domingo, 29 de marzo de 2009

La Odisea Espacial, el ADN y John von Neumann

En el libro “2001: Una Odisea Espacial”, de Arthur C. Clark, se encuentra un monolito en la Luna. Mientras es inspeccionado envía una señal a Júpiter, donde hay en órbita otro monolito enorme. Se envía una misión hacia ese planeta que termina con la nave vacía de vida y con el ordenador Hal 9000 apagado. Para saber lo que ha ocurrido, en “2010: Odisea Dos”, se envía una nueva misión. Cuando los astronautas están en Júpiter observan que el monolito se divide en 2, 4, 8, … pronto son millones, algo va a pasar. De pronto alguien exclama: “¡Son máquinas von Neumann!”.

John von Neumann (fon noiman) fue uno de los más grandes matemáticos del siglo 20. De origen húngaro participó de manera fundamental en el diseño de los primeros ordenadores, en el diseño de las primeras bombas atómicas y de hidrógeno y en el nacimiento de la Teoría de Juegos como disciplina. Compartió con Einstein y Gödel el famoso Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.

Naturalmente, hizo muchas más cosas, entre ellas, idear máquinas que se pudieran autorreplicar (además de hacer algún trabajo). Lo hizo en teoría, describiendo qué partes debería tener, cómo se comunicarían entre sí y algún detalle más. Estas máquinas son muy interesantes. ¿Que tenemos que convertir a Júpiter en una estrella? No hay problema, mandamos una máquina que altere las condiciones de presión y densidad del planeta para que se inicie la fusión nuclear. Pero una máquina es poco y mandar muchas es costoso. Mejor enviamos una máquina von Neumann, que primero hace millones de réplicas de sí misma (con material que encuentre en Júpiter o sus lunas) y luego se ponen todas a la tarea.

Hay ya intentos rudimentarios en robótica de robots que ensamblan partes para hacer otros iguales a sí mismos, pero todavía estamos muy lejos de hacer estas máquinas. Esto no quiere decir que no existan, resulta que los seres vivos somos este tipo de máquinas y que respondemos al diseño de von Neumann. Todo gracias a las maravillas del ADN. Un mecanismo como el del ADN fue prefigurado por Darwin y, ahora vemos, también por von Neumann.

¿Cómo es una estructura autorreplicante?

En el corto espacio de esta entrada podemos usar un ejemplo semántico, que es muy ilustrativo, a la par que sencillo. Considérese la siguiente frase que traduzco y adapto del libro "Metamagical Themas" de Douglas Hofstadter:

alfabetiza, copia, después entrecomilladas escribe estas palabras “entrecomilladas palabras alfabetiza, después estas copia, escribe”

Sigamos las instrucciones de la frase (consideramos los signos de puntuación como parte de la palabra precedente). Toda la frase se refiere a las palabras entrecomilladas al final. Primero dice “alfabetiza”, es decir, ponerlas en orden alfabético. Una vez alfabetizadas, hay que copiarlas. Hagámoslo:

alfabetiza, copia, después entrecomilladas escribe estas palabras

A continuación las órdenes dicen que hay que escribir otra vez las palabras, esta vez entrecomilladas. Procedamos sin olvidarnos de lo ya hecho. Nos queda:

alfabetiza, copia, después entrecomilladas escribe estas palabras “entrecomilladas palabras alfabetiza, después estas copia, escribe”

Es decir, una copia exacta del original. Tenemos una estructura que se autorreplica. Bueno, no exactamente. Ha necesitado de nosotros para leerla y seguir las instrucciones, pero son instrucciones sencillas, cualquier ordenador las podría seguir. De hecho, los ordenadores hacen estas cosas con los virus que les llegan.

Para ser una estructura autorreplicante de verdad, debería contener su propia manera de leerse a sí misma y de llevar a cabo las instrucciones. Los virus (informáticos y biológicos) necesitan de un huésped a quien obligarles a hacer el trabajo. Por eso los virus se consideran más objetos inertes que seres vivos. Las células, con su ADN, sí son máquinas von Neumann auténticas.

viernes, 27 de marzo de 2009

La Teoría de la Evolución: La Historia Más Asombrosa Jamás Contada. Parte 8.

Franklin, Watson y Crick

(Puedes leer la parte séptima aquí).

A lo largo del siglo 20 se fue vislumbrando la existencia y la composición del ADN. Los experimentos culminaron con los trabajos de Franklin, Watson y Crick, que dieron con su configuración de estructura de doble hélice. Pero ¿qué es el ADN?

El ADN (ácido desoxirribonucleico) es una molécula larguísima, en la que se van alternando miles de millones de veces cuatro estructuras básicas, que serían como las letras de un alfabeto, y que se denominan A, T, G y C. Así el ADN será una secuencia de estas letras. Con un detalle, la secuencia es doble y las letras de cada secuencia siempre van emparejadas con las de la otra secuencia y siempre con la misma pareja (la A con la T y la C con la G):
ATTGTTACCTTAAAGGTGC… (así miles de millones de letras)
TAACAATGGAATTTCCACG…(idem.) 
Lo asombroso es que esto no es una metáfora. Literalmente las estructuras A, T, G y C funcionan como letras de un texto (o notas de una partitura o símbolos de cualquier otro código que uno prefiera). Las letras forman palabras. Cada tres letras significa un aminoácido (o un punto). Es decir, cuando se lee esa parte del texto, se sintetiza ese aminoácido. Las palabras se agrupan en frases separadas por puntos. Así, entre dos puntos, está la instrucción para sintetizar unos cuantos aminoácidos, que conforman una proteína, que son los ladrillos con los que se construye el cuerpo del ser con ese ADN. El ADN está en el núcleo de cada célula, que tiene su sistema para leer las partes que le toca. Cómo se lee el ADN es todo un proceso digno de asombro. Si pudiéramos sentarnos dentro de una célula a verlo, sería uno de los espectáculos más increíbles que pudiéramos ver. Pero esto se nos escapa de nuestro tema. Yo quería hablar de cómo el ADN codifica las instrucciones y cuál es su papel en la Teoría de la Evolución. Sobre lo primero, valga lo dicho. Sobre lo segundo esta es la explicación.

Pongamos que la siguiente combinación permite abrir una caja fuerte:
673 299 362
La caja fuerte de nuestro ejemplo será un poco especial y se abrirá un poco (3 cm.) con cada número que acertemos y se cerrará un poco con cada número que no acertemos (2 mm.). Si se abre un poco solo podremos sacar objetos pequeños y, mientras más se abra, más objetos podremos sacar, así que abrir un poco más siempre es mejor. ¿Podremos llegar a dar con la combinación buena? Hay mil millones de combinaciones (los números de nueve cifras más el cero). Comencemos por un número al azar, por ejemplo, el siguiente:
238 483 382
Si lo comparamos con la combinación buena veremos que hemos acertado la séptima cifra, que es un 3. Como sólo hemos acertado un número la caja se abrirá sólo un poco. Naturalmente, nosotros no sabemos qué número hemos acertado, así que repetimos variaciones del número en las que sólo alteramos un dígito cada vez. Enseguida sabremos cuál es (lo sabremos porque la caja se cerrará al quitar ese 3 y poner otra cosa). Sólo habremos necesitado de, como mucho, 8 intentos para tener esa información. Una vez fijado ese 3 podemos seguir haciendo variaciones del número, pero sin cambiar el 3. Tarde o temprano acertaremos otro número (hacen falta unos nueve intentos para ello –por ejemplo, variando de todas las maneras posibles el primer número, aunque también podemos ir variando a azar cualquier cifra-). Así podemos seguir hasta acertar los nueve. Habremos necesitado de sólo unas decenas de pasos, aunque hayamos ido totalmente a ciegas.

Lo anterior resume el papel de las mutaciones en la adaptación. El ADN se replica cada vez que una célula se divide. Lo hace dividiendo las dos secuencias (como una cremallera) y dejando que cada letra busque su pareja entre el material celular, hasta tener dos moléculas nuevas de ADN. En una de estas, la réplica puede no ser exacta. Si esta célula es un espermatozoide o un óvulo, el nuevo ADN contendrá una mutación. Lo normal es que la mutación sea mala (no toques lo que funciona) y el nuevo ser tendrá una desventaja sobre sus congéneres, de manera que tendrá menos descendencia. La mutación mala no se propagará. Son los intentos fallidos de nuestro intento de abrir la caja fuerte. De vez en cuando una mutación será favorable (acertamos otro número en la combinación) y los individuos que la tengan se reproducirán con más frecuencia (los números que abren más la caja y que seguimos usando para hacer variaciones son los que sobreviven y evolucionan, los que cierran la caja los descartamos, se extinguen). Sobre estos se podrán ir añadiendo todavía mejores mutaciones (hasta, en nuestro ejemplo, dar con toda la combinación).

Como hemos dicho antes, el proceso real es mucho más complicado. No nos interesa aquí la parte química sobre cómo se producen las reacciones que llevan a leer una parte y no otra del ADN para producir una proteína en un momento determinado. Estos son otros asombros. Aquí quería mostrar cómo la naturaleza ha podido codificar una serie de instrucciones por el método prueba (mutación aleatoria) y error (lo que no funciona se extingue). El conjunto de instrucciones abarca muchas letras, pero ya hemos visto que no se llega a la combinación solo por azar, la selección del mejor adaptado hace que no haya que probar todas las combinaciones. En el caso de la caja fuerte habremos llegado a la combinación en unas pocas decenas de intentos, y no por acertar un número al azar entre mil millones de posibilidades.

Mis retahílas:

1. Si se leyera el ADN desde un extremo al otro observaríamos el gran caos que reina en el texto. Para empezar, la mayor parte del texto no codifica nada (o eso es lo que parece hasta ahora, porque no pasa nada si se quitan esos trozos). Luego ocurre que vamos encontrando genes sin ningún orden. Aquí uno que hace algo en la nariz, más allá otro encargado de segregar alguna sustancia química en el feto, después los restos de un gen que en algún momento, a nuestros antepasados lejanísimos servía de algo, pero ya no sirve, millones de letras más allá otro gen para otra parte de la nariz y así sucesivamente. Exactamente lo que esperaríamos de un mecanismo evolutivo y justo lo contrario de lo que se esperaría de un diseñador con un poco de claridad de ideas.

2. Unos de los aspectos de la Teoría de la Evolución menos entendidos es, precisamente, la idea de que la mutación es aleatoria, pero que la adaptación no lo es. La supervivencia de la mejor mutación hace el proceso total no aleatorio, en el sentido de que los organismos no se generan completos y complejos por casualidad, aunque sí en el sentido de que lo que constituye una buena adaptación, que dependerá del entorno.

3. Toda la vida en el planeta Tierra usa el mismo código genético (las mismas letras y las mismas palabras, pero no el mismo texto, que varía entre una especie y otra.) Plantas, animales, hongos y organismos unicelulares hablamos el mismo idioma genético. Por eso sabemos que todos hemos tenido el mismo origen. La vida en otros planetas tendrá su propio lenguaje, a no ser que algunos tengan un origen común.

Puedes leer la parte novena aquí.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Esos malditos números

Leo en El País:


¡Qué buena noticia!  Además, es un tratamiento hecho en España.

Lo malo es que la noticia no dice eso. Lo que ocurre es que, de cada 100 personas que se expusieron a una situación de riesgo (pincharse con una aguja infectada, tener sexo anal sin protección y con una persona con el virus, ...) y a las que se les hizo el tratamiento después de esa exposición, sólo una se contagió.

Esto no quiere decir que el tratamiento reduzca un 99% la probabilidad de infección. Lo sería si la probabilidad de infección sin el tratamiento fuera del 100%, pero no es así. De hecho, la probabilidad será mucho más baja. Aquí y allá podemos ver estimaciones probabilidades de contagio o de incidencia de la enfermedad (o de la presencia del virus) en distintas poblaciones de riesgo. Para personas que estén un año compartiendo jeringuillas, por ejemplo, la incidencia es del 50%-65%. Si solo se comparte una vez, la incidencia será mucho menor.

Nos falta un dato para evaluar el impacto de la noticia. Pongamos que la tasa de incidencia tras una situación de riesgo como la tratada en el estudio es del 10% y que el tratamiento la reduce al 1%. En este caso podremos decir que se ha reducido el 90% (la diferencia de 1 a 10 es 9, que es el 90% de 10). Si la tasa de incidencia sin tratamiento es del 5%, la reducción es del 80% (la diferencia de 1 a 5 es 4, el 80% de 5).

Podemos medirlo de otra manera. Según la noticia, sólo el 1% de las personas contrajo el virus. Pero si la tasa de incidencia sin tratamiento fuera del 10%, diríamos que el 10% (1 es el 10% de 10) de las personas que se hubieran contagiado, realmente lo hacen. Si la tasa fuera del 5%, serían el 20% (1 es el 20% de 5).

Es decir. Si nos dan la información de la gente que se deja de contagiar los números son 99%, 90% y 80% para tasas de incidencia del 100%, 10% y 5% respectivamente. Si nos dan la información de la gente que se contagia, los números son 1%, 10% y 20% para esas mismas tasas de incidencia. Los primeros números se ven muy parecidos unos a otros (99 es parecido a 90), los segundos no (10 es diez veces más que 1).

Conclusión: ¿Con las estadísticas se puede demostrar cualquier cosa? No, sólo lo creerás si estabas dormido en clase.

martes, 24 de marzo de 2009

La Teoría de la Evolución: La Historia Más Asombrosa Jamás Contada. Parte 7


Mendel y Fisher

(Puedes leer la parte sexta aquí)


Hemos hablado de la selección del mejor adaptado, el segundo punto de la teoría de Darwin, y hemos visto cómo lidia con las preguntas destinadas a refutar la hipótesis. No he olvidado el primer punto sobre la variabilidad de los individuos y la pregunta pertinente: ¿de dónde sale esta variabilidad

Darwin, como todo el mundo, ve que la variabilidad entre los individuos de una especie (incluso entre hermanos) es un dato objetivo de la realidad. Pero según la teoría de Darwin, debe haber una causa que la explique. Debe haber algo que explique por qué cada individuo es como es y que permita que las características de los progenitores pasen a la descendencia, y que, más aún, la herencia no sea enteramente fiel. En la época de Darwin no se conocía tal mecanismo, y el propio Darwin reconocía que, de no encontrarse, su teoría estaría en la cuerda floja.

Un par de años antes de la publicación de El Origen de las Especies, en lo que entonces era Austria y ahora República Checa, un fraile se dedicaba a hacer experimentos con guisantes en el jardín de un monasterio. (Bueno, en honor a la verdad ya había sido ordenado sacerdote y obtenido un doctorado en Matemáticas y Ciencias.) Se trataba de Mendel, que descubre las tres leyes de la genética que llevan su nombre:
  1. Principio de uniformidad: Si se cruzan dos individuos de raza pura, los descendientes tendrán las mismas características.
  2. Principio de la segregación: Ciertos individuos son capaces de transmitir un carácter aunque en ellos no se manifieste.
  3. Principio de la transmisión independiente: los caracteres se transmiten independientemente unos de otros (excepto si están vinculados).
Mendel publicó sus resultados en una revista académica austriaca sólo ocho años después del libro de Darwin, pero pasaron completamente desapercibidos para la comunidad científica.

Hubo de esperarse hasta 1900 para “redescubrir” las leyes de Mendel. Al comienzo se encendió un vivo debate entre darwinistas y mendelianos. Los primeros sostenían la variación gradual de las especies, tal como se medía por la biométrica. Los segundos se fijaban en las variaciones discretas (a saltos, digamos) y se centraban en las leyes de la herencia.

En esto estábamos hasta que, en los años veinte, el biólogo y estadístico Fisher consiguió demostrar que la variabilidad gradual y continua observada por la biométrica podía ser explicada por la acción combinada de pequeños saltos dominados por la genética. En otras palabras: la genética era el mecanismo que explicaba la variabilidad necesaria en la teoría de Darwin. Nacía la Síntesis Evolutiva Moderna (o Síntesis Moderna, para abreviar).

En realidad tenemos la idea del gen, pero no sabemos dónde está físicamente. Sabemos cómo se hereda la variabilidad, pero seguimos sin saber cómo surge. Nos falta el ADN. Permanezcan atentos a sus pantallas.

Mis perlas:

1. Había dicho que esta Historia Más Asombrosa Jamás Contada iba a ser más corta que la Historia Más Grande Jamás Contada y ya vamos por la séptima entrega sin vislumbrar el final. Supongo que habrá que desdecirse, aunque siempre puedo decir que me refería al lapso temporal que abarca la historia, no a la historia en sí.

2. En cuanto identificamos al gen como la unidad de selección (y no el individuo o la especie), podemos entender muchas cosas aparentemente contradictorias en el comportamiento animal (y vegetal). El altruismo entre padres e hijos o entre hermanos es un instinto que claramente favorece la propagación de los genes de quien los posee.

3. Se me olvidó decir en la entrada anterior que la explicación de la paridad de los sexos en la descendencia es uno de los primeros ejemplos precursores de la Teoría de Juegos. Algo muy relevante para quien suscribe. John Maynard Smith, biólogo genetista, desarrolló esta manera de abordar el problema a su máxima expresión. Su libro, “Evolution and the Theory of Games” es ya un clásico. De él mamó, como buen mamífero, Dawkins.

Puedes leer la parte octava aquí.

domingo, 22 de marzo de 2009

El equinoccio de primavera

Estos días hemos sido recordados en todos los medios del comienzo oficial de la primavera. Se produjo, exactamente, a las 12:44 hora española el pasado día 20 de los corrientes.

En realidad ese es el momento del equinoccio de primavera. Que yo sepa, tenemos calendario oficial y hora oficial (con su absurdo cambio que nos tocará dentro de poco), pero no tenemos estaciones oficiales. Los conceptos de primavera, verano, otoño e invierno nunca tuvieron fechas perfectamente limitadas e iguales para todo el mundo. Dentro de Europa, en un mismo día de marzo, algunos pueblos ya saludaban a la primavera, mientras otros se quejaban todavía del largo invierno.

Los equinoccios son momentos muy interesantes del año astronómico. En todas las latitudes hay exactamente doce horas de día y doce horas de noche (que no de oscuridad, por aquello de la luz crepuscular). En el Polo Norte se pasa de los seis meses de noche los seis de día y en el Sur sucede justo a lo contrario.

¿Cómo sabemos la hora exacta? Porque la situación descrita anteriormente tiene su referencia en el momento en que el Sol está situado en el corte del plano de la eclíptica (el plano de la órbita de la Tierra alrededor del Sol) y del plano del ecuador (el plano en el que estaría el corte que le hiciéramos a la Tierra siguiendo la línea ecuatorial).

En el dibujo se ve más claramente. Lo curioso es que el punto de Aries está en la constelación de Piscis y el de Libra en Virgo. En tiempos pasados estaban en su sitio, pero es que la Tierra, además de los movimientos de rotación y traslación, tiene un movimiento como el de una peonza cuyo eje de rotación baila, describiendo una vuelta cada 25.800 años. Esto hace que el punto de Aries (también el de Libra) recorra todo el Zodiaco en ese lapso de tiempo. Este movimiento aparente de los puntos Aries y Libra se conoce como la precesión de los equinoccios. Se había observado desde antiguo, pero no fue explicado hasta que lo hizo Newton. Es el causante de los cambios de calendario y de que el día de San Juan y el de Navidad no coincidan con los Solsticios respectivos.

Si alguno creía que su signo era Aries, malas (o buenas) noticias, resulta que es Piscis, o no, puede que siga siendo Aries. Todo depende de qué cuento prefiera creer.

viernes, 20 de marzo de 2009

La Teoría de la Evolución: La Historia Más Asombrosa Jamás Contada. Parte 6

La batalla de los sexos

(Puedes leer la parte quinta aquí).


Ha estado bien lo del ojo en la entrada anterior, ¿verdad? Hay todavía más explicaciones bellas ofrecidas por la Teoría de la Evolución. He aquí un caso que resolvió el propio Darwin.

Los hechos:

Los ciervos son polígamos. Un ciervo se aparea con un harén de hembras. Sólo uno, porque los demás ciervos se quedan a verlas venir. La pregunta es ¿por qué, entonces, nacen tantos machos como hembras? Para entender mejor la pregunta, observemos que, desde el punto de vista de la especie, tanto macho es un desperdicio, mejor si sólo hay los machos justos para fecundar a todas la hembras. Desde el punto de vista del individuo, mejor si las hembras están más distribuidas entre los machos.

Varias respuestas vienen a la cabeza:
  • Hacen falta más machos de los estrictamente necesarios para que compitan entre sí y las hembras se queden con el mejor.
  • Hacen falta para dar más variabilidad genética a la especie.
  • Hacen falta para que haya sustitutos por si acaso alguno se enferma o muere.
Todo lo anterior está bien, y puede explicar que haya más machos de los estrictamente necesarios, pero no explica que la proporción de cada sexos sea, precisamente, el 50%. La respuesta tiene que ser otra. Ésta es la que dio Darwin.

Pongamos que hay un macho por cada veinte hembras y que cada hembra tiene un cervatillo. En esta nueva generación, cada recién nacido tendrá la mitad de los genes de una de las hembras y la otra mitad del único macho. Por tanto, los genes del macho están presentes en la siguiente generación con una abundancia veinte veces mayor que los genes de las hembras. En estas circunstancias, para un gen, lo mejor es estar encarnado en un macho, por lo que hay una presión evolutiva para hacer machos con más frecuencia. El argumento sirve mientras haya más hembras que machos, y se invierte si hay más machos que hembras. El equilibrio evolutivo se produce cuando la proporción es 50-50. Esta es la belleza, elegancia y sencillez de la Teoría de la Evolución.

Bueno, Darwin no lo expresó exactamente así. De hecho, Darwin no sabía de la existencia de los genes y hablaba de características de los animales, pero la explicación era esencialmente la misma. Los genes vendrán enseguida, con Mendel, del que hablaremos en la próxima entrada.

Mis ripios:

1. La observación de las distintas maneras de asignar roles a machos y hembras en el mundo animal ha servido para formarse toda suerte de ideas preconcebidas acerca de la naturaleza de hombres y mujeres en nuestra especie. Es un completo error. En cada especie la evolución ha resuelto de una manera distinta el problema de cuánta descendencia generar y de cómo cuidar de ella. Pretender sacar conclusiones en ese aspecto sería como diseñar una dieta para el homo sapiens observando cómo se alimentan las ovejas.

2. Darwin y Wallace propusieron a la vez la Teoría de la Evolución (en su versión Selección Natural). Quien llevó la mayor parte de la fama fue Darwin. Ello es debido a dos factores. El primero es que sus libros no son sólo científicamente impecables, sino que también son un ejemplo de alta literatura y, además, están llenos de historias tan sugerentes como las que nos ocupan en estas entradas y no eluden el caso de la evolución humana. La otra razón es que tenía buenos amigos, entre ellos Huxley, que se llamaba a sí mismo “el bulldog de Darwin”, por la defensa apasionada que hacía de sus ideas.

Puedes leer la parte séptima aquí.

miércoles, 18 de marzo de 2009

La Teoría de la Evolución: La Historia Más Asombrosa Jamás Contada. Parte 5

El relojero ciego

(Puedes leer la parte cuarta aquí).

En la parte 4 de La Historia Más Asombrosa Jamás Contada vimos el concepto clave de Selección Natural. Quedaron pendientes de responder las preguntas acerca del gradualismo. ¿Cómo es posible que surja un órgano complejo sin la presencia de un diseñador?

Desde los tiempos de Darwin el ojo se consideró el órgano complejo por antonomasia, el reloj que hacía suponer la presencia de un relojero. Veamos qué dice la evidencia acerca de la evolución del ojo de los moluscos.
-¿Y por qué el de los moluscos?
-Paciencia.
En la figura tenemos cinco etapas en su evolución.


En el primer paso hay unas pocas células sensibles a la luz (tal vez se produce una reacción química que solo es posible en su presencia). Si este conjunto de células se dobla, podrán dar información acerca de la dirección de la fuente de luz (si viene de la derecha se activarán las células de la izquierda). Cuanto más cerrada esté la cavidad, más precisión darán sobre esta información. Cuando una cavidad se cierra tanto como en la tercera figura se convierte en una cámara oscura que permite, además, tener información acerca de la forma del objeto que emite o refleja la luz. Una burbuja de líquido permite una imagen todavía más nítida (cuarto dibujo). El final es el ojo del pulpo o del calamar, con una lente más refinada y con elementos protectores.

El ojo ha evolucionado gradualmente y cada paso constituye una mejor adaptación en un ecosistema en el que la luz ofrece información vital. Más aún, hay ejemplos de animales en cada uno de estos estadios de la evolución. En palabras de Richard Dawkins, la naturaleza es un relojero ciego.

Explicada la evolución del ojo, los antievolucionistas buscaron otros órganos complejos. El siguiente fue el ala. Mala elección. La naturaleza ofrece ejemplos de alas incompletas y, así todo, útiles para el animal. Hay ardillas voladoras (en realidad, planeadoras) y peces voladores que han convertido sus aletas en rudimentarias alas que les sirven para volar unos metros. Planear o volar de manera rudimentaria puede ser una ventaja. La habilidad de volar ha surgido entre los vertebrados varias veces de manera independiente. El pterosaurio era un reptil, las aves evolucionaron de un tipo de dinosaurio y los murciélagos son mamíferos. Esto sin contar a los peces voladores. Cada uno provenía de un antepasado no volador.

Mis añadidos:

1. Como tampoco el ala pudo con Darwin, los antievolucionistas siguen buscando ejemplos. Que si el mecanismo del flagelo de una bacteria, que si el mecanismo de defensa de un escarabajo que mezcla dos gases para producir una pequeña explosión, y así sucesivamente. Cuando escriben "la teoría de la evolución no puede explicar ..." realmente están diciendo: "como a mí no se me ocurre una explicación, es que no la hay" o, mejor aún: "no sólo soy ignorante en este asunto, lo que es perdonable, sino que no quiero estudiarlo, lo que es imperdonable".

2. En los gráficos de la evolución del ojo de los moluscos se observa cómo los nervios que llevan la información de las células al cerebro salen por la parte convexa y se unen por detrás del ojo camino del cerebro. En el ser humano estos nervios quedaron en la parte cóncava y se juntaron dentro del ojo, de manera que tienen que atravesarlo para llegar al cerebro. El lugar por el que atraviesan el ojo es el punto ciego de nuestra visión. Chapuzas así son las que uno esperaría de la evolución y no de un diseñador.

3. Hablando de chapuzas. He aquí unas más, solo en el ser humano:
  • Las piernas se doblan hacia atrás. Los bípedos que doblan sus extremidades hacia adelante caminan o corren con mayor eficiencia.
  • El conducto que va de la próstata a los testículos se enreda con el sistema urinario de una manera que no para de crear problemas a muchos varones adultos.
  • La cabeza de los recién nacidos apenas cabe por el canal del parto, produciendo grandes dolores a las parturientas.
  • Músculos y huesos no son lo suficientemente fuertes para mantener la posición erguida durante demasiado tiempo, de ahí la frecuencia de los dolores de espalda.
  • La epiglotis no cierra completamente la tráquea, así que no podemos beber y respirar al mismo tiempo (los demás mamíferos sí pueden) y por eso nos atragantamos a menudo. Por otra parte, esto nos permite articular más sonidos, pero no costaba mucho haber diseñado un mecanismo mejor.
  • El aparato reproductor está al lado del aparto excretor. (Esto más que una chapuza parece una broma de mal gusto.)
Puedes leer la parte sexta aquí.

martes, 17 de marzo de 2009

A uno que duda a quién creer

Hace unos días, en las lista de correo de la ARP recibimos la siguiente carta (la transcribo tal cual, con sus faltas de ortografía):

"Estimados

Me dirijo a ustedes en busca de ayuda. Mi problema es el siguiente: cuando quiero creer en el creacionismo me doy cuenta que estos señores son evolucionistas y cuando quiero ponerme a razonar para ser un ferviente partidario de los evolucionistas me doy cuenta que estos  basan su teoria en el creacionismo.

Me explico.

Si dios creó  al hombre a partir de barro, le insufló vida, le sacó una costilla para hacer  a Eva, los puso en el paraiso donde fueron luego expulsados para sufrir lo indecible sobre la tierra, purgando sus pecados, hasta poder volver al paraiso, eso, señores, es pura evolucion. Que dios vaya creando mientras tanto otras criaturas por medio del diseño intelectual... o inteligente, hasta que todos arribemos al paraiso, esto no cambia en nada el caracter evolucionista de ese proceso.

Cuando me vuelvo hacia los evolucionistas, quines aseguran basar su conocimiento en la razón y en la prueba cientifica, estos señores me cuentan que todo el proceso evolutivo empezó con una nube de polvo y gases que se fueron condensando hasta desencadenar una especie de "bowling" universal que en algún momento(¿de carambola?) creó la quimica necesaria para la vida.

Hasta ahi todo bien. ¿Pero ese polvo... de donde salió? Esa base teorica de un polvo que aparece, asi...de la nada y empieza a girar, es puramente creacionista. La cuestión no es trivial, porque si ese polvo se "condensó" asi no mas antes de empezar a girar, entonces las estructuras vitales tambien pudieron haberse condensado de acuerdo a un proceso análogo.
Adaptandose por supuesto al estado actual del medio ambiente que tambien se habria condensado en base a ciertos parámetros. El proceso seria de todas maneras creacionista, lo que no hace imposible en lo absoluto que la genética o la anatomia de las diferentes especies se relacionen de alguna manera que uno podria llamar evoluciòn. Llamar a ese comienzo de la existencia Dios o polvo, es claramente una cuestion retorica en este caso.

A pesar de que las cosas no son tan claras y definidas como los representantes de cada bando nos quieren hacer creer, ellos siguen dando vueltas por ahi engañandose a si mismos y a los demas. De todas maneras a quienes menos se los disculpo es a los defensores del raciocinio que son los que nos quieren abrir los ojos a la verdad y sacarnos del oscuro medioevo. Cosa que evidentemente no es tan facil...o, estamos presenciando el comienzo de una revolucion "sovietica" del pensamiento donde lo unico a lo que se consideraba real era a lo que se le podia dar un martillazo.

Claro que puedo estar en un error y si ustedes quisieran ayudarme a salir de el les estaria muy agradecido.

Atentamente

C.B."

Esta es la respuesta de Sergio Gil Albán:

"Estimado señor mío:

Yo  tengo  un  problema  similar  cuando  me  enfrento  a  curarme una enfermedad.  Puedo ir a uno de estos brujos y curanderos místicos, los cuales  me  cuentan  que  mi dolencia proviene de extraños espíritus y criaturas insondables  que penetran en mi cuerpo y lo hacen enfermar.

La  solución,  por  tanto, es expulsar esos espíritus (o energías, que depende  qué  clase  de curandero, dice que son energías) de mi cuerpo mediante  complejos  rituales,  uso  de  hongos y plantas, masajes con objetos  extraños  y otras  lindezas  por  el estilo. Algunos de esos rituales  tienen  nombres y aspecto de ser científicos, y el curandero tiene  algunos diplomas en la pared colgados, como si fuese experto en muchas cosas.

Por otro lado, cuando voy al médico de verdad, éste me cuenta un rollo sobre  bacterias,  unos  seres unicelulares que, oh, maravilla, pueden pasar  decenios en estado latente para luego, sin causa aparente, zas, surgir  y  matar a su huésped en unos pocos días. Para solucionar eso, me  dice  que  tengo que tomarme 10 ml de amoxicilina (él sabrá qué es eso)  cada  ocho horas durante diez días. Sin duda, un ritual igual de pagano  que  los anteriormente descritos. Más si me manda un inhalador para  el  asma,  sí,  ¿acaso  no  mandan  los curanderos ejercicios de respiración también? Todo se parece tanto...

Lamentablemente,  creo  que  el  problema  es  que yo no sé distinguir ciencia  de  pseudociencia,  porque no me he preocupado de estudiar lo suficiente  el  tema.  Es  fácil  leer libros sobre pseudomedicinas (o medicinas naturales, o alternativas, o complementarias, que han tenido tantos nombres ya...) y difícil leer libros sobre medicina científica. Para  ser  curandero  no  hace  falta  nada más que un recetario de la abuela  y  mucha cara dura. Para ser médico, seis años de carrera y un par de MIR. Para ser creacionista, basta con tomar la biblia y creer a pies  juntillas lo  que ponga.  Para  ser evolucionista hay que leer biología,  geología,  química,  física,  matemáticas,  astrofísica y a saber cuántas  cosas  más.  Cuando  usted  haya leído de verdad estas disciplinas,  lo  comprenderá.  Cuando  yo haya leído farmacología, medicina y anatomía, comprenderé a mi médico.

O eso, o use usted su propio sentido común, que es más recurrente.

Decida  usted.  Pero  dése  prisa  si elige el Creacionismo, porque en cualquier  momento  le pescará la Segunda Venida y quizá no esté usted del  todo  preparado  para enfrentarse a Dios. Si escoge la Evolución, puede  quedarse tranquilo: el Sol tardará aún varios miles de millones de años en mandar la Tierra a freír espárragos."

domingo, 15 de marzo de 2009

La Teoría de la Evolución: La Historia Más Asombrosa Jamás Contada. Parte 4

Darwin


(Puedes leer la parte tercera aquí).

Llegamos, por fin, a Darwin. Se cumple este año el bicentenario de su nacimiento y los 150 años de la publicación de El Origen de las Especies. No voy a repetir aquí su biografía. Está en cualquier enciclopedia y ya la sabéis: le aburría la medicina, iba para cura, se embarcó en el Beagle por un lustro, años más tarde escribió su famoso libro y acabó reconociéndose agnóstico. El mayor homenaje que se le puede hacer es entender sus ideas y la trascendencia de éstas.

Darwin, como Wallace, propuso que la evolución de las especies ocurre por un proceso que consta de:
  1. Variabilidad entre los individuos de una especie.
  2. Selección del mejor adaptado al medio.
Esta es la Teoría de la Selección Natural. Volvamos al ejemplo de los gemelos, pero supongamos ahora que no son idénticos. Así, uno de ellos será mejor corredor que el otro. Si en su medio es importante correr para huir de un depredador o para cazar una presa, entonces el mejor adaptado a ese medio será el que tenga más probabilidades de tener más descendencia. En el futuro, mientras correr rápido sea una ventaja, en cada generación, la progenie de los más rápidos será un poco más abundante. Finalmente, los más rápidos formarán un grupo distinto de los lentos. Serán una especie nueva. Los lentos pueden tener finales distintos: pueden extinguirse, evolucionar de otra manera, ver disminuido su número, ocupar un nicho ecológico distinto,…

¿Cuánto tiempo necesita la descendencia de los más rápidos para ocupar todo su nicho ecológico y desplazar hasta la extinción a los más lentos? Muy poco. Consideremos, por ejemplo, un ecosistema que sólo puede sostener a 10.000 individuos de una especie y que, justamente, esa es la población que lleva habiendo en las últimas generaciones. Típicamente nacerán más individuos de los se puedan alimentar. Si la población pasa de estos 10.000 algunos morirán hasta volver a ese número. En este equilibrio, la tasa de crecimiento de la especie es del 0%. Pongamos ahora que ser un poco más rápido permite a un individuo que su descendencia crezca al 1% (una tasa modesta) a costa del linaje de los más lentos. Si los más rápidos son, por ejemplo, dos individuos de una familia, harán falta sólo unos pocos cientos de generaciones para que prácticamente todos los individuos de esa especie sean descendientes de aquellos más rápidos. Esto se debe a la naturaleza exponencial del crecimiento. Una nadería en términos geológicos.

Para entender lo anterior, convendría recordar aquí que si empezamos una inversión con un euro y cada año doblamos la cantidad (un generoso interés del 100%), al cabo de un año tendremos 2 euros. En dos años, 4 euros. En tres años 8, luego 16, 32, 64, 128, 256, 512 y, al cabo de 10 años, 1.024. Es decir, el euro se ha multiplicado por 1.000 en 10 años. La descendencia de nuestros corredores no aumenta un 100% en cada generación, sino un humilde 1%. Su tasa de crecimiento es 100 veces más lenta que el ejemplo y, además, sus descendientes tienen que llegar a ser 10.000, de ahí que necesiten unos cuantos cientos de generaciones para copar su nicho en el ecosistema y no solo un par de decenas.

Una cosa importante de entender es que la variabilidad entre los miembros de una especie no puede ser muy grande, así que todo el proceso evolutivo debe ser gradual y cada paso debe constituir, por sí mismo, una ventaja.

En el ejemplo anterior está claro que ser un poco más rápido siempre puede ser una ventaja. Hay otros ejemplos menos claros. ¿Cuál es la ventaja de medio ojo? ¿o de media ala? La mayor crítica al darwinismo en sus tiempos no venía de teorías científicas alternativas (como el lamarckismo) sino de prejuicios no científicos. Esto era cierto entonces y lo es ahora. El argumento fue propuesto en su día por William Paley: si paseando por el campo encontramos un reloj abandonado, al examinar la precisión de su maquinaria y su propósito evidente de medir el tiempo, concluiremos que no puede haber llegado a existir por un procedimiento natural (como se esculpen las rocas por el viento, por ejemplo), sino que detrás debe haber un relojero. Esto mismo ocurre con los organismos vivos. Tal es su complejidad que solo un creador o un diseñador inteligente puede haberlos hecho. Eso dice Paley.

Por otra parte, ¿de dónde sale esa variabilidad entre individuos? ¿Qué dice Darwin a todo esto? Lo veremos en la próxima entrada.

Mis apostillas:
1. La objeción de que tal vez alguna complejidad no pueda ser explicada mediante cambios graduales es una buena objeción. Decir que si tal complejidad existe debe existir también un diseñador inteligente es una mala conclusión. Por dos razones. La primera, porque este diseñador inteligente será un deus ex-machina, puesto ahí para ocultar nuestra ignorancia y parar la investigación, y que no tendrá ningún poder de explicación puesto que hará lo que nos dé la gana decir que haga. La segunda, porque la explicación es más complicada que lo que pretende explicar. Un diseñador inteligente será más complejo que sus creaciones. En vez de explicar la realidad, la estaremos complicando.

2. Con todo, sería posible que alguien manipule genéticamente una especie y le haga dar un salto evolutivo. Ese alguien no tiene por qué estar fuera de este universo. Un extraterrestre puede haberlo hecho. La teoría de Darwin abre una línea de investigación, que es la de averiguar si sus conclusiones son congruentes con la realidad. Hasta ahora nadie ha pillado a un diseñador inteligente in fraganti y sí, en cambio, se han acumulado montañas de evidencias a favor de la selección natural (incluso se la ha pillado in fraganti). Si uno es coherente, con cada nueva evidencia, debería considerar más y más probable la selección natural y menos la existencia de tal diseñador. Los propios proponentes de esa idea cada vez tienen menos lugares donde meter al diseñador porque cada vez hay más lugares en donde la explicación naturalista es suficiente. Pero no se rinden. Al parecer están satisfechos con su diseñador menguante.

Puedes leer la parte quinta aquí.

sábado, 14 de marzo de 2009

La Teoría de la Evolución: La Historia Más Asombrosa Jamás Contada. Parte 3

Lamarck, Matthew y Wallace



(Puedes leer la parte segunda aquí).

Los experimentos para comprobar la hipótesis de la generación espontánea llevaron a la conclusión que ahora sabemos obvia: no hay tal cosa. Establecido este hecho, clasificado el mundo biológico, estudiados los fósiles y atisbadas las primeras nociones evolutivas, el ambiente estaba preparado para llegar a comprender el origen de la diversidad de los seres vivos. Estamos terminando el siglo 18 y comenzando el 19. El hecho de que las especies evolucionan y no son inmutables (o casi) comienza a estar claro. El propio abuelo de Darwin, Erasmus Darwin, médico, filósofo naturalista y poeta, entre otras cosas, le dedica un poema a la evolución, en el que traza una progresión de la vida desde los microorganismos a la sociedad civilizada.

Lamarck ofrece la primera teoría seria de la evolución, en la que dice que el medio ambiente obliga a las especies a adaptarse y propone su teoría de los caracteres adquiridos. Podemos explicar esta idea mediante una paradoja de los gemelos (en plan Einstein). Supongamos que tenemos dos hermanos gemelos idénticos, con las mismas aptitudes para la carrera. Uno de ellos es sedentario, pero el otro se entrena para todas las maratones del mundo. Según Lamarck, los hijos del segundo tendrán mejor aptitud para ser corredores que los del primero.

Las ideas de Lamarck influyeron grandemente en su época. El propio Darwin comenzó siendo admirador de su obra. Sin embargo, pronto aparecieron argumentos bastante contundentes en su contra. Podemos resumirlos así: si a generación tras generación de una familia de animales les cortamos una oreja, no acabaremos teniendo descendientes sin orejas, no importa cuántas generaciones hayan pasado. Así que nada, a pensar otra cosa. Y es aquí que tenemos que hablar de …
-¿Darwin?
-Todavía no.
Antes tenemos que rendir homenaje o dos co-descubridores del principio de la Selección Natural. El primero es Matthew, que lo expone en sus obras sobre arboricultura, aunque le faltó la generalidad expresada por Darwin, no dio con una buena definición de especie, le faltó exponer el carácter gradual de la evolución y pensó que las extinciones sólo eran debidas a causas naturales. Además, para él, el sentido de la belleza que encontraba en la naturaleza no podría ser explicado más que como intervención divina. Es decir, que Mattheu, habiendo expresado el principio de la Selección Natural, no llegó a exprimirle todo su poder explicativo y predictivo.

El segundo es Wallace, que desarrolló a la vez que Darwin la Teoría de la Evolución, poniendo como mecanismo la variación entre los individuos y la selección del mejor adaptado. Pero dejemos para la siguiente entrada la explicación de estos principios. Ahora quisiera destacar el buen rollito y admiración mutua que había entre Wallace y Darwin. Es sabido que Darwin tardó mucho en escribir su libro El Origen de las Especies desde su famoso viaje en el Beagle. Tanto se lo pensó que, Cuando Darwin había redactado los nueve o diez primeros capítulos de su libro recibió una carta de Wallace. Cuando Darwin leyó el manuscrito quedó conmocionado, Wallace había llegado esencialmente a la misma teoría que él. Los amigos de Darwin, arreglaron todo para que una memoria conjunta Darwin-Wallace sobre la selección natural fuese presentada ante la Linnean Society de Londres. Esta presentación equivalió a una publicación simultánea de los hallazgos de ambos.

Mis anotaciones:

1. Uno pensaría que las personas educadas deberían ser conocedoras de la teoría de la evolución, en su versión moderna. Sin embargo hay gente que todavía tiene la idea lamarckiana de la evolución de las especies, véase, si no, este artículo del todólogo Juan Manuel de Prada.

2. No hay que desdeñar la aportación de Lamarck. Fue una hipótesis que no prosperó. Así es el avance científico. Aunque las ideas de Lamarck no valieran para explicar la evolución de las especies, sí pueden valer para explicar la evolución de otro tipo de entidades, como las normas sociales.

3. Y no, no valen para explicar el 50% de la variabilidad en los rasgos de la personalidad humana que no explica la genética, por si alguien se lo estaba preguntando.

Puedes leer la parte cuarta aquí.

viernes, 13 de marzo de 2009

Cumpliendo el primer mes

Hace un mes (y un día) que comencé este blog. Algunas personas me han preguntado por qué este nombre. A quienes me conozcan les puede chocar que elija una cita bíblica, pero ocurre que Quaecumque sunt vera -todo lo que sea verdad- es el lema de mi Alma Mater, Northwestern Universtity, donde hice el doctorado. A pesar del origen en un texto no científico, la expresión realmente resume una actitud de honradez que impregna toda búsqueda de conocimiento, sin prejuicios y con la disposición de aprender continuamente.

Había considerado también el lema de mi otra Alma Mater, la Universidad del País Vasco. Eman ta zabal zazu -da y extiende, léase con las zetas muy suaves: emán ta zábal zázu- expresa muy elocuentemente mi vocación de enseñar. El lema es un verso del canto Gernikako Arbola (por favor, leed guer-NÍ-ka-ko).

Otra posibilidad era unir ambos lemas: da y extiende todo lo que sea verdad, pero empezaba a ser demasiado complicado. Me decidí por el primero, pero como en latín ya estaba tomado lo puse en castellano. Esa es la historia.

Aprovecho para agradecer a los que se han apuntado como seguidores: Jesús, Eugenio Manuel, Carlos, El Coronel, Ana, Pascual y CHEF; a los que me han dejado algún comentario (además de los anteriores): irichc, Tatiana, Borogove, Pablo, Eva, RDC, Siesp y dos (o uno) anónimos, también a otros que me siguen en silencio y a los me citan con amables palabras en sus blogs, como Juan Urrutia. A ver si os animáis todos con más comentarios o proponiendo temas.

Pensaba que se me acabaría el rollo la primera semana, así que estoy contento de haber llegado al mes. Ahora a ver si llego al año.

jueves, 12 de marzo de 2009

La Teoría de la Evolución: La Historia más Asombrosa Jamás Contada. Parte 2.


Linneo, Buffon … y ¡Borges!



(Puedes leer la primera parte aquí).

Así, pues, tenemos la idea de que los animales son máquinas animadas por el “aliento de la vida”. En este orden de cosas, lo suyo es estudiar estas máquinas, documentarlas, y clasificarlas. En esto se ocupó la historia natural durante los siglos 17 y 18, que tuvo como culminación la obra de Linneo, cuya influencia está presente todavía. Clasificó la naturaleza de manera jerárquica. Realizó la primera agrupación en Reinos y luego estos se iban dividiendo en Filos, Clases, Órdenes, Familias, Géneros y Especies. Así, al ser humano actualmente se le clasifica como sigue:

Reino: animal
Filo: cordados (con espina dorsal, como los vertebrados)
Clase : mamíferos
Orden: primates
Familia: homínidos
Género: Homo
Especie: Homo sapiens

Esta clasificación no es la original de Linneo, quien, en la primera edición de su Systema naturae, clasificó al hombre y a los monos en el grupo de los antropomorfos, un subconjunto de los cuadrúpedos, porque por entonces no reconocía signos orgánicos que le permitieran ubicar al ser humano en lugar privilegiado de la escala de los vivientes. Años más tarde, en el prefacio de Fauna Suecica, manifestó que había clasificado al hombre como cuadrúpedo porque no era planta ni piedra, sino un animal, tanto por su género de vida como por su locomoción, y porque, además, no había podido encontrar un solo carácter distintivo por el cual el hombre se pudiera diferenciar del mono. Señaló, también, que el hombre no era gusano porque tenía cabeza, no era insecto porque carecía de antena, no era pez porque no tenía aletas, y tampoco era pájaro porque no tenía alas.

Linneo nunca reconoció en el lenguaje un factor diferenciador del ser humano, pero entendió que con la razón, la nobilissima ratio, el hombre superaba a todos los animales. A partir de la décima edición de Systema naturae reemplazó a los cuadrúpedos por los mamíferos y, como primer orden de estos, puso a los primates, entre los cuales colocó al hombre.

Lineo todavía se enmarca en el esencialismo que permea casi todo el pensamiento acerca de la naturaleza desde Platón. Después de él, en Buffon, hay un atisbo de pensamiento evolutivo, al reconocer que, por ejemplo, los grandes felinos y los gatos comunes podrían tener un antepasado común, del cual se habrían separado las distintas especies al haber sido moldeadas por su medio ambiente. Buffon no llevó más allá su argumento. De hecho, pensaba, como casi todo el mundo, que las especies se creaban por generación espontánea, y que posteriormente podía suceder el amoldamiento.

Mis divagaciones:
1. No resisto la tentación de colocar en esta entrada otra clasificación de los animales más moderna que nos advierte de que clasificar no es una tarea nada trivial. Se trata de la que hace Borges en "El Idioma Analítico de John Wilkins":
Esas ambigüedades, redundancias y deficiencias recuerdan las que el doctor Franz Kuhn atribuye a cierta enciclopedia china que se titula Emporio celestial de conocimientos benévolos. En sus remotas páginas está escrito que los animales se dividen en (a) pertenecientes al Emperador, (b) embalsamados, (c) amaestrados, (d) lechones, (e) sirenas, (f) fabulosos, (g) perros sueltos, (h) incluidos en esta clasificación, (i) que se agitan como locos, (j) innumerables, (k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, (l) etcétera, (m) que acaban de romper el jarrón, (n) que de lejos parecen moscas.
2. La verdad es que, desde la perspectiva moderna, cuesta entender que varios estudiosos hayan estado tan cerca y no hayan llevado hasta el final sus hipótesis o sus conclusiones. ¿Qué le costaba a Buffon extender el agrupamiento de los felinos a todos los mamíferos, por ejemplo?(En justicia hay que decir que, por lo menos, pensaba que había una especie de plan que agrupaba a los vertebrados.) Sencillamente le costaba que no sentía la necesidad de ir más allá. La generación espontánea estaba asumida como una explicación para todo, así que ¿para qué otra hipótesis alternativa? Hace falta que alguien sea capaz de pensar si esa generación espontánea realmente se sostiene, y que esos ratones o gusanos que vemos aparecer “espontáneamente” en realidad vienen de alguna parte.

Puedes leer la tercera parte aquí.

martes, 10 de marzo de 2009

La Historia Más Asombrosa Jamás Contada. Parte 1


Nos cuenta Jesús Zamora en su blog las perlas que encuentra debatiendo con anti-evolucionistas. Con Jesús las cosas siempre toman su cariz humorístico, así que lo recomiendo vivamente, además me he animado y he metido un poco de baza yo también.

Esto me hace pensar que, cuando acabé mi Historia Más Grande Jamás Contada en las primeras entradas, medio prometí que algún día haría algo parecido con otras ciencias. Intentaré decir algo relevante acerca de la Teoría de la Evolución. Es una historia más corta (la Teoría, no la Evolución), pero no es menos asombrosa. Como siempre, aprovecharé para hacer mis comentarios particulares.

La Historia Más Asombrosa Jamás Contada: La Teoría de la Evolución

Parte 1. Los antecedentes.



Los antiguos normalmente no daban mayor importancia a la diversidad de la vida en el planeta, en el sentido de que no había en ella nada particular que debiera explicarse. Tal diversidad era parte de la diversidad de los fenómenos naturales, y todos se explicaban por algún tipo de creación (génesis), por algún propósito intelectual (la causa formal de Aristóteles), o algún otro proceso igual de mágico. Había algún materialista aquí y allá inconforme con estas explicaciones, como los atomistas (y sus seguidores a lo largo de los siglos, como Lucrecio), pero esta visión antigua llegó hasta, por lo menos, el Renacimiento. En este orden de cosas, lo más que se podía hacer era clasificar los seres vivos y estudiar su funcionamiento.

Se cuenta que, cuando Platón dio la definición de hombre como “bípedo implume”, por la que fue elogiado, llegó Diógenes (¿quién si no?) con un pollo desplumado a la Academia gritando “¡Te he traído un hombre!”. Platón tuvo que añadir: “con uñas planas”. Aristóteles fue el primer gran clasificador. Lo hizo algo mejor que sus maestros, pero de vez en cuando decía unas cosas bastante raras, como que los hombres tenían más dientes que las mujeres (también lo decía de los machos de las cabras y las ovejas respecto a las hembras).

Al-Yahiz, un pensador afro-árabe escribió en el siglo 9 el primer libro que puede considerarse como antecedente de la Teoría de la Evolución: El Libro de los Animales. Consideró el efecto del medio ambiente en las posibilidades de supervivencia de los animales, describió la lucha por la vida y describió las cadenas alimenticias. Describía, además, cómo el medio ambiente puede explicar las características físicas de las distintas especies y, en particular, el color de la piel en el ser humano.

Las ideas de Al-Yahiz no cuajaron en Occidente (y, como vemos hoy día, tampoco en Oriente), así que llegamos al Renacimiento con ideas acerca de la generación espontánea de la vida, que puede surgir de la materia inerte gracias al aliento de la vida. No me preguntéis qué es ese aliento, ni ellos lo sabían. Podían haber dicho un qué-sé-yo y habría tenido el mismo poder de explicación. Es decir, la materia viva es materia inerte más otra cosa.

Las disecciones practicadas en el Renacimiento y el estudio de la Fisiología comenzaron una larga transición en la manera de ver el mundo vivo que terminó en el siglo 17, en que se cambió la visión de la naturaleza como un organismo por la visión de la naturaleza como una máquina.

Este cambio significa que, por primera vez en la historia de la humanidad, se entiende que la materia viva está compuesta de las mismas cosas que la materia inerte, como una máquina que se mueve puede estar compuesta de elementos que, fuera de la máquina no se mueven. Esto nos debe recordar a la unificación de la Tierra y el Cielo por parte de Newton.

Mis comentarios:

1. Esta unificación de la materia viva y la inerte no pareció conmover tanto a los pensadores de la época como la unificación de Newton. La razón seguramente sea doble. Por una parte, el cambio de visión fue muy gradual. Nada que ver con los descubrimientos de Newton, que cambiaron la Física de la noche a la mañana. Por la otra, no se entendió la unificación de manera completa. Al ser humano de quedaba, además, el alma. Así que no pasa nada porque los seres vivos sean máquinas en lugar de organismos con “aliento vital”.

2. Asombrémonos de cómo el primer precursor serio de la Teoría de la Evolución es un musulmán de la edad de oro de su civilización. Es de lamentar que en el mundo musulmán la Teoría de la Evolución no tenga ahora apenas acogida popular. Cuando la ignorancia entra por la puerta la libertad salta por la ventana.

Puedes leer la segunda parte aquí.

domingo, 8 de marzo de 2009

¿Son los vascos menos nacionalistas?

Debería decir somos, pero desde hace años no me toca votar en la tierra que me vio nacer, así que hablaremos de los vascos que votan.

El gráfico recoge la evolución de los votos nacionalista y constitucionalista en el País Vasco. A las últimas elecciones se ha añadido el voto nulo como una candidatura nacionalista, pero después de descontar el 0,5% que, históricamente, constituye la media del voto nulo en estas elecciones.

Se observa claramente que las elecciones de 1994 inician el acercamiento de las posiciones que, a partir de ese momento, van convergiendo lentamente. En las recientes elecciones la distancia es de unos 6,5 puntos porcentuales a favor del nacionalismo (1,3 puntos porcentuales a favor del constitucionalismo si no se incluye el voto nulo). Para hablar de política parlamentaria lo suyo es no incluir el voto nulo. Esto hice en las entradas anteriores. Para hablar acerca de la evolución de las preferencias nacionalistas debemos incluirlo.

¿Qué significa esta evolución? Una primera interpretación obvia es que los vascos votan menos por partidos nacionalistas y que, por tanto, muestran cada vez menos preferencias nacionalistas. La segunda parte de la anterior interpretación se sigue si se identifica ser nacionalista con votar nacionalista. No negaré la validez casi redundante de esta manera, por otra parte bien operativa, de definir la preferencia nacionalista. Complementaria de ella, quisiera exponer otra interpretación que bien se podría entender como la causa de esta tendencia (razón de más para no contradecirla ni minimizarla).

Mi interpretación es la siguiente. Los vascos tienen distintas preferencias por la cantidad de autogobierno que desean para su Comunidad. Algunos quieren la independencia, otros sólo un poco de autonomía, y la mayoría ocupan el espectro entre ambas posiciones. A medida que aumenta o se desarrolla el autogobierno, aunque las preferencias por el nivel de autogobierno sean estables, las preferencias por MÁS autogobierno disminuyen. Desde 1994 se ha llegado un equilibrio en este sentido. Más autogobierno no es una prioridad de muchos vascos, pero tampoco lo es menos autogobierno.

Si el PSE acaba dependiendo excesivamente del PP y éste le impone un retroceso en el autogobierno como renunciar a competencias en Educación, Policía, Sanidad,… esta coalición estaría cometiendo el mismo error del PNV en su giro soberanista, pero en sentido contrario. Mi previsión es que se cuidarán de no cometer este error y que su estrategia pasa por mostrar que pueden gestionar la Comunidad Autónoma sin menoscabar sus logros. Corregirán algunos casos exagerados, como esas oposiciones en las que el conocimiento del euskera da más puntos que un doctorado para ser  médico, o esos programas en la ETB de concursos de bertsolaris en donde se hace apología de algún etarra, pero es de esperar que en la defensa del Concierto y la negociación del cupo muestren que saben defender los intereses de la Comunidad. En educación podrán dar alguna facilidad más para abrir líneas en castellano, pero no se alterará fundamentalmente la estructura actual. Es de esperar que la Ertzaintza colabore más en la lucha contra ETA y la violencia callejera. Es decir, el nivel de autogobierno se mantendrá, pero la política sobre cómo usarlo tomará un giro distinto.

La manera en que se ha desarrollado el sistema de autonomías en España, sin duda ha dado lugar a situaciones mejorables en Sanidad y Educación, por poner un par de ejemplos. Soy de la opinión que estas mejoras vendrán más fácilmente por acuerdos entre las Comunidades (alentadas, tal vez, por el Gobierno Central) que por imposición del Gobierno Central o por reducción de competencias vía reforma de la Constitución u otra LOAPA. La estrategia de reformas propuestas por UPD me parece errada, espero que el rodaje parlamentario les lleve a reformular sus propuestas en el sentido que apunto.

La culminación de las transferencias del Estatuto de Gernika o la negociación de un nuevo Estatuto a la catalana (esperemos que mejor llevado) ayudará a que el nuevo equilibrio tenga una base social amplia. De esto hablé en la entrada sobre el Lehendakari.

viernes, 6 de marzo de 2009

Gibraltar Independiente

Leemos en El País la indignación mostrada por el Gobierno ante la visita de la princesa Ana al Peñón. En ABC se nos cuenta cómo el PP exige la condena de la visita.


Lo de la indignación ya me parece un poco excesivo, pero supongo que, diplomáticamente es lo que toca. Lo de la condena me suena a otras cosas que no se aplican. No hablemos ya de la burrada del de la COPE, que poco menos quiere bombardear no sé si el hospital o la colonia entera.

Toda la actitud de España hacia Gibraltar es una cadena de despropósitos y absoluta falta de visión. Será achacable a la obcecación o a lo que sea, pero no es tan difícil ver alrededor maneras mejores de hacer las cosas. Pondré únicamente dos ejemplos:

Hong-Kong: Los británicos tomaron a perpetuidad Hong-Kong como colonia. Los chinos de paciencia milenaria les cedieron los Nuevos Territorios con fecha de caducidad. Cuando llegó esa fecha, la inviabilidad de Hong-Kong sin los Nuevos Territorios facilitó la devolución a China.

Andorra: Con idioma e idiosincrasias propias, España nunca amagó siquiera una anexión ni en tiempos de Reyes Católicos ni en otros más modernos. La coexistencia amigable hace que Andorra esté muy cercana a España (en lo social, en el fútbol,...) y que nos voten en Eurovisión.

En el tratado de Utrecht, si Gibraltar deja de ser colonia británica debe volver a España. Lo que en su día pareció una salvaguarda favorable a España es, en realidad, todo lo contrario. Si Gibraltar hubiera podido ser independiente como Andorra, Mónaco o San Marino, a estas alturas supondría tan poco problema como esos otros casos curiosos de la historia europea.

España debe reconocer la posibilidad de la independencia de Gibraltar. Los gibraltareños algún día podrán optar por ella (o el Reino Unido imponérsela). Ese día el Reino Unido y España serán los garantes de esa independencia. A partir de ahí la convivencia en amistad nos acercará. ¿Son las indignaciones, condenas o bombardeos una idea mejor?

miércoles, 4 de marzo de 2009

Lehendakari

Seguimos con la resaca de las elecciones. Ya he dicho que Patxi López lo tiene fácil. Todas estas dificultades y delicadezas que se leen y oyen por ahí son ganas de hablar. Mientras la coalición PNV-PP sea inviable, el PSE lo tiene todo a favor.

El PP le dará sus votos sin poder pedir nada a cambio. La consecuencia si el PP no apoya a Patxi López será la convocatoria de nuevas elecciones. En ese caso el electorado vasco castigará al causante de los nuevos comicios (como pasó en su día en Madrid con el PSOE y más tiempo atrás en Andalucía con Izquierda Unida), que sería el PP. El electorado español no entendería tampoco  esta maniobra.

Patxi López debe trabajar para ganarse la abstención del PNV. Es una manera responsable por parte de ambos de evitar continuar con el frentismo y de facilitar que el PSE pueda gobernar con una base amplia, tal vez incluyendo algunos independientes afines a PNV y al PP. Para esto el PNV debe deshacerse cuanto antes de Ibarretxe y reconocer que los Lizarra, planes Ibarretxe e intentos de consulta han tenido el efecto contrario al previsto. El PSE puede ofrecerles a cambio un pacto para un nuevo estatuto y la puerta abierta para colaboraciones futuras.

El PNV tiene que decidir cuán lejos quiere llevar el pataleo de estos días. Enseguida deberá plantearse que recuperar el poder en el futuro pasa por solo dos alternativas, o en coalición con el PSE o con Aralar-EA-EB. La primera es más segura.

martes, 3 de marzo de 2009

Holismo y reduccionismo

Este es un comentario que he puesto en el blog El Libro de la Almohada, a cuenta de la vieja discusión "holismo frente a reduccionismo" y con la excusa de un texto de Fritjof Capra. En realidad, si alguien quiere saber sobre esto, que se lea "Gödel, Escher, Bach. An Eternal, Golden, Braid", de Douglas Hofstadter. Encontrará mejores argumentos y mejor explicados que en este algo desordenado comentario.


Reduccionismo jerárquico frente a holismo sistémico.


Ejemplos de reduccionismo:

-La Física es la base de la Química
-La Biología no puede contradecir las leyes de la Química.

Buena interpretación: Si en Física tenemos una ley bien establecida (porque ha pasado los rigores del método científico, la replicabilidad, la empiria,…), y si proponemos una ley Química que contradice esta ley de la Física, es bastante seguro, no imposible, que estemos equivocados. Si no lo estamos es porque la ley de la Física que contradecimos estaba equivocada. En cualquier caso, los procesos químicos no alteran las leyes de la Física. Las constantes universales siguen siendo las mismas.

Mala interpretación: Sólo podemos hacer Biología si lo sabemos todo de la Química y no haremos buena Biología a no ser que pongamos todas las leyes de la Biología en términos de las leyes de la Química. No es verdad. Podemos y hacemos.

Los elementos primitivos de una Teoría pueden ser muy útiles incluso si no son explicados. Hay relaciones en la Biología que es mejor explicar en el lenguaje de la Biología que en el de la Física o la Química. Explicar los fenómenos biológicos en términos de partículas elementales sería muy complicado y no añadiría nada relevante a nuestro conocimiento en Biología. Avances en Biología nos puede llevar a nuevos avances en Química (p.e., en Química Orgánica), pero serán las leyes de la Química las que no deba contradecir la Biología. Ningún fenómeno biológico altera la manera en que se unen los átomos en moléculas, que lo hacen por leyes químicas bien establecidas.

Una relación entre partículas físicas (la unión de varios quarks) constituye un elemento de la química (un núcleo atómico, por ejemplo). Una relación entre átomos (la unión de varios átomos en una molécula de ADN o de una proteína o de una hormona) constituye un elemento de la Biología. Una relación entre hormonas, proteínas,… constituye un elemento de la psicología. Capra no ha descubierto las relaciones como elementos importantes y fundamentales en la ciencia.

No hace falta hablar de Psicología para describir las leyes de la Química. Pero sí hace falta hablar de Química para entender muchos procesos psicológicos. En este sentido la Química sí es más fundamental que la Psicología. Y este es un sentido útil. Tal vez en otros sentidos no sea más fundamental. ¿Cuáles son? ¿Cuál es su utilidad para avanzar en el conocimiento de ambas?
No sirve de nada explicar las calles de una ciudad en términos de partículas elementales, es más fácil usar un mapa. Así aprendemos y aprehendemos más. Esto es ciencia.

Ejemplos de holismo:

-Todo influye en todo
¿Algo más?

¿Qué aprendemos a partir de ahí? ¿Que la historia de Esparta influye en la carga del electrón?
De las ecuaciones de la mecánica de Newton y de su ley de la gravedad podemos deducir las leyes de movimiento de los planetas de Kepler. Al revés, no. En este sentido sí hay leyes más fundamentales. Las de Newton lo son con respecto a las de Kepler. Y lo siguen siendo a pesar de que Einstein vino a corregirlas.

De hecho, Einstein cambió la manera de ver la Física, pero la Química y la Biología se quedaron tan campantes. Ningún suelo desapareció bajo sus pies. De hecho, ningún suelo desapareció bajo los pies de la ciencia. El método científico, que permitió el avance de Einstein, se cobró otro gran éxito. La mecánica de Newton siguió sirviendo para enviar naves a la Luna. Cambiaron los elementos primitivos. Con Newton lo eran el tiempo y el espacio, con Einstein, la velocidad de la luz. Esto contradice nuestras intuiciones de cómo es el mundo, a ellas sí que se les desapareció el suelo de los pies. Habrá que desarrollar intuiciones nuevas. (Por cierto, ningún científico piensa que ninguna teoría esté desarrollada hasta haber alcanzado un status de certeza absoluto, Capra ha vuelto a descubrir otro Mediterráneo.)

Me parece que hay un abuso en la interpretación de los fenómenos cuánticos y de la física de partículas. El que las partículas puedan ser pensadas mejor como una intensificación de un campo (o algo parecido), en lugar de algo “sólido” según nuestra intuición de “solidez” no elimina en absoluto su capacidad para ser elementos primitivos de la teoría. Otra cosa es que los avances en la mecánica cuántica nos diga que mejor ponemos a los campos como primitivos. No sé cómo se puede hacer metafísica con esto.

En la realidad existe todo lo que existe, partículas, interacciones,... La realidad no necesita considerar elementos primitivos, ni modelos, ni relaciones, ni interpretaciones, ni nada. Nosotros sí, para comprender la realidad necesitamos poner unos términos en función de otros más primitivos. Con un mapa de la realidad escala uno a uno no hacemos nada. Agrupando fenómenos en regularidades, leyes, y explicando éstas a partir de elementos primitivos (construyendo teorías) es que podemos mirar el mapa y seguir avanzando.

Cuando trabaja en Física, Capra es reduccionista. Cuando se junta con un monje a pensar sobre ciencia y religión quiere ser holista. Como reduccionista ayudó a avanzar en el conocimiento de la Física (p.e., ayudando a detectar partículas en los aceleradores). Como holista no ha ayudado a ningún avance científico.

domingo, 1 de marzo de 2009

Análisis de las Elecciones en Euskadi

Tras el recuento tenemos el resultado que ya conocéis. La tabla a continuación recoge los escaños de cada partido y, en las columnas 1, 2 y 3, varias consideraciones de índices de poder. Éstos índices se basan en la consideración de las veces que cada partido es útil para formar una coalición de gobierno: sin él los de la coalición no llegan a 38 escaños y con él sí.

La primera columna considera todas las coaliciones como posibles. Es una situación irreal, pero ofrece una primera idea del poder, a priori, de cada partido.

En la columna 2 se recoge la coalición EAJ-PNV con PSE-EE. Como están estos dos únicos partidos, ambos tienen el mismo poder. Cualquier otro partido pequeño (cualquiera menos el PP) que se añada sería irrelevante (ni el PSE-EE ni el EAJ-PNV puede usarlos para no contar con el otro).

En la columna 3 se recoge la coalición PSE-EE con PP y UPD. Todos son necesarios, así que, igual que en la anterior, se reparten el poder a partes iguales. Si tras el voto emigrante la situación cambia y el PSE-EE tiene su escaño 25 (presumiblemente, a costa del EA), UPD dejaría de ser necesario y su poder sería nulo.

Desde el punto de vista de la teoría de juegos, no ha salido muy interesante debido a las pocas posibilidades de coaliciones, pero queda claro que, estando el PSE-EE en las dos única posibles, tendrá toda la ventaja. El PP y UPD ya habían anunciado que le apoyarían para la investidura. La única pregunta que podría añadir algo de incertidumbre es: ¿qué le conviene más al PSOE de Madrid, un pacto con el PP o con el EAJ-PNV? No sería descabellado esto último, ya el EAJ-PNV tuvo su lehendakari en coalición con el PSE la única vez que tuvo menos escaños que éste, así que podría justificarse, pero parece poco probable.

A pesar del cambio sustancial en la aritmética de escaños, la distribución del voto entre constitucionalistas y nacionalistas no violentos más EB no ha cambiado demasiado. Los primeros obtienen el 46,94% y los segundos e 51,8%. La diferencia es de cinco puntos porcentuales, no muy distinta de las últimas elecciones. De hecho, si en el País Vasco hubiera circunscripción única (o si cada provincia tuviera un número de escaños proporcional a su población), PNV y EB hubieran tenido un escaño más cada uno y el PP dos menos. El voto nulo, por otra parte (casi el 9%) también da cuenta del mantenimiento del voto violento. Es menos del 12% de las anteriores, pero no es lo mismo votar nulo que a una candidatura.

Con un poco de suerte, las cosas se van aclarando en los pequeños. Aralar se presenta como aglutinador del voto independentista no violento. Debería fusionarse con EA y ser una opción atractiva para hacer temer a Batasuna que pueda perder su electorado si sigue empecinada en su apoyo a la violencia.

No es por presumir, pero es lo que aventuré en la entrada anterior (antes de las elecciones).