenta todas las sensibilidades. Si nos enrocamos en absurdos como éste lo único que conseguiremos son muchos titulares y destruir mucho trabajo de piedra picada de años. Vaya, al menos es a lo que llegamos nosotros.

    Además: cuántas burkas se ven en nuestro país? todo esto no es más que agitar un pañuelo para desviar la vista de las cosas que mejor que no veamos. Burka, mundial ... y así vamos pasando.

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  5. A mí lo que me cuesta es ver, una vez tras otra, los argumentos de "tolerancia" o mejor dicho, indolencia que nos han llevado a la desgracia una y otra vez. Como hablar de que, además del burka hay otras injusticias en casa. Como si el hecho de ser varias debiera obligar a ignorarlas individualmente. O el hecho de que sean pocas, como si eso les restase importancia. O la candidez de hacer leyes bendicientes en las que se exponga que todo es voluntario. Esa ley ya está hecha hace más de 30 años y se llama Constitución. Y no puede hacerse una ley que no sea impositiva. En España (y Portugal), consideramos la ley un mero objeto orientativo, algo que se cumple cuando se puede o apetece. Lo mismo los límites de velocidad que, en este caso, crearla para que dé a elegir. Eso no hace falta escribirlo, insisto.
    Y un argumento que irrita es que se compare a otras religiones. A pesar de ateo y contrario a concordatas, pienso que ACTUALMENTE (que es lo que interesa), baptistas, judíos, evangelistas, católicos, etc... no OBLIGAN a seguir determinados códigos a no ser que se quiera seguir esa religión (excepto en lo de los impuestos, que me parece repugnante... aunque me gustaría saber que haríamos hoy en día sin Cáritas...)
    Otra cosa que me resulta impropia de un país democrático con vocación republicana es lo de no crear la ley, pero crear órganos de gobierno que se reúnan con grupos religiosos (o lobbys, o como se quieran llamar) para que POR FAVOR cumplan la ley.
    El franquismo ha hecho mucho daño. Seguimos creyendo que hay que dialogar absolutamente todo y que la ley no se puede imponer y que no se puede reprimir a quien la incumple. Como si eso no fuese democrático.
    Pues la mala notícia es que la única manera que tiene una democracia de sobrevivir es estar lo suficientemente musculada. O sea, con una Justicia fuerte y efectiva y una policía limpia, pero implacable. Lo demás, es ponérselo a huevo a los enemigos.
    Por otro lado, sobre el ateísmo español. Siempre tiene aquél tufo anticlerical y poco reflexionado.Por ejemplo, me hace gracia la cantidad de ateos que hay en España, pero el elevadísimo número de matrimonios religiosos o lo raro que es un niño no ser bautizado.
    En Portugal, la cosa está más asumida...

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  6. Perdonad que me entrometa, pero me gusta el estilo de este blog donde sobre sus calmas aguas ,aparece como chapoteo cualquier subida de tono.
    En principio me gustaría definir a priori lo que considero como religión:
    La busqueda de Dios por parte del hombre, es en esa busqueda donde el hombre ausculta su propio "yo". Bien es cierto que para no caer en la supercheria es necesario que es busqueda sea purificada desde la revelación es decir desde la ley natural contenida en el decalogo. Todo lo que se sale de ese recto camino acaba degenerando en la imposicion . No existe lugar en el corán para el velo ni para el burka pero si para las obras de caridad.En cuanto a lo que vturiserra refiere de la primera comunion de los catolicos le responderia de dos maneras, una es diciendo que realmente es hipocresia cuando a dicho evento se le reviste unicamente de un perfil social y no tiene en la intencion de los progenitores el mas minimo sentido religioso ya que la religion cristiana como bien decia Julian Marias , es una perspectiva que abarca la totalidad de los actos de la persona. por tanto y respondo de la segunda forma, no es una imposicion cuando en el seno de la familia catolica se respira la fe como el propio aire revistiendo de naturalidad cualquier actuacion tanto individual como colectiva y, con esto ya termino, jamas he estado en paro en 36 años de vida laboral y jamas considerare una atrocidad que de mis impuestos , obedeciendo al mas elemental principio de solidaridad, se subencione a aquellos menos afortunados que yo.

    un saludo y perdonan la intromision

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  7. Hace tiempo que leo este blog y nunca había comentado nada, pero hoy, en cierta manera por cansancio, porque no puedo irme al congreso de los diputados para que se oiga mi voz y porque aquí y en pocos sitios más puedo dar mi opinión, aprovecho la oportunidad que se me brinda en estos comentarios.

    En primer lugar, con todo el respeto, comparar el burka con la toca de las monjas o con la primera comunión, me parece un sintoma revelador del grado de caos mental que reina en este país/cultura/civilización. A ver si me explico. La toca de las monjas es un UNIFORME distintivo de una PROFESIÓN, elegida voluntariamente. No sé si se distingue de una imposición por razón de sexo. Pongo un ejemplo más dramático. Una cosa es que un médico lleve bata blanca, y otra que a una mujer le corten el clítoris.

    La primera comunión es una reafirmación en la fe que forma parte de la educación en que los padres quieren educar a sus hijos. Es la reafirmación en un determinado tipo de moral y que yo sepa eso no es una imposición, se supone que es lo que hacen los padres, estemos de acuerdo o no con esa moral.

    Y con respecto a prohibir o no prohibir el burka, yo aún creo que existe el proyecto de la razón y no limitaría el problema a un problema utilitarista de a ver "cuántas se quedan en casa". Se trata de una cuestión de convivencia y la convivencia no es que cada uno haga lo que quiera. No encaja de ninguna manera con los presupuestos occidentales de seguridad pública (los que no llevamos burka también contamos) y sobre todo se da de frente con todos nuestros principios de libertad e igualdad.

    Si para ellos el burka es más importante que la integración en su nueva patria, el respeto a los valores de los derechos humanos, siempre pueden volver a aquellos sitios donde no se prohiba.

    Ha llegado el momento de dejar de respetar tanto a los demás y empezar a respetarnos a nosotros mismos y a todo lo que tantos siglos nos ha costado conseguir.

    Gracias por este espacio.

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  8. Muchas y muy razonables exposiciones. No se nos debe escapar el detalle de retroceso social y cultural que suponen determinadas actitudes pseudoreligiosas. El verdadero re-ligado no siente diferencias de fondo entre las distintas culturas religiosas, se le antojan cuestiones superficiales. Le domina la empatía y el amor universal, al igual que a tantos ateos. Todas las cuestiones referentes al burka son políticas de estrategia, de poder y de temor. Perfecto ejemplo de las terribles miserias humanas que nos acosan. Un abrazo.

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  9. 1.- Me parece que a José Luis le interesan más las cuestiones relativas al modo de razonar y argumentar sobre los problemas que las que atañen al fondo del asunto. Ocurre, sin embargo, que utiliza unos ejemplos tan palpitantes que nuestras apostillas tienden a irse directamente a la cuestión de fondo, como nos ocurrió el otro día a propósito de la "guerra contra las drogas". Trataré de mantener en el plano de la argumentación.

    2.- El modo de razonar de José Luis se asemeja mucho al que propugna la escuela de análisis económico del Derecho, con la que sin duda está familiarizado. En su ejemplo, sólo le falta expresar su posición como una fórmula algebraica, algo así como "la prohibición del velo está justificada si L > Rt + D" (siendo "L" el número de mujeres liberadas de llevar velo contra su voluntad, "R" el número de mujeres recluidas a raíz de la prohibición, "t" el tiempo medio en años de reclusión y "D" el número de mujeres a las que la prohibición impide su decisión voluntaria de llevar el velo).

    Ahora bien: José Luis apunta agudamente un problema de este tipo de razonamiento, que es la dificultad de traducir a valores numéricos las variables de la fórmula, sin incurrir en arbitrariedad o en petición de principio (un problema generalizado de este tipo de análisis, desde la fundante "fórmula de Hand"). Como él dice, sería necesario un estudio empírico, pero supongo que se da cuenta de que en esta materia ese estudio es, en rigor, imposible: hay muy pocas mujeres que lleven "burka" o "niqab" en España, esas mujeres resultan difícilmente accesibles al contacto intercultural que implica el cuestionario y sería imposible controlar la sinceridad y la autodeterminación de las respuestas que dieran las que se prestaran a contestar, por no hablar de las de sus maridos o padres sobre la eventual reclusión. En esas condiciones, el estudio empírico sólo vendría a confirmar la hipótesis previa de quien lo efectuara, sea la Asamblea Igualitaria contra el Velo o la Comunidad Wahabita de Al-Andalus. Puede haber otros métodos para soslayar la dificultad, pero a mi entender son falsamente empíricos, y no hablaré de ellos, si nadie los saca a relucir.

    Así las cosas, a lo mejor el corolario implícito de la entrada es que es preferible abstenerse de establecer normas basadas en grandes principios cuando no se conoce ni la realidad sobre la que se legisla ni los efectos de la regulación. Yo eso lo comparto.

    3.- Un problema adicional,pero no menor, de ese tipo de razonamiento es que tiende a ocultar opciones de valor o a equipararlas artificialmente. Me explico: José Luis dice que compensa que una mujer sea encerrada en su casa durante un año, si a cambio nueve mujeres son liberadas de la imposición del velo. Bueno...eso dependerá del valor que cada uno le otorgue a la libertad ambulatoria y de qué gravedad le atribuya al velo obligado como atentado a la identidad, a la libertad y a la dignidad de la persona (femenina, claro está). Yo, por ejemplo, no lo tengo tan claro como él, sino más bien al contrario. Si lo que se contrapone al encierro es la ablación del clítoris, por ejemplo, los términos de la ecuación variarían. Pero, salvo casos extremos, no es fácil establecer una línea roja consensuada entre lo inadmisible en cualquier caso y lo simplemente repudiable, que no vale la pena prohibir si la prohibición puede ser contraproducente para los mismos valores que con ella se pretende afirmar.

    Perdonad la extensión y un saludo a todo@s.

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  10. Ismael:

    Esa sería una solución si fuera fácil distinguir a quienes llevan el burka por obligación y a quienes lo llevan porque quieren y si fuera fácil localizar a las primeras. No siendo el caso, la norma que se ponga no puede hacer distinciones, así que será una u otra. Esa es la madre del cordero.

    Clidice:

    Entiendo perfectamente las consideraciones de pertinencia de sacar ahora unas normas o no. Es cierto que, de momento, el burka no es un problema importante en España, pero también es cierto que es poco costoso empezar a legislar al respecto.

    El beneficio será tener una norma clara a la que atenerse toda persona nacional o inmigrante, mientras que el coste será que alguien sentirá que esto es meter el dedo en el ojo de manera innecesaria a los partidarios de una religión o costumbres. Veo los beneficios. El coste no me importa tanto. Se me hace que son los partidarios más fanáticos los que sentirían esa molestia y eso no me parece mal.

    También me parece bien hablar con los colectivos implicados para lograr una mejor integración. Que sea exclusivamente a través de los líderes religiosos me parece darles un excesivo protagonismo.

    En las otras discriminaciones tienes razón. Hay, con todo, razones para el optimismo. La brecha salarial sigue disminuyendo (la ocupacional también, pero le queda bastante recorrido):

    http://www.elpais.com/articulo/sociedad/brecha/salarial/hombres/mujeres/cae/37/puntos/elpepusoc/20100624elpepusoc_4/Tes

    En lo de aparentar juventud, nadie obliga, aunque hay presión social. No se libra nadie. La igualdad parece estar viniendo no por librarse de esa necesidad, sino por generalizarse:

    http://www.elpais.com/articulo/gente/Jesus/Vazquez/primer/desnudo/masculino/revista/Interviu/elpepugen/20100628elpepuage_1/Tes

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  11. Eduardo:

    Desde luego, las leyes no se pactan sino en el parlamento. Una vez aprobadas, se cumplen.

    Afortunadamente cada vez hay menos matrimonios religiosos. Los bautizos y los funerales parecen ser el último reducto.

    dimas:

    Bienvenido al blog. Me alegra que encuentres comedidas las entradas y discusiones del blog.

    Lo que dices es lo que he oído toda mi vida y jamás he entendido. ¿Qué es eso de la revelación? Yo veo carente de fundamento cualquier apelación a que Abraham, Jesús, Mahoma, John Smith o Ron Hubbard tuvieran conexión directa con algún tipo de deidad. O, por decirlo de otra manera, tenemos las mismas pruebas en unos casos que en otros.

    En cuanto a las imposiciones. Todo lo que inculcamos a nuestros hijos es una imposición. Algunos creemos que imponerles adoctrinamiento en el judaísmo o en el catolicismo debería estar tan mal visto como imponerles adoctrinamiento en el materialismo dialéctico.

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  12. Alex:

    Bienvenido al blog. Espero que te animes a comentar más a partir de ahora.

    Tiendo a estar de acuerdo en distinguir la vestimentas o uniformes de un oficio voluntario y la vestimenta impuesta por obligación. Creo que es posible distinguirla, pero no sé si las normas o leyes pararán en estas mientes. Es posible que la razón que se dé para prohibir, si se llega a hacer, el burka, sea la no ostentación de símbolos religiosos, en cuyo caso deberían incluirse sotanas y hábitos. Si se aduce la falta de libertad asociada al uso de la prenda, que creo que es lo que debería ser, no habría tal problema.

    Aunque incluyas más cosas, la razón sigue siendo utilitarista. Yo he puesto tres cosas en la balanza, pero puedes poner también esta de la convivencia, que pasa por vernos las caras.

    En México están prohibidas sotanas y hábitos en la vía pública, si no recuerdo mal.

    emejota:

    A mí se me hace difícil distinguir entre razones religiosas y pseudo religiosas. Supongo que si eres de la religión X, que tiene como preceptos A, B y C, considerarás que el precepto D es pseudo religioso aunque haya una religión Y (o una variante de la X) que tenga el precepto D. El creyente de Y no verá que eso sea pseudo religión.

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  13. solitarius:

    1. Efectivamente, he orientado mi blog para incidir en el análisis y en los tipos de argumentación, más que en querer convencer a la gente de mis opiniones. Creo que abriéndose al análisis es más fácil discutir y ponerse de acuerdo (más fácil, no digo que vaya a suceder siempre).

    2. También estoy de acuerdo en la dificultad de encontrar datos fiables. Pero es que la arbitrariedad no es mejor que los pocos datos que podamos tener. En cualquier caso, estar dispuesto a cambiar de opinión si finalmente se encuentran datos no muy sesgados que así lo requieran, es un ejercicio muy sano de higiene mental. Yo pongo mis opiniones constantemente en el candelero.

    3. Creo que dije que a mí me parecía ese ejemplo de balance suficiente para tomar una decisión. No nos podemos escapar de las preferencias personales en temas de moral y de política. Pero habrá más acuerdo, porque hay más posibilidad de examinar las causas del desacuerdo, si planteamos el análisis así de claro que si lo reducimos a la aplicación de principios insoslayables, en los que cada uno se adhiere a uno distinto y se acabó la discusión.

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  14. José Luís, mis razones obedecen a observaciones pràcticas en una población de 22.000 habitantes con un gueto musulmán muy potente y dominado por el imam. No entender que el arquetipo musulmán es substancialmente distinto al nuestro sería caer en el mismo error del Che en Bolívia. El musulmán ejerce como tal desde que despierta hasta que duerme, la religión lo impregna todo y todo está reglamentado por la religión, se ha comparado con nuestro período pre Revolución Francesa, aunque me atreviría a discrepar, pero esto sería largo.

    Evidentemente que las leyes son para todos, pero cuando dejamos los salones de debate y nos encontramos de morros con la sociedad, no valen posturas maximalistas ni ponernos estupendos. La humildad y conocer muy bien a quien debes regir (por eso se llaman "regidors" los concejales en mi tierra), son importantísimas para quien debe llevar a la práctica unas leyes que, la mayoría de veces, son impracticables o realizadas pensando en una sociedad que, imagino, debe existir en algún planeta, pero no en la Tierra.

    Entiendo que la gente se quedó con la música de El príncipe, del viejo Niccoló, pero muy poca se sabe la letra. Ahora, si de lo que se trata es de discutir el sexo de los ángeles eternamente, mientras ahí fuera tenemos un problema que aun no se ha enquistado, pero que podemos provocarlo con mucha (demasiada) alegría, no hay problema: yo me pido macho, los ángeles son macho. A ver si gano la porra. ;)

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  15. Hola Jose Luis
    Tiempo sin dejar opiniones aquí. Y ya está casi todo dicho. Esta discusión ha tenido un nivel altísimo, así que yo vengo a bajarlo. Básicamente estoy de acuerdo con solitarius. Tu propuesta tiene el problema de que creo que es inaplicable en la práctica. por eso pienso que aquí los principios sí han de ser el criterio a utilizar. Por otro lado, sospecho que para quien se ha criado y ha vivido toda su vida en un entorno en el que las mujeres hacen ciertas cosas (y los hombres otras) por motivos culturales y religiosos y, en definitiva, porque son parte de los elementos que definen su identidad, estas normas casi nunca lo son impuestas; simplemente forman parte de la naturaleza de las cosas.
    Apliquesé la ley, que es decir la Constitución y creo que aplicando la constitución la prohibición no tiene un pase.
    Saludos
    Post scriptum 1: Yo en esto miro a los británicos, que además de inventar las instituciones representativas y la democracia tal y como a mí más me gusta, son el pais grande europeo que más años lleva sin que se maten entre ellos y sin periodos de excepción. Sospecho que los británicos no prohiben (regulan en determinados entornos, como el escolar)
    Post scriptum 2: Hace casi un mes cambié el blog en español (nombre y ubicación) pero no lo has debido de ver por no haber introducido ningún post nuevo.

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  16. Clidice:

    No voy a desdecirme. Escucharé atentamente los datos de los expertos. Por lo que cuentas, tienes experiencia, pero no me queda claro qué es lo que hace que prohibir el burka sea contraproducente.

    Juan Ignacio:

    En realidad no estaba haciendo ninguna propuesta de uso práctico inmediato. Estaba proponiendo que, cuando cada uno piense en su opinión sobre estas cosas, tenga la disciplina mental de prestarse a someterse a la evidencia empírica. Habrá mucha o poca. Si hay poca, busquemos más. Si es difícil tener más, por o menos que sepamos, grosso modo, cuál sería la evidencia empírica que iría a nuestro favor y cuál en contra y, con eso, hacerse una composición de la realidad más probable.

    PS2: Desde que esto en LA encuentro un poco complicado seguir las discusiones en la blogosfera (incluso en mi propio blog) por aquello de la diferencia horaria. Prometo atenderte.

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  17. Esto me resulta tremendamente ambiguo, es decir, estamos a favor de la prohibición del burka por ser una imposición pero, el hecho de prohibirlo ¿no es también una imposición?
    Un saludo

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  18. Anónimo:

    No sé si has leído la entrada. Lo primero que digo es que este tipo de argumentaciones a partir de un único principio no van a ninguna parte.

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  19. Vitusierra, hablamos de mayores de edad. (que no digo que las imposiciones religiosas sean aceptables, peores otra discusión.)

    Yo lo que haría en esta circunstancia es usar la cabeza.

    El argumento de la igualdad (las mujeres llevan burka y los hombres no) es malísimo. No se prohíben las minifaldas que, en la práctica, sólo llevan las mujeres. En ese sentido, la igualdad no debe aplicarse a la vestimenta, la homogeneidad no es un derecho; sino la igualdad de derechos y oportunidades.

    Vamos ahora al argumento de la libertad. Me parece muy bien que la ley considere un abuso, un maltrato... el que alguien obligue a un adulto a vestir como le parezca a él. En ese sentido, si se descubre y demuestra que alguien impide a su pareja, a su hermana... salir de casa o la obliga a llevar la vestimenta que sea, debe ser castigado. Pero hay que demostrarlo para ese caso concreto.

    Y ahora vamos a mi argumento favorito, el de la seguridad. Yo prohibiría llevar la cara tapada en la calle y en edificios públicos por motivos de seguridad (y en cada casa que haga cada uno lo que quiera con libertad total). Esta prohibición incluye el burka, el nikab y el pasamontañas y excluye el hiyab, el chador, la minifalda, ir completamente desnudo o llevar un gorro de papel en la cabeza.

    Además prohibiría estar desnudo en edificios públicos, transportes públicos o sentarse en bancos públicos por motivos de higiene, pero no caminar por la vía pública.

    Con este tipo de normas tan generales ya no hay motivo para sentirse discriminado. Todas tienen su sentido y no se menciona explícitamente prenda alguna ni se afirma que el mundo islámico esté insultando a la mujer y violando sistemáticamente su libertad.

    lo más curioso es que los partidarios de la libertad de llevar un burka suelen aceptar de buen grado la prohibición de pasear desnudos por la calle o siquiera sin camiseta.

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